Oración del 06 de Enero de 2005

Habla Artemio:

Bien, nos ponemos delante del Señor con todo nuestro fervor, con todo nuestro esfuerzo de estar a tono con la Divinidad, pensemos que tenemos que hacernos nada para que el Señor venga a nosotros, si nosotros tenemos por dentro odios, rencores, si por dentro tenemos un montón de enojos, broncas y otras cosas por el estilo, primero tendrá que solucionarse eso porque sino el Señor no puede entrar en nosotros.

Con toda nuestra fuerza, con toda la fe que tenemos, que aunque sea poca pero con todo lo que tenemos, tenemos que decirle a Jesús: ven Señor, ven a mí en este día y yo te digo con toda mi alma Señor, que tengas compasión de mí, mirá mis dolores, mis angustias, mis problemas, todas mis cosas, para que a partir de este día todas mis cosas se vayan solucionando. Ven Señor, ven, te ofrecemos humildemente, ya que no podemos a veces concentrarnos tan bien, te ofrecemos todas las cosas para edificar Señor, para construir delante de vos, nos solidarizamos Señor con todas esas almas, no solo de las que se fueron sino de las que quedaron de toda esa tremenda desgracia que hubo en Buenos Aires o en el extremo Oriente donde tantas personas murieron y tantos perdieron el hogar para siempre.

Señor, a veces uno piensa que el dolor que uno tiene es tan chiquito al lado de todo lo que pasan otros, pero a cada uno Señor nos duele nuestro propio dolor, a cada uno nos preocupan nuestros propios problemas, cada uno de nosotros tiene sus propios dolores, cada uno de nosotros está en la vida y nos va de una manera, a veces muy bien, a veces no tanto, quisiéramos tantas cosas Señor pero entre todas Señor hay prioridades, uno necesita estar sano Señor, necesita tener todo su cuerpo en orden, su alma en orden, uno tiene que ser humilde Señor, simple, sencillo, genuino, auténtico, si uno no puede solo Señor danos vos la fuerza para ser así. La humildad es la madre de todas las virtudes, en consecuencia Señor haz que sea humilde, humilde para pedirte y humilde para agradecerte, humilde en la vida de todos los días, en el trato con los demás, humilde en mi vida privada y en mi vida pública y por supuesto Señor, que antes de buscar perdón de los demás yo perdone, que antes de buscar amor en los otros ame yo Señor, que antes de decir Señor: sácame este dolor tengo que hacer yo lo posible para evitar todo el dolor que puede haber en el mundo. Y para eso no tengo ni lugar, ni sitio, ni momento ni nada, porque siempre es oportuno Señor para aliviar ¿mmm? todo el dolor que tienen nuestros hermanos.

Anoche Jesús en la Revelación que hizo dijo que muchas veces los seres humanos, hizo una comparación como Él hacía en el Evangelio, que muchas veces los seres humanos somos como un repollo, ustedes vieron que más crece el repollo mas duro se pone, en el sentido de que el centro de esta planta quiere salir pero son tantas las envolturas que tiene el repollo ¿mmm? que a veces hasta se seca así envuelto y lo saben muy bien aquellos que cultivan, y me puse a pensar largamente Señor en todas estas cosas y veo cuanta razón tenés Jesús, cuánta razón tenés, en el sentido de que decimos tantas cosas pero no nos preguntamos nunca si nuestro papel en el mundo, nuestra misión como padres, como hijos, como hermanos, como amigos realmente la cumplimos, a veces siendo padres no tenemos autoridad para guiar a nuestros hijos, más aún, muchas veces el problema no está resuelto en el sentido de que un hijo debe ser un fruto del amor, para muchos no es así.

