Mensaje del 22 de Noviembre de 2004
Habla Artemio:
Cerramos nuestros ojos, si los quieren tener abierto… (se dio vuelta la cinta) …, por dentro. Estamos en presencia del Señor, Dios está aquí, como dice el tema del canto: venid adoradores adoremos, el Señor está entre nosotros, ¿para qué?, y para decir lo que decía cuando llegaba a cualquier poblado del tiempo cuando Él caminaba todo Jerusalén y todos los lugares adonde, fue que son un montón, ¿y qué decía?, cuando llegaba a cualquier sitio decía: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, lo repetía fuerte porque era lo principal para Jesús la salud, la salud y la solución de todos los problemas que cada uno tenía y tiene ¿mmm?.
Entonces nosotros hoy volvemos a repetir aquello ¿mmm?, junto a las palabras que no por repetidas son menos buenas ¿mmm?, palabras que deberíamos decir todas las mañanas al levantarnos o en cualquier situación dolorosa: Jesús, ten compasión de mí, Jesús, ten compasión de mí, Jesús ten compasión de mí. Por las dudas aclaramos que compasión no quiere decir tené lástima de mí sino sentí lo que yo siento, pasión es sentir, conjunto, sentí lo que yo siento o mi dolor o mi enfermedad o mis problemas o lo que sea, sentí lo que yo siento y entonces como Él hacía cuando estaba en contacto con la gente así directamente: “¿qué necesitás?”, la respuesta no la doy yo, la dan ustedes y en la medida que sean convincentes, es decir se entienda bien lo que quieren decir Él les escuchará, nos escuchará a todos. Alguno se preguntará: pero ¿no lo estaremos cargoseando al Señor pidiéndole siempre?, quien dice así no entendió quién es el Señor. A ver si podemos aclarar, comparemos esto con la sal, ¿cuándo la sal cumple su función?, cuando sala algo, la carne, la sopa o lo que sea ¿mmm?, entonces el mérito de la sal está en salar, el medio del azúcar o la función del azúcar será endulzar ¿mmm?, bien.
Entonces como dice el Evangelio: “ustedes piensen en la sal que perdió su sabor, ¿para qué sirve?, para nada, se tira ¿verdad?, entonces así como la sal cumple su función cuando sala ¿mmm? cuando le da sabor a algo ¿mmm?, sabor viene de sal ¿mmm?, bueno, así también el Señor cumple su función en la medida que nos da cosas ¿mmm?. Nunca se puede pensar en un Dios que no esté dando y dándolo todo sino no sería Dios, así de simple es esto. La comparación es muy lejana pero sirve, así como la sal cumple su función saboreando las cosas así el Señor está plenamente en función y en relación con nosotros cuando nos da, ¿y qué nos da?, lo que le pidamos, pero también en esto hay que ser un poco cuidadoso ¿no es cierto?, porque no es cuestión de rezarle al Señor siempre como si uno fuera un manguero que anda pidiendo demás cosas, no, no, no, no, no me refiero a eso, me refiero a que si como dijimos al comienzo: si establecemos una buena relación con Él, un diálogo quiere decir que nos ubicamos y así como le pedimos también le damos, ¿y qué le daremos nosotros?, lo que hicimos hoy al comienzo, una alabanza, un agradecimiento por lo que Él nos concedió ¿mmm?.
Entonces, es tan importante que entendamos esto, la mejor forma de relacionarnos con el Señor es alabándolo, diciéndole: gracias Señor por esto, por lo otro, por lo de más allá, ahora ¿y qué es esto de alabar al Señor?, lo puede hacer uno con sus propios medios diciendo cosas pero también puede hacerlo con otros medios, por ejemplo vamos a hacerlo: en este día Señor es como si nos hiciéramos cada una de las gotas que caen desde arriba, de la lluvia y tengo la intención de que cada una de esas gotas sean una alabanza a vos Señor, después pienso en los pastos, en las cosechas y en todo, todo reverdece, todo se mejora, todo sigue creciendo bien, entonces Señor yo digo: que los pastos, que el trigo, que todos los cereales al recibir estas bendiciones que son las gotas que caen, todo eso, esa alegría que tienen los vegetales ¿verdad?, que también Señor sea una alabanza a vos, porque si ustedes creen que los pastos, los cereales o cualquier planta no habla entonces a ustedes les falta muchas cosas de aprender, porque todos tienen su lenguaje, su forma de hablar.
