Mensaje del 10 de Octubre de 2004
Habla Artemio:
Y ahora Señor, a que alcance mi vida te digo Señor, como decíamos antes: que vea, que vea Señor, porque yo necesito Señor conocer qué querés que haga, porque todos los días estoy descubriendo que vos sos amor Señor, vos sos amor Señor y yo necesito entrar en ese amor, pero como a mí no me es tan fácil Señor, vení vos a mí Señor, yo soy chiquito, precario, pobre, no entiendo ni con la mente ni con el corazón.
Por eso Señor te pido que vengas a mí y como te dije antes: en este día y todos los días a que alcance mi vida, Señor porque cuando uno descubre un tesoro no se aparta de él, cuando uno descubre algo valioso lo sigue siempre y tal vez Señor en este día yo he descubierto muchas cosas que tal vez creí que sabía pero todavía no la sabía Señor, porque en la vida me fue de una manera Señor y si me pongo a contar la mayoría son sufrimientos Señor y desde siempre anduve buscando alguien que me amara sin condiciones Señor porque yo sé que vos me amás y no me vas a pedir nada Señor, me amás gratuitamente, como el mismo día cuando en la panza de mamá me miraste, me llamaste por mi nombre y nombraste un Espíritu de Luz para que me cuidara siempre Señor.
Cómo es posible que tanto tiempo pasé Jesús sin que tuviéramos este diálogo así tan íntimo, me duele mi vida pasada, hay tanto dolor, hay tanta incertidumbre, hay tantas dudas y sobre todo sufrimiento Señor, que a veces más que vivir parece que estoy sobreviviendo. Señor Jesús, pero siempre hay un fin y siempre hay un comienzo y cuando ese comienzo es con vos Señor entonces de repente la vida es una fiesta, sí Señor, te vuelvo a repetir: este día y todos los días a que alcance mi vida quiero que estés en mí Señor, y me hagas descubrir de a poco o rápido, como vos quieras Señor, todo el proyecto de amor que vos pusiste en mí, un proyecto que no se agota Señor conmigo, un proyecto que no se agota conmigo Señor sino que continua en todos aquellos seres que amo y más también porque cuando uno descubre algo hermoso, no solamente lo quiere para uno sino quiere para participar a los demás, sí Señor.
Es hermoso pensar Señor que el amor que me tenés Jesús va a durar siempre, si hay algo que nos preocupa en la vida es que los amores terminan, las personas que nos aman o amamos desaparecen con el tiempo, pero yo sé Señor que vos desde siempre y para siempre me amaste, me amás y me amarás, pensando que en el corazón de mi madre me llamaste por mi nombre, me miraste a los ojos Señor, ahora también Señor mirame a los ojos y llamame por mi nombre. Necesito tanto Señor descansar en el amor seguro, en el amor que yo sé nunca será defraudado, porque yo sé Señor que nunca me vas a estafar, nunca Señor.
Señor Jesús, vos lo sabés mejor que yo como me fue en la vida Señor, incluso antes de nacer Señor ya mis antepasados estaban de alguna forma dejándome las consecuencias de sus actos y entonces cuando yo nací traje dentro de mí tantas cosas malas, en enfermedades y en lo que sea. Por eso hoy Señor te presento todo otra vez, para que pases sanando Señor, para que pases sanando todos mis antepasados hasta la séptima generación y mi descendencia, también Señor para siempre. Si vos sanás esto Señor que lo hacés, la mayor parte de los problemas de mi vida desaparecen, sí Jesús, desaparecen, después Señor o al mismo tiempo, mirá todo mi cuerpo, mirá todo mi cuerpo, todas mis enfermedades, mis dolores, no solamente los físicos Señor sino los dolores del alma, miralo todo Señor y pasá sanando, no solamente en mí sino en mis hermanos que están presentes y en aquellos que no lo están..., en aquellos que no lo están pero yo los amo, yo los amo Señor y quiero para ellos todo lo mejor, pero a veces no sé si lo que yo ceo que es lo mejor para ellos es lo mejor, por eso que pongo todo en tus manos, totalmente en tus manos.
Mira Señor mi cuerpo, los cuerpos de los que amo, míralos Señor, Señor Jesús, mira este momento entre los que están presentes y también los que han quedado en casa o lejos, mirá todos los que tienen enfermedades hereditarias y así de repente Señor pasá sanando todo.
Vos Señor ayer que tomaste la palabra e hiciste la sanación no nombraste cuántos estaban enfermos de una cosa o de la otra, a lo mejor lo hiciste para que yo tampoco lo nombre porque a veces uno está tentado de decir: hay tantos enfermos de esto, a este le pasa esto, a este le pasa lo otro pero es como una forma de decir: crean porque estoy viendo lo que les pasa, cuando vos me digas lo diré Señor, si vos no me lo decís no lo diré, pero mira todos mis órganos, todos, todos mis huesos, todos mis músculos, toda mi piel y pasa sanando Señor.
