Oración del 26 de Febrero de 2005
Habla Artemio:
... cuando uno dice dar una mano siempre se piensa en algo material, sí, también hace falta, pero lo fundamental no es material ¿eh?, lo fundamental es una palabra, un gesto, la mano sobre el hombro pero con una actitud de entrega, una actitud sincera porque nadie se traga una falsedad ¿no es cierto?, no, en este mismo momento que nosotros estamos aquí miles y miles de hombres están presos porque han cometido algún delito, ya lo sé, pero están presos, lejos de su familia, de sus hijos, a su vez esas esposo y esos hijos están desprovistos. En este mismo momento hay millones de personas en todo el mundo que padecen todo tipo de enfermedades, en Hospitales, Sanatorios, Clínicas, etc., en este mismo momento hay montones de casas cunas albergando a montones de niños sin padres ¿no es cierto?, donde lamentablemente hay jueces que son más duros y difíciles para dar un niño en adopción que ni te cuento ¿eh?, al mismo tiempo hay enfermos psquiátricos en un neuro psiquiátricos, en los manicomios ¿verdad?, hay policías arriesgando su vida para custodiar a los otros, también habrá policías que no son tan santos ¿verdad? y así el mundo está lleno de personas y por experiencia diaria uno ve que los seres humanos no son felices porque no tienen el afecto que deberían tener ¿eh?. Ningún ser humano vive más de un mes sin afecto, se muere, se muere por dentro, empieza a morirse por dentro, ahora, ¿nosotros qué hacemos por ellos?, sobre todo cuando esos que se empiezan a morir por dentro están dentro de nuestra propia casa y bajo nuestro mismo techo, ¿qué nos está pasando? ¿mmm?.
Entonces, ¿por qué esta introducción para una sanación de nuestras enfermedades?, y porque la enfermedad en nuestra vida es desorden, el desorden hace que haya enfermedad en nosotros, en la medida en que uno empieza a ordenar la vida y todas las cosas ¿verdad?, de esa forma empieza también a ordenarse las enfermedades, incluso los enfermos necesitan un clima muy especial para sanarse ¿mmm?, yo cito siempre lo que decía mi bisabuela, ella lo decía en italiano, vivía en Italia por supuesto ¿eh?, ya en aquellas épocas decía, en el 1800 y tanto ¿no?, si querés allá..., en Europa el invierno es muy difícil pasarlo porque hace tanto frío ¿no?, bueno ella decía: si quieren no enfermarse en el invierno tienen que enamorarse, en el fondo ¿qué estaba diciendo esta santa mujer que era analfabeta?, estaba diciendo que en un clima de amor el ser humano tiene mejor salud porque todos sabemos hasta que punto que un enfermo bien cuidado con mucho afecto tiene mayor anticuerpo en la sangre, mayor cantidad de plaquetas, aumentan los glóbulos rojos y todas las cosas por el estilo. Entonces, cuando yo veo a algún enfermo, observo la familia y me doy cuenta si esa persona va a progresar, se va a salvar o se va a morir, porque a veces hay ciertas familias que aman tan poco a sus familiares enfermos que no tienen alternativa y llegado el momento te dice: y yo total, para qué, ya sobro en esta casa, son palabras que oigo muy seguido mis queridos, todos los días casi, para qué voy a seguir luchando, total ¿eh?, mis hijos no me quieren, mi nuera o mi yerno no me pasan bolilla, ellos viven su vida y yo ¿mmm?, es diario eso.
Una persona en esas condiciones no se sana de ningún tipo de enfermedad, por buena que sea, una simple neumonía puede llevarnos a no sé dónde ¿eh?, por eso la ciencia le dio la razón a mi bisabuela cuando decía: si quieren pasar bien el invierno enamórense, en el sentido de que si ustedes sienten amor por los demás le están haciendo una vida muy linda ¿verdad?. Esto lo dije muchas veces y lo voy a seguir diciendo, con palabras distintas pero lo voy a seguir diciendo porque es la base de todo, cuando un enfermo huele nada más de que ya uno se lamenta de la plata que tiene que gastar, del esfuerzo que tiene que hacer, de que tiene que curarlo durante la noche, que le tiene que limpiar la cola porque se ensucia, que lo que gastamos en pañales porque se orina siempre, esa persona no puede seguir mucho tiempo con vida porque no hay nadie que diga: no me importa total que se jodan, no, no.
