Mensaje del 06 de Marzo de 2005

Habla Artemio:

... y de la madre que vive o vivieron aquí en la Tierra ¿mmm? así tenemos que hacerlo también con nuestro Padre del Cielo, porque cuando uno dice Cielo no está allá lejos, está aquí entre nosotros, bien. Vamos a ofrecer ese ruido que sentimos como una especie de alabanza al Señor, tanto sea, por supuesto que el sonido de los animales es otra cosa ¿verdad?, de cualquier forma le ofrecemos todo al Señor, la voz de los niños y la voz de esos animales como una alabanza, todas las cosas hay que ofrecerlas siempre ¿eh?, todo hay que ofrecerlo, bien.

Cuando yo me siento como me estoy sintiendo en este momento y me voy demorando un poco en lo que digo, ahora en estas últimas palabras es porque está por hacer su aparición el Señor, que como dice Jesús, no es que Él aparezca sino que yo paso del otro lado, entonces ténganme un poquito de paciencia porque estoy sintiendo que va a ocurrir esto ¿eh?, que no es tan simple y a pesar que hace diez años y todos los días y varias veces en el día, pero siempre es un poco difícil, bueno.

Ya está entre nosotros el Señor, sobre ustedes está el Señor, a su izquierda la Virgen María, al lado de la Virgen está Santa Teresita de Lissieux, Santa Faustina que nombramos antes, San Pío de Pietralcina, seguramente Santos que ustedes veneran ¿no?, después está San Benito Abad, está Teresa de Jesús, la Doctora de Ávila, San Francisco de Asís, San Francisco Javier, San Francisco de Paula y después hay muchas personas, familiares de ustedes y míos que desde hace un rato están por acá y del otro lado Jesús tiene a su derecha a San José ¿mmm?, después hay otros Sacerdotes como el Padre Emiliano Tardiff, Gabriel Guillén, el Cardenal Pironio ¿mmm? y por supuesto está San Martín de Porres, el Santo negro y aquí apareció al lado de Santa Teresita, entre Faustina y Teresita, la Madre Teresa de Calcuta, la Beata, pero que Jesús ya llama Santa ¿no?. Bueno, ustedes piensen que están respirando el mismo aire que respira el Señor, la Virgen y los Santos, yo creo que estamos en óptimas condiciones para hablarle al Señor que está entre nosotros y pensar que si estamos sintiendo su aroma, su perfume, respiramos el mismo aire que respiran ellos, todos los Santos, los Ángeles y todo, es como una garantía para decir: todos los problemas que tengo en mi vida se solucionan hoy o se irán solucionando porque, bueno, no es poca la compañía que tenemos ¿verdad?. Lo vamos a escuchar al Señor a ver qué nos dice en este día.

Dice Jesús:

Paz y bien a todos.

Como siempre vengo a este lugar, me manifiesto como el Señor de la Misericordia, pido prestada la voz como en todas las épocas se hizo, pido la voz prestada a un ser humano para hablar..., como en todas las épocas, estoy manifestando Mi Mensaje a través de una voz humana, eso no quita que los Santos tengan un estilo de expresarse, Mi Mamá otro y Yo otro, pero todos haciendo siempre referencia a una vida común, la que tenemos aquí que es la Bienaventuranza Eterna, que ustedes llaman Cielo ¿mmm?, Bienaventuranza Eterna, Visión Beatífica, son todos términos que apuntan a lo mismo. Cada uno se preguntará en su interior: ¿qué está queriendo decirme el Señor como Señor de la Misericordia?; recién decían..., refiriéndose a lo que se entiende por Misericordia y es así, es el amor obrando.