Entonces, qué podemos pedirle al Señor cuando nosotros estamos fallando en la base, no podemos pedirle al Señor que mejore, que cambie cuando nosotros hemos formado a las criaturas de una forma que no corresponde, no se los dice alguien improvisado en esto, yo pasé casi medio siglo delante de las aulas y sé muy bien hasta que punto los padres en general, hay santos varones no educan bien a sus hijos, dejan que todo pase, los hijos son en la casa unos dictadores donde hacen su voluntad y tienen a los padres siempre de una forma que no es la que conviene, el mucho amor que tenemos que tener por nuestros hijos no quiere decir que le dejemos hacer lo que ellos quieren ¿verdad?, porque eso a la corta o a la larga va a ir en contra de nosotros. Lo mismo todo lo referente entre los hermanos, si los hermanos no se aman, no se quieren, evidentemente habrá que preguntarse hasta qué punto uno no le dio el ejemplo de afecto, si los padres se pelean delante de sus hijos, se dicen palabrotas, se dicen cualquier insulto, no piensen que sus hijos van a estar bien, ¿saben cómo se manifiesta después?, las peleas de los padres, la vida así bastante irregular, el problema de la casa en el sentido de que no hay comprensión, se manifiesta después en alergias, asmas, falso grup, se manifiestan todas esas enfermedades respiratorios o de la piel, es así. Entonces a veces los padres preguntan: ¿qué puedo hacer por esto? ¿mmm?, es decir, cuando un hombre y una mujer están juntos se supone que deben llevarse bien y si no lo hacen que peleen en privado pero no delante de sus hijos y muchos ni son deseados los chicos, que vamos a decir ¿mmm?.

Entonces es cierto que muchas cosas nos vienen porque en la vida nos va de una manera, tenemos una enfermedad, la otra o la otra, pero también es cierto mis queridos que tantas veces nosotros no hemos deseado lo suficiente a nuestros hijos, no fueron un fruto del amor ¿mmm?, fueron muchas veces fruto de una noche de joda ¿mmm?, no fueron el fruto de pensar en ellos ya de antemano para que tuvieran un lugar dentro del hogar, hay muchos que sí, por eso cada uno sabe como le ajusta los zapatos ¿eh?, y además yo no estoy hablando solamente para los que estamos aquí sino también para todos aquellos que tienen relación con ustedes, no es posible que la familia viva como vive, los esposos se lleven como se lleven porque los hijos tendrán un futuro muy feo.

Entonces, no podemos pedir cosas que nosotros no sabemos hacer, por lo tanto le decimos al Señor que nos inspire a través del Espíritu Santo para que tengamos una conducta coherente como esposos, una conducta coherente con nuestros hijos, para que los chicos entre sí se respeten y se amen y en todos los órdenes de la sociedad. Hay personas que no saben vivir solos entonces buscan a alguien para que se ponga a su lado, quien no sabe vivir solo tampoco sabe vivir en pareja y después las desgracias son en común, habrá que mejorar muchas cosas de nuestra vida mis queridos si queremos que las cosas cambien ¿mmm?. Un día un padre cuando yo estaba dirigiendo una Escuela me dice: yo quiero que mis hijos tengan lo que yo no tuve, bueno le digo, pero hay que regular también, no, no, que todo lo tengan porque así no van a tener dolor en el futuro, los dos hijos de ese matrimonio terminaron muertos en un accidente de tránsito porque corrían a una velocidad increíble por la ruta, claro, todavía eran menores, chicos y ya andaban a una velocidad que no se podía pensar que chicos así lo hicieran, un peligro para los demás no solamente para ellos. Por supuesto que después hablé con ese hombre yo, pero no le dije nada, no hacía falta ¿mmm?, los chicos tienen que vivir muy bien pero no por eso hay que hacer que vivan de cualquier forma, mandan ellos hoy día, sino fíjense ustedes en la disco de Buenos Aires, hay criaturas muy chicas, doce años, diez años, ¿qué hace un niño de diez años en un festival de rock digo yo, en una ciudad como Buenos Aires? ¿mmm?, ¿y qué hacen los padres que llevan a sus hijos de meses y los colocan en los baños como un lugar para estar hasta que ellos se vayan?, es tan fácil darse cuenta que el ruido que hacen los instrumentos, porque no es sonido ¿no es cierto?, si le trae problemas a las personas grandes, con más razón a las criaturas, si nunca hubo tantos problemas de audición como en esto tiempos, ¿ustedes qué creen?, la mayoría es justamente porque los ruidos ensordecedores terminan con los tímpanos.

