Oración del 27 de Enero de 2005

Habla Artemio:

El que quiere hacerlo con los ojos abiertos si puede lo haga y el que no lo cierra ¿eh? y no hace falta que diga por qué me siento acá, por una razón muy simple, porque al Señor le gusta, porque esta fuente es encomendada por la Virgen, esta cascada ¿mmm?, simboliza el Espíritu Santo como Río de Agua Viva ¿mmm?.

Entonces delante del Señor nos ponemos y le hablamos así, como le habla un padre a un hijo o un hijo a un padre, a un amigo, a un hermano, a un compañero ¿eh?, con toda la franqueza, sin ningún tipo de temores, porque sabemos muy bien que Él nunca castiga a nadie, las personas castigan y aquellos que necesitan lucrar con el castigo, pero Él no castiga a nadie, Él es la Misericordia y además tampoco nos pone piedras en el camino o nos pone enfermedades para probarnos, eso son cuentos, nunca el Señor, el Evangelio lo dice: “que padre le da a un hijo piedras cuando le pide pan o le da una víbora si le pide pescado”, entonces el Señor no prueba, en la vida nos va de una manera, pero hay que averiguar también que esa manera que nos va en la vida a veces es una consecuencia de heredar de nuestros padres o de nuestros antepasados algún tipo de enfermedad, la pescamos justo nosotros ¿eh?, o bien ¿no es cierto? puede ocurrir también que sea del tiempo del embarazo, entonces lo del tiempo del embarazo se llama: el tiempo congénito y el anterior: el tiempo hereditario ¿mmm?.

Es decir, la mayoría de nuestras enfermedades tienen origen en algún momento de nuestra vida, son contadas las cosas, vos dirás: ¿pero una gripe también?, y sí, porque si vos tenés un problema muy grande, se te bajan las defensas y entonces fácilmente contagiás una gripe o lo que sea ¿verdad?; es decir, de una forma o de otra en general siempre las enfermedades tienen un origen psíquico, incluso aquellas más terribles ¿eh?, o bien por cosas que nos pasa en la vida, por el trabajo que tenemos, los oficios, etc. ¿mmm?, como un señor el otro día que viene con un brazo quemado y su mano también y entonces yo le pregunté qué trabajo hacía, me dijo que trabaja en una fábrica de quesos y entonces sacaba los quesos de la salmuera, durante diez años sacando quesos se terminó por salar la mano también ¿no? y se le está secando, exactamente como un pedazo de carne con la sal se pone de una manera así también él está ¿no?, bueno eso ya no es problema de herencia ¿verdad? sino que es de acuerdo a como nos va en la vida de acuerdo al trabajo que tengamos ¿mmm?, bien. Y ustedes dirán: y si tenemos... (se dio vuelta la cinta)... el vacunarse o que se yo para la alergia es bastante ridículo porque lo único que hace es sacarnos dinero porque no se sanan con las vacunas la alergia, tiene que sanarse lo psíquico nuestro, a lo de alergia, asma o cualquiera de esas enfermedades respiratorios o de la piel ¿no es cierto?, bueno, pero no nos vamos a extender en esto.

Directamente hablando con el Señor le comentamos y le decimos todo lo que nos pasa, nos fue en la vida de una manera, nacimos en un lugar determinado, en un tiempo, dentro de una familia que tuvo y tiene ciertas características, entonces ya todo lo que sea familiar nos vive condicionando, por ejemplo nosotros no tenemos tiempo sino sería interesante decir todas las cosas que uno ve que les pasan a ustedes, en vuestro pasado, cuando ustedes estaban, algunos de ustedes ¿eh?, no todos, en la panza de mamá papá la fajaba a mamá y mucho ¿mmm? la golpeaba, entonces, y tal vez ustedes ni se enteraron de eso pero tal vez otros hermanos, otros lo sepan pero son secretos que mamá se llevó a la tumba tal vez de todas las cosas a veces que papá le hizo ¿verdad?, entonces ¿no?, piensen: no me fue tan bien, ya en la panza de mamá cuando mi papá le pegaba ¿mmm? y a veces le pegaba muy fuerte o a veces la torturaba con palabras o lo que sea, es el pan de cada día eso lamentablemente ¿no?, hay mucha violencia en los hogares, violencia en la pareja, violencia entre padres e hijos, o bien le dan todo o bien le quitan todo, no tienen un término medio, razonable y en libertad, bien.

