Oración del 17 de Febrero de 2005
Habla Artemio:
Bien, entonces, en este día, en este día Señor y todos los días a que alcance nuestra vida estamos delante de ti, delante tuyo Señor porque necesitamos en primer lugar conocerte cada día más Señor porque uno no puede amar lo que no conoce entonces a mayor conocimiento, sobre todo de las cosas que son tan fundamentales, mayor cantidad de amor podemos dar, en este caso a vos Señor. Eso es muy cierto: no se puede amar aquello que no se conoce y así como tenemos siempre necesidad de estar al día a través de los medios o lo que sea sobre la vida de los artistas, de los deportistas o de lo que sea ¿mmm?, sería interesante que uno piense en la necesidad de estar al día en el conocimiento de quien le dio la vida porque no estamos hablando de cualquiera, sino estamos hablando de nuestro Padre, de nuestro hermano, de nuestro amigo, de nuestro compañero y con todo lo que eso representa para nosotros le decimos así humildemente: Señor mirá nuestra vida, mirá Señor todo lo que hemos pasado a lo largo de estos años que tengo sobre mis espaldas, me fue de una manera Señor porque nací en un hogar, en un tiempo, con padres de una manera, con su forma de ser y en todos los casos no podemos que reprochar nada a nadie sino mirar con claridad a ver como es que hemos vivido a través del tiempo, qué cosas nos pasaron, qué cosas nos acontecieron a lo largo de toda nuestra vida, porque así es la vida ¿no?, no porque el Señor nos castigue o nos ponga pruebas, no, nos va simplemente de una manera, ahora también es cierto que si nosotros pensamos vamos a saber que el Señor saca provecho de aquello de lo que nos pasa viviendo en un mundo que tiene las características que tiene.
Además Señor tenés que motivarnos Señor con tu Misericordia para que cada día estemos más cerca de vos porque necesitamos también al estar más cerca tuyo, necesitamos sanar todas las cosas que nos ocurrieron a través del tiempo, Jesús dice en las Revelaciones: si uno no sana la herencia, si uno no sana las personas que vivieron antes que nosotros, es muy difícil que nosotros nos sanemos porque tantísimas cosas que nos pasan vienen desde antes, está comprobado incluso por la ciencia hasta qué punto, hasta qué punto heredamos hasta las cosas más simples, así como heredamos el color de los ojos, o defectos en la vista, o en el caminar o en lo que sea, también heredamos la posibilidad de tener un cáncer, la diabetes, problemas en el corazón, en el hígado, o que se yo, lo que quieras y por supuesto que ni hablemos en el aspecto psíquico porque la mayoría de las personas heredan las depresiones, neurosis, psicosis, etc. ¿mmm?.
Entonces, nosotros sabemos hasta qué punto la mayoría de las enfermedades nerviosas no pueden ser fácilmente sanadas y a veces demoran años de tratamiento, entonces tendremos que ser prácticos y decirle al Señor: mirá, esto no puede la medicina sanarlo, solamente vos me podes sanar Jesús. Por ejemplo, que hermoso que los padres que esperan niños hicieran la sanación de la herencia para que sus hijos no nacieran diferentes: dawn o lo que sea, porque es tremendo todo eso, ya en el año ’95 un día le pregunté a Jesús: Señor ¿por qué estos niños?, y Él me dijo: son más felices que vos, sí Señor, desde tu punto de vista es así y dice: y además son un fruto del amor también, claro Señor que son un fruto del amor pero en nuestra sociedad a veces tener un niño en malas condiciones para algunos representa una cruz imposible de llevar, entonces Jesús dijo: los problemas de esas deficiencias podrían salvarse muy bien con la sanación de la herencia. Hay gente especializada aquí adentro que sabe muy bien hasta qué punto un niño dawn va a ser dawn siempre porque si todos nacemos con veinticuatro pares de cromosomas, el niño dawn tiene veinticinco ¿mmm?, la ciencia no puede hacer nada con eso, solamente el Señor puede hacerlo, entonces el Señor no quiere borrar lo que hacen los que sanan los médicos, etc., quiere ayudarles a todos a completar para que el hombre sea feliz y no tenga que sufrir eternamente problemas como algunos dicen: y mi abuelo falleció del corazón, mi padre también y yo me falta poco ya, nooo, eso no es así, con la sanación de la herencia eso desaparece, me consta a lo largo de los años, me consta, bueno.