Entonces la salud no es una cosa así: Señor dame la salud, sí, Señor dame toda la salud pero yo hijo, yo madre, yo padre, yo hermano ¿qué hago por el enfermo? ¿mmm?, ¿lo estoy hundiendo o le estoy dando todo para que sane? ¿mmm?, incluso yo médico, yo farmacéutico, yo... bueno, etc., ¿no?, bueno. No, no, esto hay que verlo directamente porque a veces uno dice: Señor pero ¿cómo yo estoy en estas condiciones?, pero tengo que ver de dónde salieron todas estas condiciones ¿eh?, bien.
Nos ponemos delante del Señor con mucha humildad, mucho respeto, en el sentido de que todo lo que amamos lo respetamos, eso es tan común, cuando uno realmente ama a alguien lo respeta, le respeta si las heridas huelen mal, le respeta si la casa huele mal cuando le cambia los pañales, le respeta que sea duro de oídos porque los que tienen años no oyen bien, le respeta que a veces arrastre los pies y tropiece y se caiga ¿mmm?, por ahí alguien decía: arrastrar los pies eso es vejez, bueno, ¿sabemos comprender la vejez?, y al vejez no es de cualquiera, es de nuestros padres, de nuestros tíos, de nuestros parientes, seres de los cuales tenemos sangre corriendo en nuestras venas y si no es pariente o algo pero también es importante porque es mi hermano ¿mmm?.
Entonces, en este día Señor y todos los días a que alcance nuestra vida, queremos decirte Señor: me gustaría tanto hacer posible eso que nos mandaste: de que nos amáramos tanto como vos nos habías amado, sí Señor, me gustaría tanto eso, me gustaría Jesús ver tu rostro en el rostro de cada uno de mis hermanos, me gustaría tanto Señor si con mi esposa no he sido justo remediar todo lo que hice de mal y por mi parte como esposa, me gustaría saber si realmente estuve a la altura del amor que digo tenerle a mi esposo, ¿cómo he tenido mis hijos?, ¿qué fueron mis hijos para mí?, ¿qué son mis hijos para mí?, ¿qué son las personas que pasan en la calle?, las personas que viven lejos o cerca ¿me siento hermano universal de todos o creo que mi mundo termina en la puertita de calle?.
Señor, yo sé que no tenés en cuenta mis defectos porque vos lo perdonaste desde siempre pero si cometí alguna injusticia Señor hacémelo saber así trato de remediar las cosas que no hice bien, ¿demuestro el afecto a aquellos que debo demostrárselo?, ¿le digo a mi papá, a mi mamá, a mi esposo o a mi esposa, a mis hijos: te amo hijo, te amo papá, mamá, estoy tan agradecido porque me diste tanto en la vida, yo soy porque vos fuiste antes sino no sería, mi vida depende de vos, en consecuencia por dentro me digo: si tenés algún defecto tendré que tolerarlo porque yo no viviría si vos no vivis o no viviste y si ya no están, si ya es muy tarde para amarlos, bueno amaré su memoria, amaré su recuerdo ¿mmm?. Si tengo a alguien cerca de quien puedo amar pensaré también: debo duplicar ese amor porque tantos hay que pierden a sus familiares y ya no pueden más remediar esa ausencia ¿verdad?.
Señor, en este día, quiero hacer toda una revisión de cómo viví, de qué cosas hice, yo sé que vos me perdonás todo Jesús pero yo quiero estar a tono con todas las cosas que vos dijiste Señor porque parecería que no puedo acercarme a vos y decirte: saname de todos mis problemas si tengo tantas cosas que ordenar en mi vida, ¿qué cosas?, y las injusticias que sufrí, ya empecé a sufrir en la panza de mamá, viví sufriendo las cosas que ocurrían dentro de mi casa porque mi papá no fue tanto bueno como debería haber sido y mamá tenía que sufrir las consecuencias de eso ¿mmm?, ¿cómo fue mi nacimiento?, el médico que me atendió ¿me trató bien o directamente me sacó como una cosa y a lo mejor me torció los brazos, me descolocó toda la columna vertebral y ahora me sigue doliendo todavía, cómo fueron todas las personas que rodearon mi niñez, yo sé que papá y mamá tuvieron que trabajar pero alguna vez podrían haberme dedicado un rato de su tiempo, no quedarme siempre con esa niñera que es muy buena pero no es mi mamá, ¿y entonces? ¿mmm?.
