Mensaje del 02 de Febrero de 2005

Habla Artemio:

Este momento tan especial donde ¿mmm? yo no me siento en este lugar porque sea cómodo, me siento aquí porque el Señor quiere que me siente en este lugar ¿eh?.

Si podemos sin cerrar los ojos y sino los cerramos para concentrarnos mejor pero cada uno puede hacer lo que quiera ¿mmm?, y humildemente con toda nuestra fe, con todo nuestro fervor, con las palabras propias de un hijo para con su padre, con su amigo, con su hermano, con su compañero ¿eh? le decimos al Señor: mirá Jesús, esta es mi vida, aquí están todas mis cosas, así me fue en la vida Señor, nací en un lugar y en un tiempo, en una familia que tenía tales características, es decir era de una forma ¿mmm? entonces de acuerdo a como hemos vivido ¿mmm? tenemos en nuestro cuerpo y en nuestra alma un montón de heridas o cicatrices, las heridas Señor cerralas y las cicatrices borralas porque estamos cansados Jesús de convivir con los fantasmas que vienen del pasado, fantasmas que no me amaron lo suficiente, que no se dedicaron lo que correspondía a mi, que no me trataron bien, tantas cosas Señor hay en mi vida que al acordarme de ella me da mucho dolor y personalmente veo en este día aquí adentro hay mucho dolor, se ve en el rostro de ustedes y en vuestro cuerpo todo el sufrimiento que traen, por eso lo primero que hicimos fue pedirle a la Madre, a la Virgen, que hiciese descender sobre todos los méritos de la pasión de su Hijo para que fuera normalizando nuestra vida, porque eso es lo que tenemos que buscar, que el Señor nos haga normales, en el sentido de que el ser humano no tiene por qué sufrir tanto, no tiene por qué dolerle tanto las cosas, no tiene por qué luchar tan a brazo partido como lo hace siempre ¿mmm?.

Entonces, qué importante es pensar que en la vida va a seguir yéndonos de una manera pero si estamos con el Señor ¿mmm? estamos tan protegidos y confiamos tanto en Él que sabemos que todas las cosas que se nos aparecen van a ser solucionadas, pueden ser solucionadas porque el Señor está con nosotros, tanto las cosas materiales como las espirituales, todo, no quiere decir que después vivamos como los angelitos, no, la vida es dura para todos pero si estamos tomados de la mano del Señor sabemos ¿mmm? que todo lo vamos a poder solucionar, bien.

Entonces, atendiendo lo que uno ve en cada uno de ustedes hay una tremenda necesidad de pedirle a Jesús que pase sanando toda la herencia que hay corriendo por vuestras venas y en vuestra mente, es decir todos los problemas que uno tiene por herencia, porque así como uno hereda el color de los ojos, el cabello o la forma de caminar o la estatura o lo que sea, también se heredan las enfermedades o todos los problemas que tuvieron nuestros padres o nuestros antepasados, los que vivieron antes y también se heredan las injusticias que ellos cometieron, las cosas malas que hicieron. Entonces, Señor, pasa sanando todos los que vivieron antes que yo, mis padres y mis antepasados para que yo no tenga que heredar ningún problema físico, ni psíquico, ni espiritual, ni cultural, ni racial, entonces mirá Señor con generosidad todo el pasado y pasá sanando Señor, pasá sanando, no hay otra forma de sanarse de algunas enfermedades si no es a través de la sanación de la herencia, porque lo que heredamos ¿mmm? se mantiene en nuestro cuerpo y no se sana uno ¿mmm?, solamente Jesús puede sanarnos. Tengan en cuenta esto muy especialmente, de todo, pero especialmente de lo que heredamos y casi todo lo heredamos y por supuesto queremos también que toda nuestra descendencia se vea libre de las cosas que vienen desde atrás, ¿por qué ellos tienen que pagar las culpas nuestras o de los antepasados?. Bien Jesús, vos has pasado sanando nuestra herencia, has pasado sanando todo lo que nos ocurrió a través del tiempo y ¿qué nos ocurrió a través del tiempo?, bueno, nosotros amamos a nuestros padres pero a veces no fueron tan buenos con nosotros, o bien nos golpearon demasiado, o bien fueron injustos, reconozcamos las cosas buenas pero también busquemos las cosas que uno sufrió porque en esas cosas que uno sufrió muchas veces están los grandes dramas que ocurren en este momento. Una señora chilena tenía una enfermedad que se llama esclerosis múltiple ¿verdad?, ya hacía tantos años, ¿cuál era el origen de esa esclerosis múltiple?, el origen era que su mamá la había golpeado muchas veces con un látigo de cadena, la cadena era finita pero lo suficientemente cadena como para hacer mucho daño ¿mmm?, entonces, echa la liberación de ese pasado la esclerosis empezó a desaparecer de su cuerpo, pero todo lo que nos pasó a lo largo de los años, incluso dentro de la panza de mamá va a verse a lo largo de nuestra vida, sí o sí, no tenemos escapatoria, antes o después va a verse, ya sea el cáncer, ya sea la ceguera o problemas en la vista, ya sea la diabetes, ya sea lo que se les ocurra ¿mmm?, todo.

