Oración del 24 de Octubre de 2004
Habla Artemio:
Cerramos los ojos, sabemos que estamos en presencia del Señor.
Señor, este día y todos los días a que alcance mi vida quiero decirte Señor cuánto es mi sufrimiento Señor, cuánto Señor es mi sufrimiento y no empieza ahora, empezó hace mucho cuando yo estaba en la panza de mi mamá, incluso antes Señor, mucho antes, porque yo no sé Señor si fui un hijo deseado o no y ya con solo eso Señor ya es suficiente para que las cosas no me vayan tan bien en la vida, pero hoy Señor he peregrinado a este lugar para hablarte con sinceridad y con todo el amor que puedo tenerte Señor, pensando en que es mucho más el que vos me tenés a mí.
Señor, mirá mi pasado, yo no sé lo que hay en él, es posible que muchas de las cosas que estoy sufriendo en este momento vengan desde mucho tiempo atrás, por eso pasá sanando Jesús todo lo que vivieron antes, los que vivieron antes, mis padres cuando me engendraron, cuando mi mamá me empezó a llevar dentro de su cuerpo.
Yo Señor esto lo hice muchas veces ya esta sanación del tiempo que viví en la panza de mi mamá o antes, pero lo puedo hacer todos los días y hasta es conveniente porque siempre tu Espíritu Santo me irá iluminando por si..., por si acaso quedó algo prendido allá en el fondo de mi ser que a lo mejor me está molestando todavía y los años esos no fueron fáciles y no Señor, no fueron fáciles, fueron difíciles porque no alcanzaba la comida, además papá se emborrachaba, venía a casa y hacía desastre y yo dentro de la panza sufría todas las cosas que hacía mi papá, nunca él me tocó, podía haber tocado la panza de mi mamá alguna vez y decirme: no tengas miedo hijo que esto que estamos viviendo no es nada que tenga que preocuparte a vos porque de alguna forma te amamos, pero mi papá nunca puso la mano sobre la panza de mi mamá, nunca, y tal vez yo ahora que estoy en tiempos en que nacen mis hijos tampoco lo hago, entonces quiere decir que yo me crié como huerfanito y mis hijos también están pasando lo mismo porque yo miro a mi esposa nada más que cuando tengo necesidades de tener relaciones con ella, sino no la miro o la miro pero la panza no la toco y sin embargo yo como niño qué necesidad tengo papá de que toques la panza para que todo lo que sale de tu mano, de tus manos llegue hasta mi y me de un mensaje realmente de esperanza, sí, porque aunque a veces puede haber problemas en la pareja pero si después me aclaran por qué yo, yo voy a estar distinto Señor.
Ven Señor Jesús, auxíliame en estos meses que estuve en la panza de mamá, siete, ocho, nueve ¿mmm? y además Señor auxíliame los tiempos que tuve que vivir en la incubadora porque no estaba bien desarrollado, hay cuatro personas acá dentro que estuvieron en la incubadora ¿eh? y de los que están en casa, de los que ustedes aman más de quince.
Entonces, todas esas pequeñas o grandes cosas que fueron pasando en mi vida de bebé, en la panza o después, todo, todo se va juntando, ¿para qué?, para que mi vida no sea normal hoy Señor, para que mi vida no sea normal hoy Señor, si ellos no me quisieron y me quisieron tirar yo a lo mejor voy a tener ideas hasta de suicidio porque se me quedo como prendido adentro esa idea y esto Señor no solamente lo decimos con vos Jesús, también lo dicen los hombres de ciencia que un niño dentro de la panza de su madre siente todo, ¿por qué será que los padres no se preocupan de sus niños?; ustedes dirán: ¿y las madres sí?, en general se ocupan más de los hijos las madres, los padres somos siempre más duros, más difíciles, más orgullosos, más soberbios, cómo vamos a bajar para decir: hijo, hoy ofendí mucho a tu mamá, te pido perdón, no lo tomes a mal ¿mmm?, sin embargo padres y aquellos que pueden aconsejar a los padres, háganle tomar conciencia: un hijo no es fruto de una noche de joda, un hijo debe ser fruto del amor, vivir en el amor, si quieren tener después un hombre adulto normal sino cualquier cosa va a pasar con esa criatura ¿mmm?. Yo que estuve tanto tiempo trabajando en estas cosas toda la vida les puedo asegurar que a veces los padres decían: qué puedo hacer por mi hijo, y yo por dentro pensaba: tarde, bastante tarde, cuando tenía que ser el momento no lo hicieron, tuvieron un hijo como se tiene un paquete y a lo mejor sirvió para disputas entre papá y mamá, uno sirvió para disputas.
