Señor dicen muchos, Dios mío dicen otros, Alá dicen otros y así todos están invocando la protección del Señor y yo no veo tanta eficacia en las oraciones que a lo largo y a lo ancho del mundo se elevan para que los grandes y pequeños conflictos terminen.

Mensaje del 02 de Julio de 2006

Habla Artemio:

02 de Junio.

Dice Jesús:

Tengo el globo terráqueo entre Mis manos y siento pena por todos los conflictos que se desataron o van a comenzar pronto.

Señor dicen muchos, Dios mío dicen otros, Alá dicen otros y así todos están invocando la protección del Señor y yo no veo tanta eficacia en las oraciones que a lo largo y a lo ancho del mundo se elevan para que los grandes y pequeños conflictos terminen; es decir no está en discusión que las personas quieren vivir en paz, pero son contadas las personas que llenas de un santo amor por los hombres producen cambios en toda esta realidad tremenda.

¿Yo estoy diciendo que son insuficiente los rezos, los pedidos?, no, lo que es insuficiente es llenar los pedidos de amor. Es cierto que hay que pensar en que para muchos de los que están en conflicto la muerte es un valor, incluso pero no como la entendemos nosotros sino como una manera de responderle a Dios, uno ve montañas de edificios destruidos y por supuesto dentro de esos edificios destruidos la gente que está muerta o aún no está del todo. Quiero expresar que todo está muy bien lo que hacen los hombres, rezando como lo hacen, pero falta un amor profundo por todo, el universo, el planeta tierra; es decir, a todos los seres humanos y más aún la impotencia de sentir lo poco que se hace, Yo pregunto a los que detentan el poder: ¿por qué quieren vivir destruyendo para prevalecer ellos?, de una forma u otra el hombre busca perfilar su ego, en el triunfo de sus ideas que la mayoría de las veces son destructivas.

No hay cambios, mientras no cambie el corazón del hombre, ustedes dirán: esta expresión es muy vieja, sí, ya lo sé, pero nadie hace un meaculpa y al verlos obrar de una manera parecería que todo lo que construyen es para siempre, el único que es para siempre es, después de años, pasar a la otra dimensión y vivir el resto de la eternidad en la unión con el ser, con el Dios que cada uno ama. Se pelea por ejemplo por, siempre son motivos políticos pero subyacen siempre intereses económicos, el hombre tendría que pensar que aquellos elementos de la naturaleza que en este momento les atraen tanto y hacen guerras para conseguirlo, ¿qué saben si dentro de diez años, quince, veinte, hay un giro total sobre las formas de manejarse en el mundo?. Ustedes pensaron: si todo lo que se invierte para hacer las guerras se usaran para investigar las enfermedades y lograr sanarlas, se han puesto a imaginar, pero incluso aquellos amantes de la paz amontonan armas de todo tipo, dicen que para mantener la paz pero cuando se usan esas armas de todo tipo hay siempre destrucción y si se consigue algún momento de paz esforzada y además de forzada es sobre la sangre de montones de hombres. Si hay algo que nunca uno tiene que perder de vista es que en el momento de decir: Señor, Dios o con el nombre que quieran, debe haber un compromiso para que todos esos proyectos que el Señor tiene con los hombres pueda realizarse; es decir, quien hace la guerra y a veces, la mayoría saben está muy mal, pero otras la hacen porque están convencidos de esa bondad.

La cuestión es que todo el proyecto que Yo pensé para cada hombre queda trunco; ustedes dirán: ¿para todos los hombres o solo para los cristianos?, para todos los hombres.

Ahora bien, siempre se termina en lo mismo, el amor del hombre no es auténtico, no es transformador, el amor del hombre muchas veces es una impostura, ahora a aquél que tiene que ganar el pan con el sudor de su frente no le preocupa cuántos mueren o dejan de morir ni ubican en los mapas los territorios en conflicto, porque muchos de los que predican no se dan cuenta que habrá que descubrir hasta qué punto los principios religiosos deben invadir la política, porque la mayoría maneja el término y el contenido de este término muy mal. Sí, es cierto que para un ordenamiento tendrán que pasar muchos siglos y tal vez milenios, pero Mi preocupación es dar una respuesta en cada tiempo, pero no me escuchan, incluso aquellos que tienen sobre sí la responsabilidad de guiar a las ovejas, se colocan al margen y desde allí dan algunas declaraciones, tan poco felices que más vale no decir nada.

Cómo asusta la palabra compromiso, que es prometer juntos, cómo atemoriza a tantas personas porque van a las conferencias de paz con el libreto hecho y luego exponen sus proyectos sin confrontar con otros proyectos o al menos abrirse para escuchar qué tienen para decir los demás.

Los que dicen que a pesar de todo las cosas están bien, están bien para aquellos que amontonaron y amontonan riquezas descomunales a costa de la sangre de muchos hombres, ¿hace falta que les diga por enésima vez que el sol no sale para todos?, podría decirse un diez por ciento, pero Yo diría menos y mientras eso ocurre las cosas siguen igual o peor.

Uno se pregunta: ¿para qué están esos organismos internaciones y nacionales que se ocupan de todos los campos de la realidad?, ¿qué valor tienen esos organismos?, la mayoría hace un pésimo trabajo en todos los confines de la Tierra.

Han visto que reacios son para un encuentro de todas las religiones, que son caminos distintos que van a un mismo lugar pero los organismos así interreligiosos también hacen un papel muy deplorable, por ahí veo que en forma individual o en pequeñísimos grupos se manejan ideas preciosas sobre esto que estoy hablando pero pierdan cuidado, no tienen el apoyo de nadie y menos de los que detentan el poder, cuidado, el poder en todos los órdenes ¿eh? y también uso una frase hecha: a los hombres se les conoce realmente cuando tienen poder, antes solamente se ve una aproximación.

Es por eso que Mis heridas sangran, Mis ojos están llenos de lágrimas y Mi Corazón quiere y necesita repartirse entre tantos pero no me dejan, ¿y quiénes son los que más no me dejan?, aquellos que deberían haber entendido ya la necesidad de repartir Mi Corazón y que las gotas de Mi sangre lleguen a cada uno de los hombres.