Mensaje del 19 de Noviembre de 2005

Habla Artemio:

3º parte del discurso de la Madre, está destinada a la reunión de la Fundación.

Dice la Madre:

Algunas de las cosas que le hice ver a Mi hijo Artemio, pregúntenselas a él, Yo solo quiero decirles que piensen en el mientras tanto , no se apresuren a querer tener una visión totalmente abarcativa del futuro. Se sobreentiende que en un milenio, como tienen por delante, van a ocurrir cosas prodigiosas, lo que sí me preocupa es que la Santa Madre Iglesia funciona como si todo estuviera tan hecho y resuelto y todavía se está en una infancia de dos mil años.

Por eso, Mi consejo es que se apresuren a..., de todo lo que sea Espíritu Santo inspirando porque lo lamentarán después. Imagínense ustedes dentro de cien, quinientos, mil años, dos mil años ¿cuál será el idioma que van a hablar?, digo idioma en todos los órdenes ¿verdad?. Yo a veces pienso qué respuestas tengo, al decir tengo, es decir tiene Mi Hijo, para los habitantes del Asia, de América, de Europa, concretando, qué dice un hombre instalado allá en toda la Micronesia o en Sambia o en Mongolia o en Libia.

Estamos Mis queridos armando acá, en este pequeño lugar de la pampa gringa pero estamos dando los principios que tendrán que tener en cuenta también los habitantes de Libia, Estonia, Ghana o allá tan lejos el territorio del Yucón o Montreal o en los Estados Unidos, Dennise, Oregón. Cuando ustedes están desgrabando los textos del Señor tengan en vuestra mente que eso lo lee un habitante de Puebla o de Tegucigalpa o en Europa un habitante de San Marino o de Moldavia o de aquí de Tierra del Fuego.

Les digo esto para que tomen un poquito de conciencia de que están haciendo la historia, entonces todo el esfuerzo que Yo les pido y les está pidiendo Mi Hijo tiene un valor muy grande, pónganse ustedes a mirar un planisferio y observen todos los países y piensen como será traducido este Mensaje Mío en un pueblo del África ahí en Ghana por ejemplo ¿mmm?, es más fácil decir Sudáfrica o mucho más aún España o Italia, pero estamos hablando para todo el mundo.

Entonces Yo diría a todos los que dirigen la Santa Madre Iglesia que no se duerman, que piensen que deben tener una respuesta pronta, ya, inmediata, para ese hombre perdido en la selva ecuatoriana o amazónica o que está atendiendo en Venezuela un laboratorio o que está en México, en la Península de Yucatán, para decir algo.

Entonces, tomen conciencia Mis queridos, ustedes como Mi pequeño resto y todos los pueblos del mundo pero sobre todo las jerarquías de todos los pueblos del mundo para que haya una respuesta a cada hombre que está sufriendo o gozando, que está enfermo y necesita los Sacramentos para morirse en paz y que esto les esté indicando que tienen que ponerse a tono con el mundo, ya no están en la Edad Media, ya no están en el primer milenio, tendrán que amigarse con la naturaleza y con el mundo, tendrán que responder a todos los problemas del mundo.

Yo sé cuánto les preocupa a muchos si Yo digo: hablemos de un humanismo integral donde todas las cosas del mundo están incorporadas a ese hombre que se abre camino en la selva o en el desierto o en las grandes ciudades para encontrarlo a Mi Hijo. No, no pueden hacer un esfuerzo, no sé si grande o pequeño para pensar cómo será la vida en las ciudades submarinas que aparecerán dentro de no muchos años o la vida en otras galaxias, eso les está indicando también que si Dios creó a todo el mundo cuando envía a su Hijo no es solo para redimir a los hombres de la Tierra sino todos los habitantes que podría haber en otros sitios.

