Oración del 18 de Febrero de 2005
Habla Artemio:
Entonces como todos los días desde hace diez años y los miércoles dos veces por día, a las 18:00 y a las 22:00, humildemente nos ponemos en presencia del Señor, las cosas que yo les digo son de alguna manera para conocer las cosas de Dios, porque como dije antes si uno no conoce algo no lo ama ¿mmm?, a veces creemos que conocemos lo suficiente pero no, conocemos muy poco y una de las características de la persona que ama es conocer al ser amado, cuando una persona se enamora de otra lo que hace..., lo que hace es querer saber todo sobre la persona amada entonces se sabe qué cosas le gustan, qué comidas come, qué regalos uno podría hacerle ¿verdad?, eso es cuando uno está enamorado de alguien, bien.
Y así nos pasa también con el Señor, cuando nosotros realmente le amamos queremos realmente ser sus amigos y cuando somos sus amigos o tenemos una relación de padre a hijo todo es diferente, ¿por qué?, porque uno no le falla a aquellos que ama, nunca, podrá tener un desplante, un enojo momentáneo ¿verdad?, pero uno no le falla a quien ama, incluso a nivel humano por supuesto a eso me refiero ¿no?. Por eso, toda la relación que tenemos que tener con el Señor es siempre una relación de personas que se aman porque Jesús además de tener naturaleza Divina también tiene naturaleza humana, se parece a nosotros en la medida en que tuvo un cuerpo, vivió como nosotros, anduvo por el mundo, etc., lloró como nosotros, amó como nosotros, bien.
Teniendo todas estas cosas en cuenta Señor humildemente te decimos que pases sanando toda nuestra vida, desde antes..., desde antes de nuestro nacimiento para que todas aquellas cosas que nos vienen de los padres o de los antepasados ¿mmm? sean solucionadas y sean sanadas por el Señor para que no tengamos que heredar absolutamente nada y luego que nuestra descendencia también, también reciba los beneficios del amor del Señor, sanando todo.
Jesús, todo esto supone de parte de uno la conducta responsable, es decir, todas las cosas tengo que tomarlas con el verdadero sentido que tienen, si voy a formar un matrimonio, la base de ese matrimonio es estar enamorados, si vamos a tener hijos, esos hijos tienen que ser amados antes de pensar de tenerlos, porque se supone que la finalidad del matrimonio entre otras cosas es tener hijos, entonces un hijo no puede ser fruto de cualquier cosa, tiene que ser un fruto del amor sino el futuro de esa criatura, incluso cuando ya sea hombre, no será bueno, tendrá todo un pasado tremendo. Entonces, a ese pasado que hay en cada uno de nosotros humildemente Señor te decimos que pases sanando todo, si yo no tengo la suficiente confianza en vos Señor, necesito que me hagas crecer esa confianza, necesito Jesús pensar que si sos mi Padre, mi amigo, mi hermano entonces tengo que pensar que vos me amás y si me amás estás pensando: si no tengo trabajo, si el trabajo que tengo no es tan bueno como para alimentar a mi familia, también pensás si en el trabajo estoy sufriendo, porque hay muchos que vienen aquí por supuesto con problemas depresivos porque en su trabajo las cosas no van bien.
Entonces, Señor, estoy llegando a la conclusión muy, muy, muy clara de que hay que ordenar todo lo que esté en mi vida y que aún no está ordenado, en ese caso Señor tendré que ver cómo enfrentar mis relaciones de trabajo, tendré que ver cómo hablar con esta persona o la otra, tratar de que su influencia no me haga daño a la salud ¿verdad?, incluso si yo tengo algún empleado pensar: ¿vive realmente bien?, ¿gana lo que le corresponde?, ¿es tratado con respeto?, ¿tiene las cosas que debe tener ese empleado mío?, porque esas son las cosas que al Señor no le gusta que alguien tenga que sufrir nuestras injusticias, las injusticias son algo que repugnan al Señor, si uno es injusto con uno y bueno uno se hace responsable pero si uno es injusto con los demás ¿verdad? entonces habrá que pensar en cambiar. Está también todo el problema respecto a cómo soy con mi esposa, cómo soy con mi esposo, todo esto lo voy diciendo Señor delante tuyo como si hiciera un revisión de mi vida, que no se agota aquí por supuesto.
