Mensaje del 19 de Octubre de 2004
Habla Artemio:
... nunca, porque tenemos nosotros el auxilio del Espíritu Santo que es justamente el Espíritu que sopla donde quiere, cuando quiere y como quiere, bien.
Cerramos un poco nuestros ojos y con toda nuestra vida interior, con todo nuestro fervor, con toda la devoción le decimos a Jesús: Padre Nuestro, yo te amo, te amé a lo largo de mi vida de muchas formas, de varias maneras, pero hoy Señor quiero hablarte realmente como un hijo le habla a su papá, vení a mi vida Señor, mi vida está muy sola, muy triste, mi vida está como destemplada por el mundo y las cosas, yo te pido Padre que vengas a mi corazón y no te muevas nunca más de allí, quiero Señor sentir tu palabra a cada instante, quiero sentir el consejo oportuno para manejarme en todos los órdenes de la vida, quiero sentir tu mano caliente Señor sobre mi hombro animándome a hacer todas las cosas que sean necesarias.
Señor, quiero que al entrar en mi vida con toda la fuerza y poder de tu Misericordia la renueve Señor y si no está encaminada como corresponde, encaminala Jesús, yo tengo poco para ofrecerte Señor pero sí te ofrezco mi buena voluntad, estar siempre disponible, el que puedas confiar en mi amor Señor, y ya sé Señor, sufro mucho por montones de motivos, en mi hogar, en el trabajo, con mis relaciones, es tanto mi sufrimiento pero no hoy solamente sino a lo largo de toda mi vida Señor. Tal vez Señor fui engendrado con dolor, tal vez ni fue..., tal vez ni fui un niño deseado, Señor pero a esta altura de mi vida y con todo, con todo lo que yo te amo, te digo: Jesús pasá sanando todo, no puedo Señor vivir solo, triste y con amarguras, aunque estoy rodeado de toda mi familia Señor pero me siento solo o sola, me siento a veces perdido en un mundo que no te sigue Señor.
Ven Padre mío, ven a darme todo lo que vos podés darme, quiero estar alegre, gozar de mi familia, de mis hijos, de mis relaciones, quiero sentir el afecto de todos y que todos sientan mi afecto Señor. Vení Jesús, vení, limpiá toda mi casa de las cosas que no te gustan y las cosas que no son tuyas, limpiá todo Señor, fijate en cada uno de los miembros de mi familia Señor, yo quiero que estén sanos y no solamente sanos sino que todos sean Santos Señor. Sí Jesús, esta noche y todas las noches a que dure mi vida, quiero decirte siempre lo mismo, mi vida no existe si no estás vos en ella, mi vida está vacía si no la llenás vos, mi vida no vale si no le injertás vos la vida.
Sí Jesús, quiero ir calcando a lo largo de mis días todo lo que tu Mamá Señor me enseña, la Virgen, quiero ir haciendo todo lo que vos me digas Jesús, porque como te he encontrado Señor no quiero perderte y mucho menos porque a veces me hagan pensar de otra forma, yo te amo Señor y al decírtelo Señor se llena mi corazón de mieles dulcísimas Señor, ¡cuánto te amo Señor!, y porque te amo mucho es que te digo: necesito que me sanes de todos mis problemas Señor, míos y de todos los que amo, necesito que pongas orden en mi vida y en las personas que están cerca de mí. Señor Jesús, como te dije antes: si vos no estás conmigo nada de lo mío vale, si vos no endulzás los días de mi existencia nadie puede endulzarla Señor, saná todos mis problemas, saná a todas las personas que están enfermas y que yo amo, saná todo lo que ves que hay en mi cuerpo y en mi alma y tal vez yo no lo noté todavía, saná todo Señor, incluso quiero tener la tranquilidad de moverme sin tener ningún temor de lo que pueda pasar mañana, porque el mañana te pertenece a vos Señor, yo apenas puedo vivir este momento, el mañana es tuyo Señor, pero hacé que el mañana no me traiga nada imprevisto que altere mi vida Señor. Cuidá a todos los seres que amo, cuidalos de las enfermedades, de los accidentes, de todas las cosas que pueden perjudicarlo Señor, sí Jesús, sí, cuidá todo Señor.
Yo te pido desde las más pequeñas cosas hasta las más grandes, por supuesto que tienen prioridad mis familiares y los que amo, pero también te estoy pidiendo por cada una de las cosas que tengo en mi hogar, desde una simple curita para cubrirme una herida hasta un recipiente donde hago la comida para alimentar a mi familia, todo que sea bendecido por vos Señor, que todo tenga el brillo de la Divinidad en cada cosa que uso, en cada elemento que toco y en todas las tareas que realizo Señor.
