• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración de 08 de Noviembre de 2004

Entonces piensen ustedes ya entrando en lo que ustedes vinieron a hacer especialmente aquí, si el Señor me ama quiere para mi lo mejor, si el Señor me ama tanto yo puedo tener la esperanza de que cualquier cosa que tenga en mi cuerpo o en mi alma o la de mis amigos, parientes o lo que sea se va a pasar.

Oración del 08 de Noviembre de 2004

Habla Artemio:

... y nadie me puede negar todo el dolor que hay adentro de ustedes, por más que aquí tengan una cara no van a estar llorando siempre, pero cada uno de ustedes es un montón de dolor apilado como yo también, ¿o no? ¿eh?, ¿o qué quieren que les recuerde, cuando estaban en la panza de mamá todas las que pasaron y después cuando nacieron y después cuando siguieron adelante?, las diversas privaciones, sobre todo las privaciones de amor, las injusticias en la vida, en la Escuela, en todos lados porque en todos lados hay injusticias ¿eh?, todo el mundo se cree dueño de todo ¿eh?, bueno.

Entonces, todo ese dolor que uno trae apilado adentro ¿eh? Jesús dice que hay que cristificarlo, ¿qué quiere decir eso?, que hay que ofrecérselo a Él para que con eso complete lo que le falte a su pasión ¿verdad? y podamos redimir a nuestros hermanos con ese dolor y por lógica cuando uno da algo ya no lo tiene y si todo mi dolor lo ofrezco ya no lo tengo, pero ¿cuándo tengo que ofrecerlo?, cuando estoy convencido de que lo hago por amor, no lo hago porque no hay más remedio: me pesa esto Señor, tomá, arreglate vos, nooo, es decir: Señor, esto lo ofrezco con todo el amor, yo le perdono a mi mamá y a mi papá las cosas que hicieron mal, te lo ofrezco a vos pero no le guardo rencor a ellos, no busco culpables ¿mmm?, o el tío o la tía, o el hermano, la cuñada, la suegra, el suegro. Si yo les escucho a cada uno de ustedes, cada uno tiene una historia que por lo menos contada muy resumida dura un día entero, muy resumida ¿verdad?.

Por eso les decía antes: no a mí, a Jesús ¿vieron?, no a mí, a Jesús, a mi me pueden decir alguna macanita, chiquita ¿eh?, pero díganle todo al Señor, porque como dice aquí en el canto ¿no es cierto?: y que solo a Él le interesará ¿mmm?, a mi también me interesa, pero vos creés que hay muchos que le interesa que les cuentes tus dolores?, ¿quién pone la oreja para escuchar?, vamos, seamos honestos ¿mmm? y alguno si pone el oído para escuchar dice: mmm, se me está tirando, ¿o no? ¿mmm?, lamentablemente es así ¿eh?. Te acercás a alguien para ayudarle por ejemplo, sobre todo la mujer que le es más difícil ¿no? dice: qué intereses tendrá esta que se me está acercando para ayudarme, mmm, se me está ofreciendo ¿eh?, que terrible que somos los seres humanos ¿no?..., se ve que todavía no alcanza para ustedes todo lo que perdimos hoy, bueno.

Bien, entonces cuando todavía no éramos nosotros ya en la mente del Señor Él nos amaba, nos amó por milenios y cuando aparecimos en la panza de mamá nos llama por nuestro nombre, nos mira a los ojos y nos pone un Ángel para que nos cuide siempre, como dijimos antes y nos sigue amando, tanto que el otro día Jesús llegó a decir esto, apoyándose en el Evangelio de San Juan, ¿qué dijo?: “que el único pecado era no creer que el Señor me ama” ¿mmm?, es mucho lo que dijo ¿no?; y vos dirás: pero y tantas cosas más no son pecado?. Jesús se cuida mucho de usar la palabra pecado, se cuida mucho ¿por qué?, porque tiene tantas significaciones feas, todo el mundo piensa en cosas horribles siempre, bueno pero muchas veces porque los Sacerdotes nos hicieron pensar así, pobrecitos ellos no saben otra cosa, que va ser, Dios los bendiga y los cuide ¿mmm?, pero el único pecado o el más grande de todos es no creer que el Señor me ama ¿mmm?.

