Oración del 16 de Enero de 2005
Habla Artemio:
Nos ponemos delante del Señor, nos despojamos de todas nuestras vestiduras, de orgullo, de impaciencia, de apuro, de creer que lo sabemos todo, de hacerle caso a los demás en cuanto a lo que tenemos, nada, nosotros y el Señor delante, todo lo demás es de palo, ¿siempre?, no, ya vamos a pensar en el hermano, pero ahora el Señor nos llama a reflexionar sobre lo que nos pasa y lo que nos pasa es bastante serio porque acá dentro hay mucho dolor, tanto, tanto que no se dan una idea, piensen también que cuando van por la calle, entran a cualquier lugar también hay mucho dolor, solamente hay que mirar bien para entender todo eso ¿no?, sí.
Jesús, en este día, en este momento yo soy el portavoz Señor de todos estos hermanos míos que traen sobre sus espaldas un montón de preocupaciones, situaciones muy difíciles, problemas que parecen insolubles, actitudes un poco autosuficiente a veces creyendo que uno soluciona las cosas, pero en primera y última instancia vos sos el que solucionás Señor. Por eso Jesús, vamos a..., como si no pensáramos en eso que no son justamente virtudes nuestras sino defectos o cosas precarias que a veces se apoderan de nosotros y hacen que estemos siempre en primer lugar mientras que vos sos el que estás en primer lugar Señor y así como un hijo que cansado por todo lo que el camino le da, por todo lo que la vida le ofrece, así Señor delante de vos colocamos todo nuestro ser, porque a nosotros nos preocupa algo Señor pero hay otras cosas también que no sabemos qué pueden pasar y se darán mañana, pasado o el mes que viene, entonces Señor no te ofrezco solamente esto que me pasa ahora, te ofrezco todo, te ofrezco toda mi vida, desde el nacimiento e incluso antes porque Señor los que vivieron antes también necesitan estar en paz y necesitan de que yo te los ofrezca, para que se terminen todas aquellas esperanzas insatisfechas, aquellos deseos no cumplidos, aquella vida no realizada.
Señor, si nos fijamos en el pasado de cada uno oímos montones de gritos de dolor Señor, de nosotros y de los que nos precedieron y de nosotros con todas las relaciones que tenemos porque vivimos con personas, convivimos y mutuamente nos influimos y muchas veces sin que vos estés precediendo esa convivencia Señor. Señor, yo creo firmemente que vos desde el comienzo de los tiempos me tuviste en tu mente y en tu corazón, también sé Señor que te alegraste tanto cuando eso que pensabas se hizo realidad en la panza de mamá, cuánto te alegraste Señor y después seguiste alegrándote en la medida que fuimos creciendo cuando nacimos, por supuesto tenías tantas aspiraciones sobre nosotros pero aquellos que nos tuvieron, los que nos rodearon, aquellos con quienes convivimos muchas veces torcieron mucho tus planes Señor y a veces tu inmenso amor no se concretaba en nosotros, no porque vos no quisieras sino porque muchos no te dejaban.
Me duele eso Señor porque yo sé cuánto me amaste a través del tiempo y cuántos se opusieron a que ese amor tantas veces llegara a mi y la mayoría de las veces con buenas intenciones, porque en el fondo y también en la superficie, nadie tiene malas intenciones así especiales, esas cosas son fruto de nuestros defectos, de lo precario que somos, del alcance que tiene nuestra mente, de nuestra madurez porque a veces somos adultos pero seguimos siendo niños con nuestro corazón, pero no el niño del que habla Jesús en el Evangelio, que es otra cosa, sino el niño pequeño dentro de un cuerpo de un hombre adulto, por eso Señor herimos a los demás, destruimos la gente con nuestras palabras, armamos castillos con nuestras tonterías, sí Señor, porque en el fondo no hemos superado nuestra niñez, seis, siete, ocho años y seguimos siendo tan niños y tan con poco alcance como esas criaturas en el pasado uno fue.
Por eso Señor, vos mirás todo y debes tener tanta paciencia con nosotros Jesús, tanta paciencia Señor... (se dio vuelta la cinta) ..., y tiene que haber un antes y un después de este día porque con estos códigos te manejas vos Señor, un antes y un después pero habrá un antes y un después siempre que mi corazón tenga la apertura suficiente para dejarte entrar Señor a vos y para que traigas a nuestro corazón aires nuevos y sobre todo sangre nueva Señor, que al pasar por todas mis arterias y mis venas llevarán la vida a cada uno de los lugares de nuestro cuerpo pero no solamente de nuestro cuerpo Señor sino también de todos aquellos que estamos pensando que sabemos que están muy mal, que son fruto de nuestras relaciones y que sabemos que tenemos el deber amoroso de preocuparnos por ellos, entonces vienen a nuestra mente todos aquellos que son amigos, hermanos, parientes, gente que conocemos, con las que convivimos pero sobre todo porque los amamos y nos ocupamos de todo esto porque son nuestros hermanos.
Sí Señor, mi silencio en este momento está cargado de nombres Señor pero muchos de ellos no aparecen pero vos sabés que yo tengo el deseo concreto de que llegue a todos Señor tu acción, tu palabra, tu obra, tu amor, sí Jesús.