Mirá Señor todo mi sistema circulatorio, venas y arterias y vasos linfáticos y pasá sanando todo, limpiá las arterias y las venas, necesito Señor sangre bien oxigenada para que mis arterias lleven vida a todo el organismo, sí Señor, sí Señor, ayer Señor quince, no, dieciocho parejas me dijeron: tantos años sin poder tener un niño, Señor que tu Misericordia les alcance y hoy mismo empiece a crecer en las entrañas de cada una de esas señoras un bebé, sí Señor, lo hacés siempre, cómo no lo vas a hacer ahora Señor. Todas las enfermedades, desde las más terribles a las más simples, porque no es lo mismo Señor una uña encarnada que un cáncer, ni una pequeña infección en la piel Señor o una tuberculosis.
Por eso Señor, no quiero decirte demasiado, solamente como el ciego recordarte qué necesitamos todos Señor, qué es lo que necesitamos todos Señor, pero además Señor no solo para hoy sino para siempre, porque vos sos muy claro cuando decís: hay hombres que dicen: ¿por qué no termino de sanarme?, bueno Señor no terminamos de sanarnos porque tal vez no nos hemos ofrecido totalmente a vos Señor, esa es la pena nuestra, incluso no saber en qué consiste ofrecernos especialmente a vos. Vos lo dijiste una vez: hay cientos de formas diferentes pero una de ellas es vivir de tal forma que uno no sepa dónde termina y dónde comenzás vos Señor ó dónde terminás vos y dónde comienza uno; es decir, nuestra unión con vos Señor tiene que ser tan completa y crecer todos los días porque todos necesitamos que nuestra vida tenga sentido Señor.
Vos cuando llegabas a cualquier lugar decías: ¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, aquí están Señor los enfermos, aquí están todos aquellos que estas personas aman, pasá sanando Señor, pasá sanando, para vos era prioridad uno sanar a los que tenían algo o mucho entonces aquí los presento Señor a todos estos hermanos míos y todos los hermanos que ellos aman para que los sanes Señor, de los males físicos, psíquicos, espirituales, saldes todas las deudas del pasado con tu Sangre Preciosísima Señor, que sigue manando siempre de tus heridas, sí Señor Jesús.
Que hermoso Señor es sentir que esas gotitas de agua que caen es como si estuvieran cayendo sobre mi alma y le están dando frescura, le están dando alegría, le están dando paz y felicidad, que sabia fue tu Mamá cuando dijo: “hagan esto”, porque los seres humanos necesitamos siempre de cosas físicas que vemos y tocamos, sí Señor.
Que hermoso es estar con vos, que hermoso es decirte sin..., sin tener ya ningún orgullo, ni soberbia ni vanidad, decirte: vení Señor, ya llegó la noche y oigo en mis oídos tus palabras: “hasta los pájaros tienen sus nidos, las fieras sus madrigueras y el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza”. Por eso Señor, yo te ofrezco mi corazón Señor, pero no por un día sino para siempre y quiero que vengas con tu Mamá también Señor, Nuestra Madre, sí Jesús.
Ahora Señor guardo un poquito de silencio para recordar a todos aquellos que necesitan Señor que los mires, que mires sus ojos y los llames por su nombre para sanarle todo aquello que no está en orden en su vida... (se hace una pausa) ... Sí Señor, y si después me acuerdo de otros también te lo voy a decir porque yo no puedo solo pensar en mí Señor, mi vida tiene sentido cuando me estoy acordando de mis hermanos y no solo aquello de los que amo sino aquellos que no me aman, porque es fácil Señor pedirte por aquellos que a uno lo aman pero no lo es tanto por aquellos que quieren nuestro mal. Pero vos has muerto en la cruz por todos Señor y no has hecho diferencia por nadie cómo lo voy a hacer yo.
Sí Señor Jesús, sí Señor, yo te amo Señor, cuánto te amo Señor, cuánto es mi amor Señor, pero no es nada en comparación con todo lo que me amás vos, sí Señor, ¿y qué haré yo por todo esto?, pongo Señor todos los pastos del campo a alabarte siempre Señor, continuamente, los cantos de las aves que sean siempre un rumor de voces de alabanzas Señor a vos, que todas las plantas al crecer, cada célula que se reproduce sea una alabanza a vos Señor y no solo de los vegetales sino en lo que parece el alma muerta de las piedras y de las cosas que no tienen vida, también Señor las pongo todas a alabarte Señor porque sé que te gusta Señor que te alaben.
