• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 27 de Diciembre de 2004

Por eso Jesús, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida humildemente te decimos: pasa sanando Señor a todos nosotros de todas las enfermedades y los problemas que tenemos, pasa sanando Señor.

Oración del 27 de Diciembre de 2004

Habla Artemio:

... si es tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.

Bueno, muy bien, esta sanación tiene por destinatario a todos los presentes, los que estamos aquí, a todas las personas que nosotros amamos y por supuesto a los que se relacionan con nosotros, los que trabajan, los que, es decir todos los que de una u otra forma conviven, alternar, están con nosotros ¿mmm?, entonces después de haber rezado esto que hace posible alcanzar las Indulgencias Plenarias que el Señor prometió como un verdadero milagro, es decir una protección especialísima, que no solamente limpia todo el pasado sino que además protege para siempre ¿mmm?, bien. Bueno, y eso es justamente los que nos pasa a los seres humanos, andamos por el mundo muy desprotegidos, estamos siempre a la intemperie, siempre teniendo miedo de que a la vuelta de cualquier esquina aparezca en nosotros una enfermedad y nos haga sufrir.

Entonces, ya que el Señor se manifiesta en este lugar desde hace, en Marzo, diez años ¿mmm?, entonces tenemos en cuenta que la presencia constante del Señor acá y sobre todo demostrado una vez más con esto de las Indulgencias ¿mmm?, muy fervorosos, muy conscientes, muy convencidos, muy esperanzados le decimos a Jesús humildemente: Señor aquí estamos, te agradecemos Señor todas las cosas que nos das todos los días, el hecho de abrir los ojos, de estar con vida un día más, te damos gracias Señor y te alabamos porque sentimos tu presencia y tu protección, en todos los órdenes y en todo sentido Jesús.

Yo veía Señor a lo largo de los cuatro mil kilómetros que hice días atrás, como Señor me ponías las personas enfermas delante al entrar a un bar, al entrar a comer o en el supermercado o donde sea y me indicabas Señor: éste está enfermo de tal cosa, éste otra de tal otra y yo veía que todo había sido como preparado por el Señor para que uno se lo encomendara a Él y había personas de muy diversa naturaleza, algunos con enfermedades muy simples, otros con enfermedades muy serias, pero partimos siempre de la base que para el Señor todo es posible, con todo lo que Él nos ama nosotros estamos convencidos que tengamos lo que tengamos el Señor siempre nos va a tener en cuenta y nos hará pasar los problemas que tenemos, tendremos que seguir luchando en la vida porque la lucha es constante para todo el mundo, pero es muy distinto cuando uno está tomado de la mano del Señor o cuando uno está como huérfano ¿no? solo.

Por eso Jesús, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida humildemente te decimos: pasa sanando Señor a todos nosotros de todas las enfermedades y los problemas que tenemos, pasa sanando Señor, mira nuestro pasado muy lejano para sanar Jesús todo aquello que heredamos de nuestros padres o de nuestros antepasados, y por supuesto también que nuestra descendencia no tenga que heredar nada de lo que nosotros padecemos. Pasa sanando Jesús, mira todo nuestro cuerpo, cada uno de sus órganos, mirá todo Señor, mirá nuestra vida psíquica Señor alterada por tantas cosas que a veces nos sacan de nuestros objetivos, de nuestros intereses, de nuestras cosas porque muchas veces el hombre usa muy mal su libertad y tenemos que padecer seriamente a veces por culpa de que algunos no hagan bien las cosas.

