Oración del 03 de Febrero de 2005

Habla Artemio:

Entonces me voy a sentar aquí, no es porque esté cómodo sino porque es el lugar que le gusta al Señor, al lado de la fuente que es el Río de Agua Viva que sale de su Corazón ¿eh?, bueno.

Entonces con toda la fe que tenemos, no importa si es poca o es mucha, no podemos medir nuestra fe, el Señor es el que la mide porque Él la regala entonces Él la mide ¿verdad?, con el fervor que tenemos, poquito o mucho, no importa ¿mmm?, si podemos atender con los ojos abiertos hagámoslo y sino cerrémoslos, entonces cambiamos un poco el tono de voz porque entre amigos, aunque a veces podremos gritarle también, pero conviene tener un lenguaje más armonioso.

Señor Jesús, en este día y todos los días a que alcance esta vida aquí estamos Señor delante tuyo porque, mirá, en la vida no me va nada bien, yo como los compañeros de Emaus Señor nunca tomé conciencia de todo lo que me amaste y me amás y tampoco sabía todo esto de vos y de repente me entero y es cierto, muchas veces tenemos que conocer a algo para amarlo, si no lo conocemos no lo podemos amar. Señor, saber que vos sos mi amigo, mi hermano, mi compañero, mi Padre, me gusta la palabra compañero porque quiere decir de acuerdo a la palabra el que come el mismo pan. Señor, y si yo estoy como estoy y vos sos mi compañero estás comiendo mi mismo pan, y ¿cuál es el pan mío en este momento?, la incertidumbre de la enfermedad, no sé si el médico acierta o no con lo que tengo, no sé si los medicamentos son eficaces o no lo son, no sé nada Señor, voy aquí, voy de allá, todos me venden verdades hechas, pero yo no las quiero Señor, yo quiero que vos me hablés, si vos me tuviste en la mente desde el comienzo de los milenios, un día en la panza de mamá me llamaste por mi nombre entonces quiere decir que vos me amás tanto Señor, porque soy obra tuya, no soy cualquier cosa, soy obra tuya Señor.

Entonces, todo lo que no funcione en mi vida Señor he llegado a una conclusión que es por desorden, de alguna forma hay desorden en mí pero no desorden tal vez por las cosas malas que pude haber hecho, el desorden me lo trae Señor el sentirme culpable, el no haber amado lo suficiente y a vos Señor también nunca te amé o tarde te amé Señor, por qué ¿mmm?. Señor, estoy con la bolsa llena Señor de remordimientos, de culpas, de problemas imaginarios, mira Señor, si volviera a vivir de nuevo tal vez sería más simple Señor y como decía aquella anciana sabia: si empezara de nuevo andaría mas descalza, caminaría sobre el pasto húmedo, comería mas helados y menos carne y porotos, viviría así simplemente como el pasto que crece o la flor que se abre, confiaría más en mis amigos, daría más gracias a Dios por todo lo que me da, pasearía más por los parques, subiría a la calesitas, bajaría y vería que por ahí va la vida verdadera, ya no me haría problemas con cualquier pavada sino cuando realmente tiene sentido hacerse problema, antes no. Y como esa señora también diría: todos los días se puede empezar de nuevo, todos los días se nos da la posibilidad, porque cada vez que el sol sale es como si le dijera a las cosas: háganse de nuevo, no importa la cantidad de años que apilemos, porque el decir muchos años es una tontería, ya que la cantidad de años depende de nosotros, claro, depende de cómo nos organicemos, de acuerdo a como programamos nuestra mente para vivir tanto y que es tan hermosa la vida Señor, que por más que vos me prometas una hermosa eternidad, yo no quiero desprenderme tan fácil de esta vida, porque hay tanto para hacer aquí Señor, ya sé que después vendrá el postre final, pero mientras tanto hay tanto para amar en este mundo que el tiempo se pasa volando, los días no parecen de veinticuatro horas sino un soplo porque esa Señor es la vida del que ama, no le alcanza el tiempo para nada.