Entonces, seamos conscientes, ofrezcámosle al Señor todo nuestro ser, nuestra vida, nuestro pasado, de nuestros padres y de todos, ellos pobre hicieron lo que podían pero a veces lo que podían, no nos sirvió a nosotros porque tal vez su forma de ser no era tan generosa ¿no?. Entonces, en base a eso ¿mmm?, en base a eso tengamos presente de ofrecerle al Señor todo nuestro pasado para que Él lo queme con el fuego de su amor, no olviden nunca que aquí desde hace diez años el Señor de la Misericordia se manifiesta y da sus Mensajes y que lo principal de sus Mensajes apuntan ¿a qué?, a decirnos que Él nos ama, que Él nos perdona, que Él está siempre dispuesto a darnos todo lo mejor y a hacer que nunca ninguno de nosotros se pierda, que todo se salve dice, las cosas y los hombres ¿eh?. Dentro de todo eso rescatemos lo que es que el Señor perdone todas las cosas que hicimos, todos los defectos que tuvimos y tenemos, todo lo que nos pasó y nos pasa, el Señor pasa perdonando todo, pasa perdonando todo, pero al mismo tiempo nos pide que le ofrezcamos todos nuestros dolores para que de esa manera ¿mmm? Él pueda quemarlo con el fuego de su amor ¿verdad?, bien.

Señor, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida te pedimos Señor que pases sanando, no solamente nuestros problemas, nuestras enfermedades, todo lo que nos ocurre sino también todo lo que les pasa a las personas que nosotros amamos, nuestros familiares, parientes, amigos, aquellos que nos encomendaron que rezáramos por ellos, a todos, pensemos que tenemos un montón de obligaciones de amor con tantas personas ¿verdad?, bien, en base a eso pensemos seriamente hasta que punto nuestra vida tiene sentido en la medida en que nos acordemos de los demás, somos en la medida que somos para los otros, siempre, somos en la medida en que somos para los demás, cuando uno dice que amar a los otros es cambiar de lugar el alma, está diciendo ¿eh? que uno deja de pensar bastante en uno para pensar en los otros ¿mmm?. Así es Señor, si yo no sé pensar en los otros Jesús enseñame, si yo soy duro con mis hermanos y mis semejantes enseñame Señor, estoy ansioso por aprender porque si nunca me lo enseñaron a veces hay cosas fundamentales en la vida que no hago Jesús entonces tendrás que enseñarme Señor.

Dale Jesús enseñame cómo debo vivir para ser feliz ¿mmm?, enseñame Señor cómo tengo que limpiar todo mi pasado para que vos puedas sanarme este momento presente, porque si yo no logro limpiar mi pasado no puedo sanarme ahora, la enfermedad que estoy sufriendo se enraiza, tiene allá en el fondo sus raíces en nuestro pasado, siempre, siempre ¿eh? y de acuerdo a cómo vivimos o nos hicieron vivir los demás así es nuestra vida actual, no hace falta decirlo, los rostros muestran todas las cicatrices del pasado de cada uno de nosotros, por eso a los hombres podemos a veces distraerlos de nuestras cosas pero al Señor no, al Señor no, Él lo sabe todo, pero Él no está buscándonos para castigarnos ni mucho menos, no está buscándonos por eso, Él nos busca para amarnos porque todas las cosas que no hicimos bien Él ya las perdonó, ya las perdonó, siempre.