Entonces, mirá Señor nuestro pasado porque nuestro pasado tiene un montón de cosas que no son buenas, si uno se pone a ver lo que se acuerda hay un montón de moretones en nosotros en el alma de las cosas que pasamos, de incluso antes de nacer, no hablemos de aquellos que nacieron antes de los nueve meses que estuvieron que estar en incubadora ¿mmm?, o aquellos que los padres no podían darle ningún tipo de cariño y se criaron al margen de todo cariño, todo eso lo sentimos hoy, por ejemplo si un niño de cero a tres años o incluso en la panza de la madre ¿no?, no recibió el cariño necesario, va creando todo un clima de desconfianza en su vida, desconfianza ¿verdad? con las personas y también con Dios. Cuando dudamos de que el Señor nos pueda conceder una cosa o la otra pensemos: seguramente esto es una consecuencia de que cuando era pequeño no me amaron como debían amarme; ustedes dirán: pero ¿cómo mi mamá no me va amar?, y sí, pero hay personas que a veces no aman o si nos aman no lo demuestran ¿verdad?.

Cuando uno piensa en el pasado piensa normalmente en las cosas que no hizo bien, por qué no se olvidan un poco de eso, el Señor ya lo perdonó, lo que hay que pensar es en sanar las heridas que recibimos y además a veces ocurre que sí, por supuesto, el Señor nos sanó, pero nosotros tenemos deudas con la sociedad y la mayoría de las veces las deudas ¿por qué vienen?, porque la lengua nuestra trabajó demasiado sobre algunas personas ¿eh?, si uno calumnia a alguien y le quita su buen nombre evidentemente que eso hace mucho daño ¿mmm?. Cada palabra que decimos es como echar a rodar al viento tantas cosas y no las podemos recoger nunca más, entonces en el mundo existen las personas que matan con armas y los demás que podemos matar con la lengua el buen nombre de las personas, tengamos cuidado con eso, porque yo tengo acceso al Purgatorio, una de las mayores cosas que el Señor no le gusta y uno tiene que pasar allí mucho tiempo en la oscuridad es por todo lo que se refiere a la lengua, a los pecados de la lengua, porque a veces es terrible ¿no es cierto?, podemos tener una lengua para hacer mira no sé, una bufanda y todavía sobra un buen pedazo ¿eh?, asi que cuidémonos de todo porque si bien es cierto que el Señor nos perdona pero también pensemos en todo el daño que podemos hacer cuando hablamos demás, sea de nuestra familia o sea de quien sea y no solamente hablar sino también pensar porque si uno piensa mal de otro está haciendo daño ¿mmm?, a la corta y a la larga ese pensamiento llega a las demás gentes ¿mmm?.

Normalmente cuando uno hace eso son tretas que tiene el demonio, por eso la primera oración del día de hoy para limpiar en general todo fue una oración a la Virgen para que ofrezca en el altar del Padre la pasión de su Hijo y así descienda sobre nosotros su Preciosísima Sangre y nos libere de todas las cosas demoníacas, a veces solamente enojándonos un poco, irritándonos es suficiente para que se filtre el demonio en nosotros, en las formas de egoísmo, de maldad, de roñosidad y todas las cosas por el estilo ¿eh?, asi que no le hagamos el juego al coludo ¿eh? porque es fácil hacerle el jueguito y después ya no somos nosotros sino es él en nosotros que funciona, bien.