No solamente nosotros sino todos los que están cerca de nosotros, tenemos que hacerles tomar conciencia de como tiene que engendrarse un niño, como tiene que criarse un chico en la panza, como tiene que criarse después en adelante, siempre, porque si queremos ser normales de adultos tenemos que ser normales primero en el crecimiento de bebé y cuando somos niños, la mayoría de las cosas se resuelven antes de los diez años, si no se resuelven, después cuesta más ¿mmm?.
Entonces, nada hay que justifique que un padre se demore en otras cosas ¿no es cierto? cuando tiene un hijo que criar, ahí sí que yo, Jesús no, yo veo mal ¿no es cierto?, saltar el alambrado, andar haciéndose el piola por ahí ¿no es cierto? ¿mmm?. Digo yo porque a mi me duele por todo lo que vi a través de toda mi vida, de seres deformados porque sus padres los deformaron ¿mmm? y a veces no hay más nada que hacer porque en algunas cosas parecería que no se puede cambiar, pero uno siempre apela a la Misericordia para que haga un milagro, en los demás y en nosotros porque estamos muy necesitados de milagros y sobre todo los que estamos aquí, hoy, en este momento, rezándole al Señor y pidiéndole más de uno estamos necesitados de tener un milagro del Señor, no hace falta que yo diga quién pero más de uno estamos necesitados de milagros. ¿Qué es un milagro?, un milagro es girar ciento ochenta grados, milagro sería estar muerto y resucitar, milagro sería no amar a alguien y de repente empezar a amarlo con todo el alma, eso es un milagro ¿mmm?, “ámense unos a otros como Yo los he amado”, decía Jesús, qué poco caso le hicimos, bueno si no queremos hacérselo por nosotros el caso pero al menos hagámoselo por aquellos que son porque nosotros le hemos dado la vida.
Hay que hacer conciencia repito que un hijo no es fruto de una noche de joda, que un hijo tiene que ser amado antes, durante y siempre, sino..., sino nos pasa como nos está pasando a muchos de nosotros ahora, que no podemos cicatrizar las heridas que tenemos adentro, no las podemos cicatrizar, están abiertas y sangre y sangre y sangre continuamente, ¿y eso qué implica?, que no podamos ser felices, ¿y eso qué implica?, que canalicemos todas nuestras heridas en enfermedades, ¿todas las enfermedades vienen por problemas así?, y una gran cantidad, las otras vienen por herencia porque se trasmiten en el patrón genético ¿mmm? pero, yo cuando tenía pocos años dije: ¡voy a quemar mi vida para que el hombre pueda ser feliz!, pero el hombre grande ya está crecido, entonces dije: voy a empezar en los niños, sí y después me dije: voy a empezar en los padres para que cuando traen un hijo al mundo no sea como un bichito sino que sea un fruto del amor y si ahora estoy aquí delante de ustedes hablándoles es porque bien o mal, mas o menos o con perfección pero ¡quemé toda mi vida por este objetivo: hacer más feliz a los seres humanos!, más felices a todos, los vi en todas las edades y si les hablo así es porque con todo el amor del mundo les digo: así me fue en la vida, así me fue porque la quemé, no pensé jamás en mí, esto lo digo muy pocas veces pero lo digo, la quemé a mi vida para que los hombres fueran felices. ¿Estoy arrepentido?, nooo, si naciera de nuevo lo volvería a hacer, por supuesto, porque creo que el Señor enciende el tanque de gasolina ya en la panza de mamá y cuando se prendió fuego arde hasta que se consume totalmente.
