Mensaje del 02 de Noviembre de 2004
Habla Artemio:
... comprendemos que por ahí va todo ¿no?, por ahí realmente va todo y ahora..., siempre hago papelón cuando está Jesús delante pero no lo voy a mirar para que no me inhiba.
Señor, yo dije recién una serie de cosas y vos escuchás con atención pero Señor a pesar de diez años de convivencia diaria eso no quiere decir que en nosotros haya la suficiente confianza como para que yo no tenga inhibiciones al hablar delante tuyo.
Señor Jesús, mirá la vida de cada uno de nosotros, mirá la vida de cada uno de los que nosotros amamos, mirá todo Señor y pasá sanando Señor, así como ayer hicimos Señor de revisar cada uno de las semanas y los meses para poder encontrar el momento que dio origen a una enfermedad determinada Señor, así también hoy te pido humildemente pero haciéndolo en forma más abreviada, que revises de todos nosotros y de las personas que amamos, revises Señor todo lo que pasó en nosotros a lo largo del tiempo.
Sí Señor Jesús, desde Señor si fuimos hijos, deseados o no deseados, hasta en eso podemos tener ventajas o desventajas, todas las cosas que nos fueron pasando a lo largo de nuestra vida, incluso antes Señor, mientras nosotros no existíamos, solamente existíamos en tu memoria de amor Señor, desde aquél tiempo Señor pasá sanando todo lo que sea herencia en nosotros, todo lo que venga por herencia Señor, mil generaciones hacia atrás y que no tengan que heredar mil generaciones en adelante Señor Jesús.
Señor, vos tenés que pensar Señor que estamos tan desprovistos los seres humanos, somos tan precarios Señor, somos tan simples Señor, somos tan pobrecitos, somos tan, tan pobrecitos Jesús que necesitamos de tu auxilio Señor, así como en la panza de mamá nos miraste al rostro y nos llamaste por nuestro nombre, así también hoy Señor miranos al rostro y llamanos por nuestro nombre Jesús, y en aquél momento pusiste un Ángel para que nos sirviera siempre, que nos custodiara de todas las cosas malas que podían pasar en nuestra vida y hoy Señor no solamente eso sino que tenemos además Señor como vos dijiste otros auxilios muy grandes Señor que son de aquellos que partieron antes y están..., y están Señor ya gozando eternamente de tu Luz Señor, de la Luz de la Divinidad Señor Jesús.
Señor, mirá en cada uno de nosotros todas las cosas que sentimos y que no están bien y no solamente en nosotros sino en todos aquellos que nosotros amamos Señor, nosotros estamos disponibles Jesús para que nos uses para lo que vos quieras Señor, yo sé Señor que en este fin de semana estuve por las provincias del Norte repartiendo comida, sí Señor, pero vos y yo lo sabemos y los que se benefician pero no podemos decírselo a nadie Señor, o al menos se lo podemos decir pero no para que lo crean, pero no importa Señor, no importa, lo fundamental es que nosotros estemos disponibles Señor para todo pero que pase en nosotros lo que tantas veces dijiste: no sabés o mejor dicho no querés saber dónde terminás vos y dónde comenzamos nosotros y dónde terminamos nosotros y comenzás vos Señor, porque es tal nuestra unión Señor, es tal nuestra consubstanciación que queremos unirnos a vos Señor para siempre, formar parte tuya, queremos escondernos, cobijarnos en cada una de tus heridas Señor, sí Señor, llevanos y danos todo eso que necesitamos.