Seguimos analizando, Señor, por todos los méritos de tu pasión y de tu Sangre Preciosísima pasá sanando Jesús todas las heridas que hay en nuestro cuerpo, en nuestra alma, las enfermedades físicas, psíquicas, espirituales, culturales, raciales, pasá sanando todo porque todas las cosas ¿eh? de alguna forma nos hieren, hay que ser muy cuidadoso porque supónganse, rechazar a alguien por su raza o porque es judío o porque es árabe, aquí no tanto, los judíos sí, pero piensen en Medio Oriente por ejemplo, ser judío o ser árabe es una cuestión de vida o muerte ¿mmm?, acá en nuestro país no es una cuestión de vida o muerte la raza pero también tengan en cuenta ¿eh? que muchas personas a veces pretenden que su hija ni por casualidad se acerque a cualquiera ¿no?, bueno, ni por casualidad ¿mmm?, bueno, entonces quiere decir que también nosotros tenemos problemas raciales y eso hace daño a las personas y a nosotros que tenemos una idea torcida de las cosas ¿eh?, cuidado, entonces mirémonos nosotros todo lo que nos pasa, analicemos, no sea cosa que creamos que el médico con un antibiótico o una pastilla o cualquier remedio o lo que sea ¿no? pretendemos que nos sane alguna enfermedad que nosotros somos los causantes, si odiamos, si tenemos miedos, resentimientos, si tenemos complejos o porque somos gordos, o porque somos altos, o bajos, o flacos, o con lentes o sin lentes, siempre tenemos complejos ¿eh?, entonces a veces todas esas cosas funcionan en nosotros muy mal y nos hace mucho daño y a veces es de generación en generación ese tipo de cosas ¿eh?. Entonces, yo no tengo tiempo de hacer un detalle de todo eso pero imagínenlo ustedes ¿verdad?, todo aquello que puede, incluso conviene a veces hacer una lista de las cosas que uno hizo mal y las cosas que a uno le hicieron mal y anotar el nombre de las persona, como haciendo una lista de todo para decir: bueno, te lo presento Jesús esto, toda esta lista de zaparrastrosos que me estropearon la vida o me hicieron mucho daño para que los perdones Señor, yo también los quiero perdonar porque están estropeando mi vida de alguna forma.

Nada es porque sí, todo tiene consecuencia si tiene causas, entonces pensemos: no sea cosa que nosotros nos creamos a lo mejor cristianos muy buenitos pero tenemos ciertos sentimientos de egoísmos, odio y que se yo que no son lo que corresponde y conviene, revisen las suegras de sus nueras y yernos ¿eh?, revisen los padres los sentimientos para sus nueras o sus yernos o sus hijos, o los vecinos o los que se le ocurra, pero revisen, no sea cosa que estén haciendo mal y alguno esté perjudicándose por la actitud que ustedes tienen.

Limpieza general, Jesús dijo: cuando se viene aquí no se va como uno vino, ¿por qué?, porque recibe la gracia suficiente, el Espíritu Santo para que hable en su conciencia todos los días y pueda darle indicaciones de qué ir haciendo en la vida para no perjudicar a nadie y no perjudicarse uno, porque en la medida en que uno perjudica a los demás se perjudica uno también ¿no?, es tan importante vivir en forma humilde, sencilla, sin alardear, sin pensar en riquezas que se yo cómo o al tenerla, asumirla como algo como gracia del Señor y no como una forma para creerse superior a los demás y pasarle arriba de los otros ¿mmm?. Es hora de que revisemos, ¿pagamos bien los sueldos a las personas que trabajan con nosotros?, ¿somos justos con ellos?, ¿le hacemos una vida agradable o los explotamos como si fueran esclavos de la Edad Media?, habrá que mirar todas esas cosas porque esas son actitudes injustas que de una u otra forma ¿no es cierto? hay una correspondencia, hay una consecuencia de esto, si yo soy injusto no puedo esperar una compensación justa.

Entonces, influye en nuestras enfermedades, nuestra forma de actuar las actitudes que tenemos con las personas y con el mundo, por eso Jesús viene y nos dice: revisen vuestra vida, sean amables, buenos, cariñosos, sensibles, humanos ¿eh? y se lo dice a todos, no solamente a algunos, a todos nos dice lo mismo porque todos tenemos que corregir defectos, esos defectos que hacen a veces daños a los demás y nos hacen daño a nosotros.