Cuando Jesús los trae aquí mis queridos piensen que detrás de traerlos aquí está hacerlos apóstoles en el mundo en que les toca vivir y aunque en toda la vida que les resta puedan salvar a una sola persona de las cosas malas ya no han vivido inútilmente pero pueden salvar a muchas más, ¿salvarlas qué, para el Cielo?, sí, también, pero primero acá en la Tierra hay que salvar a las personas que vivan una vida digna, que puedan sonreír, que puedan besar a sus hijos con felicidad ¿mmm?, que la vida no sea tres comidas al día y un amorcito por la noche, es honesto y a veces deshonesto, la vida es mucho más que eso mis queridos ¿eh? y si a veces lo digo en esta forma y sin mirar a nadie es porque primero lo apliqué en mí, nunca le pediría a otro lo que primero no me exigí a mí mismo ¿mmm?.
Y si les hablo un poco fuerte es porque los amo, porque todo el día los estuve esperando ¿eh? sabiendo gracias al Señor que me lo indica, cada uno lo que tiene en su interior, cada uno ¿verdad? y los estuve pariendo durante todo el día, ustedes dirán: ¿cómo, un hombre está pariendo?, sí señor, que es mucho más difícil ¿no es cierto?, todo el día y de aquí en adelante siempre, ¿para qué?, para que sean felices che, para que se sanen, para que estén en paz.
En tu nombre Señor, en tu nombre, vos dijiste: “bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra”, sí, está muy bien Señor pero los mansos a veces tienen que decir palabras un poquito fuertes para despertar a sí mismos y a los demás de las cosas que hacen falta ¿mmm?. Cuántos rasgan vestiduras cuando ven en televisión que alguien violó a alguien y nosotros que nos pasamos violando a nuestros hijos, hermanos, sobrinos, primos, etc., con las palabras que decimos, con la forma de actuar que tenemos, con la vida que llevamos, con los ejemplos que les damos, ¿nosotros no somos violadores también?, entonces pará, pará, empecemos a hablar claro y no mezclemos las cosas ¿eh?, si ellos son violadores ¿no seremos también nosotros violadores de nuestros hijos?, porque cuando cometo una injusticia con ellos, cuando lo estoy castigando más de la cuenta, cuando le digo cosas que no corresponden ¿eh?, ¿no los estoy violando también?, ¿no estoy estropeando su vida?, bueno.
Si les digo esto en forma fuerte es porque los amo si no les diría otras palabras para quedar bien y listo y basta.
Señor, retomo la oración, aunque todo es una oración, pasá sanando Señor a todas estas personas, mis hermanos que estamos presentes y yo también Señor, saná todas las enfermedades físicas, las enfermedades psíquicas, espirituales, culturales, étnicas, todas las enfermedades, saná todo Señor, absolutamente todo Señor. Yo por mi parte Señor, con toda la fuerza y poder que vos podés darme y que vos me das, expulso de todos ustedes y de mí y de todos aquellos que ustedes aman, expulso todas las cosas malas que pueden existir, en vuestros cuerpo, en vuestra alma, en vuestra casa, en donde trabajan, adonde van a pasear, en todos los lugares que frecuentan, en nombre del Señor de la Misericordia todo lo malo en este momento termina, incluida vuestras enfermedades porque usando el poder del Señor de la Misericordia, ordeno que vuestras enfermedades empiecen a ir hacia atrás y desaparezcan de vuestro cuerpo, no por un día o dos sino para siempre y el Señor lo hace porque Él nos ama y está ansioso por venir a nuestro interior y darnos toda la felicidad que necesitamos ¿eh?.
Y ahora no solamente pensando en nosotros sino en todos los que amamos y todos los hombres que habitan la Tierra que son seis billones ¿eh?, vemos que Jesús se preocupa en pasar entre todos y nosotros lo vemos diciendo: el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. El Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya. Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. El Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición. El Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe...
Se corta la grabación........................
Oración del 24 de Octubre de 2004
Ven Señor Jesús, auxíliame en estos meses que estuve en la panza de mamá, siete, ocho, nueve ¿mmm? y además Señor auxíliame los tiempos que tuve que vivir en la incubadora porque no estaba bien desarrollado.