Pasa sanando Jesús, pasa sanando, pasa sanando Jesús.

Dice Jesús:

Sí Mis queridos, todo, todo vuestro pasado lo estoy mirando con mucho dolor y me preocupa profundamente. Yo soy el Señor de la Misericordia, que toma la voz de este hijo Mío que se llama Artemio para decirles estas palabras: todas vuestras penas, vuestros dolores, vuestras angustias, todo lo que les pasó y les pasa se solucionan en un instante porque Yo oigo con atención que me dicen: Jesús de la Misericordia ten compasión de mí, diciéndome de esa forma ¿quien podría dejar de oírlos?, ¿quién podría no pensar en ustedes?, ¿quién podría no amarlos?, si los amé desde siempre, desde el comienzo de los tiempos y los sigo amando a cada momento, entonces entréguenme vuestro corazón, sáquenle todo esa envoltura que tiene, se acuerdan cuando hace un tiempo les hablé que a veces somos como un repollo que tiene su corazón pero está tan envuelto con los problemas de la vida y las cosas que no son tan buenas que a veces nos impiden ver la luz.

Por eso, piensen en el ojo del repollo y todas las envolturas que tiene, no sea cosa que a los seres humanos les pase como al repollo que no puede sacar de su interior lo que quiere porque está tan envuelto y a veces las personas están envueltas de egoísmo, están envueltas de soberbia, de autosuficiencia, de creer que todo lo pueden, que todo lo saben, humildemente les digo: “soy el camino, la verdad y la vida; soy la Luz que rompe las tinieblas; soy el pan bajado del Cielo”, y me manifiesto en ustedes dándome y dándoles de comer Mi cuerpo en la Misa de todos los días donde se renueva el sacrifico de la cruz: “quien come Mi cuerpo y bebe Mi sangre no morirá”, atiendan Mis mandamientos, atiendan lo que les dije cuando expresé: “les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado”, si no se aman unos a otros Mis queridos, vuestros sentimientos los devorará, entréguenme vuestras culpas, denme Mis dolores porque los dolores de ustedes antes de ser de ustedes son Mis dolores, porque Yo los quiero buenos, santos y me duele tremendamente cuando ustedes tienen un camino que no es el adecuado ¿mmm?.

Ofrézcanme todo, dejen aquí en esta fuente que la Madre hizo construir, dejen todas las cosas malas que les pasó en la vida, todos los dolores que tienen, las enfermedades que en este momento andan rondando por vuestro cuerpo y les trae tanto dolor, déjenme todo aquí que Yo quiero sanarlo con Mi amor, Yo los comprendo, Yo no les culpo porque Yo no estoy para culpar sino estoy para perdonar, Yo no estoy para otra cosa que para amar, por eso no me den vuelta el rostro, ábranme vuestro corazón, ábranme el corazón porque yo quiero habitar en él y quiero llevar también a Mi Madre para que viva siempre junto a vos en tu corazón.

Abrí tu corazón, te parece que a lo mejor lo has abierto pero cuantas veces Yo pienso que todos tienen donde estar y Yo no tengo dónde reclinar la cabeza, porque la dureza del corazón de los hombres no me deja entrar y Yo quiero vivir dentro tuyo, quiero ser parte de vos, quiero correr en tu sangre y llegar a todos los lugares de tu organismo para llevar la sanación y la vida, pero la vida no pobremente, la vida en abundancia quiero darte, a vos y a todos los que amás, el Señor te ofrece todo, no lo desaproveches, decime un sí con todo tu corazón y toda tu buena voluntad, Yo me apoderaré de tu corazón, lo transformaré, le daré la vida que necesita y llevaré a cada parte de tu organismo todo lo que está bien para ordenar lo desordenado, sanar lo enfermo, curar lo que está perdido, proteger lo que está sano y abrir un camino de sol y de felicidad y de abundancia para todo lo tuyo.