Entonces, ¿cómo se concreta en las cosas diarias este amor?, si hay un enfermo lo consolaste y lo sanaste, si alguien está perdido en sus ideas le explicaste cosas, si alguien está sometido a algún espíritu impuro tendrás que exorcizarlo, si alguien llega hasta tu casa y es forastero tendrás que ver en él Mi rostro y hacer por él lo que él necesite, si alguien no tiene con qué cubrirse pondrás sobre él un manto, ropa, si alguien no tiene un techo a través de tu acción o de la acción de los gobiernos o de las diversas organizaciones procurarás que tenga su techo propio y mientras tanto compartí tu techo, si alguien tiene hambre lo más lógico es que hay que darle de comer pero no solo en el sentido del pan de harina de trigo sino el sentido completo de dar alimento, llegar hasta el que está triste e injertar una alegría, al que está depresivo ayudarle en su problema, el que está atormentado por cosas tantas veces no existentes tendrás que ayudarles a clarificar sus cosas.

Quiero que siempre veas a cada persona Mi imagen pero allí no es que termina esto, a los niños hay que auxiliarlos, primero para tenerlos hay que amarlos y si uno los tiene hay que protegerlos, ayudarlos a que se críen y adquieran su propia manera de caminar en la vida, a los jóvenes habrá que orientarlos y dejarlos que desplieguen sus alas y los adultos según las necesidades de cada uno habrá que procurárselas pero no se olviden que Mi gran dolor es que los ancianos, que Yo no los llamo así sino adultos-adultos, los ancianos no están bien atendidos, los ancianos viven mal, me preocupan los ancianos; esto es decir: preocúpense ustedes por ellos.

Pero no termina aquí lo que estamos diciendo, tendrás que buscarme en aquellos que están enfermos en las diversas organizaciones para la salud, tendrás que visitarme en la cárcel si estoy preso, aunque haya cometido lo que haya cometido Yo estoy en cada uno de los que están allí, aunque puede no gustarte lo que te digo pero no hay otra forma de pensar porque es también hermano, así como el que cuida de ellos, así como los enfermos de la mente que tienen un lugar especial de atención, los que están sin tener todas las condiciones para ser normales según el modelo de los hombres merecen vuestro amor. Es decir, nadie de los que haya sobre la Tierra y mucho menos aquellos que están al margen de todo lo bueno, debe ser para ustedes motivo de preocupación, ocupación y mucho más que eso. Solamente terminen el día en paz cuando durante ese día has visto en tus hermanos Mi imagen, te estoy hablando de todos, tenga la religión que tenga, pertenezca a la cultura que pertenezca, sea de la raza que sea, tenga el sexo que tenga, todos deben ser mirados con el amor necesario y nadie puede llamarse cristiano si en su mundo no entran a formar parte, como si estuvieran en el primer lugar, los que menos pueden, menos sienten, menos saben, menos todo, porque si alguien les dijo otra cosa les dijo mal, Yo vine especialmente por todos los que están al margen de la sociedad, vine por todos, pero ustedes qué harían si alguien está de fiesta y otro está enfermo, se inclinarían primero por atender al enfermo porque el otro no tiene necesidad de atención y así también Yo les digo con toda la claridad como está muy claro en todo el Evangelio: Yo vine especialmente por todos aquellos que son diferentes, que están al margen, que no son considerados por los demás y en la medida en que esto no se haga carne en ustedes no me pertenecen, no sé en que tinieblas andan, no me pertenecen, aunque haya dentro de estas personas las más altas jerarquías de la Santa Madre Iglesia o de cualquier otra religión, porque entiéndanlo bien, cada uno tiene que cuidar su casa pero Yo les digo que el hombre que pertenezca a cualquier religión, secta o lo que sea, está también, si cumple con el amor, está también en camino hacia Mí. Eso de creerse superior porque están dentro de Mi Casa es muy relativo Mis queridos, todos son vuestros hermanos y Yo he muerto en la cruz por todos y por cada uno.