Entonces, así como antes hablábamos de la tolerancia Señor, de la necesidad de entrar dentro de una forma de vida, donde no solamente vivamos sino que dejemos vivir a los demás también tenemos que pensar que cuando tenemos una familia o que nuestros hijos o nietos forman una familia tenemos que aconsejarle de la necesidad de acercarse al Señor para que sus hijos nazcan sanos, sin problemas de ninguna naturaleza, siempre va a haber problemas porque la vida sobre la Tierra es una continua lucha, ya lo sé, pero se marcha de otra forma de la mano del Señor, muy distinto ¿mmm?. Además la vida Señor nos llama a vivir y en consecuencia pase lo que nos pase tenemos que a veces con dolor hacer borrón y cuenta nueva porque no tenemos tantos años para desperdiciarlos, ni tenemos otras vidas como para remediar esta, tenemos que pensar que somos creados por el Señor a imagen y semejanza de Él y entonces somos pequeños diositos y en consecuencia tenemos la responsabilidad grande de llevar nuestra vida a un mundo precioso, todo eso es posible porque uno cree firmemente en todo lo que dice el Señor en la Sagrada Escritura y también en las Revelaciones, donde Jesús tomando una parte del Apocalipsis dice: “todo será hecho nuevo en el Cielo y en la Tierra”, por eso el Señor habla de que el hombre tiene que entrar dentro de la mentalidad de que el ser humano no puede morir por enfermedades sino que tiene que morirse de viejo porque siempre la enfermedad es un desorden y justamente lo que quiere Jesús es establecer el orden que había en el comienzo de los tiempos cuando Dios Padre creó todas las cosas ¿verdad?.
Es decir, el Señor de la Misericordia nos acerca todo un muestrario de cosas preciosas para que nuestra vida sea realmente algo importante, para que la vivamos con felicidad, para que la alegría sea denominador común, para que estemos motivados para cosas lindas siempre, que cada día esperemos el mañana con un montón de esperanzas nuevas; es decir, que no entremos ni en la rutina, ni en el cansancio ni el decir: total para qué, y con los años que tengo, y total yo, nooo, todas esas cosas nooo Señor. Por empezar, si vos me creaste Jesús soy dueño, no soy dueño de mi vida, vos sos el dueño si vos me creaste y en consecuencia, tu voluntad es que seamos felices, y por supuesto, tenemos que hacer todo y el Señor nos acerca las cosas que hacer para ser felices. Aquí en estos diez años Jesús tocó todos los temas, desde las cosas tan simples como alimentarse bien por ejemplo hasta las cosas tan complejas como vivir realmente la redención del Señor en todas sus dimensiones, es decir nada hay descartable en la mirada de Jesús, todo tiene que ver con todo, nada hay que no sea importante en nuestra vida, repito, todo tiene que ver con todo.
Esa simple papa o zanahoria que estamos almorzando a las doce es la que nos sustenta para que pensemos y amemos a otros por ejemplo, sin esa comida nos desvanecemos, no podemos seguir, entonces una simple comida que parece algo oscuro y que desaparece ¿verdad? pero es la que nos está sustentando generando sangre y otras cosas en nuestro cuerpo para seguir viviendo ¿mmm?. Entonces, todo está en todo, tenemos que descubrir las cosas que van a beneficiarnos, tenemos que encontrar soluciones a nuestros problemas, tenemos que buscar la salida a nuestros callejones sin salida, tenemos que sacudir de nosotros todo aquello que nos aplasta, nos tortura, nos deprime, nos corrompe, nos hace daño y el Señor nos ofrece todo para que nosotros podamos hacer eso, si no lo hacemos es porque no queremos, pero pagamos el precio de no querer porque no somos felices después ni podemos vivir contentos.