Yo asumo la voz de niño en todos los tiempos para decir: papá y mamá ámenme pero demuéstrenmelo, me gustaría que por las noches se acercaran a mi cama papá y mamá y me dieran la bendición: que Dios te bendiga hijo mío, te sane de todas las enfermedades, me gustaría tanto que pasara eso pero papá y mamá están en otra cosa, no sé, no se acuerdan de mi, no me dedican tanto tiempo, viven en su mundo, son celosos, se golpean, se hieren con palabras, yo soy un niño que necesito cariño, yo no pedí que me trajeran, me trajeron porque ustedes querían, yo he nacido porque ustedes tuvieron un acto íntimo y de allí nací yo entonces ahora no les pido tanto si me aman, si tienen en cuenta mis necesidades, pero sigo siendo niño también a pesar de que pasan los años y sigo diciendo: ¿estoy dando?, yo que pedí tanto amor de los demás ¿estoy dando amor yo a los que me rodean, a mis hermanos, a mi familia, a mi padre, a mi madre, a mi esposa o a mi esposo?, ¿doy realmente el afecto?, ¿veo en cada anciano o anciana a mi papá o mi mamá que todavía tengo o que ya no tengo? ¿mmm?.
Señor, porque si yo obro de esta manera yo estoy viendo en el rostro de las personas que tengo cerca o no tan cerca tu rostro Señor y si veo en ellos tu rostro quiere decir que los voy a amar como deben ser amados, ¿cómo atiendo a mis padres?, ¿cómo atiendo a mis hijos?, ¿cómo atiendo a los que tengo cerca?, ¿lo hago por obligación, con disgusto o mostrándole todo el afecto que debo?, y si tengo un enfermo en la casa ¿cómo lo estoy tratando?, ¿me esfuerzo para que se alimente bien?, pongo todo mi afecto en el trato a pesar de que hay enfermedades que el dolor hace estar de mal humor pero ¿pongo yo todo mi amor y mi paciencia?, caramba, si estoy atiendo a alguien que me crió ellos pasaron de todo conmigo como no voy a tener paciencia para atenderlos. Ya sé Señor que muchos pueden decir: y quién no hace eso, la mayoría, la mayoría vive de esa forma, eso es lo doloroso, parecería que uno está hablando demás pero la mayoría no se aman y si no se aman entre las familias con menos razón los que están más lejos. Señor Jesús no me gusta vivir de esta forma, ya sé que en la vida me fue de una manera, tuve problemas, fueron injustos conmigo, me trataron mal, en la Escuela me fue pésimo, después siempre tuve problemas pero quiero dejarte todo a vos Señor, ya no aguanto más Señor tener tantas cosas en la bolsa que llevo sobre mis espaldas, vos Señor dijiste que te dejemos todas las cosas aquí, todas las cosas que hemos pasado en la vida, las cosas feas, también las lindas, por qué no, pero sobre todo las cosas feas. Señor, quiero que me sanes desde siempre porque a veces vienen mis enfermedades, de los antepasados que vivieron mucho tiempo antes y a veces yo estoy pagando deudas de otros y tengo enfermedades que otros tuvieron.
Entonces, pasá sanando Jesús toda mi herencia y por supuesto también toda mi descendencia, Señor que pueda entender lo que es la vida de hogar, que sepa darle valor Señor lo que es sentarse en una mesa y compartir el alimento, si bendigo la mesa o no y bueno no sé si tiene tanta importancia pero sí tiene importancia primero si hice la comida con amor, segundo si la compartimos en la mesa con todo el afecto, sin distraernos tanto con la radio o el televisor ¿mmm?. Señor, quisiera también que además de la mesa bendigas el lecho matrimonial porque es el altar mayor que tenemos en cada casa el lecho matrimonial, no es el lugar de las cosas sucias o chanchas sino que es el lugar donde el hombre se parece más a Dios porque es creador, bendecí especialmente el lecho matrimonial, bendecilo muy especialmente porque los grandes problemas de la vida se resuelven ahí, no solamente de nosotros sino de nuestros hijos. Tené en cuenta Señor estas cosas que te estoy diciendo porque tal vez nunca te las dije y hoy sí me animo a decírtelo.