Entonces, hemos puesto a alabar a Dios a la lluvia, esto no es nuevo, yo no inventé la pólvora, San Francisco en el año 1200 decía: “hermana piedra, hermana tierra alaben al Señor” ¿mmm?, bien. Entonces no es nada nuevo, es algo olvidado pero no nuevo y nosotros vamos a agregar más cosas para alabar al Señor, vamos a ver como crecen los pastos por dentro, hay toda una reproducción de la célula de la parte ínfima de los seres, sea de las plantas, sea de los animales, si nos ponemos a pensar en la cantidad que hay de vegetales en todos los lugares y animales y decimos: Señor, que cada una de las partes de este ser, planta o animal también te alabe Señor y con más razón, porque animales y plantas son tan puros, tan simples, sin orgullo, sin soberbia, sin nada, nada, simplemente son ¿mmm?, bien. Y si queremos seguir diciendo vamos a decir: Señor, sos tan grande y me amás tanto y amás tanto a todos los hombres por qué no voy a poner todas las gotas de aguas que hay en el mar, en los océanos que son incontables también a alabarte ¿mmm? y si seguimos en esto Señor: por qué no pongo también a cada pequeño granito de arena de los desiertos que son incontables, Señor, los pongo a alabarte ¿mmm?. Y si miro el Cielo Señor y lo veo todo lleno de estrellas, las galaxias, tal vez otros mundos, todas cosas que vos creaste Señor entonces yo también le digo a las estrellas, le digo a todo ese conjunto de estrellas que forman las galaxias, a todos los planetas: alaben al Señor, han sido creados por Él todos, en consecuencia alábenlo siempre, a cada instante y seguimos enumerando, ¿qué podríamos enumerar?, tantas cosas, todo nuestro cuerpo, todo el crecimiento de nuestro cuerpo ¿mmm?, ¿solamente las cosas buenas?, no, si tengo dolores digo: que estos dolores sean para alabarte Señor.
Yo sé que la alabanza es lo que mas te gusta Señor y es la mejor forma de pedirte, por eso: pongo todo a alabarte, miren ustedes si lo que estoy diciendo lo hicieran muchos, ¿cuántas alabanzas recibiría el Señor?, ¿y por qué todo esto?, vos viste que cuando dos personas se aman se dicen palabras lindas, bueno si yo sé que el Señor me ama y yo lo amo tengo también que decirle palabras lindas, en este caso las alabanzas, ¿y qué es más aún una alabanza?, decirle al Señor: que bueno que sos, que grande, cuánto abarca tu Misericordia, cuánto Señor, cuánto, reconocer esas obras del Señor, eso es alabarle.
Entonces nosotros le vamos a decir en este día Señor y todos los días a que alcance nuestra vida, vamos a hacer de nuestra vida una continua alabanza Señor para darte gracias por todo y para pedirte por todo y para todo y para todos, porque hoy sabemos también que no podemos pensar en vos si no pensamos en alguien que vive dando, tal vez Señor nosotros te creíamos que vos estabas para pedir nomás pero lo esencial de vos es dar Señor, así como la sal da su sabor.
Por eso Señor, en este momento que todo está alabándote porque así lo deseamos íntimamente, humildemente te digo Señor: vos sabés todo lo que necesitamos, vos sabés Señor hasta que punto uno se siente frágil, simple, uno se siente pobre, miserable, uno siente tantas cosas, pero Señor si vos estás con uno todo eso que uno siente desaparece y se transforma en todo lo mejor.
Dice Jesús:
Sí Mis queridos, claro, en este día y siempre, me gusta recordarles a los hombres, me gusta recordarles que es tanto Mi amor, que confíen plenamente en él, totalmente en él y todo aquello que me pidan creyendo que lo van a conseguir, lo van a conseguir, alguien tiene que pedírmelo sinceramente o ustedes directamente, o alguien por ustedes, porque Mi objetivo, la razón de ser es darles a ustedes todo lo mejor, es por eso que reviso vuestra vida y la de vuestros antepasados para cortar en este día a pedido de quien uso su voz para dirigirme a ustedes, a partir de este día todo aquello que viene de antes y es malo desaparece, no solamente hacia atrás sino hacia delante.
