Oración del 14 de Marzo de 2005

Habla Artemio:

... por todo, el Señor hizo todo eso porque nosotros sabemos que lo dijo el Señor cada hombre es único, inédito, irrepetible, entonces lo que para mí puede ser de una forma para otro puede ser de otra, si todos seríamos iguales que aburrido sería, entonces le vamos a decir a Jesús para lograr esto que le estoy diciendo aquello de: tu eres el alfarero, que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Se lo vamos a decir otra vez ¿eh?: tu eres el alfarero, que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo.

Bueno, a quien le pedimos todo esto, nada menos que a este Señor Jesús que está en esta fotografía así tan lleno de sangre, esto no es pintado con fibra sino que es una foto que tomaron las Hermanitas Carmelitas Descalzas que viven en el Convento al lado de la Catedral de Río Cuarto, ellas se trasladaron hasta el pueblo de Serrano donde hay un Jesús que sangra y tomaron esta fotografía que ustedes tienen delante, que no está exagerada ni mucho menos, entonces ¿eh? pensemos que estamos camino a la Semana Santa ¿verdad? o Semana Mayor y por supuesto siempre se debe pero especialmente ahora ¿mmm? hacer nuestra sanación en base a todas las llagas del Señor. Jesús derramó su sangre por nosotros, podría haber derramado otra cosa pero no, la sangre, porque siempre en todas las culturas antiguas y en el tiempo de Jesús la sangre se la consideró como el símbolo de la vida ¿mmm?, entonces derramar sangre es derramar vida por eso Jesús derrama su sangre que casi tres litros en todo, entre el huerto de los Olivos y el camino del calvario y la cruz, normalmente nadie puede vivir con tan poco sangre porque nosotros tenemos de cinco a seis litros de sangre ¿mmm?, bien.

No hacía falta tres litros de sangre, porque una pequeña gota era suficiente que derramara el Hijo de Dios, con una gota era suficiente o menos también pero Él derramó como cualquier hombre que se ve así tan golpeado ¿mmm?, bueno.
Esta es la imagen de la pasión del Señor ¿verdad?, pero también está la imagen de la otra pasión del Señor que dice Jesús que le dolió mucho más que estos golpes en su cuerpo, ¿qué es lo que le dolió tanto a Jesús?, los compañeros lo dejaron, sus amigos lo abandonaron, poco tiempo antes de Olivos los Discípulos le dicen: mirá Señor, nosotros porque no tenemos como empezar de nuevo nuestro trabajo y todas las cosas porque sino te dejaríamos, nosotros estamos defraudados con vos Señor, ¿por qué le habrán dicho así?, porque todos esperaban que Jesús fuera un liberador político que los sacara del yugo de los romanos y esa no era la finalidad del Señor, el Señor vino para salvarnos de todas las otras cosas pero nada que ver con los romanos ¿eh?. Entonces, Señor no nos servís de ejemplo porque nosotros creíamos de vos ta, ta, pero ¿eh?, lamentablemente ellos no vieron todas esas cosas, entonces Jesús dijo que la pasión que Él sufrió, la pasión espiritual que Él sufrió fue mucho más grave que la pasión física, o acaso ustedes no creen que siempre es más grave que un amigo te estafe, te abandone que una serie de golpes ¿no?, los golpes se pasan pero el abandono de un amigo no; ¿y quiénes lo abandonan a Jesús?, según los tres primeros Evangelios Él anduvo siete u ocho meses por ahí pero según San Juan que es el Discípulo amado y cuando uno convive con alguien tres años tiene tiempo suficiente para darse cuenta todas las cosas sobre él ¿verdad?, sin embargo parece que no, no alcanzó, porque a los momentos nada más de ser arrestado Jesús Pedro lo niega, lo niega tres veces y piensen que sobre Pedro iba a edificar su Iglesia porque es el primer Papa que tuvimos, Pedro, bien, entonces debe haber sido muy duro para el Señor ser abandonado por sus amigos, por los Discípulos, por todos y entre los Discípulos uno que lo traiciona especialmente vendiéndolo por treinta monedas ¿verdad?, eso le duele un montón a Jesús.

