Hay necesidad de rezar para aprender a discernir, hay necesidad de amar para encontrar vetas de oro hasta en la tierra y piedras más insignificantes.

Mensaje del 27 de Agosto de 2006

Habla Artemio:

27 de Agosto de 2006.

Dice la Virgen María:

Es necesario que los hombres se esfuercen por encontrar un ordenamiento social más justo, por supuesto que si la Misericordia de Mi Hijo y Mi Misericordia les dicen poco o nada se les torna imposible crear un orden social más justo, pero cuánta necesidad existe, algunos dirán: nos está pidiendo un orden social como en el fin de los tiempos, Mis queridos, a medida que pasan los tiempos, a medida que los siglos se van apilando aparecerán problemas de la más diversa índole, Yo les estoy apuntando los problemas de este momento. Yo siento el llanto de los hombres ahora, Yo sufro con el hambre de montones en este momento, sí, dirá alguno: es un poco simplista esto de decir así en general un orden social más justo, no Mis queridos, entonces me van a decir que cuando hablo de la Misericordia de Mi Hijo y de Mi propia Misericordia o cuando les digo que soy una Mensajera del Espíritu Santo para que por fin entiendan la Misericordia, al menos algo, les estoy diciendo aquí, para todos los hombres del mundo y ahora.

Por qué pienso Yo que en tantas sociedades veo como Mi nombre se ignora, Mi persona tiene un papel, tiene un rol muy poco importante, entonces cómo van a escuchar todos aquellos que reniegan de la Madre del Señor, por muy doctos e intelectuales que sean y teólogos y lo que se te ocurra, están ignorando temas esenciales. Yo nunca he visto una familia que funcione muy bien si se olvida a la Madre, no es que Yo quiera tener un protagonismo tan grande, no, pero es necesario que me tengan en cuenta.

A veces oigo en las altas casas de estudio y en las que no son tan altas, hablar de Mí de una forma que me entristece tanto, habría que incluso estudiar qué anomalías presenta alguien que no quiere reconocer ni su madre ni la Madre, porque no se engañen, no se engañen, la madre de cada uno es no solamente ese ser al que se lo recuerda de vez en cuando y se tiene una actitud compasiva con ella ni hasta se la mira con cierto desdén porque a lo mejor ya envejece y tiene menos lucidez que antes, ya no se mueve tan rápidamente, sus manos son un poco torpes por tanto trabajo, sus ojos ya no ven como en otros tiempos, hay que enhebrarles la aguja y cuántas cosas más. Pocos son los que le dan a su madre el lugar que debe tener.

Por eso, por analogía pasa conmigo lo mismo pero hay que salvar las distancias porque saben que Yo, ni envejezco, ni estoy torpe con las manos, ni Mis ojos ven poco, ni hay que enhebrarme la aguja, sin embargo los hombres tienen que replantearse qué es una madre y salvando las distancias, qué represento Yo en la historia de la salvación. Tan fácil puede olvidarse aquellas palabras: “he aquí la esclava del Señor hágase en Mí según tu palabra”, tan fácil se olvida el Magníficat, que es un himno que lo contempla todo, piensen Mis queridos, hay necesidad de rezar para aprender a discernir, hay necesidad de amar para encontrar vetas de oro hasta en la tierra y piedras más insignificantes.