Seguimos entonces, le pedimos a Jesús por intercesión de su Santísima Madre como Inmaculada Concepción que mire todo el tiempo del embarazo dijimos, el nacimiento, la infancia, la niñez, el tiempo de la pubertad cuando el ser humano empieza a manifestar su sexo, la adolescencia ¿mmm? que normalmente llega hasta los veinticinco años para Jesús, luego vamos entrando en la juventud que puede llegar hasta cerca de los cincuenta ¿mmm?, luego la adultez que es de... digamos cincuenta hasta los sesenta largos y luego la madurez, para el Señor no existe la vejez ni la ancianidad, ¿por qué?, porque Jesús parte de un concepto bíblico de la cuestión, las personas no tienen por qué morirse de enfermedades, las personas tienen que morirse de viejos ¿mmm?, la mejor cosa que podemos pensar de alguien es: que no te enfermes así podés vivir muchos años, como dice Jesús: “morirse vde viejos”, ya que en el Antiguo Testamento, ya setecientos años antes de Cristo el Profeta Isaías decía: “que morirse de cien años era una maldición y una injusticia porque era morirse joven”, la gente vivía muchos más años antes, ahora con tantos médicos, antibióticos, cámara gamma y tomografías computadas mucho menos vive la gente, quiere decir que hay algún desorden por ahí ¿no?, cuidemos que ese desorden no nos alcanza también a nosotros, todos son muy santos hasta que dejan de serlo, tengamos cuidado ¿mmm?, bien.

Entonces, tenemos que ser dóciles con el concepto de Jesús y no programar nuestra vida: y tengo setenta, tengo ochenta, y ya me falta poco, nooo, soy joven todavía, tengo que cumplir ciento treinta o ciento cincuenta como mínimo, ¿o acaso no pasó en el pasado?, ¿o acaso no ocurre en muchos lugares donde hay aldeas en las montañas que viven de otra manera?, que las personas cumplen cualquier cantidad de años y lúcidos, no así con alzheimer o con vejez prematura o con todas esas cosas tan feas, que muchas veces vienen en las personas como una consecuencia de sentirse solos, abandonados porque sus hijos no los quieren lo suficiente, que no sea el problema de ustedes este ¿mmm?, cuidado. Un padre que no se siente querido por sus hijos o lo apilan en un geriátrico pudiéndolo cuidar en casa porque a veces no se puede ¿verdad?, está pensando: y me pone aquí para que me muera ¿mmm?.

Entonces, que no sea un problema que nos pase a nosotros eso ¿eh?, no sea cosa que nuestros padres o nosotros nos metan en cualquier lugar para que, bueno, porque ya le falta poco, ¿quién dijo que le falta poco?, el ser humano está llamado a vivir muchos años ¿verdad? y esto también lo dicen los hombres de ciencia, ahora ¿que pasa?, hay tantos medicamentos, hay tantas cosas que a veces nos estropean la salud ¿no? ¿mmm?. Bueno, los medicamentos son útiles cuando uno le tiene confianza al médico, cuando uno sabe que eso no le hace mal, cuando uno no lo toma porque sí sino cuando el médico se lo aconseja, un médico que realmente te ame, no que te esté mirando la cartera ¿no es cierto?, a ver cuánto le podés dejar.

Entonces todo tiene que estar controlado por la razón del hombre que piensa y dice: si el Señor me da ciertos principios para vivir por qué tengo que apartarme de ellos, si cuando aparece cualquier enfermedad en mí por qué escapo enseguida del médico y si me voy a la Iglesia y me voy delante del Sagrario que está Jesús allí presente ¿verdad? y le comento al Señor lo que me pasa, ¿no sería lo ideal?, si Él es nuestro Padre, Él nos creó y Él está esperándonos para darnos su Gloria, por qué ante una enfermedad enseguida el médico, ¿por qué no vamos al Sagrario en la Iglesia a contarle al Señor lo que nos pasa?, Él lo sabe pero le gusta que le cuenten y le pidamos que nos sane, ¿por qué no vamos? ¿eh?. A muchos de nosotros nos hace falta Sagrario, estar delante del Señor para contar todas nuestras cosas ¿eh?, téngalo muy en cuenta ¿mmm?, si no quieren ir a Misa no vayan, pero problema de ustedes, pero vayan cuando estén solos, háblenle al Señor de todas las cosas que les pasa ¿mmm?, si Él tiene la necesidad de sanarlos, si Él nos ama tanto ¿mmm?, tanto que el principal pecado y único es no confiar en el amor que el Señor nos tiene y al no confiar no tenemos esperanza y al no tener esperanza cualquier enfermedad nos sepulta y no puede ser.