Nosotros por, al mirar esto no perdemos la imagen de Jesús triunfante que está entre nosotros pero la cruz nos recuerda todo lo que Él padeció por nosotros, que estamos conmemorando en estos días yendo hacia el Domingo de Resurrección, entonces todas las traiciones que recibió Jesús de sus amigos, cercanos y lejanos, de los Discípulos y de tantos ¿eh?, todo ese sufrimiento vamos a ponerlo al lado de nuestros sufrimientos y de repente empezamos a mirar toda nuestra vida, desde la cero hora hasta hoy o más, si muchas cosas no nos acordamos apelemos a la imaginación porque más o menos sabemos en qué hogar hemos nacido, qué cosas pasaron, qué no pasaron, sabemos todas las penurias que vivió mamá o papá, sabemos hasta que punto de maltratos, golpes y otras cosas por el estilo, yo hablo para todos acá dentro y para todos los que se quedaron en casa también, cada uno sabrá como le ajusta el zapato ¿no es cierto?, a lo mejor no le ajusta por nada, bueno.

Entonces, todas esas traiciones que recibió Jesús, sobre todo hay en dos noches antes de la crucifixión ¿verdad?, Jesús estuvo en una especie de colina cerca de Jerusalén ¿no? y veía así a lo lejos todas las luces de Jerusalén y Él estaba totalmente solo ¿no?, ¿dónde estaban los Discípulos?, no sé, incluso su Mamá no estaba con Él porque no sabemos, no sabemos si estaba o no con Él porque como los evangelistas no quieren nunca nombrar a las mujeres, excepto San Juan ¿no?, porque no tenían buena presencia las mujeres para los judíos, la mujer poco y nada ¿eh?, para los romanos y para los griegos tampoco, era apenas una menor ¿mmm?. Ustedes dirán: ¿en que se basa para decir eso?, y ustedes piensen, cuando cuentan en la Biblia dice: tantos hombres sin contar las mujeres y los niños, eran como la reseca, es decir como lo que no servía, no se tenía en cuenta, bueno. No sabemos si María estaba por ahí con él pero Él estaba solo, estaba solo.

Cuánto habrá sufrido este hombre porque una cosa es que seamos nosotros los que estemos solos y otra es el Hijo de Dios y Dios mismo encontrarse solo, Él que traía la redención para todos los hombres está solo, piensen un momento en la soledad del Señor y también por analogía, es decir comparando, piensen en nuestra propia soledad cuando estamos, estuvimos o estamos con problemas a veces que no se solucionan tan fácil, o cuando estamos enfermos en esas noches de insomnio, que nos asaltan todo tipo de fantasmas, los hijos que se van a quedar solos, el esposo o la esposa que a lo mejor tendrá que buscarse a alguien para que le acompañe ¿eh?, piensen, Jesús solo, comparen vuestra soledad con la de Él salvando las distancias y ofrezcámosle al Señor todo lo que padecimos a lo largo de nuestra vida, injusticias de todo tipo, estafas, estafa a veces de nuestros familiares o de nuestros amigos ¿verdad?, críticas, cuentos, calumnias, que solo está el hombre cuando se siente calumniado, pues bien, Jesús también estaba solo como lo estuvimos nosotros o lo podemos estar ¿mmm?. Por los méritos Jesús de tu soledad cuando debiste tener todos los honores y gloria, por los méritos de tu soledad Señor antes de tu muerte pasá sanando todas mis angustias todas mis preocupaciones, las indiferencias que me hicieron, las veces que nos calumniaron, otras veces que nos han maldecido, otras que no nos dejaron hablar y decir nuestra razón, todo Señor te ofrecemos para que pases sanando Señor, esa inmensa soledad que viviste Jesús, que sirva para sanar mi propia soledad y de las personas que amo, pasá sanando Señor, pasá sanando.

Los años de la niñez Señor, tan difíciles que son para algunos los años estos, después por supuesto los años en la Escuela, los chicos parece que se olvidan fácil pero nuestros niños, nietos, o bisnietos, o sobrinos o sobrinos postizos o lo que sea padecen en la Escuela, padecen muchas cosas porque los niños en este período son un poco crueles y a veces hacen sufrir a sus compañero, un poquito más abierta las orejas de lo que conviene, un par de anteojos o ser gordito o ser flaco o ser muy rubio o ser negrito, hay cincuenta mil motivos por los cuales los chicos siempre se están malquistando unos a otros, si juega, si es muy hábil se lo envidia, si es pata dura se lo ridiculiza pero siempre hay motivos entre los niños para hacerse daño, eso es en el pre primario, en el primario, en el secundario y sigue también para aquél que estuvo, claro ya cuando el ser hermano es más grande trata con personas adultas, ya por supuesto que no tiene burlas ni otras cosas pero tiene injusticias ¿verdad?, yo estoy cansado de oír de exámenes y exámenes y exámenes que no se aprueban porque directamente los profesores no quieren aprobar a sus alumnos ¿mmm?. Bueno, las injusticias a lo largo de toda la vida la sumamos a las injusticias que vivió Jesús para que Él las sane, porque sino nuestro corazón está resentido, está dolorido, está como mirando el pasado y tal vez cada uno sienta un poco de lástima por sí mismo y es una pena.
También en ese pasado pensemos en mamá y en papá, en nuestro abuelo o en nuestra abuela ¿no?, ellos vinieron de lejos, vivían de cualquier forma, hacían lo que podían, comían de vez en cuando, las cosas son más fáciles ahora ¿mmm?.