Cuánto te amo Señor, porque sos la razón fundamental de mi vida, si vos no estuvieras no daría un paso más, si vos no fueras mi consuelo estaría desgranado en lágrimas, si no fueras mi aliento ya no viviría Señor. Ven Señor Jesús, instálate en mi vida Señor pero no por un día o dos sino para siempre Señor, no puedo ni quiero vivir si no estás conmigo, porque te amo Señor, te amo Jesús, te amo Padre mío, hermano mío, compañero mío, confidente mío, te amo Señor, te amo, te amo Jesús.
Y ahora te dejo que hables vos Señor, aunque también hasta ahora hablaste vos Señor pero hacelo directamente Jesús.
Dice Jesús:
Es cierto, Yo te estaba dictando todo lo que decías pero tuviste que poner vos tu buena voluntad y tu disponibilidad, sino no podría habértelo dictado, eso tienen que saberlo todos los hombres, que Yo puedo usar las manos de todos, los ojos, los pies o cuerpo pero Yo no puedo disponer de ellos si no me lo ofrecen, Yo no puedo mirar con vuestros ojos si ustedes no me prestan vuestros ojos.
Yo los invito Mis queridos a ustedes y a todos los hombres de buena voluntad, a todos los que están disponibles, los invito a que partan con el pensamiento hacia los cuatro puntos cardinales para llevar Mi palabra. Mi palabra no está agotada, porque muy pocos la usaron tal como Yo las dije, se habla tanto de Mi amor pero son contados aquellos que realmente dicen amarme y me aman.
Por eso, cuántas veces Mi Corazón está apesadumbrado y lleno de tristeza, cuántas veces, está así porque interpretan Mis palabras como se les ocurre, me usan de las formas más terribles pero el principal mandamiento que les di no lo ponen en práctica: “ámense unos a otros como Yo los he amado”, pero a veces golpeo a las puertas de tantos corazones endurecidos y nadie me abre, pero Mis queridos les digo algo que a través del tiempo siempre le he dicho a los hombres, ni los seres consagrados ni los que no lo están tienen Mi exclusividad, Mi exclusividad la tienen aquellos que aman y que están dispuestos incluso a dar su vida diariamente por lo que sostienen, por lo que piensan, por lo que creen y no dar la vida así como si fuera algo violento o terrible, darla así como tantos de ustedes la dan, dejando a cada lado del camino una palabra, un gesto, una actitud, pero no de las cosas que le sobran sino de todo aquello que los demás necesitan.
Los invito seriamente con toda Mi fuerza, la fuerza del Hijo de Dios y Dios mismo, a que nunca vuestro ánimo decaiga, a que nunca vuestro espíritu se vea perturbado, tendrán tantas persecuciones como hombres egoístas hay en el mundo, sea quien sea y a veces seres encumbrados, cuando sientan que alguien les persigue también piensen: no es otra cosa que su celo, su egoísmo, su soberbia y el temor a que me presenten a Mí realmente como soy, no como a ellos les parece que soy o les conviene que sea.
Yo estoy allí donde hay una lágrima que cae en un rostro, estoy allí donde se revuelve un poco de comida que apenas alcanza para llenar los estómagos, Yo estoy en cada uno de aquellos que se levantan antes que el sol y se acuestan después que el sol se ocultó, Yo estoy en cada niño hambriento que cierra sus ojos para siempre, estoy en esos viejos que languidecen en esos depósitos de ancianos, estoy en cada hombre que siente latir su corazón para todos sus hermanos desprovistos. Estoy en cada planta que florece, en cada tronco que sostiene ramas para dar su sombra, estoy en el gorjeo de cada pájaro y estoy en cada pájaro. Estoy en cada hombre que saluda amablemente y estoy en cada mujer embarazada que espera a su hijo con amor y sueña con un futuro feliz para él, estoy en cada una de las gotas de agua que sienten en este momento estrellarse sobre las piedras, estoy en cada una de las plantas que crecen entre esas piedras. Estoy en cada uno de los restos de pequeñas partículas que van dejando sobre el piso cada uno de los enfermos que vienen aquí para encontrar paz para su espíritu, alivio para sus dolores y sanación de sus enfermedades, estoy en cada uno de esos regalos que las personas se desprenden de ellos para traerlos aquí para honrarme a Mí y a Mi Mamá.
