• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 21 de Marzo de 2005

Jesús ten compasión de mí, mirá mi estado Señor, es un poco tremendo mi estado, estoy enfermo, triste, sin mi familia, sin mis cosas que ahora estoy reuniendo aquí y por supuesto Señor quiero terminar con todos mis resentimientos.

Oración del 21 de Marzo de 2005

Habla Artemio:

... nuestra vida, tengo tantos deseos Señor de vivir en forma diferente, tengo tantas ganas Jesús de que de repente mi vida se empiece a llenar de vos, por supuesto que tengo a mis hijos, mis nietos, mis familiares pero estoy buscando Señor, estoy buscando Señor un afecto que no se pierda nunca, estoy necesitando Jesús que vengas y llenes mis días, necesitando Señor que llenes mis días. Vos me amaste siempre Jesús pero yo te amé sí pero de una forma muy especial Señor, estaba tan aturdido con toda mi vida, mis cosas, con mi trabajo, con la crianza de los hijos, con los negocios y de repente Señor me doy cuenta que todo vale pero estoy buscando algo duradero Señor, algo que me sirva hoy y siempre Jesús y vos Señor viniste al mundo, te criaste, diste tu mensaje y después te colgaron en una cruz y todo eso por mí Señor, todo eso que padeciste es por mí Señor, no importa si hasta este momento yo lo valoré debidamente o no, la cuestión es qué pasa desde hoy Señor, qué pasa con mi vida Jesús, estoy cansado de estar solo y solitario, por más que mis amigos me visiten, mis familiares vengan a pasar conmigo muchos momentos pero no me alcanza Señor, quiero Jesús que vos llenes mi vida y quiero Señor también abrir mi corazón para que vos vengas y entres en mi vida y te quedes para siempre.

Es posible que tal vez mi enfermedad, mis dolores y todas mis cosas, no me dejen tenerte tan en cuenta Señor pero para eso vine a verte aquí para que me sanes de todas mis dolencias, yo no quiero estar enfermo Señor porque ya la vida es difícil de todos modos y mucho más Señor si estoy enfermo. Jesús, viví todo mi tiempo como si faltara toda una eternidad por delante pero de repente me di cuenta, de repente llego a la conclusión de que no te amé como debía Señor, le di demasiada importancia a las cosas de la vida, pude dársela también pero no por eso olvidarme Señor de que sos mi Papá.

Hoy Señor en este día y todos los días a que alcance la vida quiero Señor decirte que tengo tanta necesidad Señor que vengas a mi vida y me sanes de todas las dolencias que tengo y entre todas las dolencias, la principal de ella que es mi soledad. En este momento Señor quiero tener presente en mi mente a todos los que me amaron y a todos los que yo amé, a todos los que están enfermos y a todos los que están sanos y cada uno piensa en todo eso. Aunque sea por un momento Señor, aquellos que partieron antes quiero que estén también aquí a mi lado y quiero también tener a todos los que aún están vivos, porque no solo quiero presentarme yo Señor delante tuyo sino que quiero presentar a toda mi familia y al decir presentar Señor digo: quiero ofrecértelo Señor y ofrecerme yo también.

Jesús ten compasión de mí, mirá mi estado Señor, es un poco tremendo mi estado, estoy enfermo, triste, sin mi familia, sin mis cosas que ahora estoy reuniendo aquí y por supuesto Señor quiero terminar con todos mis resentimientos, mis malos deseos, todos mis miedos, mis complejos, todo aquello que me impide crecer.