Entonces que no haya errores en estas cosas porque no hay amenazas de Mi parte, solamente Mi palabra que les dice a todos y a cada uno: por aquí no está Mi Mensaje, si no miran a todos vuestros hermanos y siempre con tolerancia y respeto, nadie puede ser segregado en ningún aspecto ni en ningún sentido, porque así como en estos días de Cuaresma yendo hacia la Semana Mayor sienten dolor por los salivazos en Mi rostro, sienten dolor por los golpes y las patadas que me dieron, sienten dolor por el martillo que taladró Mi carne con los clavos. Ustedes cuando son intolerantes, cuando dejan a alguien de lado, cuando no tratan de la misma forma a todos, ustedes están martillando y taladrando Mi cuerpo donde están Mis heridas y siguen golpeándolo y salivando Mi rostro y Mi cuerpo, les parece dura la comparación, pero eso es lo que ocurre. Cuando te levantes por la mañana y te invade un pensamiento feo sobre tu vecino o sobre cualquiera que pasó en tu camino, todo lo que pienses mal de los demás no te olvides: estás golpeando Mi cuerpo, salivando Mi rostro y con fuerza estás clavándome en Mi carne.

Entonces, no te llames a engaño, Yo te amo y si vos me amás Mi querido debés amar a todos tus hermanos, sin ningún tipo de distinción. Que este consejo sea definitivo, decisivo y hasta compulsivo para todos. Pero me interesaría que se ocupasen mucho más aquellos que tienen la dirección espiritual de las almas y dicen tener en sus manos el poder espiritual, cada uno oiga lo que Yo le digo y no cierre los ojos para no ver. Nunca dejaremos de insistir en la medida en que vos hagas diferencia entre las personas a Mi no me estás amando, no te llames a engaño, en la medida que alguien no puede llegar a tomar Mi Sagrada Forma en la Eucaristía por algún impedimento y porque alguien no le deja, no me están amando a Mí, no han entendido Mi Mensaje, no tienen claro aún lo fundamental y lo esencial, Yo vine por los enfermos y los que necesitan sobre todo, no por los que están harto de cosas, pero no son tantos los que están harto de cosas, en apariencias sí pero en las profundidades no, todo ser humano está desprovisto de una u otra cosa.

Entonces, esto que les digo hoy como tantísimos otros Mensajes piénselo bien, estas cosas son la base de la Misericordia y en la medida en que se tienen en cuenta están conmigo, si no están en contra de Mí.

Nunca olviden estas cosas, soy el Señor de la Misericordia, cumpliendo diez años de apariciones en este lugar, donde mucho se tienen en cuenta Mis palabras pero otros no, no tienen de Mí ningún tipo de amenazas, solamente les digo: que pena, que pena grande, no rendirse ante las evidencias, menospreciar la verdad, es un juego del ser humano muy peligroso, el menospreciar la verdad.

No quiero distraerlos demasiado pero quien me ama a Mí tiene que amar a todos aquellos que hoy les nombré y dentro del término estar al margen ¿verdad?, entran todos aquellos seres humanos discriminados por el hombre y las distintas sociedades de todo tipo.

Al comienzo Artemio les habló de la Visión Beatífica, de la Bienaventuranza Eterna, de vivir de este lado, bueno, todos aquellos que se niegan a ver Mi imagen en la imagen de cada uno de los poseídos, su Visión Beatífica, su Bienaventuranza Eterna, su vida eterna será relativa a cómo vio Mi rostro en el rostro de cada uno de los hermanos. No se engañen, esto es así, ustedes dirán: son principios del Señor Jesús, de la Divinidad, principios que también hacen propio todos aquellos que, militen donde militen, son honestos, incorruptibles y amados por Mí, estén donde estén.

Se los recuerdo esto en Cuaresma donde a veces se hace el Vía Crucis y me parece muy bien que lo hagan, que recuerden todo el dolor que pasé pero no se olviden que Mi Papá me encomendó que pasara todo ese dolor por ustedes y además cuando piensan en todo ese dolor, piensen en lo que les acabo de decir. Cuando dejan a alguien sin comida, sin techo... (se dio vuelta la cinta) ..., me están golpeando a Mí, me están pateando a Mí, me están clavando los clavos a Mí, no se llamen a engaño.

