Mensaje del 10 de Noviembre de 2004

Habla Artemio:

Y ahora voy a sentarme aquí al borde de la fuente, a mi me gusta pero no tanto porque no es cómodo ¿no? pero a Jesús sí le gusta que me siente acá, será seguramente porque a Él le recuerda el pozo de Jacob cuando habló con la Samaritana sobre el Agua Viva, la que quitaba la sed para siempre ¿no?, creo que en Él tiene mucho que ver ¿no? el pozo de la Samaritana por eso le gusta que me siente aquí, aunque alguno puede parecerle que no es tan elegante esto ¿no? pero ese es un problema totalmente aparte, bien.

Entonces, Señor en este día de Noviembre, 10 de Noviembre, miro Señor todo lo que pasó en este día y son tantos los llamados telefónicos o las personas que estuvieron con sus problemas personales y es lógico, cuando uno tiene sus problemas personales o de un familiar o de cualquiera quiere solucionarlos, pero también hay que tener en cuenta Señor que tenemos que ser agradecidos con vos Señor, no queremos ser como esos nueve leprosos que se sanaron y no volvieron a decirte gracias y vos preguntaste alarmado al único que volvió: “los otros nueve ¿dónde están?, porque eran diez los que se sanaron”, bien.

Jesús, mientras te estoy hablando siento el perfume de estas azucenas que están cerca y que, sí, por supuesto son de San José, pero también es cierto que le traen a uno aromas de la niñez y cuando uno siente ese perfume, es decir es tan inmediata la reacción de sentirse en el tiempo cuando uno era chico y sentir el perfume porque esa es gracias a Dios la capacidad de la mente de ubicarnos en un instante en el tiempo ¿no?. Ahora, esto me hace pensar ¿no? en un poema tan lindo pero lleno de dolor, creo que empezaba así: “todo está como era entonces, la casa, la calle, el río, los árboles con sus hojas y las ramas con sus nidos”, y sigue enumerando cosas de que parecería que todo está igual, pero el poema termina de una forma fea porque dice: “todo está, nada ha cambiado, solo el niño se hizo hombre y el hombre tanto ha sufrido que solo trae en el alma la soledad del vacío”.

Señor, felizmente no es mi caso y recuerdo este poema con dolor, porque el perfume que recuerda la niñez y el paso del tiempo también tendría que ser otra cosa, debe ser muy triste Señor decir así: “y el hombre tanto ha sufrido que solo trae en el alma la soledad del vacío”, no, eso no es justamente lo que nos pasa Señor, no es justamente lo que nos pasa, porque a medida que pasan los años, que pasa el tiempo uno está más cerca de vos Señor, y es importante Señor que te diga en esta noche y todas las noches a que alcance mi vida, que te diga: gracias Señor, porque yo hago mías las voces de todos los presentes y también las voces de todos los que ustedes aman y están lejos y además, esa necesidad que uno tiene de rogar por todos: enfermos, no enfermos, todos ¿mmm?, bueno.

Señor, yo te doy gracias en nombre mío y en nombre de todos, ¿por qué?, porque cada día que pasa, cada acontecimiento que ocurre, cada situación que uno vive le va recordando Señor que uno está cada día más cerca de vos, porque como vos dijiste ayer Señor: es tanto el amor que nos tenés que tal vez el único pecado sea no tomar conciencia de cuánto nos amás y son cosas que nos importan Señor y mucho porque vinimos desde el seno tuyo desde hace milenios Señor, tomamos forma en la panza de la mamá, crecimos y estamos acá. Ahora bien, esto es una forma de decirte: gracias Señor porque uno llegó hasta este momento de la vida y uno espera mucho más aunque la muerte no debería ser problema para nadie porque no es muerte sino que es un cambio de estado y además Señor estamos tan familiarizados con vos, con tu amor que por más que pase el tiempo uno va acrecentando ese afecto y además sabe que después de esta corta o larga vida nos estás esperando Señor para seguir amándonos por toda una eternidad.