Te entrego todo Jesús en este día, en este lunes de Semana Santa, todo te entrego Señor porque estoy cansado ya Señor de tanto sufrimiento, estoy cansado Señor ya... (se dio vuelta la cinta) ..., seguramente me faltás vos Señor en mi vida y me falta tal vez tu Mamá Señor. Por eso, yo también quiero decirle a María Santísima que venga hoy a mi vida, me rodee con sus brazos, me acune en sus senos y me de ese calor afectuoso que solamente las madres pueden dar, y pensar que te recé tantos Rosarios Virgen Santa pero faltaba este momento Señora, sí, yo te digo Dios te Salve Maria pero mientras te lo digo quiero sentir tus brazos en mi cuerpo, quiero sentir tu aliento en mi nuca Señor o en mi rostro, quiero volver a ser un niño pequeño en tus brazos. Cubrime Señora con tu manto y más aún, alentá mi vida con la llama de amor que sale de tu Inmaculado Corazón y al hacerlo Madre pedile a tu Hijo Jesús que pase sanando las heridas de toda una vida de dolor porque si me pongo a pensar Señor he tenido algún momento de felicidad pero fueron ratitos nomás que duró muy poco y se me rompió en las manos como un objeto.

Entrá Jesús a mi corazón, llenalo con toda la vitalidad que solamente vos podés dar, quiero tener motivos mañana para levantarme, quiero vivir tantas emociones y cosas nuevas Señor, porque el único amor que dura en el tiempo es el tuyo Señor, los demás me aman pero se olvidan o tienen tantos amores en que repartirse pero si vos me amás Señor todo es diferente, voy a poder sonreír, yo voy a saber que te vas a sentar a mi mesa junto con tu Mamá y porque sos Dios te vas a sentar en la mesa de todos los hombres, no solamente en la mía y voy a sentir que todos los hombres también son mi familia. Señor Jesús, cuando me pongo a tejer o a leer algo quedate conmigo acompañándome, Virgen Santa cuando yo me duermo y no sé que va a pasar mientras esté dormido o dormida, quedate velando Señora, quedate velando mis sueños, así como lo hacía mi mamá cuando era pequeño que se levantaba varias veces en la noche para ver si estaba tapado o si respiraba bien, quedate Señora, siempre te recé Madre pero hoy veo que lo que te estoy diciendo es distinto, es distinto porque siento hasta en mi piel el calor de tu afecto, siento las manos de tu Hijo Jesús que están abrazándome, que están palpando los lugares que tengo enfermo, que están tocando mis huesos doloridos, mis rodillas que ya no me tienen en pie o mis pies que me hacen doler las estrellas, todo Señor, todo lo que me pasa es tuyo Señor, toda mi vida que viví te la ofrezco hoy Señor y te la voy a ofrecer todos los días a que alcance mi vida, porque si bien te rezaba, si bien creía en vos pero hoy tiene que ser diferente, pasás a ser mi propiedad exclusiva Señor y vos también Virgen Santa, mi propiedad exclusiva, se que no me abandonás nunca y puedo decir con mucho amor y gusto que ya mi soledad no será tremenda sino que tendré tu compañía, tendré tu amor constante, sabiendo incluso que si el día que cierre los ojos vas a estar vos allí Señora y vos Jesús para alentarme y llevarme de la mano hacia el Reino del Padre para gozar eternamente de tu paz y de tu amor y por fin liberarme de todos los males y poder ser feliz.

Gracias Señora, gracias Jesús porque a pesar de que tarde los amé pero siempre hay tiempo porque un instante de tu amor Señor y Madre Nuestra es un mundo de tiempo, es una eternidad de gozo. Gracias Madre porque estás conmigo, gracias Jesús, si bien te miro en la cruz todo sangrante y doliente pero sé que estuviste unas horas allí Señor y ahora estás vivo en medio de nosotros. Yo miro tu cuerpo colgando de una cruz para tener presente todos tus dolores Señor porque esos dolores los pasaste por mí Jesús y por cada uno de los hombres que pueblan la Tierra, todos esos hombres que son mi familia también porque participo de ellos con la humanidad y si vos me decís que has muerto en la cruz por todos yo te hago caso Señor y siento que tenés razón, la vida se me vuelve hermosa Señor con el amor que vos me traés y tu Madre me trae, seguiré por supuesto todos estos días de Semana Santa recordándote en esos momentos difíciles pero nunca perderé de vista Señor que vos resucitaste, estás vivo entre nosotros y te quedás para siempre con nosotros, nunca más te vas.