Pensemos en todo esto, cuando rezamos el Padre Nuestro le pedimos al Señor que su Reino venga a nosotros y su Reino es el Reino del amor, no que nos rompamos el alma todos los días, y que se haga su voluntad así en la Tierra como en el Cielo y la voluntad del Señor no es que nos rompamos la cabeza entre las piedras sino que seamos felices, porque el Señor dice que un hombre enfermo está triste y un hombre enfermo es quejoso y un hombre quejoso no alaba al Señor ni cría bien a su familia, ni trata bien a sus semejantes, ni convive normalmente con los demás, no, entonces el Señor nos ofrece la posibilidad de estar sanos pero también nos pide que revisemos nuestra vida, para que todas aquellas injusticias, dolores, angustias que hemos pasado a lo largo del tiempo se lo ofrezcamos a Él. A veces uno piensa: pero ¿qué pasa si yo esto ya lo hice, si he ofrecido mis cosas ya?, tal vez haya necesidad de volver a revisar nuestra vida porque tal vez quedaron cosas que no están ordenadas, no porque hayamos procedido mal sino la mayoría de las veces es porque tuvimos que pasar injusticias, o bien se llenó nuestro ser de miedo, de angustia, de temores de todo tipo o bien tenemos resentimientos en nuestra familia, con la sociedad, adquiridos a través de la vida en sociedad, en la Escuela, o en donde hemos frecuentado, nuestro trabajo ¿mmm?, tal vez tengamos un montón de complejos todavía en nosotros que no hemos superado, o el recuerdo de algunos complejos que hemos tenido porque o fuimos gorditos, o fuimos muy flacos, o tuvimos algún defecto físico, o éramos chicos, o éramos muy grande, siempre, como los niños son crueles para señalar las cosas siempre hemos tenido las burlas de los demás: pobre del gordito, pobre de la gordita, pobre de la nena rubia, los tirones en las trenzas, solamente ellas lo saben ¿mmm?, nosotros sabemos hasta que punto los chicos son, como dije crueles, que hasta hay dentro de los jardines de infantes chicos que no se llevan la merienda y están esperando a sus compañeritos para ver qué le pueden comer en ese día ¿no? y bien llegan se la entregan como si fueran ciervos de ellos, esas pequeñas cosas que las doy como ejemplo pero hay montones de cosas así en nuestra vida. Todos los educadores que estuvieron cerca nuestro cuántos dejaron que desear tal vez ¿no? cuánto mal nos hicieron, o cuántas cosas no nos enseñaron que debieron enseñarnos.
Entonces, hay necesidad de que nosotros pongamos en orden todo el pasado ¿mmm? y cuando nosotros creemos que ya está todo en orden, pues bien, ayudemos a los demás a poner las cosas en orden, si ya creemos que no tenemos que ordenar nada, pero eso no me consta porque siempre queda algo que ordenar, ¿en qué sentido?, uno no se acuerda pero de ahí viene que hay que hacer una invocación del Espíritu Santo muy profunda para que él nos vaya iluminando qué cosas hicieron daño en nuestra vida a lo largo del tiempo o cuando estuvimos en la panza de mamá o cuando éramos muy pequeños ya no nos acordamos, entonces esto no es una cosa que termina en un día, a veces la sanación demora mucho tiempo para que nuestra felicidad sea muy grande ¿mmm?, de ahí que Jesús diga: cuando el hombre opina ¿por qué no termino de sanarme?, ¿por qué hay cosas que no funcionan en mi vida?, es justamente porque no se actuó con..., digamos a veces no queriendo reconocer y otras veces por temor, bueno las cosas malas que vinieron en nuestra vida si eso lo ocasionaron nuestros padres, pues bien uno no busco culpables, busca causas que nos han hecho daño, tal vez nos dijeron con todo el amor del mundo una cosa pero a nosotros no nos cayó así. Ustedes saben muy bien como los niños van incorporando a su vida todo lo que van recibiendo de lo que tienen cerca, ya en la panza de la madre.
Entonces cuántas cosas hemos incorporado a nuestra vida que hoy nos hace doler ¿mmm?, ustedes dirán: y bueno, pero esto es muy difícil para mi, cómo me voy a meter en esto, entonces ¿querés seguir siendo una persona llena de conflictos o con dolores?, ¿por qué tenés que mojar con lágrimas tu almohada?, ¿por qué tenés que pensar en cerrar la puerta del baño para llorar adentro y no hacerte ver de tus hijos?, ¿por qué?, si podes solucionar todas esas cosas, el Señor te lo propone y el Señor te da los medios para hacerlo, “Yo soy la Luz que resplandece en las tinieblas dice, soy el camino, la verdad y la vida, soy el amor, es decir soy la solución de todos los problemas”, entonces ¿qué nos pasa que no aceptamos esa generosidad de la Misericordia para ordenarlos en todos los sentidos?, y va pasando el tiempo y así queda todo, no puede ser, entonces hoy o mañana o cuando quieran pero si queremos vivir felices hay necesidad, una tremenda necesidad de ordenar todo lo que tenemos entre manos y cuando ya creemos que todo lo hemos ordenando pues bien, ayudémosle a otro a ordenarse también ¿eh?.
