Oración del 21 de Enero de 2005
Habla Artemio:
... Él a través del sacrificio de la cruz nos dio todo, entonces la oración de este día es por todas las personas que están anotadas en este lugar, todos los que hablan por teléfono, todos los que vienen, además de eso pensamos en..., además de todos los que están anotados aquí, todos aquellos por los cuales rezamos todos los días, también pensamos en nuestro país, las autoridades comunales, provinciales y de la nación, rezamos especialmente para que esta República tenga paz, tenga progreso, tenga bienestar, la gente esté en paz y tranquila, cada uno de los que tienen poder que el Señor los asista muy especialmente, además los..., todos los que integran la comunidad religiosa de la Diócesis de Villa María, el Señor Obispo y todos los Sacerdotes de la Diócesis, especialmente los Sacerdotes de nuestro pueblo, además el Episcopado argentino encabezado por el Cardenal Bergoglio, también rezamos por su Santidad el Papa Juan Pablo II, para que pueda tener una vida sin dolores, sin angustias, que el Señor lo proteja siempre y dentro de nuestro país nos acordamos de todos los que están en las cárceles, en los reformatorios, todos los que están en los manicomios, todo tipo de neuropsiquiátricos, todos los que están internados en las Clínicas de este lugar y de los pueblos a los que ustedes pertenecen y después para todos los Hospitales, Centros de atención médica, todos. Además de eso, las fuerzas militares de todo el país, las fuerzas policiales, por supuesto de prefectura, gendarmería y todas aquellas fuerzas que custodian el orden interno y nuestras fronteras, por supuesto dije todo lo que sea militares y todos los policías, tanto de la provincia como los de la policía federal.
Que el Señor proteja especialmente todas las rutas argentinas para que no haya accidentes o al menos que sean la menor cantidad posible, que todos aquellos que trabajan en lugares difíciles, en las minas de carbón en el Sur, que trabajan a cientos de metros bajo tierras, que entran a la mañana y salen a la noche, para algunos ganar el sustento de todos los días es muy difícil, muy, muy difícil, por eso nuestra oración que llegue para todos. Incluso, corren por mi mente todos aquellos necesitados que están a lo largo y a lo ancho del país en pequeños pueblos, algunos con Sacerdotes, otros sin Sacerdotes, todos esos campamentos que hay, tanto en el Norte como en el Sur, aislados de todos, viviendo una vida no miserable pero casi ¿mmm?, para mucha gente ganar el pan no es nada sencillo, es tremendo todo lo que tienen que hacer. Por supuesto que nos acordamos de todos los obreros que trabajan en lugares inhóspitos, sean del país o también del extranjero, por otro lado, tenemos en cuenta también a todos aquellos que trabajan por ejemplo, que nadie nunca se acuerda en las cloacas en Buenos Aires que es toda una ciudad debajo tierra donde tienen que convivir a veces hasta con las ratas y otras alimañas.
Por eso Señor, todos aquellos que tienen oficios que son difíciles, difíciles o bien es el lugar insalubre o bien el ambiente que los rodea, el ambiente físico que también está necesitado de mucha oración, aunque todos los días no enumeremos estas personas pero que todos los días llegue a ellos, estén donde estén todas las gracias y bendiciones del Señor, de Jesús de la Misericordia, que este lugar de la pampa gringa donde Jesús y María acamparon y se quedaron, ilumine a todos los hombres del mundo, especialmente a los de nuestra República y de los países de América, que estas oraciones lleguen tanto a los que trabajan en las montañas, en los bosques, pensando que nuestros hacheros tienen un promedio de vida de treinta y siete años nada más por el trabajo tan grande que es el talar los bosques. Hay todo un montón de hombres a lo largo y a lo ancho del país y en América y en el mundo que hacen trabajos terribles y no tienen otra posibilidad para ganarse el sustento de todos los días, no tienen otra posibilidad.