Por eso, ordenemos nuestra vida, si estamos solos vivamos tratando de hacer nuestra vida algo que valga la pena, si estamos en compañía sepamos asumir lo que es vivir en compañía o en grupo, si tenemos una familia tenemos que ser conscientes, no podemos vivir de cualquier forma, el que puso un hijo al mundo tiene que hacerse responsable de todo lo que pase pero no sobreprotegerlo porque eso es pasarse de afecto ¿mmm?.

Entonces, no pidamos a los demás o a Dios lo que nosotros tenemos que resolver en nuestra conciencia ¿eh?, vivimos aturdidos, no nos damos cuenta qué es lo esencial, uno de los misterios hablaba hoy es del discernimiento, discernir es sacar una buena conclusión sobre algo ¿mmm?. Por ejemplo, no es que yo esté en contra de las motos ni mucho menos pero le digo a los padres que compran motos a sus hijos, bueno cuídense que usen cascos, o anden despacio ¿verdad? pero realmente es tener vocación suicida regalarle una moto a un hijo, en mi propia familia tengo casos irreparables en cuanto a los accidentes, claro, una moto muy grande tiene mucha fuerza y un jovencito ¿verdad? usa esa fuerza sin darse cuenta pero para eso estamos los grandes para decirlo ¿mmm?. Entonces, seamos conscientes como padres, como madres, como hijos, como hermanos, como suegros, como suegras, cada uno en su rol, la gente vive mal, vive mal porque a veces quiere vivir mal, si alguien comete injusticias con uno pues bien habrá que decirle: no, esto no puede ser, basta ¿eh?; es decir, no tenemos conciencia de que somos hijos de Dios y herederos de su Gloria, que el Señor al crearnos no hizo porquerías sino que hizo hombres y mujeres que deben ser responsables de todo lo que hacen ¿mmm?.

Esto es lo ideal, es decir, cuando uno vive de una manera tratando de hacer todas las cosas como realmente corresponde, asumiendo lo que es el papel de esposo o de esposa, de abuelo, de abuela, de padre, de hermano, de amigos, de relaciones, de buenos vecinos, de lo que sea ¿mmm?, entonces de esa forma es fácil porque todo se va simplificando y además no podemos nosotros decir: a mi no me importa esto o lo otro, el Señor no has creado con tanto amor y quiere que nosotros seamos dignos de ese amor, por lo tanto tenemos que ser responsables en nuestras conductas, hagamos lo que hagamos, cuidar nuestra lengua porque la lengua nuestra es tremenda, los seres humanos usamos la lengua y no sabemos que muchas veces matamos más con una lengua que con un arma ¿mmm?. Todos somos muy propensos a hablar mal de los demás y más aún, somos muy propensos a pensar mal de los demás, si cuesta lo mismo, pensemos bien en vez de pensar mal, de esa forma seguramente no nos vamos a equivocar y además démosles la posibilidad al otro de descargarse porque tantas veces ocurre que uno piensa mal de alguien y no sabe que es lo que los demás hacen, porque uno no conoce las intenciones de los demás, entonces fíjense ustedes, yo tengo acceso al Purgatorio, es decir a las almas que están en la oscuridad y lamentablemente muchas personas están en la oscuridad, no pueden ver a Dios todavía por los pecados de la lengua. Somos terribles los seres humanos con la lengua, le quitamos la dignidad a cualquiera, el buen nombre a cualquiera, en cualquier momento, en cualquier circunstancia y cuando no hablamos a veces pensamos mal que es tan dañino como hacer el daño. Solamente cuando nos desprendemos de un mal pensamiento, ese mal pensamiento incide en las demás personas en quien pensamos mal y le hacemos mucho daño ¿mmm?. A veces hay personas que me dicen aquí adentro: yo no sé por qué la sociedad nos segrega, a veces la sociedad segrega por el color, porque a lo mejor bueno la madre o la abuela o la persona vive a lo mejor una vida un poco liviana pero uno no sabe por qué lo hace ¿mmm?, entonces ¿verdad? pensemos un poco cuánto daño podemos hacer con la lengua ¿mmm?.