Señor, esta tarde y todas las tardes a que alcance nuestra vida vamos a seguir hablando con vos Jesús porque queremos conocerte Señor cada día más para amarte más Jesús, tal vez allí esté la solución de todos nuestros problemas y de los problemas de nuestros hijos y nietos y bisnietos y tal vez allí Señor esté la solución de que yo puedo llevar a los distintos campos de la sociedad donde estoy trabajando ¿mmm?, que la sociedad no esté bien de eso no tengo ninguna duda.
Entonces Señor, vení a mi auxilio porque yo quiero llevar tu Luz a todos lados, si sos la Luz que resplandece en medio de las tinieblas tengo que adherirme a esa Luz para llevarla porque en el mismo momento en que yo me decida, en ese mismo momento no solamente llevaré Luz para los otros sino que tendré la Luz en la propia vida. Están tan ansiosos los hombres de una palabra de afecto, están tan ansiosos los hombres de una caricia y nuestro mundo no puede ser solamente la familia, tiene que abarcar mucho más, si el Señor nos dijo: “ámense unos a otros como Yo los he amado”, no se refirió solamente a los que tenemos a un paso nuestro sino a muchos más ¿mmm?. Estos momentos así de silencio el Señor quiere que los haga para que cada uno sienta dentro de sí, sienta dentro de sí las voces que hablan y a veces no son voces, son fantasmas que nos atormentan por nuestro pasado, por las cosas que vivimos, por los perdones que no concedimos, por el amor que no dimos, por las caricias que retaceamos.
Señor, haceme conocer cómo es realmente tu camino porque es hermoso Señor y yo estoy llegando a la conclusión de que nada hay tan importante en la vida como el amor que me tenés y el amor que puedo tenerte, como el amor que no solamente me tenés a mí sino a todos los hombres y que yo tengo que hacerme eco de eso para los demás, no puede ser que mi mundo sea tan pequeñito, tengo que ampliar los horizontes de mi mundo porque el mayor indicador de que uno lo encontró a Jesús es cuando lo empieza a gritar en todos lados, el mayor indicador de que uno ama al Señor es cuando uno empieza a comentarlo a los demás porque nadie puede tener un tesoro si no lo comenta, un tesoro si no lo da a conocer a los demás. Señor Jesús, llénanos de tu amor Señor, cúbrenos con tu Sangre Preciosísima Jesús, que los méritos de tu Divina Misericordia llegue hasta nosotros, a todas las generaciones que nos precedieron y a todos aquellos que nos suceden, que toda tu Misericordia se muestre generosa con nuestra vida, a cada instante y también en la vida de todos aquellos que amamos. Señor, queremos ser felices y queremos que todos aquellos que son de nuestra sangre y más lejos también, también lo sean, Señor, vos tenés en tus manos todos los medios para que eso suceda, ven Señor a mi vida, ven Señor, ven Jesús a mi vida, llena mi corazón de tu Gracia Señor, que nuestra vida se transforme en una serie constante de milagros.
Por eso humildemente te decimos Señor: tu eres el alfarero, que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años, más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla... (se dio vuelta la cinta) ..., porque ya la ha roto tantas veces para mejorarla que cada día sea mayor nuestra conversión porque nuestra conversión tiene que continuar todos los días hasta el último día como decía San Francisco, bien.
Ahora con mucha fuerza de parte de cada uno teniendo en cuenta que nos estamos dirigiendo a la Divinidad, decimos así pensando en lo que decimos, pensando con el corazón, decimos: “Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas así como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal, Amén”. Sí Señor, líbranos de todo mal, a nosotros y a nuestra descendencia, a nosotros y a todos los que nos rodean, líbranos Señor de todo mal, aquellos que comparten nuestro trabajo, conviven en nuestra casa, van a los lugares donde nosotros vamos, todas las personas que frecuentamos, todo Señor, que esté bajo tu mirada, tu protección y tu amparo, hoy y siempre Señor.
Ven a nuestro corazón Señor, ven Jesús, ven a sanar todo lo que no está en orden, cada uno piensa en sus enfermedades, ven a sanarnos Señor, ven a sanarnos, puede uno tocarse también y piensen que quien les toca es el mismo Jesús, el Jesús que allá en los tiempos en que Él andaba por Jerusalén llegaba a todos los lugares y decía: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, aquí estamos Señor, somos tus enfermos que necesitamos el agua de vida que nos sane de todo mal Señor.
Sí Jesús, estamos ansiosos de que llegues a nuestra alma y ahora mientras recibimos la bendición escuchamos temas que son referentes a nuestra sanación y a nuestra formación cristiana... (se corta la grabación) ... .