Oración del 17 de Enero de 2005
Habla Artemio:
... que me siente acá aunque no es tan cómodo ¿mmm?, porque esta fuente la Madre la ideó así y nosotros la hicimos como ella quiso porque.., bueno aquí el denominador común es el agua, a Jesús el agua le recuerda el paso del Mar Rojo, le recuerda la piedra de Horeb cuando Moisés la toca en el desierto y le da de beber a tanta gente, le recuerda el Bautismo en el Río Jordán y el agua está siempre relacionada y es un tema tan común en la Biblia, tanto es así que el primer milagro que hace Jesús es convertir el agua en vino en las Bodas de Caná de Galilea que no es poco decir ¿mmm?. Además la Madre quiere que exista esto que está a mis espaldas porque a ella le recuerda el Río de Agua Viva que sale del Corazón de su Hijo, aquellos que no ven a mi izquierda el Jesús de la Misericordia es porque lo han llevado para ponerle marco, bueno, el Río de Agua Viva que sale del Corazón de su Hijo ¿mmm?, le recuerda esta fuente y el Río de Agua Viva ¿qué es?, es lo que simboliza el Espíritu Santo, entonces nosotros seríamos esas piedras que está siempre en contacto con el Agua Viva que le trae todo ¿mmm?, porque el agua es la base fundamental de todo, hasta nuestro cuerpo tiene casi un ochenta por ciento de agua ¿mmm?, bien.
Entonces, esta tarde, este día y todos los días a que alcance nuestra vida, después de pensar que nosotros estamos en la mente del Señor, que éramos un proyecto en su mente y que se hizo realidad en nuestra madre ¿verdad? entonces nada de lo que nos pasa al Señor le es indiferente, Él nos conoce tan bien, eso no quiere decir que pueda estar tan cerca de nosotros, no porque Él no quiera, sino porque a veces nosotros no se lo permitimos, a veces estamos tan llenos de orgullo, estamos tan llenos de soberbia, nos creemos tan..., que se yo ¿no?, que no le dejamos la entrada a Él tan fácil ¿eh?, cuando uno se escucha tanto a sí mismo no le puede escuchar a otro que le habla ¿verdad?, bueno.
Entonces, nos encontramos así de repente y no tanto delante del Señor, ¿para qué?, para expresarle todo lo que nos parece bien decirle, contarle nuestras angustias, nuestros dolores, nuestras preocupaciones, la enfermedad que tenemos, el dolor que sentimos, la incertidumbre que siempre nos ataca pensando qué va a pasar con nosotros y otras de las cosas que también nos preocupan todos los días es qué va a pasar mañana ¿mmm?, uno tiene miedo de mañana, el mañana siempre es una incógnita: ¿qué pasaré mañana?, ¿estaré bien o estaré, tendré un accidente, se escapará el gas de la cocina, me caeré en el baño?, que se yo, siempre son los imprevistos los que nos amargan la vida ¿verdad?, pues bien, el Señor es muy sabio cuando dice: “a cada día le basta su propio afán, déjenme el mañana en Mis manos”, y esa es la forma que tenemos que vivir, cada día con lo que tenemos entre manos, en este día este momento porque lo que hablamos recién ya es historia, lo que va a pasar mañana..., falta tanto para mañana todavía ¿mmm?.
Entonces, el Señor quiere acercarse a nosotros para que vivamos este momento muy bien, el objetivo fundamental del Señor es que seamos felices, cuando no lo somos tenemos que preguntarnos: ¿qué es lo que se metió en mi vida en el pasado o a través del tiempo que hizo que uno no viviera feliz?, porque Él dice siempre cuando dicen en el Padre Nuestro: “hágase tu voluntad”, Mi voluntad dice el Señor es que ustedes sean felices y para tener esa felicidad lo primordial para el Señor es la salud ¿mmm?, la salud, tanto es así que cuando Él andaba por el mundo conocido siempre su preocupación eran los enfermos, le dolían los enfermos, más aún, cuando los Apóstoles le preguntan: “Señor cuando estemos en lejanas tierras ¿cómo nos van a conocer que somos cristianos?, y Él le dice: y porque se aman, así de simple”, ya en aquél entonces parecería que la gente no se amaba por nada ¿no? y agrega después de eso Jesús: “y sanan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos”, prioridad uno para Jesús: la salud, y todos aquellos que apuntamos hacia la normalidad en nuestro cuerpo y en nuestra alma tenemos que pensar que a Jesús le movió especialmente este problema, dándole prioridad uno, es decir lo principal la salud, ¿mmm? la salud.