Por eso Señor, desde lo más profundo de nuestro corazón, para nosotros y para todos aquellos que amamos, todos aquellos que amamos y que muchos de ellos no nos aman ¿mmm?, de lo más profundo de nuestro corazón te decimos: Jesús de la Misericordia ten compasión de nosotros, sí Señor, en este momento de mi vida, en este momento difícil de mi vida Señor, por estos motivos que tengo cuando por las noches no es fácil conciliar el sueño porque vienen todos los fantasmas Señor de las inseguridades humanas y golpean mi puerta llamando atentamente a todo mi ser para que responda, Señor, no quiero esos fantasmas en mi vida, quiero que la confianza en vos destruya esos fantasmas que me asaltan por las noches, esos fantasmas que me dicen que mis hijos se van a quedar sin papá o mamá, esos fantasmas que me dicen que voy a perder lo que tengo, esos fantasmas que me dicen que ya estoy viejo y caduco, esos fantasmas que me carcomen la esperanza en vos Señor y que son fruto de haber vivido de una manera Señor. Basta de fantasmas Señor, no quiero que estén poblando mis noches, no quiero que estos fantasmas hagan que me encuentre el amanecer todavía con los ojos abiertos y un dolor en el estómago porque parecería que he somatizado todo lo que me pasa. Señor quiero tener noches tranquilas, dormir en paz, porque necesito días intensos donde trabajar, por los que amo y para vos también Señor.
Necesito caminar por la vida con seguridad, por eso no solo te presento Señor las cosas que me ocurren en este momento, también te presento Señor todos los imponderables, es decir lo que podría pasarnos mañana o pasado y que uno no lo sabe, no quiero tener sorpresas Señor, al menos que no sean feas, no quiero tener sorpresas feas Señor, entonces mirá mi futuro Señor así como mirás mi presente, sobre todo Señor si esto ocurre después de haber pasado sanando toda mi historia personal y la historia personal de cada uno de aquellos que me precedieron, que vivieron antes, cercanos o lejanos, Señor, yo los amo mucho pero de ellos no quiero heredar ninguna cosa mala, en ningún nivel, ni físico, ni a nivel espiritual, intelectual, nivel cultural, étnico. Cada uno de nosotros es la suma de un montón de cosas que fueron pasando y no solo nosotros sino los antepasados, que tengamos un color de piel, una raza, un sexo o algo por el estilo eso está significando hasta que punto hubo problemas con nosotros en algún momento, ¿o es tan fácil ser judío, o árabe o negro o gringo, es tan fácil?, no, siempre hay apelativos, siempre hay palabras para desmerecer nuestra condición por nuestro color de piel, por la raza que tenemos, por la vida que vivimos, por todo lo que hacemos, sobre todo siempre porque no se entienden las cosas. Señor, que tenga la mente lo suficientemente amplia como para abarcar en ella a todos los que amo sin pensar en el sexo que tienen, a la raza que pertenecen, en el mundo en que vivieron porque son todos hermanos míos Señor y voy a tener que convivir con ellos en esta vida y por toda una eternidad, por eso Señor yo quiero arreglar hoy las cosas, ya, no puede ser que tenga tantas ideas extrañas sobre esto que estuvimos hablando.
En una palabra Señor pasá sanando todo mi pasado, mi presente y hacé que mi futuro, en mi futuro no tenga momentos difíciles, me preocupan Señor los imprevistos, no solamente en mí sino en mi profesión, en las cosas que hago, con los seres que me relaciono, con aquellos que convivo, aquellos que debo amar pero no sé si los estoy amando lo suficiente, con aquellos que debo comprender pero no sé hasta qué punto lo hago. En una palabra Señor, yo quiero calcar mi vida en vos Jesús, por eso aquello que te digo siempre Señor que eres manso y humilde de corazón, que hermoso es si mi corazón puede parecerse al tuyo, Jesús manso y humilde corazón haz que mi corazón sea semejante al tuyo, porque tanto se ciertas cosas básicas en mi vida todo me será más fácil, ya sé Señor que tendré que voy a tener que seguir luchando con todo pero tampoco yo te pedio que me hagas vivir como un hongo Señor sin problemas porque eso es lo que me da fuerzas para seguir luchando contra tantos y cuando no tengo problemas personales son problemas de los otros y eso forma parte de la vida misma, el estar siempre en pie de guerra, de guerra de amor para que haya un mundo más habitable, para que en todos los seres la vida pueda seguir siendo amor y proyecto, si no Señor para salvarme solo no me escuches, si yo solamente te pido para mí Señor no me tengas en cuenta, si yo Señor por pensar en mis dolores me olvido de los dolores de los otros mirá para otro lado Jesús, si yo soy un inconsciente porque miro todo desde mi pequeño ángulo y veo que el mundo es pequeñito no me hagas caso Señor, enseñame que mi mundo no es el mundo que solamente yo veo, es mucho mas grande y que mi dolor es dolor, sí, pero que forma parte también de todos los dolores, incluso tuyo Señor porque vos seguís sangrando por mí todavía y lo seguirás haciendo por milenios hasta que estemos todos en orden... (se escucha llorar a un bebé) ... .
Señor Jesús, Jesús de la Misericordia, con toda mi fuerza, con todo mi amor, lo que me alcanza y lo que tengo, te pido: ten compasión de mí Señor, para qué te voy a describir Señor cómo soy, vos lo sabés muy bien, porque cuando uno empieza a hablar de sí mismo siempre carga las tintas en las cosas buenas. Por eso mirame vos realmente como soy Señor, ni malo ni bueno, ni torpe ni hábil, sino simplemente hijo tuyo Señor, tu proyecto, tu idea, tu amor a través del tiempo. Señor, yo confío en vos, por eso te lo dije, me fío de vos, sé que no me vas a dejar de lado, sé que tengo razones suficientes para saber cuánto me amás... (sigue el llanto del bebé) ... .
Señor, que esto sea una enseñanza, cuando los antiguos, mil, dos mil años antes de Cristo oían que un niño lloraba, ¿qué es lo que decían?, en el mundo de este niño ¿cuál es el desorden que provocará ese llanto?, miles de años atrás ya lo decían, parecería como si no hay nada nuevo bajo el sol, ¿qué es lo que provoca el llanto de un niño?, ¿qué desorden lo está provocando?, tal vez tantas cosas, tantas.
Señor, entonces atendiendo todo el deseo que tengo de terminar con mis dramas personales, con todos mis rollos, con todas mis actitudes desastrosas Señor, teniendo en cuenta Señor que yo quiero irme de acá convencido en que no solamente yo sino todos aquellos que amo y tengo en cuenta empiezan a sanarse, Señor teniendo en cuenta todo eso, te digo humildemente Señor: soy tu hijo Señor, aquél que pensaste desde hace tantos milenios, ese hijo tuyo Señor ahora está enfermo, ese hijo tuyo Señor ahora tiene miedo, ese hijo tuyo Señor ahora está asustado, ese hijo tuyo Señor te dice a pesar de toda la confianza que tengo en vos Señor tengo miedo Señor, tené compasión de mí miedo Jesús, tené piedad de mi miedo Señor y borralo Señor, yo soy ese hijo Señor que vos soñaste desde milenios, yo sé que no me abandonaste ni me vas a abandonar pero el problema es que yo tengo que confiar en eso, sino no es que yo..., no es que vos me abandones sino que yo no confío en que vos me vas a cuidar siempre, ese es el problema.
Por eso, convenceme Señor que vos no me vas a abandonar nunca, sé que no me vas a abandonar pero yo quiero convencerme Señor, si no cualquiera, en cualquier momento me descoloca de lo mío y me hace pensar cualquier cosa, no puede ser eso Señor, soy tu hijo Jesús, atendeme Señor, en este día y todos los días a que alcance mi vida, soy tan pobre, tan chiquito, tan chiquito Señor y tu amor es tan grande que como decíamos al comienzo Señor mirame al rostro, infundime la vida Señor, fulminá todas mis enfermedades, mis dudas, mis dramas, mis problemas, todo lo que no debe estar en mi vida, mirame al rostro Señor, mirame Señor al rostro en este día y todos los días a que alcance mi vida Señor, mirame al rostro Señor y así como en la panza de mamá me infundiste la vida, infundímela ahora también Señor, necesito vivir Señor para mi y para todos los que amo, necesito Señor, necesito saber que me voy a morir de viejo Señor, necesito saber que de vos todo puedo esperar y que vos no me vas a fallar Señor.
Por eso, hacé que yo no te falle a vos Señor, tratando de distraerme con lo que me dicen los demás, aquellos que dicen saber, pero con otra sabiduría que la tuya Señor.
En este día Jesús y todos los días a que alcance mi vida te digo simplemente, humildemente, con todo mi corazón: mirame al rostro Señor, llamame por mi nombre, como lo hiciste en la panza de mi mamá para concretar tu proyecto de milenios, quiero injertarme en esa vida, en tu proyecto Señor para siempre... (sigue el llanto del bebé) ... . Que este no sea un día mas Señor, sea el día de nacimiento a tu verdad, a tu Luz, a tu vida, a tus cosas Señor, y si hasta hoy viví atolondrado Señor en pavadas yen otras cosas, no importa, hoy quiero empezar de nuevo Señor y vos me vas a ir diciendo dentro de mi alma todo lo que tengo que hacer, escucharé a los demás pero después de escucharte a vos Señor, porque los demás tienen verdades relativas pero vos tenés la verdad para siempre Señor. Si caminamos en tu Luz no vamos en tinieblas, por eso, escucharemos a muchos pero después de escuchar lo que vos querés que escuchemos, todo esto peregrinando hacia tu Casa total y completa y definitiva Señor, pero no me abandonés en este mientras tanto Señor, necesito tanto de vos y como ese niño Señor con llanto profundo te digo: ten compasión de mí Señor porque sino me pierdo en la nada, ten compasión de mí, ten compasión de mí.
El Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya... (se corta la grabación) ...