Oración del 22 de Febrero de 2005

Habla Artemio:

... sino por todas las cosas que uno padeció, por todas las cosas que uno vivió, por todas las injusticias que uno tuvo que cargar, por todos los dolores que ya se fueron apilando en la panza de mamá, un buen día, si queremos vivir en paz y felices tenemos que enfrentarnos con todo eso para sacarlo a flote, sacarlo afuera, no nos queda otra o sino resignarnos a una vida muy difícil, una pésima calidad de vida ¿mmm?, porque les digo que nosotros no solamente tenemos las cosas que nos ocurren sino también las cosas que heredamos, ese señor que estaba tan mal hoy, todo su problema es hereditario, totalmente hereditario y los hijos ya ni quieren ir a visitarlo porque dicen: mirá, mirá este lo que nos espera ¿mmm?, y en un prits, en un instante el Señor hace descender sobre nosotros su Misericordia y nos sana de todo, no, tenemos que pensar seriamente en que no podemos negarnos a todo ese Río de Agua Viva que viene del Señor de la Misericordia que quiere sanarnos.

Por eso Jesús, con toda tu fuerza y poder, llegá a nuestros corazones, poné orden, todas aquellas heridas que tenemos sin cicatrizar, cicatrizalas Señor y después borrá las cicatrices, todos aquellos dolores que vienen de la panza de mamá, mucho lo sabemos, otros no, el hambre que padecimos, los sinsabores que tuvimos, las violencias que recibió mamá de papá, las violencias psíquicas o físicas, pasá sanando Señor todo eso. Ellos hicieron por nosotros todo lo mejor, lo que ellos creían que era todo lo mejor pero tal vez ellos creían que era así, no nos sirvió a nosotros y no buscamos, no buscamos culpables, buscamos causas de nuestros males. Vivimos llevando en el rostro las cicatrices de nuestros dolores, de nuestras angustias y de una vida más o menos desgraciada, tratamos de aparentar una cosa que no sentimos, fingimos una sonrisa que no es la adecuada, nos mostramos como si nada nos pasara pero es cuestión nada más de poner la cabeza en la almohada para darnos cuenta hasta que punto lloraríamos eternamente por todo nuestro pasado yt también nuestro presente, pero repito, no por lo que pudimos haber hecho sino montones de veces por lo que hicieron con nosotros, nuestros padres, nuestros parientes, los que vivieron cerca, después en la Escuela, en la calle, todos, siempre parecería que estaban confabulados para que pasara en nosotros lo peor y así fue pasando el tiempo donde todo se fue acumulando, aquellos que decían educarnos nos estropearon la vida, aquellos que querían hacernos felices nos llenaron de tristezas para siempre, aquellos que se acercaron a nosotros nos sacaron todo lo mejor que teníamos y se fueron. Pero hoy decimos basta Jesús de la Misericordias, hoy decimos basta porque todos somos hijos tuyos, creados a tu imagen y semejanza y herederos de tu Gloria, entonces Señor vos no hacés porquerías, vos nos hiciste a nosotros y somos pequeños diositos en tus manos Señor, queremos que entres en nuestro corazón Jesús y en el corazón de cada una de las personas que amamos.

Necesitamos Jesús que vengas a vivir en nuestro corazón en las personas que tenemos cerca o no tan cerca y te quedés para siempre Señor, así no se puede más vivir Señor, es tan dura la vida, ya de hecho de por sí, por las cosas que pasan no es fácil pero se ha tornado tan difícil todo, ya no sé dónde hacer pie, no sé hacia donde orientarme, no sé que cosas decir ni hacer ni programar y tengo que ser responsable delante de mí y delante de mis hijos y de mi descendencia.

Señor, estoy falto de afecto, falta de afecto, mis hijos no me quieren como debería yo recibir de ellos porque yo di para ellos todo lo mejor, sin embargo ahora casi ni me miran, Señor mis amigos tal vez me dejaron a un costado, aquellos que deben amarme se van por ahí y me dejan a solas sufrir mi dolor. Ya sé Señor, algunos más, otros menos, algunos son un montón otros poquitos pero todos estamos mal.

Te lo decimos esta noche Jesús y todas las noches a que alcance nuestra vida y todos los días, queremos vivir bien, queremos ser felices, que todos esos concepto que vemos en el Evangelio quiero trasladarlos a mi vida, quiero perdonar las ofensas, quiero cicatrizar mis heridas y después borrar las cicatrices, quiero un poco de paz en mi conciencia y un poco de amor en mi corazón así no puedo vivir. Ven Señor Jesús y danos todo aquello que necesitamos, ven Señor Jesús, te amamos Señor, te amamos Jesús, te amamos, te amamos tanto Señor, aunque a lo mejor por fuera no lo parece pero no se nos escapa la menor cosa si no te estamos invocando Señor.

En tu nombre Señor, todo en tu nombre Jesús, te amamos Señor, quiero que esta noche vengas a mi corazón, quiero que esta noche entres en el corazón de todos aquellos que yo amo, quiero Señor que por fin mis penas empiecen a irse, mis dolores se amortigüen, mi desesperanza se convierta en luz, quiero que me amen Señor y yo también quiero amara los demás y quiero demostrárselo y también quiero que me lo demuestren porque no es suficiente que nos amen, tienen que decirnos que nos amen y tienen que poner su mano sobre nuestro hombro para decirte que te amo un montón, te amo para siempre, sos la luz de mis ojos, la razón de mi existir, sos el aliento que me mantiene en pie, el oxígeno de mis pulmones. La vida se me está escurriendo entre las manos y yo no quiero Señor, quiero retenerla, porque creo que hay tantas cosas hermosas para vivir y para hacer.

Por eso Jesús, ven a mí Señor, ven Señor Jesús, derrama sobre nosotros todas tus gracias y bendiciones, pasá sanando Señor todo aquello que no está en orden y danos Señor todo lo que necesitamos para ser felices. Eterno será nuestro agradecimiento Señor y cada minuto que pase será una forma de decir: gracias Señor porque tu hijo, tu hija encontró el rumbo que necesitaba y sanó sus dolencias, no por un momento sino para siempre...

Se corta la grabación.....................