Mirá nuestras enfermedades físicas, las nuestras y las de los que nosotros amamos, mirá nuestras enfermedades psíquicas Señor, nuestras enfermedades espirituales Señor, ven Señor Jesús así como dijimos antes que nos miraste en la panza de mamá y nos llamaste por nuestro nombre, también hoy Señor llamanos por nuestro nombre y danos, danos Señor la salud que necesitamos porque estamos débiles, somos precarios, no sabemos qué va a pasar mañana con nuestra vida, con nuestra salud, con nuestro cansancio, con nuestra sangre, con nuestro corazón, con nuestros órganos, con cada una de nuestras partes Señor. No tenemos seguro nada del momento que sigue, salvo que vos nos prometas Jesús toda tu asistencia, entonces sí Señor, entonces nada malo puede ocurrir, porque todo está en tus manos Señor, pase lo que pase no es nada más ni nada menos que lo que vos deseás para nosotros Señor.
Señor Jesús, aquí estamos nosotros, somos siete Señor pero son tantos aquellos que amamos Señor que siete es decir siempre, es decir todos, no es raro que estemos siete acá dentro Señor, personas porque hay también pequeños animales que vos amás profundamente también entonces para nosotros y para todos aquellos que amamos Señor hacé el milagro Jesús, hacé el milagro que esta agua que representa el Espíritu Santo Señor que cae de esta cascada descienda sobre nosotros Señor y nos de el milagro de la salud Señor, necesitamos la salud Señor, bueno porque queremos servirte Jesús, queremos servirte sin andar con ñañas, queremos servirte sin..., queremos servirte Señor en todo momento.
Ya sé que vos sacás fuerzas de flaquezas pero la vida de uno es difícil Señor, hacé el milagro, hacé el milagro de que podamos vivir en paz, tranquilos, en el sentido de que no tenemos que estar continuamente preocupándonos por qué nos va a pasar más luego, porque eso es lo que ocurre Señor, no tenemos seguro el momento que sigue pero si vos venís a nosotros Jesús todo está dicho, todo se sabe, todo está claro, todo es comprensible, todo Señor Jesús, sí Señor, necesitamos el milagro de la salud en nuestros cuerpos y en los cuerpos de todos aquellos que amamos. Sí Señor Jesús, necesitamos el milagro en nuestros cuerpos, en nuestros espíritus y en los cuerpos y en los espíritus de todos aquellos que amamos Señor.
Ven Señor, ven, ven, ven Señor Jesús, así como el agua va cayendo sobre las piedras en esta cascada que tu Madre quiso que hiciéramos, así también Señor que descienda sobre nosotros tu Espíritu Creador, el Espíritu Santo y nos de la salud que necesitamos Señor para servirte con alegría y con paz, queremos tener seguro el día de mañana y lo tendremos Señor si todo está en tus manos, mañana y pasado y el otro pasado y hasta que vos digas otra cosa Señor.
Ten compasión de nosotros Señor, ten compasión, Jesús, Hijo de David ten compasión de nosotros Jesús, ten compasión Señor, ten compasión de nosotros, Jesús, Hijo de David ten compasión de nosotros. Danos Señor lo que necesitamos para estar en paz, para tener salud, para tener esa alegría espontánea, para sentirnos felices con lo que tenemos entre manos, con las pequeñas o las grandes cosas Señor, por supuesto Señor yo comprendo que es tanto el sufrimiento Señor de todos los hombres, de los siete billones de habitantes, Señor pero de los siete billones nosotros te tenemos sentado aquí nomás Señor, no es que querramos tener gancho con vos Señor pero entendé Señor, uno quiere servirte con todas las de la ley Señor, uno quiere servirte como vos necesitás ser servido.
Por eso, poné a nuestro alcance las personas que necesitemos, los que sanan, los que nos dan remedios, todos aquellos porque vos más que hacer las cosas las hacés hacerse pero vos dirigís todo Señor. Señor Jesús, ya sé que hay siete billones de personas en el mundo pero nosotros siete y los que amamos estamos aquí delante tuyo Señor en esta experiencia única en el mundo según vos Señor, por eso tan cerquita te tenemos Señor que podemos hasta aspirar el aire que vos respirás Señor entonces cómo no nos vas a dar lo que te pedimos con tanto fervor y con tanto entusiasmo Señor. Dale Señor, hacenos sanos y fuertes porque nuestra salud es tan precaria Señor, tan precaria, es precaria Señor, si uno la mide por momentos, por horas, por días, no sabiendo qué va a pasar después, un poquitito de seguridad Señor para el mañana porque sino nos movemos siempre sobre arena Señor. Danos Señor la gracia de tener siempre el auxilio del Espíritu Santo para como quien dice: zafar de todo Señor.