Yo creía en vos Señor pero hoy siento que es diferente porque te digo: vení a poblar mi corazón, llenalo Señor, entrá dentro de mi sangre y recorré todo mi cuerpo para llevar la salud que no tengo, la salud para mis hijos, para mis parientes, para todos aquellos que amo, sí Señor, es tan lindo, es tan hermoso Señor sentir que vos nos llevás de la mano, y más aún, nos escondés en el hueco de tu mano para hacer que el mundo no me hiera, el mundo no me de dolores que no puedo soportar Señor. Cómo te amo Señor, cuánto te amo, y quiero que esto sea en este día y todos los días a que alcance mi vida, cuánto te amo Señor y te digo tan humildemente: tené compasión de mí Señor, tené compasión de mí, soy una pobre criatura tuya Señor pero hecho a tu imagen y semejanza entonces soy como un pequeño diosito y vos me amás Señor, cuánto me amás, tanto que el único pecado que puede haber es no creer en todo el amor que vos nos tenés Señor.

Por eso, te quiero dejar en este lugar todo el dolor de toda una vida, todas las marcas y las cicatrices y todos los rencores y todos los sentimientos, los odios, las culpas y todas las cosas de las que me llenaron la cabeza, te quiero dejar todo aquí Señor, me quiero ir livianito, así sintiendo sobre los hombres tu brazo Señor que me está cobijando y quiero también sentir que me va cubriendo el manto de tu Mamá Señor. Pienso que hay un antes y un después de este día, antes de dolor, de silencio, de soledad y después de ahora, de la mejor de las compañías Señor, del amor que no termina nunca, del amor que va a llenar mis días con sol, que va a llenar mis días con alegrías y voy a mirar las mismas cosas que miraba antes: los muebles o las cacerolas o los vasos o los platos y voy a pensar en mis hijos que comieron en ellos y voy a pensar en ellos o voy a pensar en mis padres que ya no están, en aquellos que partieron antes pero los voy a tener todos juntos Señor, van a estar conmigo porque si ya están formando parte de tu Reino Señor, vos es como si me los prestaras de repente a todos para que llene mi vida para siempre.

Jesús, cuánto te amo Señor, cuánto te amo Señor, bueno, yo creo que siempre te amé pero siento que en este momento te amo de otra forma Señor, mucho más y no es porque vos te mostrás generoso conmigo Señor porque siempre fuiste generoso Señor, ocurre que ahora estoy descubriendo de nuevo, ocurre Señor que yo te conozco pero cada día te voy conociendo más y entonces te amo más, primero me puse triste Señor con mi soledad, pero ahora de repente, en un momento vos llenaste mi vida tanto que ya mi corazón no sabe cómo agradecerte todo lo que me estás dando Jesús, todo lo que me estás dando Señor y todo lo que me está dando tu Mamá.

Gracias Señor, yo te alabo Señor porque es tan hermosa la vida y tan llena de vos y de presencias cuando vos estás conmigo Señor, es tan hermoso todo Señor que ya nada me asusta, nada me preocupa, nada me hace temblar porque si vos estás conmigo Jesús qué voy a tener miedo de mis enfermedades, si vos estás conmigo qué voy a pensar en mis dolores porque vos en un parpadeo suprimirás mi dolor y me harás sentir todo el amor que me tenés, soy tu Hijo Señor y vos sos mi Papá, soy tu hijo Madre y vos sos mi Mamá y los dos quedarán siempre conmigo, siempre, siempre.

El Maestro de Galilea va pasando ya...

Bien, mientras recibimos la bendición vamos a escuchar temas... (se corta la grabación) ... .

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