Entonces estoy revisando, ¿soy realmente un marido o una esposa que no hace padecer a su marido nada extraño, sin injusticias, sin desplantes, sin un carácter difícil?, bien, porque todo eso de una u otra forma, a la corta o a la larga, va a influir en mí enfermándome o enfermando a los demás, hay gente que no va nunca al manicomio pero con sus locuras enloquece a toda su familia, estoy cansado de verlo todos los días ¿mmm?. Como padre, como madre ¿cómo estoy criando a mis hijos, ¿les doy todo para hacerlo sobreprotegidos y personas debiluchas que no van a saber enfrentarse con la vida?, o sé dosificar todo para que este pequeñito, desde chiquito ¿no es cierto? vaya entrando dentro de un sistema de valores, una vida que valga la pena ¿mmm?. Yo me acuerdo hace muchos años, todavía no tenía treinta, estaba dirigiendo un establecimiento de enseñanza y entonces había un padre que tenía mucho dinero y ese dinero por supuesto lo malgastaba en los hijos, entonces un día yo conversando con él lo cité, era de otro lugar ¿no? y le digo si no le parecía que toda esa forma de estar con los hijos así ¿no? no era negativa para los chicos, y él me dijo: yo quiero que ellos tengan lo que yo no tuve, bueno, entonces los hijos pedían cualquier cosa y el padre se los daba pero no sé qué se los daba ¿verdad?, hasta que un día quisieron ser tuerca ¿no? y le pidieron al padre un coche para correr no sé si en fórmula uno pero casi ¿no?, y dos de los hijos de este hombre, de esos varones que él criaba de esa forma teniendo lo que yo no tuve, según él, se le murieron en un accidente y todavía no tenían treinta años, por supuesto que yo fui al velatorio de esos chicos, ya hombres ¿no?, no le dije nada al padre pero podría haber dicho: viste donde terminaste vos que querías que tus hijos tuvieran lo que vos no tuviste, por supuesto que a los hijos hay que darles todo pero saber dosificarlo muy bien para no criar hongos sino seres responsables, incluso criándolos muy bien a veces siempre sale alguna oveja negra por ahí ¿no es cierto?, no oveja negra porque a los hijos siempre uno los ama pero uno quisiera que fueran felices y tal vez no lo son o no lo son directamente.
Por eso Jesús en esta tarde y todos los días a que alcance mi vida quiero ir dialogando conmigo mismo y con los demás para ver si realmente mi vida la fui encuadrando dentro de las cosas fundamentales para que pueda vivir como un ser humano normal, es decir, por supuesto que cada ser es único, inédito e irrepetible, nadie hay igual a otro, ya lo sé, pero hay un patrón de conductas comunes que uno quiere que mas o menos se tenga ¿no?, es decir, no sometimiento pero si yo veo que un chico a las tres de la mañana da vuelta alrededor de la plaza a cien kilómetros por hora, evidentemente que tengo que pensar: mi hijo necesita que lo controle un poco ¿no?, bueno, digo esto como ejemplo, puede ser tantas las cosas ¿no?, en todos los órdenes, en todos los órdenes, ni demasiado ni muy poco, ni muy estricto ni muy holgado, sino la medida justa, que es la medida que da cuando uno trata a su familia con amor, si un hijo fue engendrado con amor y no por casualidad entonces uno en todo el tiempo de su crianza también lo va a tratar de esa forma.
¿Y por qué todo esto que estoy reflexionando delante del Señor?, porque Él me lo hace reflexionar, en el sentido de que yo le estoy pidiendo soluciones para mi vida y en consecuencia, tengo que razonar buscando soluciones, por supuesto que si lo hago delante del Señor tengo la seguridad que Él me inspirará con el Espíritu Santo que es Dios también para que yo vaya ¿mmm?, para que yo vaya ordenando mi vida y en todo caso colabore en ordenar la vida de mi familia, colabore, no que la ordene, colabore, porque a veces metiéndose es un problema muy serio, es el gran drama en la vida de los seres humanos, no dejar vivir a los demás, hay que vivir y dejar vivir a los otros pero eso no quita que podamos indicarle cosas, decirle otras, sugerirles otras, etc.
Señor, todas estas reflexiones las hacemos teniendo en cuenta que cuando dos o mas están reunidos en tu nombre vos estás en medio de nosotros, entonces todo esto es pensar en todos los años de nuestra vida, pensar en todos los sinsabores, las cosas que nos fue pasando porque en la vida nos va de una manera, que no es el Señor que nos ponga trabas ni piedras ni nos castigue sino uno mismo a veces se castiga haciendo las cosas que no debe.
Entonces, si uno tiene la actitud de querer cambiar, de querer rectificar, de querer ordenar todo va a ser diferente, todo va a ser distinto ¿eh?, ¿qué es la salud?, orden en nuestro cuerpo, ¿qué es la salud psíquica?, orden en nuestra mente ¿mmm? y cuando el Señor creó todas las cosas las hizo con orden porque vio que todo estaba bien, después el hombre se fue desordenando a medida que pasaron los tiempos y en consecuencia sufriendo ¿eh?, por eso es que en los tiempos antiguos las personas vivían montones de años porque su vida era distinta, no había ni por casualidad los medicamentos que tenemos hoy, sin embargo los hombres cumplían montones de años y qué nos está pasando que ahora cuando uno cumple ochenta o noventa realmente es motivo de noticias en los diarios mientras que sería lo más normal, en la antigüedad cumplir ciento cuarenta o ciento ochenta era una cosa común ¿verdad?. Entonces ¿qué nos está pasando?, quiere decir que hay un desorden muy grande en nosotros que hace que terminemos la vida antes, dejemos aparte todos aquellos que mueren en la guerra o todo, que también es una forma de desorden porque la guerra no es orden ¿no?, también es desorden ¿mmm?.