Esto que estoy diciendo es inédito, totalmente inédito pero ténganlo en cuenta, no estén durmiendo, me refiero sobre todo aquellos que, que tienen poder de decisión en las esferas económicas, políticas pero sobre todo religiosas ¿mmm?, de cómo es la, o como debe ser la incorporación de todo el mundo, del hombre que vive allá perdido en medio del bosque o el que está en el desierto o el que está en las ciudades como dije antes ¿mmm?. Algunos en este momento dominan algunos elementos de la psicología para entender a los hombres, están menos que en pañales todavía. ¿Se les ocurrió pensar en una psicomorfología direccional y biónica por ejemplo? ¿mmm?, o ¿como influirán los grandes sistemas de comunicación que habrá en el mundo dentro de cinco, diez, cien, quinientos años?, toman esos aparatitos pequeños y no tan pequeños y les parece que tienen el mundo en sus manos y para hacerles una comparación, piensen en un avión supersónico ¿verdad? y en un simple trineo que circula el ártico, hay una diferencia abismal en la velocidad de uno y del otro, pues bien, no se llamen a engaño, súbanse al avión supersónico, si tienen que usar el trineo úsenlo, pero súbanse al avión supersónico porque los hombres necesitan una respuesta.

Y si de repente alguien un poquito ilustrado le preguntara a un teólogo sobre los pecados que podría cometer un hombre que está funcionando en simbiosis con una máquina, ¿ven que hay que cambiar la perspectiva de todas las cosas?, algunos parecería que se les viene el mundo abajo cuando dicen solamente: alimento transgénico, ¿se pusieron a pensar un poquito que dentro de no mucho la ingeniería genética los sobrepasará de una manera total, completa y si hablamos de la clonación?, ¿y si hablamos de las células madres?, ¿si hablamos de las doble hélices del ADN?, no hace falta que les diga qué es el ADN. Los hombres suponen que el genoma humano tiene unos tres mil millones de letras, esas tres mil millones de letras que tiene un genoma humano ¿cuándo se podrá secuenciar?, o dicho de otra forma: ¿cuándo se podrá secuenciar el ADN?.

Yo no quiero con esto amargarles la existencia en este día pero ustedes tienen que pensar esto, lo que al Señor le preocupa es: no los alcances del genoma humano sino los hombres que manejarán todas esos elementos. El problema sigue siendo el mismo: cómo será el corazón del hombre en todo ese montón de cosas que se avecinan, si quieren hacer un cálculo más exhaustivo razonen en cinco, diez, veinte, cincuenta años atrás para poder pensar en lo que vendrá, que es mucho más rápido por todos los adelantos y todavía por allí hay hombres que están como peleados con la naturaleza y con todos los adelantos de la ciencia, cuándo entenderán que lo importante no está en pelearse con todo lo que vendrá y lo que ya tienen entre manos sino hacer que el corazón del hombre sea lo suficientemente misericordioso para ubicar todo lo que vendrá, cada cosa en su respectivo lugar.

No se atormenten con todo lo que se avecina, vayan asumiéndolo a medida que aparece, lo que sí Yo le pido al pequeño resto es en el mientras tanto y después en la Ciudad de Dios preparar hombres lo suficientemente lúcidos, humildes, misericordiosos para enfrentar todo lo que viene, que gloria a la Trinidad por todo lo que viene y no como algunos dicen: que terrible todo lo que viene por la destrucción que traerá, no Mis queridos, en los planes del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo no hay destrucciones sino construcciones. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sigue pensando como siempre, en que el hombre sea más feliz y les está diciendo a ustedes, Mi querido pequeño resto que mucho de lo que vendrá está pasando por vuestras manos.

Esto no es para cargarles la mochila de una forma indecible sino para sentirse felices de la elección del Señor que hizo en ustedes para preparar los tiempos que vendrán.

Les amo tremendamente, aunque gastaran toda vuestra vida pensando en cuanto los amo y los ama la Trinidad no alcanzaría. Por eso, descansen en el amor de la Trinidad y Mío, descansen en ese amor, entréguense a ese amor y avancen, avancen, el Señor es el que está guiando todo, ¿qué pasará dentro de un instante?, el Señor lo sabe, ustedes despreocúpense.

Amén.