Por eso Jesús, pasa sanando Señor, pasa sanando todas mis enfermedades físicas, psíquicas, espirituales, culturales, de la raza, pasa sanando Señor todos mis órganos, especialmente el corazón Señor que es el motor que mantiene en pie el organismo, el cerebro que nos tiene lúcidos, todos los órganos y cada uno, especialmente, digo algo nomás sino los canso, acá dentro hay ocho personas diabéticas entonces vamos a pedirle al Señor que les sane especialmente el páncreas, porque allí está el origen de su diabetes y más aún en la glándula hipófisis ¿eh?, cuando vean que yo les toco en medio de la frente es para reprogramar la hipófisis porque seguramente la enfermedad viene por algún problema de la hipófisis, eso no lo hago porque sea tan sabio, lo hago porque el Señor me dice, simplemente, bueno.

Entonces, que el Señor mire todos nuestros órganos, nuestros huesos, nuestros músculos, la piel, los nervios, todo así completitos, nuestro aparato psíquico y todas nuestras relaciones, que el Señor mire toda nuestra vida para que nos sane todas las cosas, incluso cuando estemos a solas tomemos una hoja y anotemos todas las cosas que nos gusta anotar, los problemas que tuvimos, las cosas que nos pasó, los disgustos que nos ocasionaron y después al terminar ofrezcámoselo al Señor y el que lo tiene muy clarito ahora, déjelo aquí, en la pileta del agua de la Virgen para que la Virgen los humedezca con el Espíritu Santo y ya no se lleven nada a casa de lo malo ¿mmm?. Hagan ese ejercicio que es tan útil revisar el pasado, ver hasta que punto el vigilante de la esquina una vez me asustó, o este maestro me hizo pasar un disgusto, o que se yo, no sé, papá, mamá me dio una fajina que de padre y señor mío y a lo mejor me la merecía pero a lo mejor no me la merecía ¿mmm?, todo, hay que presentarle al Señor, dejen aquí toda la bolsa que tienen en la espalda cargada de problemas, déjenlo acá, no me digan que no los tienen porque se les ve en el rostro, tienen cicatrices en el rostro de todos los problemas que tienen, dolor marcado en el rostro tienen algunos ¿mmm?. No me lo pueden negar a mí, pero no porque sea metido en la vida de ustedes sino porque quiero que se sanen.

Pasa sanando Señor, pasa sanando, te pedimos Señor con toda nuestra fe que es un regalo tuyo, con todo nuestro fervor, con toda la humildad con que uno debe dirigirse a vos Señor y te digo humildemente como un hijo dolorido, te digo: Señor, saname de mis problemas, saná mis familiares, saná este bebé o esta bebé con el problema que tiene, Señor son hijos tuyos, no podés negarle la sanación, aunque los médicos digan cualquier cosa Señor, la última palabra la tenés siempre vos, aquí se ve todos los días eso, que siempre la última palabra la tiene el Señor.

Jesús, estoy escuchando las voces de los Discípulos y de la tuya especialmente, cuando decías en los lugares que visitabas: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, aquí están Señor los enfermos, somos nosotros, son nuestros parientes, nuestros familiares, las personas que conocemos, cada uno piensa en lo que quiere que se sane, sí Señor, nosotros sabemos muy bien toda la importancia que les dabas vos Señor a la salud, tanto que lo primero que te interesaba era sanar a los enfermos, pasa sanando Jesús, pasa sanando todo.