Por eso, humildemente Señor que todos nuestros sacrificios, nuestras oraciones, nuestros ayunos, las cosas que te ofrecemos diariamente Señor sirvan como un montón de alabanzas Señor para que lleguen a tu altar y sean un pedido constante para la asistencia de todos Señor, así como me preocupan los enfermos de cáncer, me preocupan los enfermos del SIDA y todos los enfermos de todas las enfermedades pero también el gran flagelo que tiene la humanidad son los accidentes de tránsito. Por otra parte me preocupan también para elevar oraciones al Señor, todos aquellos que viven en zonas contaminadas o con problemas de contaminación como estamos nosotros acá, porque por tener una usina atómica en Río III nosotros estamos en zona amarilla, es decir si bien no es zona roja de mucho peligro pero también es una zona de peligro de ahí por ejemplo tantos enfermos de cáncer que hay y ustedes viven en zona roja, mucho más cerca todavía están de la usina atómica de Río III. Es decir, está el problema de la usina atómica de Atucha en Buenos Aires pero también la que tenemos aquí, incluso el agua que tomamos parte de esos lugares que tienen contaminación radioactiva, uno quiere convencerse que no pero si los animalitos que se pescan en el Dique Los Molinos por ejemplo, si tienen un montón de..., de signos evidentes de que están enfermos quiere decir que las aguas están contaminadas, las mismas aguas que tomamos nosotros, bien.
Todos aquellos que no he nombrado pero también están en los más diversos trabajos insalubres o no tanto, todos aquellos de los que no se acuerdan nadie por rezar por ellos, sean enfermos o estén sanos, incluso también todos nuestros ruegos son elevados al Señor para también todas las almas que estén en el Purgatorio, todas las almas que estén en la oscuridad, bien. Todos aquellos que no nombré y que también necesitan, por supuesto que llegue a ellos todas nuestras gracias y todo el efecto de nuestros rezos, ayunos, sacrificios, todo lo que uno hace. Sí Señor Jesús, estamos ansiosos Señor de que tu Misericordia llegue a todos aquellos que yo hoy te he nombrado Señor, sé que son muchos Jesús pero también sé que tu Misericordia alcanza para todo.
En tu nombre Señor, con toda tu fuerza y poder, hacé que tus gracias desciendan sobre todos los hombres que te he nombrado, sobre todos nosotros para que realmente puedan solucionar sus problemas, sanar sus enfermedades, aliviar sus dolores, en una palabra Señor, hacer lo que pide el Padre Nuestro que es justamente que seamos felices Señor porque esa es tu voluntad Jesús, bien.
No tenemos que olvidar Señor que la base de todo como decía San Juan es que: “nos amemos unos a otros como vos nos amaste”, esa es la base y el principio de todo lo importante que puede pasarnos, somos en la medida que estamos disponibles para los demás y nuestra Santidad según tus palabras Señor se mide en la proporción directa a nuestra disponibilidad con el hermano, sea quien sea, como sea, viva donde viva, pertenezca a la religión que pertenezca, sin distinción de razas ni de sexos, sin ningún tipo de distinciones. Hacenos entender Señor que tu muerte en la cruz fue para todas las personas y no solamente para algunos privilegiados sino para todos los hombres pero especialmente Señor para todos los que estamos al margen, todos los que te he nombrado hoy Señor y los que no te he nombrado también.
Por eso comenzamos esto Señor, este pedido directo a tu Misericordia diciéndote con todo nuestro fervor, con toda nuestra buena disposición, con todo lo que podemos estar disponibles Señor, humildemente te decimos: mirá Señor la vida de todos, pero no solo la vida actual sino la vida de los antepasados y pasá sanando Jesús todos aquellos factores hereditarios que de una u otra forma están influyendo en nuestra vida, cuando hablo de factores hereditarios Señor también me estoy refiriendo a todos aquellos problemas que las naciones, especialmente la nuestra, tuvieron en su historia; es decir, diríamos todos los pecados que cometieron nuestras naciones, siempre, a lo largo del tiempo, cito por ejemplo la guerra que le hicimos al Paraguay, la guerra de la triple alianza, para dar una idea de todos los pecados que tenemos que arrepentirnos como nación y de una u otra forma que tu Sangre Preciosísima pague todas nuestras deudas pendientes Jesús, son tantas Señor y tan numerosas, las nuestras y la de otros países Señor.
Sí Jesús, atiende nuestros ruegos, escucha nuestras súplicas, atiende nuestras preocupaciones, facilita nuestras ocupaciones, danos a nosotros como país y en forma personal y a todos los hombres del mundo en forma personal y también como país para que todos encuentren un destino mejor todos los días y además Señor que esta presencia tuya en la pampa gringa dentro de muy poco tiempo y mucho más de lo que se conoce, invada muchos más ambientes o lugares que los que invade con Internet, muchos más, porque los que tienen acceso a Internet Señor no son ni remotamente la mayoría, una pequeña minoría tiene acceso. Por eso, que los efectos de tu Misericordia lleguen a todos los hombres Señor, especialmente a través de los Mensajes que estás dando desde hace diez años en Marzo en este lugar.