Señor, pero esta salud de la que no dispongo no apareció de un momento para otro porque Señor yo al mirar mi interior descubro siempre que soy como una caja de sorpresas, hay montones de cosas dentro de mí que ni las conozco, dentro de mi cuerpo por supuesto y también dentro de mi alma, ayudame Señor a conocerme y sobre todo ayudame Señor a buscar en mi pasado todo aquello que alteró mi vida, yo me acuerdo de algo pero del resto no, entonces que tu Espíritu Santo ¿mmm?, que tu Espíritu Santo me vaya diciendo y el Señor me va a ir diciendo a medida que me concentre en Él y rece algo por lo menos ¿eh?, bien.
Entonces, Señor yo no sé como fue muy bien la vida de mis padres pero sé que en un momento determinado ellos se unieron y resulté yo, no sé si soy deseado o no deseado ¿mmm? y allí empiezan todas las penurias de mi vida porque hay que considerar todo lo que pasó mamá mientras me llevaba, hay que pensar hasta qué punto mi papá hizo las cosas muy bien, era realmente un padre y no un ausente dentro de la casa, Señor son tantas las cosas que podría enumerar para ver las injusticias que pasé que tal vez no me alcancen muchos días.
Por eso, en este día Señor, yo quiero descargar mi bolsa, mi mochila llena aquí Señor y dejártela delante tuyo para que la quemes con tu amor, yo quiero irme de este lugar sin ningún peso pero los pesos a que se refiere Jesús la mayoría de las veces no es porque hemos hecho cosas malas, ¿no les dije recién que lo que no hacemos bien la mayoría de las veces no somos culpables porque tenemos algo dentro nosotros que no funciona bien ¿mmm?, sí estaría el problema de todo lo que tienen que pagar los otros por nuestras imperfecciones pero esa es otra historia. Entonces, Señor mirá toda mi vida y todas las injusticias que pasé, desde que era un feto en la panza de mamá pero era un alma y un cuerpo unido sustancialmente, era un apersona, después Señor mirá todos los nueve meses, ocho, o siete o menos y pensá Señor en mi nacimiento, en toda mi vida Señor, no sea cosa Jesús que descubra que mi dolor de columna que ninguno puede hacerme pasar sea una consecuencia de los tirones que me pegaron cuando salí de la panza de mamá, o algo que me acuerdo siempre en Chile, en Santiago, un muchachito de veinte años se retorcía en el suelo buscando alivio en la sanación, ¿de qué buscaba alivio?, había nacido con un parto seco y entonces todos los dolores que había sentido la madre y él porque en ese momento todavía tenía el ombligo ¿mmm?, él los repetía y no le alcanzó una sola vez la sanación, hubo que hacerla varias veces, ¿por qué?, porque no podía liberarse de los dolores de ese parto seco, miren ustedes la influencia y la importancia que tiene cada una de las cosas que pasan en nuestra vida ¿mmm?.
Entonces, sincerémonos con el Señor, no andemos con vueltas, no nos atajemos las cosas, así tal cual, con la espontaneidad de un niño y la sencillez de un ave ¿no? dejemos todo delante del Señor y digámole: mirá Señor, las cosas que yo cometí, bueno, las hice porque no sabía, las hice porque a lo mejor estaba enfermo, las hice porque me influyeron de una manera porque uno nace en un lugar y un tiempo y tiene una familia, que va ser ¿eh? y tiene que valorar lo que tiene. Entonces Señor, yo sé que esas cosas te preocupan pero te preocupan sobre todo las injusticias, todas las cosas que tuve que soportar de mis padres, de mis hermanos, de las personas que se relacionaban con el hogar, de los maestros en la Escuela, en los distintos grados de la Escuela, porque no es lo mismo una injusticia que se sufre en el preescolar que en la universidad, no es lo mismo, porque uno cuando ya es grande tiene otras armas para defenderse ¿no es cierto?, mientras que un niño no tiene nada para defenderse ¿mmm?. Me gustaría tener tiempo acá dentro para decirle a cada uno qué compañeritos fueron tan dañinos en la vida de ustedes, aquellos que tiraban el pelo, las orejas, que estaban sentados detrás y eran algo insoportable, o en los recreos te daban unos patadones que..., bueno, por más que toda mi vida ayudé que esas cosas se controlaban pero los niños son muy crueles y hacen mucho daño y solamente ahora Señor pensando en todas las cosas que uno pasó es que te digo así humildemente Señor: quemá todo con tu amor porque mi vida no fue linda Señor, no voy a cuestionar el cariño de mamá o de papá porque a ellos también les fue de una manera en la vida, pero yo sufrí siempre Señor, ya las pasé Señor y todo eso fue dejando cicatrices en mi cuerpo y a veces heridas que todavía no cierran y viven sangrando ¿mmm?. Cosas tremendas que como hace unos días me decía una persona, muy lejos de acá: yo fui violada varias veces por un familiar y creí que había superado todo eso pero no y me di cuenta que no había superado todo eso cuando mi propio esposo empezó a manosear nuestra hijita cuando tenía meses, yo lo espía y veía que no era cariño, era un manoseo torpe, entonces todo mi pasado me volvió otra vez a la mente y lo que creí que había superado no estaba superado, estaba reprimido ahí en el pasado y ahora estoy en esto, la criatura ya creció un poco, por supuesto que me separé pero todavía hay tantos problemas legales porque cómo uno puede comprobar y cómo uno puede pensar también que un padre a su propia hijita de meses pueda manosearla y otras cosas más que ustedes se imaginan, bueno.