Entonces Señor, pasás a ser fundamental en la vida de uno, uno no puede ignorarte Señor, uno no puede dejar pasar el tiempo para después decirte: tarde te amé Señor, pero como decía antes Señor: qué nos está pasando a los hombres que parecería que podemos vivir sin vos, parecería que si no te tenemos todo sigue igual, como si uno viera mucha felicidad en el mundo Señor de aquellos que no te aman.

Dice Jesús:

Dejame Mi querido que tome tu voz para decir: me parecen muy legítimas tus preocupaciones, los hombres no tienen conciencia de que Yo les amé desde toda una eternidad, desde el comienzo de los tiempos y les seguí amando y cuando el hombre tomó forma en la panza de mamá, le amé más aún, le llamé por su nombre, le miré a los ojos como queriendo decir: sos Mi proyecto, la vida en cada uno de los hombres va a manifestar la voluntad del Señor, más allá de las libertades que cada uno tenga, porque son Mis hijos, creados a Mi imagen y semejanza, por lo tanto son herederos de Mi Gloria y son como les dije tantas veces: pequeños diositos, pero la pena es que los hombres no tienen en cuenta estas cosas, viven mal y cuando la muerte los sorprende se preguntan: ¿qué es esto?, pero ya es un poco tarde, es como pensar que alguien se muere de sed en medio del río, es una pena, morirse de sed en medio del río, es una pena que el hombre no tome conciencia de cuánto le amo, porque solo con esa idea despierta en el hombre todas las posibilidades, me estoy refiriendo incluso a las posibilidades de sanarse de cualquier enfermedad.

Porque Mi amor les hace renacer o nacer la esperanza, la esperanza ¿de qué?, de todo lo bueno, de todo lo mejor, de todo lo que el hombre puede llegar a ser y hacer si está tomado de Mi mano, si el hombre piensa con su corazón y dice: yo no puedo guardarme para mí solo todo esto, cualquiera que descubre un tesoro le gusta comunicarlo a los demás, como queriéndoles decir: ¿saben?, tengo un tesoro precioso y no quiero que sea solo para mí, quiero compartirlo con los demás, eso sería la actitud lógica de cualquier persona. Entonces, ante el descubrimiento de algo maravilloso le dice a sus hermanos: miren, por este camino encontrarán todas estas bellezas, encontrarán todo el amor, encontrarán la solución de todos los problemas.

Y con mucho gusto el hombre dice ante todo esto: “me mueve tu amor Señor, porque aunque no hubiese Cielo yo te amara y aunque no hubiese infierno te temiera”, esa es la verdad: muéveme tu amor. Todo hombre que puede decir esto considere que su camino está lleno de flores, lleno de las cosas más hermosas, porque es como si de repente el hijo descubriera que puede mantener un diálogo con Aquél que lo creó, un diálogo donde siguiendo la expresión: dos ante una realidad que debe ratificarse o mejorarse, en esa relación de diálogo del Creador con la creatura se dan todas las posibilidades para quien dialoga y para todos los hombres. “Felices aquellos que pueden tener un mano a mano con el Señor, porque todo lo demás se da por añadidura”.

Y participo de tu dolor con lo que dijiste al comienzo, vos dijiste: ¿qué nos está pasando a los hombres que no podemos entender las cosas esenciales?, ¿qué nos está pasando?, lo mismo digo Yo, es cierto que faltan milenios ante que termine la evolución del hombre hacia una vida inmejorable, pero en su pequeño mundo, en las vivencias de un grupo humano, en la familia, en todo donde el hombre se desenvuelva ya puede tener la plenitud del momento cuando tomó conciencia de todo el amor que Yo le tengo, porque todo ese amor como dije hace renacer no solo en la persona la esperanza, sino también en todos lo demás porque cuando se tiene algo hermoso entre manos siempre se quiere saber más, se quiere conocer más y se quiere amar más.