Señor, bendice cada una de las cosas de mi casa, porque así como tienen nobleza mis pensamientos así tienen nobleza la olla donde hago la comida, el colador donde cuelo las cosas, el rallador o la cuchara con que me llevo los alimentos a la boca, todo es importante Señor y en todo estás vos Jesús. Me he puesto a pensar lo maravillosa que es una cuchara que lleva el alimento a la boca de un niño, del joven, del anciano, es decir partiendo el alimento grande para hacerlo más pequeño para que lo pueda tragar, porque ese alimento es el que me va a sustentar y me va a dar vida y me va a dar fuerza para seguir ¿eh?, si empiezo a valorar las cosas Jesús tendré que darle valor a las papas con las que me alimento todos los días, a la carne o lo que sea, a lo que esté sobre la mesa, tendré que ser agradecido de ese pedazo de papa o de zapallo o de carne que están sobre mi mesa porque es obra del Señor, tal vez muchos no la tengan para llenar su estómago. Señor, nunca me he fijado que hasta tomar un vaso de agua es algo extraordinario ¿mmm?, entonces hasta voy a saborear el agua que tomo Señor porque siempre el agua me va a dar vida, siempre ¿mmm?, y pensar que en tantos lugares el agua escasea y pensar que son pocos los que pueden darse el gusto de tomar agua a discreción. En estas zonas Señor es un dolor decirte que hay personas que gastan hasta quinientos litros diarios de agua en tonterías, si fuera para hacerlo algo pero es todo en tonterías porque hay gente que se baña hasta tres veces por día, claro, a veces uno quiere sacarse la suciedad de adentro y se baña por fuera pero ese es otro problema que no nos viene al caso ¿no?.
Señor Jesús, desde hoy quiero ser distinto, quiero darle a cada cosa el valor que tiene, si es una copa de agua Señor, un pedazo de papa o de carne, si es la silla donde me siento, o la lapicera o el lápiz con que escribo, el torno en donde trabajo, la máquina que manejo, el bisturí que uso para hacer operaciones.
Señor, tendré que estar agradecido hasta con este medicamento, porque detrás
de este medicamento hay un hombre que se quemó las pestañas para crearlo y que yo ahora lo tenga, aunque a veces me cueste demasiado. Sí Jesús, esta es mi vida, quiero vivirla bien, me he dado cuenta que yo creí que mi mundo era chiquitito Señor pero chiquitito es mi forma de mirar todas las cosas, quiero ser agradecido Señor con el agua que me das, con los alimentos que me das, con los elementos que tengo a mi alcance, con las herramientas que uso y que me facilitan el trabajo porque no es lo mismo Señor un hombre de hace cien años que el actual que todo se le simplifica, todo se le hace más sencillo con las herramientas que usa para trabajar, detrás de esta herramienta que me facilita el trabajo hay un hombre que la inventó, gloria a él, porque tengo que ser agradecido con él también, alguien lo hizo ¿mmm?. Ya en el 1200 San Francisco de Asís nos hablaba del hermano leña, la hermana piedra, la hermana agua, el hermano sol, posible que pasen los siglos y no aprendamos nada, ocurre que el hombre está en guerra con las cosas, cuando el hombre se amigue con todo ya no va a usar líquidos que destruyan la salud de nadie ni va a usar ni limpiadores, ni desodorantes ni nada que hieran la salud de sus hermanos, ni va a tirar las cosas que no son destructibles no las vas a tirar porque sí.
Orden quiero poner Señor en mi vida y en todo lo que me rodea y en última instancia Señor, mi salud, la que te estoy pidiendo en este día y todos los días a que alcance mi vida también es orden dentro de mi cuerpo, orden Señor en mi cabeza, con mis pensamientos, entonces hacé que se irrigue bien mi cabeza Señor, es decir que reciba la suficiente cantidad de sangre para que siempre pueda pensar bien, mirá todos mis sentidos Señor, sería muy triste que pierda la vista o que no oiga. Entonces, cuidá mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi garganta, cuidá mi cuello con todos los nervios que tienen mi cuello que vienen de las cervicales y pensá por supuesto la columna vertebral que empieza allí debajo del cerebro y termina en el huesito dulce. Mirá toda mi columna Señor que me hace ver las estrellas a veces, mirá mi columna Señor y mirá todo lo que está dentro de ella que es la médula espinal y mas arriba la parte que se une al cerebro, el cerebelo, todos van dependiendo y todo está dependiendo de ese sistema nervioso central donde se hacen y resuelven todos los problemas y las situaciones de mi vida.
Mirá Señor todos mis órganos, empezando por el esófago, el estómago, mirá mis intestinos grueso, delgado y grueso, mirá mi ano para que no haya hemorroide ahí, mirá toda mi piel, mirá mis músculos, mis huesos, mirá todas mis venas y arterias, todo mi sistema linfático, todo el sistema ganglionar, las glándulas se secreción interna y todo, sobre todo Señor acá dentro hay seis personas con diabetes, en consecuencia pasá sanando también el páncreas ¿mmm?.
Pasá sanando todo Señor, todos mis órganos, mis pulmones y mis riñones pero especialmente mi corazón Señor que es el motor de todo mi cuerpo, que funcionen muy bien todos mis órganos genitales tanto sean masculinos como femeninos porque en ellos está la vitalidad, hay tantas cosas importantes y en...
Se corta la grabación.............