Señor Jesús, sana todas las heridas de nuestro pasado, limpia nuestra historia personal hasta la séptima generación hacia atrás y hacia adelante, destruye Señor todo lo que impida o nos impida a vivir bien, en paz y ser felices, Señor, todo lo que no sea ordenado en el tiempo vos establezcas el orden necesario porque desde los problemas simples o complejos hasta las enfermedades todo es una cuestión de desorden, por eso Señor, aquí estamos este día y todos los días a que alcance nuestra vida pidiéndote, rogándote, implorándote para que nos escuches y nos des todo lo que necesitamos, por supuesto que siempre todo es en proporción a como nosotros lo hacemos pero pagá con tu Sangre Preciosísima Jesús todas las cosas que no están bien en nosotros y en todos los hombres porque esa fue tu finalidad Señor al morir en la cruz por nosotros, derramar tu Sangre Preciosísima Señor.
Pasa sanando Señor todo el tiempo que estuvimos en la panza de mamá, te hablo Señor de todos los hombres, todo el tiempo de nuestra niñez, con todos los problemas que hubo, ya que nacimos en un lugar y en un tiempo, estamos fechados en un tiempo y entonces en nombre de todos uno te pide perdón Señor pero también tiene que uno comprometerse de las más diversas formas a contribuir, a reestablecer ese orden que hemos roto ya de los primeros tiempos.
Pasa sanando Jesús, pasa sanando toda nuestra vida, la vida de aquellos que amamos, la vida que están más lejos que nosotros que ni conocemos, incluso aquellos que amamos pero ellos no nos aman a nosotros, respetamos sus ideas, toleramos su proceder y te pedimos que les des todo lo mejor, bien.
Te decía recién Señor de toda la parte genital, los nueve, ocho, siete meses o menos, después nuestro nacimiento, la infancia, la niñez, la pubertad, la adolescencia, la juventud, la adultez y la madurez, ya que dentro de tu visión de las cosas Jesús no existe la ancianidad sino que dentro del orden que vos estás buscando no habría vejez sino que continua la madurez para siempre hasta que muramos, que por cierto Jesús vos querés que sea como en los tiempos en que las personas vivían tantos años y cumplían mucho más de cien y algunos hasta doscientos, si los hombres mueren antes es por enfermedades o problemas, que es desorden. Entonces, queremos injertarnos Jesús en tu proyecto, queremos entrar en tu sistema de valores, queremos hablar con y manejarnos con tus mismos códigos para reestablecer en el mundo todo lo que vos quisiste que hiciéramos, no es porque se acerque el final de los tiempos ni mucho menos, sino porque es una necesidad tremenda que los hombres vivan bien, en paz, puedan criar sus hijos y mirar el futuro siempre como amor y proyecto, solamente eso ocurre Señor cuando, solamente cuando uno entra dentro de tu orden Señor, estando así nada malo podemos esperar, sabiendo que vivimos este día como si fuera el primer día o el último día, sabiendo que el ayer ya no nos pertenece y el mañana todavía está muy lejos, en consecuencia la única realidad es este momento, el mañana quedará para el Señor, este momento Señor le basta su propio afán según decís vos, bien.
Pasa sanando Señor todas las etapas de nuestra vida, sobre todo aquellas en las cuales hemos tenido mayores dificultades, con muchos problemas, enfermedades, pero no solamente nosotros Señor sino todas las personas que enumeré antes, pasa sanando Jesús de la Misericordia, nunca es mucho lo que te pidamos Señor porque al acampar en esta pampa gringa con tu Mamá, próximo a los diez años en Marzo repito, acampar quiere decir quedarse, no estar de visita... (se dio vuelta la cinta)..., que tu Misericordia llegue hasta los extremos más lejanos de la Tierra, empezando por nosotros y los que tenemos cerca, todos los que amamos y los que amamos pero no nos aman tanto o no nos aman pero eso es problema de ellos y no nuestro, bien.