Vivan una religión de adultos, no de bebés de pecho, hoy y siempre y todos aquellos Mis queridos que esperaban en este día la sanación dicha a través de un micrófono como todos los días hace este hijo Mío entonces piensen: si el Hijo de Dios y Dios mismo, la Virgen Santa, San José y todos los Santos y Ángeles estuvieron con nosotros hemos como dije: respirado su aliento, sentido su calor, habiendo sentido la mano del Señor sobre mi cabeza entonces piensen: el Señor me ha sanado de todo lo malo, en todos los órdenes, en todas las personas que ustedes aman, en todos los seres que ustedes en este momento están pensando, y les digo también: piensen en aquellos que aman para que se sanen y terminen su calvario en la Tierra pero también tengan una imagen de todos los países del mundo porque en todos los países viven vuestros hermanos y están tan necesitados de Misericordia y Yo estoy hablando de la Misericordia aquí en este lugar, de la pampa gringa, hoy y mucho tiempo todavía, en forma directa, a través de quien me presta la voz, este hijo Mío. Entonces, no solo piensen en ustedes Mis queridos, no piensen en ustedes y en los que aman, piensen también en todos los hombres del mundo porque participan de ellos con nuestra humanidad, no se llamen a engaño, tengan en vuestra cabeza un mapita con todos los continentes para pensar por todos vuestros hermanos.

Como ven Mis queridos, aquél que creía que su vida era un poco aburrida porque no tenía tantas cosas que hacer le he puesto tanto trabajo en las manos porque Yo como tantas veces les dije: necesito vuestras manos para tocar y hacer, vuestros ojos para ver, vuestro cansancio para estar cansados, vuestra pena para estar apenado y también vuestra alegría para compartir la alegría de todos, necesito vuestro cuerpo, ese cuerpo que alguno hasta hoy lo tenían enfermo lo necesito para llevar Mi palabra a todos lados, esas piernas hinchadas y esas rodillas que duelen y esos brazos que no pueden levantar los necesito para caminar por el mundo y esos brazos y esas manos para bendecir a todos. Que vuestra mano no se levante nunca, nunca si no es para bendecir, Yo me voy a encargar que vuestra mano, aunque sea cuando están secando la ropa y la levantan que sea también para bendecir, este es uno de los regalos de este día, además de recordarles que siempre es vuestro Protector permanente en todas las cosas Mi Papá Adoptivo San José.

Mis queridos, ya Artemio se retira a estar con ustedes, Yo les digo que los amo, pero con un amor que es el amor de Dios, total, completo, definitivo, eterno, es decir no por un día o dos sino para siempre, dichosos aquellos que cuando me vean cara a cara a Mi y a Mi Padre y al Espíritu Santo, dichosos aquellos que han creído en esta palabra, que han tenido en cuenta este Mensaje y como les dice Artemio: una de las formas para decir que me conocen es cuando lo comunican a los demás y les comentan a los otros: estuve con el Señor de la Misericordia y me dijo todas es tas cosas para todos aquellos a quien quiera oírlos, no se olviden, dichosos aquellos que cuando vean Mi rostro el día de mañana, cuando pasen a este lado hayan entendido todas estas palabras y ahora como lo hace siempre Mi Mamá, les va a decir lo que les dice todas las noches cuando ustedes se van a dormir y ella los hace pequeñito y los pone en sus manos, en sus brazos y les dice así:

Dice la Virgen María:

Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Hijo Mío tenés el amor de tu Madre, el cariño de tu Madre, las manos de tu Madre y toda la vida del Hijo y del Padre y del Espíritu Santo, ¿qué más puede faltarte?, qué más, oí mi voz hoy y siempre: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Habla Artemio:

Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor... .