Entonces, ¿ven?, cuando revisamos un poquito, yo por eso cuando hago esto miro siempre al suelo porque si miro a alguno van a decir: me está mirando por algo, gracias a Dios puedo saber qué les pasa en vuestro interior pero no miro a nadie para que nadie se de por aludido y los demás tampoco piensen nada, porque hay cosas que son de uno nada más, de uno y del Señor y en todo caso de alguien que nos ama también y nos comprende.
Por eso Jesús si reviso todo mi pasado hay tantas cosas que no me gustan Señor, heridas de todo tipo y como te dije antes Señor algunas ya son cicatrices pero otras todavía sangran y si sangran Señor algo hay que hacer por ellas, sí Jesús, me atrevo a decirte estas cosas Señor por unas razón muy simples, porque sé que me amás Señor y vos sabés también cuanto yo te amo. Uno llega a la conclusión Señor que por más que haya afectos humanos el que realmente es importante y vale y vale para siempre es el tuyo Señor.
Te amo Señor, y en este día y todos los días a que alcance nuestra vida nos presentamos a vos Señor para decirte: pasa sanando Jesús, pasa sanando, pasa sanando Señor, me has mirado a los ojos Señor, en silencio has pronunciado mi nombre y yo también Señor tendré que mirar a los ojos y pronunciar nombres de todos aquellos que amo, porque sé que les voy a traer felicidad a su vida y sanación para sus problemas.
Señor te veo pasear por los campos, llegando a las ciudades y subiendo a las colinas, bordeando los ríos y llegando a todos lados preguntando: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, pues bien Señor, yo te los presento Señor, aquí están, y no solamente estos que están aquí presente sino los que han quedado en casa o están lejos o por la distancia le es imposible llegar, entonces Jesús, mirá también a todos aquellos que amo y aquellos que amo y no me aman a mí y pasa sanando Jesús, yo estoy convencido Señor que en este día, como vos decís siempre: todo tiene que cambiar, sí pero ¿todos los días hay algo que cambiar?, y sí, porque todos los días tenemos que estar más cerca de ti Señor y eso no termina nunca hasta el último día estar cerca tuyo Señor, en esta relación Señor de afecto tan grande que hay entre nosotros, humildemente te digo Señor: ven a mi alma, entra en mi cuerpo y pasa sanando todo aquello que vos ves que no está en orden, algo lo sé y otras cosas no las sé pero pasa sanando Jesús, pasa sanando.
Y ahora en este momento de silencio cada uno le dice al Señor todas las cosas que le pasan y no solamente la de ustedes o lo mío sino también de todos aquellos que amamos y aquellos que amamos y tal vez no nos aman a nosotros y más allá pensamos en nuestro pueblo, nuestra ciudad, nuestra provincia, nuestra nación y todos aquellos que gobiernan, en el orden político, en el orden Religioso, nuestro Sacerdote, nuestro Obispo, todos aquellos que de una u otra forma están cerca de nosotros, físicamente o espiritualmente, por eso Señor voy a revisar en mi mente en un instante todos aquellos de los que quiero acordarme... (se hace una pausa) ... . Mirá también Señor todos mis sentimientos, no quiero ya tener broncas por nada, resentimientos de ninguna clase ni mucho menos odio Señor, hoy estoy como deseoso de derrochar perdones Señor con aquellos que me hicieron daño, haya sido un pequeñito o ya grande, siempre Señor, los demás nunca saben hasta qué punto a veces una simple palabra nos hace mucho mal, porque Señor si nosotros nos amáramos como vos nos pediste no tendríamos problemas pero como no nos amamos herimos a los que tenemos cerca, a veces sin quererlo pero otras veces porque somos un poco dañinos también.
