Oración del 29 de Enero de 2005

Habla Artemio:

Señor Jesús, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida te decimos Señor humildemente, recordando cuando vos andabas por esas calles que transitabas en el mundo en que viviste y llegabas a cualquier lugar diciendo: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?” y yo le respondo a Jesús: aquí estamos los enfermos Señor que vos venís a sanar, antes de eso Jesús cuando los Discípulos preguntan: “Maestro, cuando estemos en tierras lejanas ¿cómo nos van a conocer que somos cristianos?, entonces Él les responde: y porque se aman”, y después agrega: “sanan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos” ¿mmm?, bueno.

Entonces Señor, yo no sé qué planes tendrás con nosotros Señor si nosotros estamos dentro de tu proyecto, no sabemos si nuestra vida terminará en este momento, mañana, pasado, dentro de un mes o durará cien años todavía, no lo sabemos o más, lo fundamental es que la sanación que nosotros recibimos no es solamente para sanarnos de nuestras enfermedades, entendámoslo bien eso porque algunos llegan a este lugar pensando que todo está resuelto, lo que está resuelto es que uno invoca al Señor pero ¿verdad?, también tiene que poner de su parte lo que es necesario porque yo puedo decir: Señor, saname y yo por mi parte quiero seguir viviendo para morirme entonces por más que le diga al Señor Él no va a hacer nada por mí, no puede hacerlo porque Él respeta mi libertad y sabe que uno es libre ¿mmm?, entonces... (se dio vuelta la cinta) ..., del Sacerdote, nos habla a través de los amigos, de los familiares y de todo, Jesús nos habla a través de las personas, entonces valoremos las palabras de las personas, pero con la suficiente claridad mental para darnos cuenta cómo nos atienden las personas porque nadie es, nadie está en la oscuridad como para no darse cuenta cuando un médico lo está engañando para sacarle dinero pero esa es otra historia que no vamos aquí a ver, bien.

Entonces, todos nosotros en este momento le decimos a Jesús que pase sanando toda nuestra vida, desde la cero hora hasta este día y en adelante, que el Señor, que el Señor nos de todo lo que necesitamos para vivir de acuerdo a sus mandamientos, sobre todo el mandamiento que nos dice: “ámense unos a otros como Yo los he amado”, bien. Entonces Jesús pasa sanando Señor toda nuestra vida pero comenzando mucho antes Señor de nuestro nacimiento y del momento en que hemos sido engendrados por papá y mamá, mucho antes, mira todos los antepasados de cada uno, para que todas aquellas cosas que heredamos de ellos, nosotros y todos los que amamos, queden a partir de este momento sanadas, es decir que si alguien tiene la herencia de enfermarse del corazón, o del cáncer, o de la diabetes o de lo que sea, si el Señor pasa sanando nuestra herencia entonces es como si empezáramos de nuevo ¿mmm?, bien.

Cuando yo paso entre las personas haciendo las sanaciones Jesús en cada caso me va indicando porque el Señor me lo dice a mí y se lo dice a cada uno de ustedes: “necesito tus manos, tus ojos, tu mente, tu cuerpo, para hacer bien a los demás”, entonces por ejemplo, cuando uno pasa sanando a veces si es necesario el Señor le hace tocar ciertas partes del cuerpo como para decir con mas claridad: tenemos cuidado con esto ¿mmm?, y en todos los órdenes, por ejemplo, si nosotros heredamos cualquier cosa que no es buena como a todos nos pasa, hay en la base del cerebro una pequeña glandulita que se llama hipófisis y que todo nuestro cuerpo funciona en base a esa. ¿Qué podemos hacer con ella?, pedirle al Señor que así como se incluye un nuevo programa en la computadora, así también entre en nuestra hipófisis un nuevo plan de vida donde las enfermedades ya no cuentan ¿mmm?, por eso algunas personas después de la sanación se sienten con una tremenda ganas de dormir, otros no, están mas avispados, otros sienten sensaciones extrañas, es toda un consecuencia de lo que Jesús está obrando en nosotros ¿verdad?, Jesús está obrando en nosotros para que estemos bien o si ya tenemos muy cerca la vida que termina, como el otro día que vino alguien aquí y al poco tiempo, al mes, tuvo un problema de salud y se murió, una persona ya muy anciana y entonces la persona decía: ¿cómo puede ser si yo fui a ese lugar?, pero eso es considerar la muerte como algo malo, yo como cada uno de ustedes debe colocarse en manos del Señor y pensar: Él hace su voluntad, siempre hace su voluntad ¿eh?. Por eso seamos humildes, seamos sencillos, no seamos agresivos con el Señor, sí decirle fuerte: Señor, saname de estas cosas que padezco, pero no por eso decir: si no me sanás te doy vuelta la cara, hay mucha gente que hace eso, mientras todo va bien todo está magnífico, cuando aparece alguna contra ya duda de la bondad del Señor y eso tenemos que buscarlo en nuestra educación de niños porque cuando no hemos tenido el cariño suficiente de la cero hora hasta los tres años por lo menos, uno va creciendo dentro de la inseguridad total y la falta de confianza, entonces cuando uno ya adulto o no tanto desconfía del Señor es porque cuando éramos niñitos o en la panza de mamá no nos dieron todo el amor que correspondía ¿mmm?.
Muchos piensan por ejemplo que amar a los demás es darle todo, sí, es darle todo lo que corresponde ¿no es cierto?, porque el exceso de amor también es un obstáculo, sobre todo cuando sobreprotege pero el amor que no sobreprotege ¿verdad? y que es muy intenso sobre el ser humano tiene que dar necesariamente sus resultados, un ser humano adulto sano, feliz, sin problemas.