¿Por qué digo todo esto?, porque si estamos aquí, hemos peregrinado a este lugar quiere decir que tenemos que dejar una vida bien blanqueada en el sentido de que no podemos seguir cometiendo los mismos errores que cometimos hasta ahora ¿mmm?, hagamos las cosas bien, vivamos y dejemos vivir a los demás, seamos honestos, conscientes, responsables, en todos los órdenes.

Por eso Señor, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida, nos ofrecemos totalmente a vos Señor, nos ofrecemos Jesús para que nos quemes con el fuego de tu amor y hagas de nosotros personas responsables, conscientes, cuerdas y por supuesto sanas Señor, de mente y de cuerpo, para que te podamos servir con amor Señor, con dedicación y sin ser quejosos Señor porque las enfermedades hacen que seamos muy quejosos a veces.

También te pedimos Jesús que sanes todo lo que tenemos en nuestro cuerpo y en nuestra alma que viene por herencia porque tantas veces estamos pagando culpas de otros o tenemos enfermedades que vienen de nuestros padres o de nuestros antepasados, por eso Señor, mira nuestros padres en el momento que nos dieron la vida y piensa en montones de generaciones hacia atrás y también hacia delante para que nadie herede las cosas malas que recibimos. Ven Señor, ven a poner orden en nuestra vida, no podemos vivir de cualquier forma, ven Señor Jesús, ven, ven Señor Jesús, ven a darnos el discernimiento necesario para distinguir qué es lo bueno y qué es lo malo, qué es lo que corresponde y lo que no corresponde, si todos somos muy buenitos delante de los demás pero yo oigo cada cosa terrible, cuántos hombres hay golpeadores por ejemplo y los que no golpean con las manos o con algún objeto, golpean con las palabras, no se puede ser así, con qué derecho le pedimos al Señor que ponga amor en nuestra familia si uno es un desgolletado, no puede ser ¿eh?. Algunos no torturan con golpes, torturan con palabras, ¿con qué derecho?, hombres o mujeres, otros estafan en el amor, otros directamente tienen una conducta indecorosa que hacen imposible una vida de hogar que valga la pena, habrá que pensar en todo esto, seriamente pensar en todo esto porque si estamos viviendo en un terreno desparejo vamos a tropezar mucho, si estamos viviendo de cualquier forma ¿quién nos va a dar una mano?, aunque el Señor siempre está dispuesto a darnos una mano, siempre que se lo pidamos, siempre que querramos que Él nos de una mano, pero muchas veces somos tan puente roto, impasables que ni se puede acercar el Señor porque un poco más y lo convertimos a Él ¿mmm?. Hay mucha gente que si lo encontrar a Jesús..., no sé, lo convertiría..., quisiera convertirlo al Señor ¿mmm?, bien.

Entonces, es cierto que tenemos que pensar en nosotros, tenemos que pensar en el Señor, en nuestras enfermedades y en todo ¿no? pero también pensar qué es lo que origina estos problemas, a veces dijimos es por herencia ¿verdad? quien no sabe que su diabetes es hereditario, en algunos casos no, pero en general sí, bueno sin embargo algunos hablan de su diabetes como si fuera algo que lo van a tener de por vida, no se abren de corazón y dicen: Señor, saname, si se puede sanar la herencia pues bien saname la diabetes y si no es la diabetes es el problema de la aorta que todos mis familiares lo tuvieron entonces por herencia yo lo tengo y yo tengo que padecer de esto y morir de un infarto, entonces si nosotros sabemos de antemano de qué vamos a morir para qué le vamos a pedir al Señor que nos sane ¿mmm?.