Señor, te pedimos como te decía recién, como si fueras un Padre, sos un Padre amoroso, que estás siempre disponible para darnos todo lo mejor, porque nos amás Señor, nos amaste siempre desde el seno materno en el momento de la fecundación cuando nos diste el alma y nos llamaste por nuestro nombre y nos seguís amando Señor, por eso apelo a tu amor Jesús para que pongas fin a mi sufrimiento, pongas fin al sufrimiento de las personas que amo.

Señor, vos me amás, yo también te amo Jesús y te digo en este día y todos los días a que alcance nuestra vida: quiero estar con vos Señor, permanecer a tu lado, o sentirte que habitas en el corazón o me refugiás en el hueco de tu mano Jesús, pasa sanando Señor, pasa sanando. Vos prometiste para todos aquellos que vienen a este lugar gracias muy especiales y milagros todos los días, por eso Señor, apelo a vos con toda la fuerza de mi fe, con todo el fervor religioso que tengo, con la intercesión de la Santísima Virgen como Inmaculada Concepción, apelo a vos Señor para que sanes mis problemas, no quiero más tener este cáncer que me está carcomiendo Señor, no quiero más pensar que a lo mejor me puede aparecer de nuevo si no me desapareció, no puede ser que tenga este problema en la piel o este dolor en los huesos, o estas rodillas que ya no me llevan Señor, estos dolores de cabeza que me atormentan, estos problemas en la vista que no me dejan en paz.

Señor Jesús, quiero que me sanes, cada uno dice lo que quiere que le sane el Señor, incluso también Señor sananos de cualquier enfermedad que llegue a nosotros en forma imprevista y hacenos hacer todas las pruebas necesarias para salirle al cruce a las enfermedades antes que aparezcan en nosotros.

Sí Señor, sí Jesús, yo te amo Señor en este día y todos los días a que alcance la vida, te amo Señor, te amo tanto, por eso me voy a ir de este lugar convencido Señor, confiando totalmente que tu Misericordia se ha derramado sobre mí y me voy sano de todos mis problemas. Me acuerdo Señor que vos dijiste: cuando uno pide algo tiene que pedirlo de una forma como si ya lo hubiera conseguido, pues bien, yo confío Señor en que me das lo que necesito, solucionás mis problemas Señor, me das aquello que me preocupa no solamente a mi sino a todos los que están cerca de mí, son mi familia o quien sea, pensar en los amigos, en aquellos que tenemos la obligación moral de amor para con ellos ¿eh?, el Señor no se niega a darte lo que necesitás, pedile también envejecer junto a tus nietos, bisnietos y tataranietos y no solo vos sino tus descendientes, que esa Indulgencia Plenaria del Señor se extienda a todas las generaciones que vienen, no solamente a nosotros. Sí Señor, es hermoso sentir sobre uno todo el amor que nos tenés, que hermoso que es Señor y también es hermoso Señor saber cuánto te amamos y si alguno no te ama Señor y bueno, a lo mejor por fuera es pero por dentro Señor en el fondo todos reconocen que vos sos un Padre o una Madre, que sos un amigo, un hermano, un compañero, sí Jesús.

Ven a mi vida y transfórmala Señor, llena mi alma de todo lo que vos das solamente Jesús, nadie como vos puede darlo, incluso Señor todos los sufrimientos que he tenido en mi vida yo te lo ofrezco Señor para completar lo que le falta a tu pasión y con eso tal vez se puedan redimir a tantos hombres, yo personalmente también me acuerdo de que el mundo tiene seis billones de habitantes y todos necesitan, todos, primero tenemos que rezar por aquellos que amamos cerquita y después también por aquellos que están lejos, no estamos solos en el mundo, por todos los hombres murió Jesús en la cruz y su sangre ha sido derramada para todas las personas ¿eh?.

Por eso, te amo Señor, en lo más profundo de tu conciencia Jesús te digo: cuánto te amo Señor, cuánto te amo Señor y hacé que toda mi vida Señor, que va a ser larga y hermosa te pueda amar siempre Señor, cada vez más, te amo Jesús, te amo, te amo Virgen Santa, te amo Señora Nuestra y al decir solamente Inmaculada Concepción todos los Ángeles cantan himnos de alabanza, porque así en la...

Se terminó el cassette...............