Entonces piensen ustedes ya entrando en lo que ustedes vinieron a hacer especialmente aquí, si el Señor me ama quiere para mi lo mejor, si el Señor me ama tanto yo puedo tener la esperanza de que cualquier cosa que tenga en mi cuerpo o en mi alma o la de mis amigos, parientes o lo que sea se va a pasar, la única condición: creer que Él me ama y me ama un montón, desde siempre y para siempre, no me va a fallar nunca y nos pide como en la lectura de hoy que nosotros también tengamos el amor por todos ¿eh? y nos pide que recemos con el corazón, no con la mente, si podemos rezar un Rosario pero que maravilla, pero dice la Virgen: si rezan solamente un Ave María con todo el amor, con el corazón, a lo mejor vale más que un Rosario.

Bueno, entonces así empezamos nuestra sanación de hoy, todo es sanación, desde como dijo el Señor: “solamente llamando por teléfono a este lugar, aunque nadie atienda o esté el contestador, solamente pensando en este lugar, en serio, pensando en serio ¿verdad?, solamente entrando por la puerta o el portón, las intenciones que cada uno tiene ya se lograron”, porque la cuestión aquí no es Artemio, la cuestión es que Él acampó en este lugar junto con su Mamá, entonces está Él y su Madre para atender a todo el mundo y lo que podamos escuchar los demás es tan poquito ¿mmm?, es tan poquito ¿verdad?.

Entonces, teniendo en cuenta todas esas cosas, le decimos humildemente al Señor, en este día Señor y todos los días a que alcance nuestra vida humildemente te presentamos, cerramos los ojos y nos concentramos en el Señor, humildemente Señor te presentamos toda nuestra vida tan llena de dolores, tan llena de tristezas, tan llena de injusticias, Señor, mi vida está llena de cosas que nunca me gustaron y es posible que en mi rostro Señor se vean todas las cicatrices de mis penas, porque desde que estamos sobre la Tierra Señor todo lo que sea material lo vivimos perdiendo, perdemos la niñez, perdemos la juventud, perdemos la adultez, perdemos el pelo, algunos, perdemos lozanía, ya no estamos fuertes, estamos con problemas de todo tipo ¿mmm?.

Señor Jesús, teniendo en cuenta toda nuestra vida, teniendo en cuenta Señor que nos amaste siempre y nos seguís amando Jesús, teniendo en cuenta que por eso Señor puede renacer la esperanza en cada uno de nosotros. Por eso Señor, que en este día y todos los días a que alcance mi vida te hago presente cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada mes, cada año que fui viviendo, primero en la panza de mamá, después en el mundo. Sí Señor, hay tantos dolores en mi vida Señor, hay tantas heridas que aún no se cerraron, que uno no sabe como está vivo Señor. Yo te ofrezco todo en este día Señor y me pongo totalmente en tus manos Jesús por intercesión de tu Madre, ayer era el día de María Medianera de todas las Gracias, pero todos los días María es la que está ofreciendo, está ofreciendo todo al Hijo por nosotros ¿mmm?.

Entonces Señor, pensá en cada segundo mientras estuve en la panza de mamá y pasá sanando Jesús cada una de las cosas que ocurrieron allí dentro, yo no sé Señor si fui un hijo deseado o no, no sé si me quisieron abortar o no, no sé hasta que punto me amaban o no me amaban, no sé hasta que punto fue bien recibido mi nacimiento y antes, no sé hasta que punto fue bien recibida la noticia de que yo existía, entonces Señor cuánto que hay de sufrimiento en mí Señor y tal vez todos esos sufrimientos hayan después degenerado en enfermedades, porque las enfermedades antes de ser del cuerpo son del alma, son dolores grandes que uno tuvo, pero dolores de esos que se sienten, se piensan, se razonan. Señor, así como te ofrezco cada segundo del tiempo del embarazo de mi mamá, así como te ofrezco cada uno de los segundos de mi larga o corta vida para que vos pases sanando Señor todas las cosas que no están bien y más todavía Señor, te pido que sanes toda mi herencia, porque no sé que pasó con papá y mamá y todos los que vivieron antes.