Tené en cuenta que si pensás en el Señor Yo te daré el resto por añadidura, todo, solo necesito que abras tu corazón y me dejes entrar. Que hermoso serán tus días que vendrán, que hermosa será tu vida si Yo puedo estar en vos, quiero mirar por tus ojos, tocar con tus manos, quiero caminar con tus pies, sentir la salud con tu cuerpo y vivir unido eternamente a vos porque sos Mi hijo y te amo, te amo con todas las fuerzas de Mi Corazón, te amo Mi querido, te amé siempre y no te pido nada, porque todo te lo doy a cambio de nada pero confiá en que puedo darte y aunque no confíes estás aquí y tu presencia me está diciendo de alguna manera: confío en vos Señor, confío en vos, me fío de vos Señor, tengo así la seguridad que nunca me vas a abandonar y aunque a veces parezca por diversas circunstancias de la vida que las cosas no van como debieran ir pero tengo que pensar: el Señor es mi Rey, es mi dueño, es el que me ama entonces no puedo dudar de su bondad, no puedo dudar de su Misericordia, piénsenlo Mis queridos.

Además, como les digo siempre también hoy, díganle a los demás: he escuchado al Señor de la Misericordia que me ha pedido entrar en mi corazón para quedarse para siempre, díganselo adonde van, porque de esa forma van a extender Mi palabra y van a contribuir a que el dolor en el mundo sea cada vez menos hasta que desaparezca, si todo lo puedo, si Mi Misericordia es el amor obrando que todo lo remedia, que todo lo sana, que todo lo corrige, que todo lo ama, ¿por qué tienen temor en confiar en Mí?, Yo ni les castigo ni les pongo pruebas, al contrario, siempre trato de que ustedes usen vuestra libertad para hacer las cosas lo mejor posible, quiero amarlos, quiero amarlos profundamente, déjense amar por Mí, déjense amar por mí, Yo los he creado a Mi imagen y semejanza, Yo les di la vida, Yo les llamé por vuestro nombre, Yo les di todo lo mejor, déjenme entrar en vuestro corazón, quiero permanecer en él para siempre, no quiero que pienses que hago esto para pedirte algo, no, el amor completo es desinteresado, todo lo da, nada lo espera, todo lo construye, nada lo altera, todo lo soluciona, nunca problematiza las cosas sino las simplifica y las hace accesibles y buenas para todos.

Déjense amar por Mi Madre, déjense amar por Mí, quiero transformar vuestras vidas, quiero que vuestros ojos estén limpios y puros para que así puedan entrar los rostros de vuestros hermanos, déjenme amarlos, Yo quiero amarlos hoy y siempre, en este día y todos los días a que alcance vuestra vida, ustedes me pertenecen y Yo les estoy preparando una Gloria pero antes quiero que sean felices en la Tierra, quiero que sean felices.

Tengan confianza, todo mal desaparece con Mi presencia, toda oscuridad se rompe con Mi Luz, todo silencio se llena de voces con Mi palabra de amor, te amo hijo Mío, dejame vivir en vos para siempre, quiero correr por tu sangre, mirar por tus ojos, tocar con tus manos, andar con tus pies, quiero amarte hoy y siempre Mi querido, te lo digo todo a través de este hijo Mío que me presta su voz para anunciarte todas estas cosas, escuchame, no me dejes acá, ya va a llegar la noche y no hagas que diga que Mi cabeza no sabe dónde reclinarse, ya llega la noche y Yo necesito entrar en vos porque quiero amarte para siempre.

Dejame entrar, toda la Luz te llenará, todo el amor rebozará, toda la bondad será tuya y si antes recibías diez con lo que hacías, con Mi fuerza y Mi poder recibirás millones porque así es Mi amor de generoso y así es Mi presencia de fecunda, quiero habitar en vos, quiero estar en vos, dejame entrar a tu corazón, no me cierres tu corazón, dejá de lado todas las cosas tuyas, no pensés en nada, dejame entrar, dale.

Amén.

Habla Artemio:

Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está... (se corta la grabación) ... .