Pensaba hoy yo, lo digo esto delante del Señor, en la hija de ese presidente de un país hermano, que parece ser que la enterraron viva y murió así ¿no?, esa injusticia que aclama el Cielo ¿con qué puede uno justificar tanta crueldad como para enterrar a alguien vivo por motivos políticos, económicos, religiosos o lo que sea, no tiene sentido, no tiene sentido, son cosas que realmente parecería que uno no puede perdonar, sin embargo hasta las cosas más graves no puede a uno embretarlo en el resentimiento y en la falta de perdón porque uno sabe que a la corta o a la larga la falta de perdón, el resentimiento, el odio y todas las cosas por el estilo van a terminar enfermándonos, siempre, siempre.
Jesús, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida te decimos humildemente que nos ayudes a discernir, es decir ver claro qué es lo que uno debe hacer, cuándo hacerlo, de qué forma, en nuestra vida y al colaborar en la vida de los demás ¿mmm?, no es tan simple todo esto pero es motivador porque uno dice: uno tiene todo a su alcance, bueno, muy bien. Alguien vino la semana pasada perdiendo la vista por completo, casi, y entonces yo le pregunté así a quema ropa: ¿cómo es que estás perdiendo la vista?, ¿qué es lo que no querés ver en tu vida?, se quedó de una pieza el señor ¿verdad?, pero después le dije qué cosas habían pasado en su vida que a él le ocasionó tanta culpa, cosa que no tenía por qué ¿no es cierto?, que en este momento está luchando tremendamente para poder mantener la poca luz que tiene en sus ojos ¿vedad?, los médicos se han lavado las manos porque dicen no saben qué es lo que le pasa, no se lavaron las manos pero vos te das cuenta cuando un médico te quiere canalizar, canalizar porque no saben qué hacer, bueno, lo que pasa es que cuando hay motivos psicológicos entonces uno va perdiendo cosas ¿mmm?. Como les conté ya en varias oportunidades, me viene a la mente porque yo hago lo que el Señor quiere ¿no?, de esa señorita chilena que a los cuarenta años tenía esclerosis múltiple, esclerosis es una enfermedad donde todos los músculos y todos los huesos se van deformando, se van deteriorando de tal forma hasta que llega al corazón y uno se muere, investigando ¿no es cierto? con la ayuda del Espíritu Santo he descubierto que esa señorita ¿mmm? cuando era jovencita la madre daba cuenta de, con un látigo con cadena ¿no es cierto? de todas las..., lo que ella creía que no estaba bien, la madre no era normal porque una madre normal no puede castigar con un látigo ¿no? así pero eso pasa el tiempo y le trae todos esos problemas, que se sanó felizmente descubriendo los motivos que a ella le habían ocasionado la esclerosis múltiple, claro, los médicos no sabían qué hacer con ella ¿verdad?, claro el problema estaba en otro lado y todavía la madre en general le hablaba de una forma como la hija tuviera culpabilidad, y sí, si usé con vos un látigo es porque no te portabas bien, bueno, hay muchas formas de decirle a una persona cuando no se porta bien sin necesidad de usar un látigo de cadena.
Y como eso todo, así vivimos, así nos movemos, así estamos, todas estas cosas Señor las estamos reflexionando delante del vos porque estamos muy ansiosos Jesús de sanarnos de todos nuestros problemas, como decíamos antes, en nuestro trabajo, en nuestra familia, la relación con nuestros hermanos, con nuestros padres, la relación que debe existir siempre en esa unión familiar ¿verdad?, no puede ser que a veces en la misma familia uno tenga los peores enemigos ¿no?, ya lo decía San Lucas en el Evangelio eso: “los peores enemigos están dentro de la propia familia” y eso es por un desorden porque si uno habla de familia se supone que tiene que haber armonía pero la armonía dura hasta que hay cosas para repartir, en ese momento la armonía se termina porque lo que gana es el egoísmo de querer todo para uno o por lo menos la mayor parte.
Todo eso en cuanto a nuestra relación con las cosas y el mundo y después está todo lo referente a las diversas enfermedades que vayan apareciendo en nuestra vida, que sanando... (se terminó el cassette) ... .