Sí Jesús, pasa sanando Señor, pasa sanando, mi vida, la de mi familia, de todos los que amo, pasa sanando aquellos que no me aman pero yo tengo que amar también porque son mis hermanos, Jesús de la Misericordia ten compasión de mí Señor, porque a una altura de mi vida de repente miro hacia atrás y hay tanto Señor que duele pero Señor si vos lo quemás todo con tu amor deja de dolerme Señor, deja de dolerme y pasa a ser una experiencia con un color distinto al que tenía. Señor, por las noches a veces me asaltan los fantasmas en la mente de aquellos que debieron amarme y no me amaron o de aquellos que yo debí amar y los traicioné, me asaltan los fantasmas Señor de esta enfermedad que está corriendo por mis venas y arterias, que la tengo instalada en este órgano..., que cada uno dice, ésta enfermedad Señor que me quita el sueño porque pienso en mis hijos, pienso en mi esposa, pienso en todos aquellos que se deterioran y sufren y se sienten tan mal por mi enfermedad Señor, pasa sanando Jesús, pasa sanando.
Y antes te lo dije Señor, me preocupan los imprevistos, me preocupa el día de mañana Señor, pero yo te lo ofrezco a vos Jesús porque si está en tus manos quiere decir que forma parte de tu proyecto, tu proyecto es de amor y siempre termina bien, quiero vivir este momento Señor con intensidad y con todo el amor posible, quiero vivirlo Señor porque sé que el mañana está en tus manos, si yo soy parte tuya y yo me ofrezco Señor entonces me quedo tranquilo Jesús, totalmente tranquilo, yo sé que los imprevistos que vendrán no lograrán alterarme, nada más que lo necesario para luchar y triunfar, que sé yo Señor que va a pasar mañana.
Por eso, lo dejo todo en tus manos Señor y cuando me quieran asaltar las ideas mas extrañas, basta, en tus manos Señor pongo todo y cuando me voy a acostar para que no pueda alterarme mi sueño ningún problema los dejo afuera Señor en tus manos porque quiero descansar y estar bien sino al día siguiente no puedo trabajar como debiera, hacer las cosas que corresponden.
En tu nombre Jesús, cuánto te amo Señor, hoy lo descubrí un poco más Señor y además descubrí Jesús que si vos no estuvieras en mi vida y tu Mamá no estuviera en mi vida ¿qué sería de mí Señor?, ¿qué pasaría conmigo?, me desintegraría como un terroncito de tierra al rayo del sol pero con tu fuerza Señor, con tu vida, con tu amor todo lo mío se convierte en oro si oro es lo mas valioso. Nada puedo solo Señor pero todo lo puedo con vos Jesús, absolutamente todo y no solamente en lo referente a todo lo mío personal sino también en mi trabajo, en mis relaciones, con las personas que convivo, con los que trato diariamente, aquellos que están en mis negocios, en mis tareas habituales, mis compañeros de trabajo, todo Señor. Me preocupa la salud, me preocupa todo Señor, pero me preocupa especialmente los imprevistos, es decir qué va a pasar mañana, pero si está en tus manos Señor estoy tranquilo porque sé que... (se dio vuelta la cinta)..., más hermoso todavía porque será un continuo estar cada día mas cerca de vos Señor, porque yo te siento un Padre, un hermano, un amigo, un compañero, el que lo sabe todo, el que lo comprende todo y el que lo perdona todo, quién como vos Señor puede perdonarme todo, quién.
Cuánto te amo Señor, cuánto te amo y cuánto necesito de tu presencia en mi vida, así no puedo seguir Señor, me cuesta tanto sobrellevar cada una de las cosas diarias, por eso Jesús, vení Señor, instalate en mi corazón para siempre, traé también a tu Mamá Señor porque sin ella no podemos vivir Señor. Pasa sanando todo Señor, pasa sanando y si todavía no te quedó claro, aunque sí, te digo nuevamente Jesús: ten compasión de mí Jesús de la Misericordia, Señor de la Misericordia mira mi vida, mis cosas, mi pasado, mi familia y todo lo que me pertenece, Jesús de la Misericordia, que con ese nombre aparecés en este lugar desde hace diez años en el mes de Marzo y que pronto tendrás una imagen muy grande ahí afuera por obra y gracia de quien te ama Señor, pensaste Señor ¿cuántos van a mirar tu rostro y tu imagen? y pensaste Señor también ¿en quien lo posibilitó?.
Por eso Jesús, ésta es tu Casa y la Casa de tu Mamá, acampaste en la pampa gringa no como una visita sino para quedarte y al mismo tiempo estar en todos lados pero aquí Señor para atender toda tu Misericordia para aquellos que peregrinan a este lugar buscando el sustento de tu amor y la esperanza de tu palabra Señor.
Te amo Señor, te amamos, te amamos tanto Jesús, te amamos tanto Señor. El Maestro de Galilea va pasando ya...
Se corta la grabación.................