“Felices los hombres que están encaminados en esto porque llegarán al último día con la felicidad enorme de saber que Yo le estoy esperando en ese cambio de estado”, que los hombres llaman muerte, pero que Yo no puedo llamarla así, porque es nada más que un cambio de estado. Entonces, llegar al último día esperando abrir los ojos delante de Mí y es como si ya supieran lo que Yo voy a decir, ¿qué es lo que saben que Yo voy a decir?: entra en Mi Reino, el Reino que amaste con toda tu alma y ayudaste a los demás a amarlo también, a través de todas las obras posibles y hasta imposibles.

Por eso Mis queridos, díganle a los hombres así como Yo se los digo a través de estas Revelaciones, conviértanse, es decir entren en el camino del Señor, que tendrán tantas satisfacciones, tendrán tanto amor y tanta belleza como nada en el mundo se los puede dar.

Por eso Mis queridos, me siento muy bien entre ustedes porque sé que me aman y ustedes también se sienten muy bien porque aunque no entiendan totalmente Mi amor pero vislumbran todo lo que Yo represento en la vida de cada hombre y de todos los hombres. “Felices, felices todos los que están en este camino, porque su gozo ahora y después no tendrá límites”. Es cierto que en la vida va de una manera, tantas veces lo dijimos, pero también es cierto, también es muy cierto que cuando están tomados de Mi mano todas las cosas son diferentes, las enfermedades no asustan, los miedos pasan a un costado, los problemas no tienen ganas de enfrentarse con nosotros ni tampoco nosotros tenemos ganas de enfrentarnos con los problemas, porque Yo sé hasta que punto me lo ofrecen a Mí y Yo les daré la resolución que conviene.

Estos son Mis queridos algunas de las verdades esenciales sobre las cuales deben moverse, verdades que deben proporcionarles a cada uno de ustedes un sin fin de satisfacciones, un sin fin de cosas bellas que no tiene nada en la Tierra que puede equipararlas, nada.

Tengan la seguridad que todo aquello que está pasando por vuestra alma en este momento, vuestros problemas, de salud y de los otros, todos los problemas de aquellos que ustedes aman, todos los problemas en mayor o en menor medida de todos los hombres, Mi Misericordia acepta esa disponibilidad de ustedes y la centuplica en tantísimos lugares, porque saben que Mi amor es tan evidente como que el sol calienta y brilla y da luz.

Por eso Mis queridos, que en ustedes nazca o renazca la esperanza de un mundo nuevo donde en primer lugar ustedes gozarán de muy buena salud del alma y del cuerpo y donde todos los días irán poniendo un granito de arena en ese largo camino que lleva a la eternidad.

Entiendan que los amo en forma infinita, entiendan que ese amor generoso empezó y no termina nunca, entiendan que lo mejor que puede pasar... (se dio vuelta la cinta) ..., que todo esto no es solo para edificar una eternidad feliz sino para vivir diariamente un mundo lleno de gozos y alegrías, todos los hombres cuando saben que humanamente alguien les ama están realmente felices. Mis queridos, cuánta más grande puede ser la felicidad cuando descubran o vuelvan a descubrir todo el amor que les tengo, pero no por un día o dos sino para siempre, porque viene desde siempre.

Quiero dejar en ustedes una visión optimista del mundo y de las cosas, avancen firmemente, háblenle a quien quiera escucharlos, háblenle de Mí y díganle que el mundo que Yo puedo darles no tiene ningún precio, no importa si vuestras palabras les parece que caen en saco roto, ustedes arrojen las semillas y no miren para atrás, que Yo llegaré y haré germinar cada una de las semillas.

No miren para atrás, quiero que Mi Luz los tenga siempre despiertos y expectantes para saber qué hacer en el momento que sigue, para saber qué hacer para cada día descubrir más y más Mi amor infinito.

Tengan la seguridad total, completa y definitiva que el amor que les tengo no tiene límites y en consecuencia no debe tener límite en ustedes la esperanza, ¿para qué?, para todo.

Amén.

Habla Artemio:

Tu eres el alfarero, que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años, más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo.

Se lo decimos otra vez al Señor: tu eres el alfarero, que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años, más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo.

Y todo esto ¿por qué Señor?, porque estamos enamorados de vos y te lo decimos así: enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Él, enamorado de Él, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth. Enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Él, enamorado de Él, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth.