Oración del 07 de Enero de 2005

Habla Artemio:

... manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años mas te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Se lo decimos otra vez ¿eh?: tu eres el alfarero que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años mas te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo.

Sí Jesús de la Misericordia, estamos tan ansiosos Señor que irrumpas en nuestra vida hoy una vez más y por supuesto todos los días a que alcance nuestra vida, ven Señor Jesús, instálate en nosotros Señor para darnos aquello que necesitamos Señor, te pedimos Señor humildemente que las Indulgencias de este día se cumplan en aquellos que cada uno han sido destinadas, para nosotros y para los demás y que esas personas en las que uno pensó para que se aplicaran las Indulgencias, realmente la vida para ellos sea más fácil, más simple, más sencilla y sana Señor, sana, sobre todo sana.

Señor Jesús, vos ves Señor como nos ha ido en la vida a todos, tantas veces bien, a veces no tanto, muchas veces mal, en base a todo Señor yo hoy decido en este día 07 de Enero, humildemente decido que, he decidido Jesús de la Misericordia, ofrecerte todos mis problemas, he decidido poner mi vida ante tus ojos, para que quemes todo, las cosas buenas, las cosas malas, que todo sea una forma de santificarnos, sí Jesús, todo está delante tuyo, asi como uno abre un baúl donde guarda tantas cosas, así Señor hoy hacemos con nuestra propia vida, la abrimos Señor para que se muestren, queden evidentes todo lo que nos pasó y nos pasa, todo Señor.

Señor, hacemos esto porque es importante tener en cuenta que si vos te ocupas de nuestros dolores, nuestras enfermedades y todo lo que nos pertenece bueno o malo, estamos seguros Señor que después de esto parecería que si esto nos tenía un poco atados al pasado o a los problemas de todos los días, a partir de hoy todo sea diferente Señor, que esto nos ayude a independizarnos de las cosas nuestras porque de esa forma vamos a vivir en otra dimensión, en la dimensión de nuestros semejantes, sí Señor, queremos que vos te adueñes de nuestro baúl de cosas tal vez viejas e inservibles, porque ya están en el pasado Señor, que a veces nos duelen, claro, pero están en el pasado Jesús, este es el momento que estamos aprisionando en nuestras manos, el pasado ya no es, el futuro tampoco, este es el momento que estamos viviendo, que este momento sea eterno Señor y si vos querés va a ser eterno Jesús, por una razón muy simple, porque vamos a vivir tan intensamente cada momento que el que pasó ya no nos va a importar porque ya no es, forma parte de nuestros recuerdos, que si obramos mal saquemos buenas enseñanzas y si obramos bien en todo caso vos lo sabrás y lo contabilizarás en nuestro favor, pero en última instancia Señor todo lo bueno que hacemos es tuyo pero también depende de nuestra disponibilidad para hacer Señor porque a uno nadie le exige que te ame Señor, uno te ama porque está convencido Señor que el amor que uno debe tenerte es porque sos nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero, el que está siempre con nosotros, el que seca nuestras lágrimas y el que nos acompaña en las risas, el que está mientras nos bañamos o hacemos nuestras necesidades, el que está mientras comemos o descansamos, siempre Señor tenemos que estar bajo la mirada tuya. Entonces Jesús todo lo que venga del mundo y no sea agradable no debe importarnos Señor, lo que sí debe importarnos es que uno tiene que amarte Señor y amarte mucho y reconocer también todo el amor que vos no tenés, por supuesto que el amor nuestro es chiquitito, es ruin, es muy poquito, pero el tuyo por nosotros Señor no tiene dimensiones ¿eh?.

Por eso, queremos vivir nadando en tu amor Señor, queremos movernos, ir y venir, ver cosas o dejar de verlas, hacer esto o lo otro, descansar o trabajar, divertirnos o dormir, siempre en tu presencia Señor, no nos interesa Señor, no nos interesa todo el dolor que puede haber en nosotros porque ya te lo dimos Señor, te dimos el baúl lleno de cosas, ahora queremos que vengas a nosotros, disfrutes con nosotros y si hay que sufrir sufras con nosotros, para ir edificando cada momento y cada día Señor bajo tu mirada, con tu protección, refugiándonos en el amparo constante de tu sombra Señor, pero más aún de tu mirada y seguir así por el mundo, con la naturalidad que viven los pájaros o las flores del campo, que a pesar de lo bellas que son no tienen nadie que las mire y de los pájaros que andan surcando el aire libremente y nadie los tiene en cuenta, pero para vos Señor son tus criaturas, tal vez lo esencial de nuestra vida sea vivir así simplemente como las plantas, las flores, los pájaros, tal vez sea esa nuestra vida Señor, sin arraigarnos a las cosas humanas, sin estar pensando qué podré tener más de lo que tengo, sin preocuparnos por el momento que sigue porque sabemos que ese momento está en tus manos, una pequeña ocupación puede tenernos pero vivir así tan espontáneamente como la vida se va manifestando en nosotros, pensando en que vos nos das ese aliento y esa vida que corre por nuestras venas y está en nuestro ser y nos mantiene de pie.

Sí Jesús, cuánto necesitamos encontrar el secreto para vivir en forma simple Señor, encontrar la forma de que las cosas del mundo no nos preocupen, buscar la manera de ser lo suficientemente conscientes para discernir aquello que vale y aquello que no vale, aquello que nos trae buenas cosas y aquello que directamente no conviene tenerlas en cuenta. Además Señor haz que amemos más de lo que nos aman a nosotros, que perdonemos más de lo que nos perdonan, que no juzguemos a pesar de que nos juzgan, no vivamos dormidos en laureles creyendo que somos eternos y sí lo suficientemente despiertos en tu amor para saber qué es lo esencial en nuestra vida, sí Jesús, eso es lo que necesitamos, eso es lo que deseamos, como vos tantas veces dijiste: “que no tenemos que saber dónde terminamos nosotros y dónde comenzás vos”, asi con esa espontaneidad, con esa forma simple de abrirse a todas las cosas, con naturalidad e ingenio, con creatividad para encontrar detrás de cada cosita un montón de significaciones para nuestra vida Señor.