Entonces, te alabamos Señor, te damos gracias, te pedimos favores y siempre por supuesto te pedimos perdón por todo aquello que no es grato, pensando en tus palabras Señor o lo que vos dijiste alguna vez: Yo no estoy conforme con vos pero si vos no estas conforme con vos, Yo estoy conforme con vos, es decir, el Señor nos da todo pero al mismo tiempo tenemos que tomar conciencia que siempre debe haber una conversión diaria para estar más cerca del Señor todos los días, esto seguirá hasta el último día, porque así dice San Francisco que la conversión dura hasta el último día y entonces pasaremos a habitar la Casa del Padre con la Bienaventuranza Eterna pero hasta que llegue ese día Señor, que no será feo sino será maravilloso tenemos que dar el testimonio sobre la Tierra de nuestra vida, de la vida de nuestros hermanos, de todos aquellos que vos nos encomendaste que amáramos Señor. Estamos confiados en todo el amor que nos tenés desde siempre, ese amor que nos manifestaste en la panza de mamá y que lo seguimos sintiendo sobre nosotros a lo largo del tiempo y se prolongará todo el tiempo.
Por eso Señor, que nuestra relación sea cada día más íntima, que nuestras preocupaciones incluyan cada día más hombres, más personas que necesitan, ya incluimos a todos porque pensamos en lo seis billones de hombres que tiene la Tierra pero cada día te presentamos Señor los que están más necesitados que todos; es decir, hay como una urgencia Señor para que algunos les llegue antes Señor la Gracia y también los milagros de tu acción Jesús. No mires nuestros errores, nuestras cosas no bien hechas, nosotros confiamos en tu amor muy grande y de alguna forma Señor aunque sea pequeño, precario también te estamos amando Señor, te estamos amando este día y todos los días a que alcance nuestra vida. Ven Señor Jesús, eres para nosotros un Padre Señor, un hermano, un amigo, un compañero, un compinche de todo lo que hacemos Jesús, sos todo eso y mucho más Señor, por eso te amamos Señor y te lo decimos muy fuerte Jesús: cuánto te amamos Señor, cuánto te amamos Jesús, este día y todos los días a que alcance nuestra vida y cuando por un motivo u otro nuestro afecto esté un poco desteñido teñilo vos Señor de todo el amor que es necesario que tengamos para todos nuestros semejantes, aunque algunos a veces pueden caernos hasta un poco gordos, o pueden caernos un poco indiscretos, pero así es la vida y los hombres, pero nuestro amor tiene que ser siempre muy profundo por todos, tenemos que amar las miserias de los demás, los dolores, las enfermedades porque son las cosas que tienen nuestros hermanos.
Pasa sanando Jesús, pasa sanando, por eso Señor con todas la fuerza y poder y hasta todo lo que alcance nuestro fervor humildemente te decimos: tu eres el alfarero que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Te lo decimos otra vez Señor en nombre nuestro y en nombre de todos los hombres del mundo porque queremos que tu Reinado esté en todos los hombres: tu eres el alfarero que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo.
Sí Señor, eso es lo que deseamos Señor: que rompas nuestra vida y la hagas de nuevo, todos los días si es necesario, todo aquello que no está bien, que no está en orden Señor volvelo a hacer Jesús porque somos tus hijos y necesitamos vivir acordes a tu paternidad. Te amamos Señor, te amamos mucho Jesús, te amamos Señor. Por eso, con todo el fervor que podemos tener, te decimos: Jesús de la Misericordia ten compasión de nosotros, Jesús de la Misericordia ten compasión de nosotros, Jesús de la Misericordia ten compasión de nosotros, sentí lo que nosotros sentimos Señor, hacete cargo de nuestros dolores, de nuestras enfermedades, de nuestras angustias, de nuestras preocupaciones, una vez más creemos que todos tenemos que dejar en este lugar nuestra bolsa de problemas y nuestro pasado tal vez difícil y tremendo, sí Señor, aquí en este altar que tu Madre encomendó que hiciéramos así como está con el Río de Agua Viva que sale del Corazón de su Hijo pensando que es justamente el Espíritu Santo que está llegando a nosotros y nos da todo lo mejor.
Y ahora Jesús, no solamente entre nosotros sino pensando en todos los hombres del mundo, especialmente aquellos que más necesitan, humildemente vemos que: el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va...
Se corta la grabación....................