Sí Señor Jesús, ¿qué querés que te diga Señor?, es tanta nuestra necesidad de que nos ames Señor, amanos Señor, amanos mucho y como vos dijiste: “si tienen en cuenta Mi amor Yo pondré en vuestro corazón la esperanza de que todo es posible”. Señor Jesús, que los milagros, las gracias y los prodigios aumenten todos los días, que realmente este lugar Señor sea el oasis donde vos dejás, ofrecés, hacés descender todas las gracias posibles Señor. No mirés si nosotros merecemos algo Señor o no, danos Señor todo lo que necesitamos para poder servirte como vos merecés que te sirvamos Señor y nuestro amor es tan poquito, asi que tomemos conciencia de todo el amor que vos nos tenés Señor, tal vez y vos lo dijiste el único pecado que existe es no tomar conciencia de todo lo que vos nos amás y que tampoco es tan pecado porque a veces no tomamos conciencia porque somos ignorantes, estamos enfermos, somos precarios, no sabemos, andamos a tientas, somos ciegos Señor. Por eso, que veamos Jesús, que veamos, que veamos Señor.
Dice Jesús:
“Bienaventurados, felices, felices ustedes porque pueden aspirar el mismo aire que Yo estoy respirando, pueden aspirar el mismo aire que respira Mi Mamá, los Santos, vuestros familiares que ya están en la Luz; felices ustedes porque vos hablabas pero todos hablaban con vos; felices ustedes porque simbólicamente son siete pero multiplicado por millones ¿a cuánto llegan?, porque esa es vuestra intención, llegar a todos los mas posibles y Yo les aseguro que llegarán a todos, de todas las formas posibles llegarán a todos.
Qué puede importar que reconozcan o no reconozcan, que consideren que sí o consideren que no, Yo les voy a regalar todos los días tantas gracias y milagros, todos los días en este lugar será como un sol que brille en toda la Tierra. Nadie que llegue a este lugar se irá así como vino, en sus alforjas llevará todas las gracias, llevará todos los dones, llevará todos los carismas que puedan usar con sus hermanos, cada uno tendrá los carismas que necesita para ayudar a los demás en las cosas que tengan entre manos.
Tus palabras me han conmovido, todo lo que dijiste me ha conmovido no solamente a Mí sino a Mi Mamá y a los Santos y a todas las personas que están presentes, hijo Mío ¿creés que no veo que vivís edificando cada minuto porque no sabés que va a pasar dentro de una hora, si tu fuerza te dará lo suficiente como para seguir andando?, ¿te creés que no veo todo eso?, ¿te creés que no veo todo ese esfuerzo tremendo no sabiendo que va a pasar dentro de un rato?. Vos no vivís en la precariedad, sos la precariedad total, pero así son mis formas de hacer las cosas, yo hago con nada, me encanta hacer las cosas con nada.
Les digo a todos los presentes en este día donde ya más personas acá dentro no pueden caber, les digo: todo lo que me pidan con fe lo tendrán, todo lo que necesiten se los concederé.
Les regalo todas las gracias y todas las bendiciones para ustedes y para siete generaciones más, es decir siempre, cuando se refieran a ustedes se referirán como: a la raza de los justos y de los Santos. Repito, cuando se refieran a ustedes se referirán: a la raza de los justos y de los Santos que obraron prodigios, milagros y acumularon gracias por el solo hecho de estar presente en algún lugar. Ahora comprenden por qué no hay tantas personas en este día, ahora comprenden porque todos los que ustedes aman no están presentes delante de Mí están presentes. Nada hay tan importante como la presencia del Señor, todo lo demás se arregla, acuérdense siempre de eso, todo lo hacen para bien pero acuérdense siempre: nada hay tan importante, nada hay tan importante como la presencia del Señor y mucho más cuando el Señor les está regalando todas las posibilidades y todas las cosas. Ya sé que no lo hacen por mal pero ténganlo siempre en cuenta, nada hay tan importante.