Todo un tiempo, toda una vida donde la seguimos, la transitamos buscando la fórmula para ser felices y la única Señor es estar en tus manos, porque incluso las cosas alegres van a tener una real dimensión de alegría, las cosas tristes van a pasar apenas y hasta nuestros placeres que a veces consideramos no tan santos van a tener una Santidad enorme Señor porque todo lo que está sobre la Tierra Señor no es indiferente para vos y vos sabés todas nuestras cosas antes que pasen y vos sabés cuáles son nuestros deseos y vos sabés en qué fallamos y en qué somos siempre puntuales y concretos.

Señor Jesús, danos todo lo que necesitamos para ser felices, ven Señor a nosotros, ven Jesús, sana nuestros problemas, nuestras enfermedades, nuestras angustias, nuestras preocupaciones, todo aquello que nos saca de quicio, entra en nuestra vida, corre por nuestra sangre, llega a los lugares más remoto de nuestro cuerpo y llévanos tu presencia hasta en los más pequeños capilares que surcan nuestro cuerpo, Señor porque hemos descubierto una vez más que lo único que tiene sentido es vivir de vos, para vos, con vos y estar eternamente en vos, entonces todas las cosas del mundo tendrán una dimensión diferente.

Que hermoso Señor es si cada una de las cosas que nos pasan vemos que está tu imagen reteñida sobre cada una, porque cuando uno se ha ofrecido a vos Jesús uno sabe que hasta las cosas más pequeñitas la resolvés vos Señor y para traernos una alegría y un gozo y que si no lo sentimos así es porque todavía no hemos crecido lo suficiente, porque a veces Señor nos hemos demorado en la etapa de la niñez y algunas cosas, sobre todo en los caprichos y en los gustos y en las cosas que queremos somos como niños, caprichosos y difíciles, tenemos que ser como niños pero en cuanto a lo genuino, a lo verdadero, a lo auténtico, no a los caprichos, a una vida como es un niño en sus afectos, celoso, hasta cruel, siempre pide y nunca da, mientras que nosotros Señor tenemos que ser adultos, que tenemos que dar mucho más de lo que pedimos, agradecer mucho más que los que nos agradecen, amar mucho más de lo que nos aman, ser más auténticos a pesar de ver la falsedad en tantos rostros y sobre todo Señor, dominar nuestra lengua y nuestro pensamiento, para que nunca pensemos mal de nadie. Si un día podemos terminarlo y decir: hoy no pensé mal de nadie y mucho menos no hablé mal de nadie, ese día podemos considerarnos felices porque al ser humano le cuesta tanto no pensar mal de los demás, esta siempre predispuesto a encontrar siempre cosas malas en los otros, en uno no y eso no está bien. Se vive tan en paz, cuando uno no piensa mal de nadie, se vive tan en paz cuando uno no usa la lengua para destruir a los demás, porque uno cree que a veces su comentario no es nada pero un simple comentario puede ser el origen de la destrucción de alguien.

Por eso Señor queremos vivir con tu sabiduría, queremos que nos des el discernimiento necesario para pensar con corrección, queremos tu verdad Señor porque es la única que nos va a hacer libres, en todos los órdenes, queremos Señor estar continuamente metidos en la profundidad de tu amor, para que hasta nuestro aliento quien lo sienta, sienta el aroma y el calor de tu amor Señor, todo Señor porque te amamos tanto Jesús. Y hoy en esta tarde te lo volvemos a decir Señor: cuánto te amamos Señor y si te amamos a vos Señor, amamos a todos los que tenemos cerca y no tan cerca.

Señor, que ni los años, ni el tiempo ni las enfermedades alteren este amor Señor que te tenemos a vos y a nuestros hermanos, que ni los dolores más grandes, ni las pérdidas más terribles, ni las cosas mas indecibles nos hagan perder la dimensión de tu amor Señor, porque hemos descubierto que lo único verdadero Señor y duradero sos vos, lo demás termina, lo demás se acaba, lo demás se destruye, lo demás es lo demás. Llena toda nuestra vida de tu amor Señor y que él se manifieste en todos aquellos que amamos nosotros y aquellos que no nos aman pero también los amamos.

Señor Jesús, muéstranos tu rostro, míranos a la cara Señor, danos aquellas gracias y milagros para los demás y para nosotros que hoy te pedimos con tanta insistencia, que nuestros hermanos, todos aquellos que se dirigen a este lugar buscando alivio y consuelo y sanidad la encuentren Señor, todos aquellos que hablan por teléfono del país y del extranjero, llegue a ellos también toda nuestra recomendación Señor, no nos importa que viva en México, en Alemania, en la Indochina o en el pueblo vecino, para todos Señor tiene que alcanzar nuestro afecto y todos aquellos que están encomendados a nuestras oraciones, Señor mostrales tu rostro, mostrales tu rostro y todas las gracias y milagros que necesitan Señor.

Y ahora pensando en aquello que vos le decías a los Discípulos: “cuanto tienen que rezar digan así: Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad asi en la Tierra como en el Cielo, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como bien nosotros perdonamos a quienes nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal. Amén”.

Y ahora vamos a escuchar temas que tienen relación directa con vos, el alabarte Señor, el alabar a tu Madre para que ellos estén presentes en el momento de la bendición para sanarnos de todo y llenarnos de toda tu Gracia Jesús...

Se corta la grabación...................