Por eso, digámosle a Jesús que pase sanando toda esa etapa de niño, todas las etapas de nuestra vida para que no tengamos que sufrir ahora las cosas que nos ocurrieron hace tanto pero es así, entonces pidámosle al Señor que pase sanando todas las etapas de nuestra vida, donde no hemos recibido las cosas, no hemos recibido las cosas que debíamos haber recibido. Un niño sin amor pero un amor de veras, no ese amor de regalar chocolatines o chupa chupa, un amor profundo que implica saber que el niño es una creación del Señor además de nosotros ¿eh? y por supuesto que allí está también el templo del Señor y ese ser creado por Dios a imagen y semejanza, entonces no podemos jugar con la educación de los niños, incluso buscar todas las formas para poder educarlos sin golpes, sin amenazas, sin todo, porque aquellos padres que golpean a sus niños para que obedezcan han fallado siempre, no saben ser padres, tienen que aprender, porque a un hijo no se lo debe golpear nunca, siempre un golpe trae como consecuencias cosas malas, si nosotros sabemos tratar, no solo los niños sino la mujer embarazada, no tiene por qué un ser humano ser dañino ni malo, yo cuando veo a los niños siempre veo reflejado los defectos de los padres ¿mmm?, siempre, no hay vuelta de hoja, sí, a veces hay situaciones en que se van de las manos pero tenemos que pensar que nuestros hijos son un claro reflejo de lo que le hemos enseñado y lo que han respirado, cómo podemos nosotros por ejemplo, cómo podemos nosotros pedirle a un niño que esté ordenado cuando él vio que papá le pegaba a mamá por ejemplo, o le gritaba o le tiraba cosas o le hacía daño, por ejemplo ¿no?. Entonces, los niños son la suma de nosotros, los adultos y así será en el futuro, para bien o para mal, siempre, siempre.

Entonces, todo nuestro pasado, porque en la vida nos fue de una manera, a veces bien, a veces mal, a veces de cualquier forma, a todos nos tocó un padre y una madre, nacimos en un hogar, en un tiempo y cada uno tuvo el padre que tuvo y la madre también y entonces cada uno hizo lo que pudo, cada uno se esforzó de acuerdo a lo que creía que tenía que esforzarse y amar en base a lo que recibió, si un niño no fue amado de niño cuando sea adulto es un padre que no tiene cariño por sus hijos entonces tendrá que aprender a amar a sus hijos, porque eso es matemático, cuando un padre no ama a sus hijos uno enseguida piensa: de pequeños no fueron amados entonces uno no da lo que no tiene, esto tiene que quedar claro ¿mmm?.