Entonces cómo es posible que vos fuiste a buscar un medicamento, bueno Yo no estaba hablando y además tenías que tener la garganta sana para convertir estas palabras en arameo, convertirlas al castellano.
Mis queridos, les amo con toda mi alma, me alegra mucho verlos en compañía de todos vuestros familiares, me gusta tanto, porque partieron antes, se fueron antes pero es una cuestión de tiempo, ya estarán ustedes con ellos algún día para gozar eternamente de la Gloria del Señor. Cuando algún pensamiento doloroso o algo triste aparece en vuestra mente, piensen: hay toda una eternidad de amor que nos espera, ¿qué puede preocuparnos?, ¿qué puede dolernos?, ¿qué podemos sentir que nos de temor o miedo?, nada, felices de ustedes por este día de Gracia, felices de ustedes y de todos aquellos que aman porque les repito: vuestra descendencia se llamará: la raza de los justos y de los Santos para mayor Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y mayor felicidad de ustedes que creyeron en Mí y creen en Mi amor, crean que los amo con todas las fuerzas de la Divinidad y con toda la fuerza y poder de la Misericordia, que nada les preocupe, que nada les haga temer, que nada les disguste para mayor Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y mayor felicidad de ustedes.
Y ahora Yo, en persona, pasaré por cada uno de ustedes para darles la bendición, para la sanación de todas las cosas.
Habla Artemio:
Porota: el Señor te hace la señal de la cruz.
Carmen: la señal de la cruz... (se corta la grabación) ...
Para vos también la señal de la cruz y la bendición de todas las cosas que están colgando de tu cuerpo, son Sagradas y como tal podrán ser ligadas a tu descendencia, para vos también todas las cosas que... (se dio vuelta la cinta) ...
El Señor está tocando todas las cadenas, las pulseras, los anillos, mientras acompaña San José, la Madre Teresa y por supuesto la Virgen, la Madre Teresa mira el brillo de los anteojos y le llama la atención.
Llega a vos Jesús, la Madre Teresa lleva una vela muy larga encendida, San José tiene una vara igual que la que está aquí en su mano derecha, te hace la señal de la cruz Jesús, toca tu cadenita, tu anillo, tu reloj, tus anteojos y todo eso pasa a ser Sagrado.
Para Hugo, te pide que saques la cruz debajo de la remera, ¿está?, ¿la tenés?, sí, la tenés, está tocando todo, anteojos, todo, te bendice y te dice que no te enojes porque, por lo que te dijo del teléfono, pero que tenés que..., la segunda vez que te lo dice y ahora viene hacia acá.
Jesús me dice:¿por qué no tengo puesta la cruz?. Señor, pero tengo toda esta artillería acá.
Dice Jesús:
Sí, pero tenés que tener la cruz.
Habla Artemio:
Sí Señor, sí Señor, sí Señor.
Nuestra Madre, la Virgen, empieza diciendo:
Dice Nuestra Madre, la Virgen:
Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está aquí, venid adoradores, adoremos al Cristo Redentor. Gloria a Cristo Jesús, Cielos y Tierra, bendecid al Señor, honor y Gloria a ti Rey de la Gloria, amor por siempre a ti, Dios del amor.
Habla Artemio:
Se han ido todos y esto termina como debe terminar siempre en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Mensaje del 02 de Noviembre de 2004 (2º)
Qué puede importar que reconozcan o no reconozcan, que consideren que sí o consideren que no, Yo les voy a regalar todos los días tantas gracias y milagros, todos los días en este lugar será como un sol que brille en toda la Tierra.