Si Jesús, vos has visto como me fui gestando en la panza de mamá, segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora, día a día, semanas, meses y entonces Señor también sabés de todos los problemas de mamá y de papá, problemas que tal vez yo no sé pero ellos sí sabían. Pasa sanando Señor, pasá sanando todo este tiempo que porque no hay tanto uno no puede enumerar pero sí uno ve dolores, ingratitudes, sacrificios, esfuerzos desmedidos, también golpes, también injurias, calumnias, golpes con la lengua y en la panza de mamá Señor yo ya sentía todo eso, pobre mamá, ella vivió como pudo, papá también, pero a veces el vivir como pudo no fue suficiente para que ahora estemos normales.

Entonces, no buscamos culpables, buscamos causas de los problemas, pasá sanando Señor todo este período que es decisivo, lo que pasamos en la panza de mamá y hasta los seis o siete años, ocho o diez, todo lo que se resuelve allí está después resuelto, lo que no se resuelve no lo está, aunque después puede haber muchas cosas más pero distinta es nuestra capacidad para asumirlo. Pasá sanando Señor y en este momento cada uno de nosotros le presenta al Señor los momentos que tal vez los esté, nos esté atormentando porque no han tenido solución, porque me dejaron tal vez con broncas, tal vez me dejaron con resentimiento, con culpas, con desconfianza, todo lo contrario de lo que vos querés Señor.

Por eso, hoy tan esperanzados Señor te digo simplemente Jesús, vos que lo ves todo, que ves incluso antes de que yo naciera, que miras todo mi pasado, todos mis antecesores, sus problemas y sus cosas y de las cuales nosotros recibimos su influencia o su herencia y nuestra descendencia también Señor, humildemente te decimos Jesús en este día y todos los días a que alcance nuestra vida: Jesús de la Misericordia ten compasión de nosotros, es decir Señor sentí lo que sentimos, mirá lo que vemos, amá lo que amamos, estas cosas me pasaron Señor. Por eso yo hago un momento de silencio para que cada uno en su interior podamos decirle al Señor todo lo que nos pasó y que todavía son fantasmas en nuestra vida... (se hace una pausa)..., esto y mucho más Señor forma mi vida. Por eso, aunque no te enumeré todo Jesús, aunque todavía no te dije todo y necesito decírtelo voy a enumerar y voy a anotar Señor todas aquellas cosas que aún me preocupan y me ocupan y que muchas veces son fantasmas en la noche que no me dejan vivir, estoy deseoso de perdonar todo Señor porque el no perdonar me hace resentido y eso no sirve Señor porque me trae problemas en la salud, yo sé Señor que todos los problemas no resueltos van a tomar forma en mi cuerpo como alguna enfermedad, entonces quiero que vos quemes todo con el fuego de tu amor Señor, absolutamente todo, no quiero que dejes nada Señor, todo quemalo, de cualquier forma toda mi bolsa llena te la voy a dejar aquí en la fuente de la Madre porque vos terminarás con todo eso.

Señor, todavía no estoy convencido de que cuando uno da ya no tiene y cuando uno da todas las cosas que le pasaron buenas o malas las ofrece ya no son de uno, siguen estando o siendo de uno cuando nos visitan en la noche, nos asaltan en la noche y uno ve que con ellas no puede convivir, Señor, si vos me creaste Jesús, si vos me diste todo lo mejor, si vos sos mi Padre, mi hermano, mi amigo, mi compañero, mi compinche, todo Señor, aquí te doy todo Señor, mirá, poco o mucho, bueno o malo, aquí está todo lo mío. Señor, quiero organizar mi vida de otra manera, yo quiero tomar conciencia de que soy un proyecto tuyo y que vos me tenés destinado a cosas muy grandes, tal vez eso muy grande sea simplemente amar profundamente a un hijo, tener una profesión honorable, es decir ser honesto hasta en las mas pequeñas cosas.

Señor, yo no te digo que miro las cosas con fe porque es un regalo tuyo la fe y no sé cuanto tengo, tal vez muy poco, tal vez nada, tal vez sea desconfiado, tal vez sea, que se yo, Señor pero si vos querés podés solucionar todo, yo escucho muy atento tu mensaje cuando decís que no traés la gente a este lugar para que se vaya como vino y en este lugar no solamente está tu voz Señor también está ese coro de ángeles que oímos ahí afuera, que son criaturas que creemos inferiores pero de alguna forma Señor te están alabando, esos animalitos te están alabando Señor... (se dio vuelta la cinta) ..., vení Señor a nuestro corazón, quiero que entres a el y permanezcas, quiero que vivas en mí Señor, quiero mirar por tus ojos, tocar con tus manos, hablar con tu voz, caminar con tus pies, porque te amo Señor, porque te amo.