Entonces, en todo ese ir y venir de nuestra vida: ¿qué papel ocupó Jesús?, ¿se nos formó dentro de lo que el Señor quiere?, delante de un hijo: ¿se lo miró o se lo mira realmente como imagen de Dios y creado a su imagen y semejanza?, ¿o un hijo es fruto de una noche nada más que de fiesta?, no, cuando las cosas son así después los padres ven las consecuencias en la vida y dicen: ¿qué hice yo para merecer esto?, y la verdad que algo hizo para merecer eso porque cuado se siembran semillas de tomates no se cosechan berenjenas que yo sepa, si uno siembra esto cosecha esto y siembra esto otro cosecha esto otro. Entonces, seamos honestos con nosotros mismos, no echemos las culpas a los otros ni a nosotros porque el Señor nos perdona pero si nosotros hacemos algo malo remediémoslo. Si nuestra lengua es tan filosa que tiene a mal traer a todos los que pasan debajo de nuestra mirada habrá que cuidarla y cuidar nuestros pensamientos para no pensar mal de nadie, ¿con qué derecho pensamos mal de los demás?, y más aún ¿con qué derecho hablamos mal de las personas?, si nadie sabe ni lo que tiene dentro de sí como va a saber lo que tienen los otros, fíjense, gracias al Señor tengo acceso yo al Purgatorio donde están las almas esperando para llegar a la Luz y ¿qué es lo que veo?, bueno muchas cosas pero entre otras especialmente la gente de lengua larga, que está padeciendo allí, porque la lengua cuando es larga y habla demás ¿verdad? es o tiene el efecto superior a un arma porque un arma sabemos si un cuchillo entra bueno nos hiere, si nos toma un balazo también nos deja tal vez muertos, pero uno no sabe que a veces con la lengua le quita el buen nombre y el honor a las personas. A veces vos le decís a uno: sí, pero lo que yo digo es la verdad, pero hay formas incluso de decir la verdad, y por otra parte, quiénes somos nosotros para decir las verdades de los otros si no conocemos las nuestras. Es muy feo eso de querer ordenar la casa de los demás sin ordenar la propia, ustedes dirán: ¿cómo es que dice todo esto?, y muy simple, porque si no ordenamos nuestra vida, la vida que vivimos a través del tiempo, si no ponemos las cuentas al día, no de las cosas malas que hicimos sino de todas aquellas cosas que sufrimos en la vida, porque nosotros somos un montón de moretones, un montón de heridas, entonces ¿qué ocurre?, ocurre que habrá que buscar en nuestra vida las causas de nuestros problemas, ¿siempre?, siempre o casi siempre, en nosotros o en aquellos que nos trajeron al mundo; ustedes dirán: pero ¿cómo?, y sí, Jesús dice: si se hiciera la sanación de la herencia no nacerían niños dawn por ejemplo, si se tuvieran todos los recaudos con la persona para sanar todas las etapas de la vida no aparecerían enfermedades, pero nosotros no parecemos hijos del Señor porque cuando tenemos algún problema a quien vamos primero es del médico, está bien, yo no digo que esté mal, porque si nos dio un infarto tenemos que ir volando del médico pero ante todos los problemas de la vida ¿vamos delante del Sagrario en cualquier Iglesia, a hablarle al Señor sobre nuestros problemas y sobre lo que nos pasa?, no, vamos de aquél que nos da unas pastillitas y nos dice: todo está bien, todo solucionado, sí, a veces es necesario, pero hay que pensar también hasta qué punto nosotros ¿verdad? nos olvidamos del Señor, si uno sabe que Jesús lo ha creado como un padre, un amigo, un hermano, un compañero entonces habrá que acercarse a Él y decirle: Señor ¿qué me está pasando?, ¿qué me está pasando Señor que mi vida no es lo que yo creía ni las cosas van como yo pensaba?.

Por eso Señor en este día y todos los días a que alcance nuestra vida humildemente te decimos ante tu pregunta fuerte Señor: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, nosotros respondemos: aquí estamos Señor los enfermos que viniste a sanar, aquí están Señor, aquí estamos, no solo nosotros sino aquellos que amamos y no están aquí y después entregarnos en las manos del Señor porque sus tiempos no son los nuestros, Santa Mónica oró diecisiete años para lograr la conversión del que fue después San Agustín ¿verdad?, diecisiete años, lo logró y él después fue doctor de la Iglesia, un Santo de la Iglesia, y por supuesto que el Señor usó todo lo que había aprendido en la vida para otras cosas muy buenas pero la constancia y la paciencia de Santa Mónica fue muy importante, si Santa Mónica con todas sus virtudes tuvo que esperar un tiempo para que su hijo se convirtiera, bueno, nosotros también tenemos que entrar dentro de la dimensión del tiempo del Señor y cómo hacemos las cosas ¿eh?.

Pasa sanando Jesús, pasa sanando todas las etapas de mi vida, para que todas aquellas heridas que fui recibiendo a lo largo del tiempo vos Señor las sanes para que cicatricen y después borrá las cicatrices Señor, necesitamos Señor tanto de tu Misericordia que llegue a nuestra vida y la transforme. Señor, no podemos pedirte nada si no nos acordamos de todas tus palabras, necesito tus manos, tus pies, tu cuerpo, tus ojos para llevar el bien a los demás y nosotros pedimos solamente: pasa sanando Señor y danos un razonamiento lúcido, claro, para no equivocarnos en nuestras cosas Señor, danos humildad Jesús para reconocer aquellas cosas que hay en el pasado y que no son buenas para nosotros, no estoy hablando de pecados, estoy hablando de las injusticias que hemos pasado en manos de otras personas, teniendo en cuenta que las cosas malas el Señor ya las perdonó y Él perdona todo, porque Él nos comprende, él sabe por qué a veces hacemos las cosas mal, lo sabe muy bien.