Por eso, no nos olvidemos de nadie, que nuestro corazón sea lo suficientemente amplio como para abarcar a todos aquellos que pasaron todas las penurias y más todavía, no nos quedemos cortos en consideraciones, no seamos mezquinos en considerar todo aquello que tanto sufrieron, aquellos que vivieron antes de nosotros ¿mmm?. Me demoro un instante así para que cada uno de rienda suelta a su pensamiento y se reencuentre con sus padres, con sus abuelos o más atrás también si es que los conoció y también con los abuelos, con los que tropiezan diariamente en la calle o todos lados, para escucharlos en sus historias aunque siempre digan lo mismo pero cuando uno repite algo es porque ese algo está muy prendido dentro de uno dolorosamente, escuchemos a los viejos en sus historias repetidas porque en esas historias, al sentir contarlas los estamos liberando de sus dolores y de sus angustias, nadie los escucha, nosotros no seamos así, escuchémosle, aunque ya sepamos de que se trata, escuchémosla igual.

Ahora empecemos con la otra pasión del Señor, todo es lo mismo, pero miremos nosotros su cabeza, Jesús tuvo dos coronas de espinas, la que tuvo en el huerto de los olivos que era de juncos, pero esos juncos de ese lugar que tenían espinas muy chiquitas y luego en el Gólgota, le pusieron una corona de espinas de acacia, cuyas espinas son muy filosas y Él tuvo más de setenta pinchazos, suficiente como para matar a una persona con toda la sangre que perdía, porque sus ojos estaban prácticamente tapados por la sangre que caía de las heridas que tenía en la cabeza, en mérito de esas heridas de la cabeza pongamos allí todos nuestros dolores, todas nuestras angustias, todas las enfermedades que tienen relación con nuestra cabeza ¿mmm?, todas, todas, de alguna forma todos tenemos algún pequeño raye ¿no?, entonces pidámosle al Señor que por los méritos de las heridas de su cabeza se nos pasen todas esas cosas que nos traen problemas ¿eh? ¿mmm? y al mismo tiempo pensemos ¿verdad? en todo lo que está en la cabeza, en nuestros ojos, acá hay cinco personas que no tienen bien los ojos, que tienen problemas serios en los ojos, pues bien, ofrézcanlo para que el Señor lo sane ¿mmm?, acá dentro por ejemplo hay tres personas con adenoide, eso que se cría dentro de la nariz que no nos deja respirar y de noche duermen con la boca abierta y a veces es una de las causas de roncar, bueno. Entonces todo lo que está en la cabeza, los sentidos, la vista, del oído, todo lo que se relaciona incluso con nuestras cervicales porque tienen una relación directa con la cabeza, piensen que la última cervical es el atlas que está perdido allá en la base del cerebro ¿eh? y que es justamente esa vértebra que nos trae tantos problemas de dolores de todo tipo, bien. Toda esta parte del cuerpo está llena de filamentos nerviosas que van a informar toda esta zona, entonces por los méritos de los golpes de Jesús en la cabeza ofrezcámosle al Señor todo lo que puede ser enfermedad de nuestra cabeza, de nuestro cuello ¿verdad?, nuestra garganta, las amígdalas y también ¿no? las glándulas salivales ¿eh?, piensen ustedes en las cuerdas vocales, hay tres personas acá dentro con problemas en las cuerdas vocales, no, cuatro, bien.