Por eso Señor, pasa sanando Señor, pasa sanando, pasa sanando cada uno de esos lugares donde estuve tan lejanos, tan... (se dio vuelta la cinta) ..., palabras Señor por el hecho de que cada uno vive en su mundo, con sus problemas, con sus cosas, todos de paso, ¿hacia dónde?, no sé, hacia un extremo o el otro, no solo del país sino también del extranjero y yo me preguntaba Señor: ¿cuál es tu palabra para todas estas personas?, ¿cuál es tu palabra Señor?, tu palabra es siempre la misma, es una palabra de amor, es una palabra de comprensión, es una palabra de entendimiento, es una palabra de perdón porque, delante tuyo Señor es tan difícil hacer cosas malas Señor porque vos ya de antemano sabés cómo vamos a obrar nosotros porque tenemos una forma de ser, una forma de pensar, una forma de obrar y en consecuencia ya de antemano Señor vos diste por perdonada las cosas que nosotros hacemos y que tal vez a vos no te gustan mucho, pero siempre nos atenemos Señor a que el principal problema que nosotros tenemos los seres humanos es que no tomamos conciencia de cuánto vos nos amás Jesús, tu amor es tan grande Señor que como amigo, como hermano, como compañero, como compinche, como lo que sea, está siempre con nosotros, sabe todo lo de nosotros, entiende todo lo de nosotros, perdona todo lo de nosotros y está siempre ahí esperando para darnos lo que necesitamos para ser felices, es cuestión de pedírtelo Señor, pedírtelo con fe, creyendo que vos nos vas a escuchar, todo lo que pidamos siempre Jesús tiene que ser en base a un principio, estar convencidos que lo que uno te pidió ya se lo vas a conceder, de esa forma tenemos que rezar, convencidos de que cuando deseamos algo y te lo pedimos ya creemos firmemente que vos nos lo concedés.

Sí Jesús, pasá por alto nuestros problemas Señor, las cosas que tal vez no son tan adecuadas para vos, pero que forman parte de nuestra propia naturaleza y pasá sanando Jesús, pasá sanando todo Señor, cada uno en este momento le presenta al Señor los problemas que tiene, las preocupaciones que están en su ser, las enfermedades que tienen y después le haremos caso a los médicos pero nosotros te vamos a creer a vos Señor porque los hombres se equivocan y lo que dicen es tan relativo.

Por eso Jesús, uno se siente tan bien delate tuyo porque uno siente que entrás en nuestras venas, te metés dentro de nosotros, llegás a todos los lugares más lejanos de nuestro cuerpo para darnos la sanación. Sí Jesús, llegá hasta nosotros y danos lo que necesitamos para ser felices Señor, en este día después del día de la Sagrada Familia, tan cerquita a la Navidad, donde todos estamos convencidos que has nacido en nosotros otra vez, totalmente otra vez, para quedarte en nuestro ser y no apartarte nunca más. Pasa sanando Señor, pasa sanando todas las cosas que no están en orden dentro de nuestro ser, todos los dolores a lo largo de nuestra vida, todos los problemas que tuvimos, todos los problemas que trajeron otros problemas que a lo mejor sentimos ahora como problemas, que tal vez remontan a cuando éramos pequeños o ya en el seno de nuestra madre.

Jesús, parecería que hoy en este primer día de la sanación después que vos nos diste estas Indulgencias Plenarias, parecería que todo es diferente, parecería como si realmente fuera el lugar más privilegiado de la Tierra este que estamos pisando, pero no por nosotros Señor sino por lo que vos desde este lugar hacés por el mundo, es decir por todos los hombres, uno se admira Señor pero no alcanza a entender Señor la cantidad de Gracias que vos desparramás por todos lados.

Sí Jesús, que felices que somos en tenerte por Padre, que felices sabiendo que ante cada pensamiento vos te estás adelantando ya porque sabés que es lo que vamos a pensar, ante cada acción Señor sabés lo que vamos a pensar y hacer. Cuantas gracias te damos Jesús, cuantas gracias Señor.

Le presentamos a Dios nuevamente todo lo que necesitamos, le rogamos al Señor que nos conceda aquello que nos preocupa, que nos conceda las gracias y los milagros, que nos haga vivir bien, muchos años, felices y que nunca nos muramos por enfermedad sino que nos muramos de viejos, porque la enfermedad es un desorden dentro del hombre y que la mejor muerte, la que quiere el Señor es por vejez pero no vejez como la entendemos nosotros Señor sino el concepto de vejez que vos tenes, que es cumplir muchos años Señor, muchos años, tanto que morirse de cien años es morirse muy joven. Atendiendo Señor todo lo que vos nos decís siempre, eso te pedimos Señor, no es que inventamos cosas Señor sino que simplemente hacemos lo que vos nos estás diciendo Jesús, eso es lo que hacemos, lo que vos nos pedís que hagamos.

Sí Jesús, teniendo en cuenta Señor te lo decimos de esta manera: tu eres el alfarero que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días...

Se corta la grabación..................

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