Por eso Señor para no quedarme corto te digo, pensá en mil generaciones para atrás y pensá en la descendencia de mil generaciones hacia adelante, porque yo sé que vos Señor vas a pagar todas las deudas de aquellos, mis parientes que vivieron antes y que no hicieron las cosas bien y que ahora creo que tengo mala suerte pero lo que en realidad tengo es herencia de cosas malas que hicieron antes y que las cosas buscan su compensación, y en consecuencia uno tiene que pagar, hasta hoy Señor, hasta este momento en que entrás vos con toda tu fuerza y tu poder Señor, con toda la fuerza del amor de tu Misericordia, entrás en nosotros y nos traés una vida nueva, ¿en qué orden?, en todos los órdenes, en todos los órdenes.

Yo pienso Señor especialmente en aquellas cosas que más me preocupan, entonces me toco en los lugares donde estoy enfermo y si no puedo tocarme el alma Señor porque no se la puede tocar pero sí pienso en todas esas cosas que no están bien en mi vida. Vos prometiste que uno no viene aquí y se va de la misma forma en que vino, entonces yo en este día quiero dejar todo aquí, quiero dejar todo acá Señor para que vos pases sanando todo, quiero irme de este lugar Jesús sin la pesada carga de mis enfermedades, de mis angustias, de mis problemas, de mis tristezas, de mis luchas, de mis culpas, de mis cargos de conciencia, nada Señor, desde hoy quiero pensar bien, sabiendo de que vos me amás tanto que yo no entiendo cuánto es el amor que me tenés y yo no sé amarte tanto Señor entonces amame vos y enseñame cómo se ama, enseñame Señor porque uno es chiquito, uno es tan pequeño que tu Luz es tanta Señor que me encandila, tu amor es tanto que me deja sin sentido, tu mirada Señor es tan profunda que puede analizar hasta las cosas más insólitas de mi vida en menos de un parpadeo.
Yo te digo todo Señor pero todas las cosas que no puedo decirte porque no me acuerdo pero lo mismo Señor las tengo en cuenta, porque sé que vos la vas a tener en cuenta Jesús, sé que vos no vas a dejar nada que esté por ahí enredado y que me traiga problemas de todo tipo, no Señor, para nada, para nada Jesús.
Que hermoso Señor es que haya descubierto cuánto me amás, Señor es realmente hermoso, ya las penas de todos los días, los problemas de todos los días, como ya te ofrecí todo Señor, como ya te ofrecí todo no van a ser grandes ni pequeñas, ni van a ser siquiera, porque hay algo que es importante, que es todo lo que vos me amás, el resto se da por añadidura.

Que feliz Señor me siento en este día, porque sé que esa enfermedad que tenía en mi cuerpo ya empezó a retroceder, ya empezó a retroceder, que toda la enfermedad que tenía en mi alma ya empezaste vos a reparar todo, que suerte que tengo Señor que eres mi Papá, ¿qué pasaría en mi vida si no estuvieras vos Señor?, ¿qué pasaría Señor en mi vida si no estuvieras vos?. A medida que voy diciendo esto Señor, veo como cada uno de mis hermanos va presentando sus enfermedades y sus dolores, los del alma y los del cuerpo, desde el simple dolor de rodillas o de columna o de ojos hasta el cáncer que me consume, todo, absolutamente todo, desde las hemorroides que desde el último parto no me dejan en paz, hasta los dolores de panza que me quitan la tranquilidad por esos divertículos que están molestando y esos pólipos que tengo en la vejiga que me hacen ir a orinar a cada rato, o la próstata que tengo, si somos mayores de cuarenta años que ya empieza a jorobar Señor, ya empieza a molestar, todo Señor, te presento todo.

Vine a este lugar Jesús para pedirle a tu Mamá que interceda por mí delante tuyo, para que toda mis enfermedades, tanto del alma como del cuerpo, hoy empiecen a retroceder, si no ocurriera así Señor, si no terminara de sanarme es que tengo que poner las cosas más en orden y preocuparme por limpiar todo mi pasado de dolores. Señor, porque cuando nosotros nos hacían pensar del pasado, nos hacían pensar de las culpas que teníamos, pero lo que realmente tenemos que pensar del pasado es todas las injusticias que uno sufrió, los dolores que tuvo que soportar, las atrocidades que cometieron con uno, desde una ofensa hasta una violación, desde una mirada sin amor hasta un golpe, todo Señor, todo.