Désenla al Señor para que Él las sane, désenla, además de eso piensen todos aquellos que tienen problemas con los dientes, pobre Jesús no se puede reír pobrecito porque tiene tres, cuatro dientes adelante, el resto se lo sacaron a patadas ¿mmm?, entonces atendiendo las heridas de Jesús en la boca te ofrezco Señor todos los problemas que pueda tener en mis dientes, muelas, en mis encías, en la mucosa que recubre toda mi boca, acá dentro hay cuatro personas que tienen siempre ampollas en la boca, pues bien, pídanle al Señor que les pase sanando ¿eh?, bien.

Sigamos adelante ¿mmm?, no por eso vamos a dejar de pensar en todos los escupitazos que fueron tantos, sobre todo en la cabeza ¿mmm?, entonces pensemos nosotros que ese escupitazo que recibió Jesús, esos escupitazos los ha sufrido por nosotros, entonces pensemos seriamente: Señor, vos sufriste esto por mí por eso te ofrezco estos ojos para que nunca pierdan la luz, te ofrezco mis oídos para que el tiempo no los deteriore, te ofrezco mi rostro para que nunca se tuerza para ningún lado porque una pequeña subida de la tensión es basta ¿verdad? para que se me tuerza la cara, la boca, etc., todo está en tus manos Señor, si vos lo hiciste por mí por qué yo no te lo voy a ofrecer. Después miro tus manos Señor y tus brazos, con tantas llagas, por lo tanto mis brazos y mis manos Señor ¿mmm?, algunos dirán: ¿es así realmente?, porque muchos piensan que Jesús fue crucificado en las muñecas, no, Jesús fue atado con una soga y después clavado y además en los pies había un pequeño soporte para que no se les caiga, aunque en la cruz que lleva en el báculo Juan Pablo II se lo ve totalmente colgado en la cruz a Jesús, incluso con las piernas bastante encogidas, todo eso no nos debe preocupar, nos debe preocupar las heridas y la sangre derramada.
Pensemos en nuestros brazos, en nuestras manos, incluso ofrezcamos nuestras manos para que nunca toquen nada indebido, ¿a qué me refiero?, el gatillo de un arma en contra de alguien, acá hay gente que tiene parientes policías o militares por eso lo digo, que esas manos nunca accionen ¿verdad?, su fuerza, nuestras manos, contra ninguna persona y pensemos también en grande, en el país, en el mundo, por los méritos de la pasión que Jesús sufrió en sus manos y en sus brazos, los azotes en su espalda ¿mmm?, por los méritos de todos los azotes en la espalda, aquí hay cinco personas que tienen problemas en los pulmones, pues bien, por los méritos de los azotes de Jesús en la espalda que se sanen vuestros pulmones, Él vino para eso, por qué lo van a desperdiciar ¿eh?, Jesús dice siempre: Yo quiero ser eficaz en la vida de ustedes, no que me tengan como un adornito dentro de la casa, quiero ser eficaz en la vida, pues bien Señor, te ofrezco mis pulmones, por los golpes que vos recibiste en tu espalda Señor, te ofrezco mis riñones Señor, por las patadas que te dieron en tus riñones, te ofrezco Señor en este pecho mi corazón y todo lo que está cerca de él ¿verdad? el diafragma y todo, también los pulmones, el esófago, la laringe, los intestinos, cuántas patadas recibiste ahí Señor, pues bien, yo te ofrezco todo eso y sobre todo Señor refugiame en la herida de tu costado que por ahí en las cruces se ve un tajito inofensivo pero aquí se ve realmente una tremenda herida ¿mmm?, bien.

Me gusta tener esta fotografía porque es real, la tomaron las Hermanas de un Cristo sangrante... (se dio vuelta la cinta) ..., todos los golpes en el abdomen, pasá sanando Señor todos mis intestinos, que el cólon irritable que acá dentro hay tres, que las hemorroides que acá dentro hay seis, que las divertículos, los pólipos, los que están en los intestinos, etc., en base a los golpes que el Señor recibió y las patadas que recibió, bien.

Toda la parte baja, ustedes saben que el Señor, al Señor le pincharon los testículos por eso se nota que hay sangre en la parte ¿no es cierto?, se ve claramente que hay sangre ¿eh?, por los méritos de esas heridas Señor saná todos los problemas genitales de las mujeres, para hoy y para siempre y los que tienen relación con eso que, ofreciéndote esto Jesús desaparezcan todos los fibromas, todos los problemas de los ovarios, de las diversas situaciones que están pasando, todos los órganos genitales de la mujer incluido por supuesto también los pechos que tienen una relación directa con eso, que se borren para siempre los problemas y en el caso de los hombres por supuesto, eso que atormenta a todo varón después de los cuarenta que es la próstata, bien.

Entonces, y además todos los problemas que hay por ejemplo de aquellos hombres que son estériles, mirá, yo tengo tantos anotados de hombres estériles, es decir que no pueden tener hijos porque la cantidad de espermatozoides no les alcanza, por los méritos de la sangre que el Señor derramó ¿verdad? en sus testículos, que se sanen esos hombres estériles para que puedan tener niños, solamente un milagro puede hacerlo eso, nadie más, pues bien. Que a partir de este momento por los méritos de esto, todas las próstatas operadas o sin operar que desaparezcan para siempre todo lo que sea dañino o maligno, por supuesto que pólipos en la vejiga y en estos conductos que vienen de los riñones hasta los órganos, también que esto sirva Señor para que todas estas señoras que tienen prolapso, que acá dentro hay ocho y entre las ocho dos que se les escapa el pis ¿verdad?, por qué no lo vamos ¿verdad? si es normal que se les escape, ¿acaso no se nos escapaba a nosotros que éramos criaturitas?, pues bien, entonces los prolapsos no se pueden operar porque siempre quedan mal, quedan mal, peor todavía después. Entonces Señor, por los méritos de esta sangre derramada, saná todos los prolapsos y todos los problemas genitales femeninos y masculinos ¿mmm?, bien.

Siguiendo con todo esto Señor ¿mmm?, claro, ustedes ven un taparrabo ahí en Jesús pero en la imagen real Jesús estaba totalmente desnudo, totalmente desnudo ¿verdad?, bueno. Todos los problemas que hay en nuestras rodillas, en nuestros muslos, las caderas, todos los huesos de los miembros inferiores que son tan delicados, tan difíciles, tan problemáticos, todo lo que se refiera a la mala circulación en las piernas, por los méritos de las llagas que recibió Jesús en las piernas, que se pase sanando toda esa falta de circulación, no se olviden que el Señor nos habla también a través de los médicos y que esos médicos nos aconsejen justo lo que nos hace falta para una buena circulación de la sangre, bien. Quien no tiene llegas en las piernas, bueno acá dentro hay una sola persona hoy, pero sino todos los días vienen ¿eh?, bien. Entonces por los méritos de las heridas de Jesús en las rodillas, en las pantorrillas y en los pies, todos los problemas de los miembros inferiores, todo, todo, todo, que esa Sangre Preciosísima derramada ¿mmm?, sea realmente lo que nos da vida y salud a nosotros, el Señor lo padeció por nosotros, seríamos más que ingratos si nos hiciéramos a un costado y dijera: ah, a mi no me interesa, no me puedo yo poner en esa posición, si Él la derramó por mí, por vos, por vos y por vos, por qué yo tengo que despreciar, bien.

Atendiendo entonces Señor a todo esto que te hemos dicho pasá sanando Jesús cada una de nuestras partes de nuestro organismo, tanto sea en nuestro cuerpo como en nuestra alma, pasá sanando Señor, por los méritos de tu pasión, pero pensémoslo a Jesús como vivo porque Él está sangrando todavía ahora después de dos mil años todas estas heridas y moretones las tiene todavía, sus heridas siguen sangrando, no tanto como antes pero siguen sangrando, por los méritos de esas heridas busquemos nosotros la sanación que el Señor nos está ofreciendo, bien.

Además, el Señor no solamente paga nuestras deudas sino también la de nuestros antepasados, eso nos está indicando hasta que punto Jesús está sanando la herencia nuestra para que no tengamos que pagar nada de los que vivieron antes, en ningún aspecto ni en ningún sentido, hoy ni nunca, más aún, más todavía, que toda nuestra descendencia sea vea libre de los problemas, de tantos problemas tremendos. Que hermoso es poder contar con la Misericordia del Señor, que se acerca a nuestra vida y nos ofrece todo, absolutamente todo para que vivamos bien, en paz, felices, eso es lo que Él quiere, entonces Él siente que Él es eficaz en nuestras vidas, Él no quiere como dije antes ser un adornito, sino quiere ser el que nos sana, nos salva y nos protege siempre. Les muestro esta imagen nuevamente para que se identifiquen con sus heridas y pongan vuestros problemas en ellas para que todo se sane.

El Maestro de Galilea va pasando ya, el maestro de Galilea va pasando ya...

Se corta la grabación..................