Por eso Jesús, mirá toda mi realidad, triste o no tanto, mirala toda Señor y pasá sanándola, porque yo te amo Señor, poquito, chiquito, lo mío es tan poquito pero te quiero con toda mi alma Jesús, cada día al conocerte más te amo más Señor, cada día cuando voy descubriendo tu amor hasta en esas criaturas que están, pareciera haciendo ruido, uno comprende que ese es el camino Señor, no hay otro que sea verdadero, todos los demás caminos en nuestra vida, todas las cosas que hagamos Señor, todo lo que proyectemos y realicemos son un desprendimiento Señor de tu verdad, porque caminos a tu luz, en tu camino, porque nos dijiste vos que eras “el camino, la verdad y la vida y quien caminaba a tu Luz no andaba en tinieblas Señor”.

Por eso, en la noche mas cerrada como los Discípulos de Eamus de repente Señor me doy cuenta que estás allí a través de los milenios amándome siempre y entonces te digo: vení Señor en este día, vení Jesús, quedate conmigo, quedate con nosotros porque ya es tarde y la noche está cargada de peligros, Señor, hacé lo que hiciste en el camino de Emaus, entrá a quedarte con nosotros, ya sé que no te conocemos muy bien, ya sé que no te amamos como vos deberías que te amáramos pero no importa, no importa Señor porque vos lo entendés todo, lo comprendes todo, lo amás todo, lo perdonás todo, yo tengo que abrazarte Señor en este día y el resto no tiene que importarme porque el resto está en tus manos, el mañana es tuyo Señor porque vos decís que a cada día le basta su propio afán, el mañana está en tus manos Señor y yo sé que si estoy en tus brazos vos lo vas a organizar muy bien, porque soy un ser libre pero yo puedo rendir esa libertad y decir: hacé conmigo lo que vos querés Señor porque he descubierto que solamente en tus manos y en tus brazos se puede ser feliz, no en otro lado. Vista así las cosas Señor qué puedo pensar de la enfermedad que hay en mi cuerpo o las enfermedades, si vos me nutrís podes cambiar todo por la salud, es cuestión que te deje entrar Señor, porque a pesar de que parece que tenemos buena voluntad vos por ahí decís: “y el Hijo del hombre por las noches no tiene dónde reclinar la cabeza”, porque aparentamos ser generosos y amables pero el corazón lo tenemos cerrado todavía. Señor, yo sé que mi corazón solamente tiene manija desde adentro y yo tengo que abrirlo pero vos dame la fuerza Señor para abrirlo, dame la fuerza Señor si vos lo sabés todo, lo conocés todo, lo amás todo, lo perdonás todo Señor. Quiero fundirme con vos Señor, quiero no darme cuenta donde terminás vos y dónde comienzo yo porque es lo único Señor que puede librarme de mí mismo y de todo lo que nos pasa en esta vida tan llena de problemas y llena de cosas terribles.

Señor, desde lo más profundo de mi corazón te digo: Jesús de la Misericordia ten compasión de mí, Señor de la Misericordia ten compasión de mí, quiero Señor que vengas a habitar en mi vida, quiero que me alcances tu mano cada mañana cuando me despierto y quiero también que le digas a tu Mamá que me de su mano, porque este mundo es tan difícil Señor que solamente si vos me llevás de tu mano y tu Mamá también toda mi vida se transforma, ¿miedo a quién podré tenerle todavía?, a nadie, ¿de qué cosas pueden quitarme la paz o la esperanza?, nada, pero ayudame Señor a crecer todos los días un poquito más, cada día quiero convertirme más, quiero ponerme más en tu camino Señor, porque veo que es el único Señor, no hay otro, no existe otro.

Pasa sanando Jesús, pasa sanando, pasa sanando Señor. El Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea...

Se corta la grabación................