Señor, yo no quiero tener cargos de conciencia, porque vos ya conocés toda mi vida, en consecuencia ya me has perdonado todas las cosas que hice y que no te gustaban. No quiero sentir más culpa por nada ni por nadie, porque Señor vos me estás amando y quemás todas mis culpas, todas mis deudas, o al menos lo que creía yo que eran deudas pero no lo eran tal vez, pero hoy Señor remediás las culpas, tu amor no quiere que nosotros tengamos culpas, porque vivimos mal con las culpas, nos enfermamos Señor y quien te dice que este cáncer que me carcome no sea tal vez por la idea de culpa que tenía adentro y yo no lo sabía, o tal vez sea por herencia Señor, pero ya como hiciste recién has pasado sanando la herencia y no solo la herencia sino que la descendencia y se los voy a comunicar a mis hijos, a mis nietos, y tataranietos: vivan en paz, todas las enfermedades heredadas el Señor ya la sanó, aquellos que sufrían del corazón y pensaban a la edad que murió el padre o la madre, ya está, no está más, aquellos que pensaban en esos cánceres hereditarios, sobre todo en las mujeres, en las mamas, en el útero, etc., se cortó, punto, porque se sanó la herencia ¿mmm?. Las injusticias y las cosas malas que hicieron mis abuelos, mis padres, mis tatarabuelos y re contra tatarabuelos ya Señor son cosas tuyas porque vos las estás perdonando y sanando y pagando las deudas sobre todo Señor, yo no quiero pagar las deudas de otro Señor, ya tengo suficiente con las mías ¿eh? Jesús.

¿Sabes Señor?, me consuela tanto pensar que tu Mamá está tomando nota de todo lo mío y de todos los que yo amo, para presentártelos a vos Señor para que vos sanes todo, que bien Señor, pero además Jesús tenés que sanar otras cosas en mi vida, así como el ciego de Jericó te pidió: “Señor, que vea”, y vos le dijiste: “ve”, y así como San Pablo te dijo cuando lo derribaste del caballo: “Señor, ¿qué querés que haga?”, también yo te digo Señor: que vea, que vea con los ojos de mi mente y de mi corazón y por otro lado: ¿qué querés que haga por mis hermanos Señor?, tendré que comenzar por mi esposa o mi esposo, tendré que seguir por mis hijos y todos los que tengo cerca y después los que están más lejos, pero yo no vivo solo en el mundo, están todos mis hermanos, sino va a ser inútil que te diga Padre Nuestro porque si no considero a los que están cerca mío como hermanos estoy mintiendo Señor, cómo voy a decir Padre Nuestro si no creo en eso.

Señor, que hermoso es poder hablarte en esta tarde y todas las tardes a que alcance nuestra vida para ofrecerte Señor todo, aquí estoy Señor, soy pequeño, soy precario, no soy nada pero en tus manos vos podes hacer todas las maravillas conmigo Señor, sí Señor, estoy convencido de eso, porque no soy yo que las hago Señor sino vos.

Sí Jesús, sí, acordate Señor de todos los que amo, están lejos o están cerca y también haceme acordar Señor que te ofrezca todos mis dolores, mis problemas, mis preocupaciones Señor porque de esa forma voy a contribuir a tu pasión preciosísima. Sí Jesús, esta tarde repito, y todas las tardes a que alcance mi vida estoy disponible Señor para que tu Misericordia me use en bien de mis hermanos, yo sé que nunca me vas a pedir nada que sea superior a mis fuerzas, yo sé que nunca me vas a hacer nada que a mi me cueste demasiado, por eso te digo confiado Señor: aquí estoy, utilizame para lo que vos necesites, estoy contento de haber venido a este lugar donde vos dijiste que acampaste con tu Madre para que se terminen las injusticias en el mundo.

Me siento bien Señor, ya has entrado en mí y me estás transformando y ahora te digo así Señor, te decimos todos: el Maestro de Galilea va pasando ya...

Se corta la grabación.........

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