Entonces, somos difíciles los seres humanos, no sabemos qué nos viene bien, no sabemos cómo nos tienen que hablar, qué tienen que darnos, qué tienen que quitarnos, no seamos difíciles para el Señor, estemos abiertos, seamos conscientes de que Él nos ama y si nos ama quiere para nosotros todo lo mejor. Yo muchas veces me pregunto y me respondo: hay mucha gente que no se sana de sus problemas porque no quiere sanarse, que va ser me decía uno: yo nací para jugador y voy a jugar siempre, tendrán que aguantarme así y yo digo: ¿y los hijos y su esposa, qué? ¿mmm?. Después tenemos todo el problema de la cantidad de alcohólicos que hay, es enorme la cantidad de alcohólicos y eso significa una vida familiar totalmente rota, pero habrá que ver también por qué un ser humano se hizo alcohólico, si es por herencia, si es por los mismos problemas que tiene, por cincuenta cosas.

Mis queridos, el Señor nos ofrece todo lo que necesitamos para vivir felices y en paz, no lo desaprovechemos, Él quiere sanarnos de todo lo que tenemos, seamos conscientes de eso, Él quiere que nosotros descubramos cuánto no ama y de esa forma..., y de esa forma tener confianza, tener esperanza de que todo aquello que puede pasarnos en sus manos deja de ser un problema y es una solución cuando se lo damos a Él.

Por eso, ofrezcamos todos nuestros dolores, de enfermedades físicas y psíquicas, las de nuestros parientes y amigos, de todos los que se relacionan con nosotros, ofrezcámonos a Dios y a su Santísima Madre para que repare en nosotros las cosas que están heridas, haga posible el orden en nuestro cuerpo y en nuestra alma, en nuestro hogar, en nuestras costumbres y en todas nuestras cosas.

Ven Señor Jesús, danos el entendimiento y el discernimiento para realmente ser buenos hijos tuyos, poder vivir en paz y ser feliz como vos querés que seamos Señor, ven a mi alma Jesús, ven a mi alma, entra en ella y quédate para siempre Señor dentro de mi alma, ven Señor Jesús, ven, danos todo lo que necesitamos para ser felices Señor. Ven Señor Jesús, sánanos, sánanos Señor y yo en tu nombre Señor, con toda la fuerza que vos me das les digo a todas las enfermedades que tienen ustedes, que tenemos todos y los que ustedes aman, que se retiren para siempre, en nombre del Señor de la Misericordia que se retiren y que se sanen todos los enfermos que hay aquí y de la enfermedad de todos aquellos que se relacionan con nosotros, todos Señor para mayor Gloria tuya y mayor felicidad nuestra.

Y ahora Jesús te vemos pasar entre nosotros y te decimos simplemente lo que todos los días gritamos con fuerza: el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. El Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya. Déjalo... (se dio vuelta la cinta) ... . Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. El Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición. El Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición.

Le agradecemos al Señor todos los comunicados por teléfono de este día, de las personas que se han sanado, dos de cáncer, una de diabetes, tres personas de problemas del corazón, estoy diciendo problemas físicos, los otros no puedo decir porque a veces pueden tener relaciones con ustedes y ya sabrían de quien hablo ¿no?, le agradecemos al Señor todos esos, Jesús dijo que aquí Él promete un montón de gracias y por lo menos tres milagros al día, por lo menos, no quiere decir que tres solamente, por eso le agradecemos al Señor que sobreabunda su gracia entre nosotros, que todo tiene un sentido a través de Él, que todo tiene una explicación y que todo realmente está en sus manos, estamos cuidados por Él. Y ahora escuchando temas que hacen a la sanación, les voy a dar la bendición ¿mmm?... (se corta la grabación) ... .