“Yo soy la Luz del mundo entonces, entonces quien está conmigo no camina en tinieblas”, Yo estoy a vuestro lado, delante y detrás, arriba y abajo, a derecha e izquierda pero sobre todo los refugio en el hueco de Mi mano y más aún, en Mi Corazón.
Que buena costumbre es pedirme a Mi que los refugie en Mis heridas, que hermosa costumbre es dormirse en la noche habiéndome pedido: Señor, guardame en la herida de tu costado, porque quiero pasar toda la noche dentro de la herida de tu costado o en las heridas de tus manos o de tus rodillas, díganme lo que ustedes quieren, si Yo sufrí tanto en Mis manos, en Mis rodillas, en todo Mi cuerpo ¿por qué no identifican vuestros dolores con los dolores que Yo padecí?, en ese instante Mis queridos todo lo malo desaparece, ¿cómo se llama esto?, se llama milagro, que es algo muy simple que se da en todos aquellos que creen de veras en Mí y en Mi amor, quien no cree que Yo puedo hacer milagros entonces es analfabeto en las cuestiones de Dios, quien no cree que Yo puedo transformar las cosas de un instante al otro no sabe nada de Mí y por lo que veo a Mi alrededor hay tantos que no saben nada de Mí y sobre todo algunos que han hecho de Mí su profesión, que cosa, que pena. Pero Yo a nadie le niego un poquito de Luz en su conciencia para que tarde o temprano por fin me descubra porque debe ser tan triste la vida de aquél que dice dedicarse a Mí y no conoce esto, dicen dedicarse a Mi con exclusividad y no creen que Yo puedo hacer milagros y le buscan todas las vueltas habidas y por haber, buscan las formas de comprobar que no sirven para comprobar nada.
Por eso Mis queridos, ustedes también sientan compasión como la siento Yo por todos aquellos que se dedican a Mí pero que todavía no me conocen y están a años luz de Mí, es doloroso pero es la realidad, porque Yo siempre he sido tan claro, tan claro, si no aceptás a tus hermanos como realmente hermanos, amándolos, no estás creyendo en Mí, si vos despreciás hasta lo más simple que puede haber en la naturaleza no estás creyendo en Mí, aunque vos estés en los lugares más prominentes, es decir más elevados, si no creés que Yo puedo transformar todo en un instante no creés en Mí.
Es por eso Mis queridos que el mundo parece una cosa pero no la es y es otra, detrás de un rostro que parece Santo y saberlo todo no hay nada más que paja que no sirve ni para rellenar un muñeco de peluche.
¿Yo les pido a todos que entiendan a la perfección lo de Mi Misericordia?, lo que Yo les pido es que por lo menos tengan la actitud de comprender Mi Misericordia y que estén siempre como ansiosos para ir descubriendo con vuestro corazón todos los días un poquito más, en toda la vida no llegarán a conocer mucho de ella pero si tienen la intención de hacerlo, tienen la actitud de comprender, el resto lo pongo Yo y miren si escuché lo que me pediste, pusiste las gotas de la lluvia a alabarme y de un momento para otro se centuplicaron.
Es posible que ese sea el gran secreto de la Santidad que es disponibilidad, entrar a entender, aunque sea de a poco, todo el orden que debería existir en el universo. Si se entiende totalmente un poquito o casi no importa, pero ya los hombres pueden tener así un estado ideal de comprenderlo todo, entenderlo todo y como Yo les digo perdonarlo todo.
Eso es Mi Misericordia, coméntenle a todos, el Señor de la Misericordia me estuvo hablando, a mi y a todos los hombres y desde ese momento todo me parece tan fácil, tan simple y sobre todo tan hermoso, todo se transforma, todo es diferente. Como decíamos hace tiempo: hasta revientan las piedras y salen flores de sus entrañas, hasta los desiertos estériles producen el mil en uno, porque hasta los hombres que en apariencia son más viles y terribles de repente en el corazón…
Se termina la cinta……………………
Mensaje del 22 de Noviembre de 2004 (2º)
Porque Mi objetivo, la razón de ser es darles a ustedes todo lo mejor, es por eso que reviso vuestra vida y la de vuestros antepasados para cortar en este día a pedido de quien uso su voz para dirigirme a ustedes, a partir de este día todo aquello que viene de antes y es malo desaparece, no solamente hacia atrás sino hacia delante.