Entonces, Jesús, vení a mi vida Señor, entrá en mi corazón Jesús, en este día y todos los días a que alcance mi vida, quiero vivir siempre Señor bajo tu amparo, quiero ser guiado siempre Señor por tu Luz, quiero que me digas siempre si las cosas que hago son buenas o son malas y me enseñes Señor a hacer las cosas buenas. Ven Señor Jesús, entra en mi alma, entra en mi corazón y transforma todo mi ser Señor y no solo mi ser sino los de mis familiares, amigos, parientes y todos los que amo, vos Señor no le negás nada a nadie, al contrario, nos decís que pidamos y nos vas a dar pero ¿en qué forma te pedimos Señor?, ¿en qué forma nos metemos en tu proyecto Señor?, ¿hasta que punto somos lo suficiente humildes, desprovistos de orgullo y de soberbia como para abrir nuestro corazón y recibirte en él Señor?, todo después es muy simple, confiando plenamente en vos Señor todo lo que uno te pida se alcanza, ¿todo?, sí, todo, absolutamente todo. Pero no olvidemos también que todos los años que pasamos malos o enfermos o sufriendo toda clase de injusticias o problemas o lo que sea, tenemos que ofrecérselo a Él, porque sino son como fantasmas que rondan por nuestra vida como a veces leo en los libros donde dejan escrito todos los pedidos al Señor, cuántas vidas hay llenas de fantasmas; es decir de problemas del pasado que no se pueden solucionar, no haber amado lo suficiente o que no nos hayan amado lo suficiente, haber herido a alguien o que nos hayan herido ¿verdad?, en todo por supuesto siempre, en todo por supuesto tenemos que pensar en que debemos dejarle a nuestro Señor la bolsa de nuestros problemas que llevamos al hombro aquí, en este lugar, Él prometió: todo el que viene aquí ya no se va como vino pero si uno vino como quien viene a espiar ¿no? evidentemente que no recibe sus beneficios, tenemos que ser buenos, humildes, simples, sencillos, hablémosle al Señor con el corazón y Él no va a negar su ayuda, Él es la Misericordia, Él es el amor obrando, no, no pensemos que Él nos niega algo, Él no nos niega nada pero nosotros tenemos que hacer de nuestra parte ¿mmm? de lo que nos corresponde hacer, llegar hasta nuestros problemas y ayudar a sacarlos del lugar, incluso decir: Señor, no puedo dejar de odiar, ayudame por que no quiero odiar, Señor ayudame a perdonar porque no me es fácil perdonar las cosas que me hicieron, ayudame a perdonar Señor porque si no perdono, si no perdono ese perdón reprimido va a aparecer en la forma de alguna enfermedad, lo veo todos los días eso, no todas las enfermedades como les dije las origina uno, a veces vienen del pasado y uno las recibe por herencia ¿mmm?, herencia física o también herencia espiritual ¿mmm?. Si uno tuvo un padre, un abuelo que las hizo a todas habrá que cortar eso porque sino uno tiene que pagar las consecuencias, como dijimos al comienzo, todo tiene una compensación, no podemos ser tan malditos y esperar que todo nos vaya de diez ¿verdad?.

Entonces, aquél mensaje del Señor: “ámense unos a otros como Yo los he amado”, resuena a lo largo de los siglos y del tiempo y es tan actual hoy como siempre y si no lo hacemos, si no lo hacemos no tenemos cara para pedir nada porque si uno quiere dormir se pone en la actitud de dormir, si uno tiene los ojos abiertos seguramente no se duerme, ahora si uno se acucha ahí se duerme, así nos pasa a nosotros, si uno se pone en la actitud de la persona que quiere hacer las cosas bien termina haciéndolas, eso es muy importante tenerlo en cuenta, tenemos que desear ser Santos, buenos, amables, generosos, cordiales y serlo con los demás, ponernos a prueba, nosotros mismos porque el Señor no nos pone pruebas, ponernos a prueba a ver si soy capaz ante un insulto de conservar la serenidad, a ver si soy capaz de saludar a pesar de que no me saluda, aunque a veces es necesario para que los demás sepan de que han hecho cosas que no debían ¿verdad? pero hay que ponerse a prueba hasta que punto uno puede cambiar muchos hábitos que eran malos en nuestra vida ¿mmm?, como alguien me decía una vez que golpeaba a su señora: bueno dice, todos los días la voy a golpear un poco menos hasta que se me pase, noo, así no, dejá de golpearla ya nomás, no seas piola, cómo la voy a dejar de golpear de a poco, dejá ya de golpearla si sabés que es una injusticia que estés castigando; ustedes dirán: por qué uso esta imagen de golpear, porque veo tantas cosas yo acá dentro que ustedes ni una idea se dan y hay gente que no golpea con las manos o con un palo pero golpea con la lengua ¿eh?.

Por eso, pasa sanando Jesús, pasa sanando todo Señor, yo en esta tarde y siempre te pido Señor porque te amo Jesús, te amo tanto Señor que...

Se terminó la cinta...............