Si supieran todos aquellos que miran las cosas de lejos y a veces con mala mirada, si supieran que cada uno de los granitos de arena que forman esta pequeña Casa de Mi Mamá y Mía, si supieran que cada uno de estos granitos, repito, brilla en el universo como si fueran diamantes en la noche oscura. Sí Mis queridos, estoy en todas las cosas y en cada uno de ustedes, estoy hasta en las pequeñas cositas que parecen no tener valor pero nada hay sin valor para los ojos de la Divinidad.
Mis queridos, si ustedes piensan un poquito con el corazón verán descender sobre cada uno y sobre todos los que ustedes aman, todas las gracias y bendiciones pero no por un día o dos sino para siempre, para siete generaciones en adelante, es decir siempre. Si el estar aquí y el responder a Mi llamado les trae... (se dio vuelta la cinta) ..., pasar disgustos, les hace pasar dolores, “bienaventurados, es decir felices porque como tantas veces les dije vuestros nombres están escritos en los Cielos y también la de todos aquellos a quienes ustedes aman”.
Ya sé que ustedes siguen vuestra vida así como normal, como siempre, pero alguna vez piensen y digan: mi camino, mi vida, mis cosas están totalmente iluminadas por el Señor, y yo tengo que ir adquiriendo la seguridad total y definitiva que todo lo que me rodea y todo lo que tengo interiormente es de mi Dios y mi Señor, que me lo quiere regalar. ¿Qué pueden importar otras cosas, palabras hirientes, comentarios ruines?, ¿qué pueden importar?, piensen ustedes, piensen en aquellas personas que parten de este lugar con la seguridad de sanarse y piensen después cuando se sienten sanos: ¿hay alegría comparable?, ¿hay alguna alegría que pueda compararse con aquél que creyó que había perdido su salud pero de repente se da cuenta que Yo se la he regalado nuevamente?. Si ustedes, cualquiera de ustedes puede contribuir a que otra persona sea feliz o más feliz o tenga alegría, considérese bienaventurado porque Yo lo tengo en la palma de Mi mano pero no por un día o dos sino para siempre y no solo ustedes sino vuestra descendencia.
Yo no escribo para un día o dos, todo lo que escribe el Señor es por toda una eternidad, anímense unos a otros, consuélense en vuestros pesares, alíviense en vuestro dolores que van a estar siempre haciendo lo que Yo les digo, porque si bien Yo lo hago también quiero que ustedes se den unos a otros una palabra de afecto, unos a otros se den el aliento de vida para sostenerse en pie en un mundo tan difícil y tan lejos de Dios, sobre todo un mundo tan lejos de Dios, especialmente en aquellos que más deberían estar cerca.
Les amo con toda Mi alma, piensen que los Santos que están presentes, San José, Mi Papá Adoptivo, Santa Faustina, Santa Teresita, San Benito Abad, San Pío de Pietralcina, San Juan Bosco, San Teresa de Calcuta, Santa Teresita y Teresa, todos y San Martín de Porres, todos desde hoy invóquenlos como Santos Protectores, que todos van a estar intercediendo siempre por ustedes delante de Mi Mamá para que ella me pase a Mí todas vuestras necesidades y todo lo que a ustedes importa y no solo de ustedes sino también de todos aquellos que ustedes aman.
Este hermoso acto de Comunión de los Santos que están viviendo, que se prolongue a cada instante y por toda una eternidad porque Yo, Jesús, segunda persona de la Santísima Trinidad les aseguro en esta noche todo lo que he dicho, todo lo que les he regalado y todo lo que importa para el bien de ustedes y el bien de todos aquellos que aman, les amo y les estrecho contra Mi Corazón y hago que la llama de amor que sale del Corazón de Mi Mamá los queme para siempre en el fuego del amor, dije para siempre.
Les amo, no desfallezcan, les amo, no tengan miedo que Yo he vencido al mundo, les amo, les amo.
Amén.
Se corta la grabación...
Habla Artemio:
Enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Jesús...
Se corta la grabación.....................
Mensaje del 19 de Octubre de 2004 (2º)
Por eso, cuántas veces Mi Corazón está apesadumbrado y lleno de tristeza, cuántas veces, está así porque interpretan Mis palabras como se les ocurre, me usan de las formas más terribles pero el principal mandamiento que les di no lo ponen en práctica: “ámense unos a otros como Yo los he amado”.