Señor, mirá también todos los animales que pueblan la Tierra, que la reproducción de sus células también sean Señor una alabanza constante, que el nacimiento de cada ser pequeñito, su primer sonido sea la mejor alabanza a vos de un ser totalmente puro. También pongo a alabarte Señor todas las gotas de agua que forma el mar, los océanos, los ríos, los lagos, cada gotita Señor, que sea una alabanza a vos Señor, pero no de un momento sino una alabanza interminable Señor, así como las estrellas del Cielo, las galaxias remotas y cercanas, toda esa vida que tu Papá organizó Señor un día, te canten un canto de alabanza constante y definitivo Señor y yo estoy seguro Jesús que vos..., estoy seguro Jesús que vos derramarás sobre todos tu Misericordia, porque sé que tu Mamá te lo está pidiendo Señor, y como decías el otro día: tanta será la Misericordia, tanto el torrente del Espíritu Santo que todo será hecho nuevo en la Tierra y en los Cielos, sí Señor, sí Jesús, todo es una invitación a alabarte de todos los seres, de todo tipo, naturaleza y condición, todo es una invitación a alabarte pero no solo este momento sino siempre Señor, siempre Jesús.
Y lo decimos con toda nuestra fuerza y poder que nos das vos Señor, sabemos que estás pasando por nosotros haciéndonos hombres nuevos Señor, renacidos y te vemos Señor paseando entre nosotros y te decimos: el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. El Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya. Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. El Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere... (se dio vuelta la cinta) ... El Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición.
Le gusta mucho a la Madre oír: la Virgen se está peinando, entre cortina y cortina, sus cabellos son de oro y el peine de plata fina. Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver al Dios nacer. La Virgen lava pañales y los tiende en el romero, los pajaritos cantando y el romero floreciendo. Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver al Dios nacer. La Virgen se está lavando con un poco de jabón, se le han picado las manos, manos de mi corazón. Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver al Dios nacer.
Tenemos que escuchar ahora a la Madre porque está sentada allí en esa silla, no me dijo nada si venía hoy, creí que venía Jesús pero vino ella, al lado de ella está Jesús, más allá está San José, aquí Santa Faustina, sigue el Padre Gabriel Guillén, el Padre Emiliano Tardiff, sigue San Pío de Pietralcina, San Benito Abad, la Madre Teresa, Beata Madre Teresa, está Santa Teresa de Ávila y ahora apareció aquí cerca de la Virgen Santa Teresita que la acompaña siempre, Santa Teresa de Ávila, San Martín de Porres y después hay familiares, muchos familiares míos y otros que no conozco, deben ser de ustedes, por allá también, si tuviéramos tiempo yo les daría las características y ustedes reconocerían tal vez algún antepasado de ustedes ¿eh?, alguien que les amó. Bueno Madre te escuchamos.
Dice Nuestra Madre:
Voy a comenzar diciendo que me gusta tanto que me digan: Inmaculada Concepción y tiene referencia a lo que vos dijiste hoy: “y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”, cada vez que dicen Inmaculada Concepción los Cielos y la Tierra cantan himnos de alabanza porque allí comienza la redención con la Anunciación del Verbo.
Por eso no olviden cuánto me gusta y cuánto pueden hacer solamente diciendo: Inmaculada Concepción. Además, y por supuesto, todos los temas son principales, no hay ninguno que sea menos importante que el otro, recordarles esto de lo de Mensajera del Espíritu Santo, porque como decía Juan XXIII: el gran olvidado en la historia del Cristianismo fue siempre el Espíritu Santo, entonces Yo quiero recordarles todos los días, a cada instante ¿por qué no?, a cada instante la devoción, por el Espíritu Santo y además que sea importante para que en la vida de ustedes esté continuamente hablándole en vuestra conciencia, para que les diga exactamente qué deben hacer.
Cuando Mi Hijo el otro día se refirió a que enviaba enormidad de Espíritu Santo sobre todo el mundo, es así, por eso no se engañen ni crean por casualidad que las cosas empeoran sino que todo mejora, nada más que el dolor, la muerte y la desolación hacen mucho ruido pero hay tantas cosas buenas en todos lados, tantas cosas buenas, solamente en una mujer estéril que aparezca la vida de un niño es algo grandioso ¿o no?.
Pero hay tantas cosas hermosas y Yo siento que haya por todo el mundo profetas de la decadencia, gente que anuncia cosas feas, nunca ni Mi Hijo y Yo podemos anunciarles cosas feas, nuestro trabajo es el amor, nuestra preocupación es el amor, nuestro deseo es que todos los hombres vivan de acuerdo al amor y los hombres tienen que convencerse de eso, si no se convencen sufren pero no porque Mi Hijo y Yo los hagamos sufrir, sufren porque..., tropiezan siempre con tantas cosas que no son del Señor.
Si ustedes saben todo lo que es bueno síganlo, quién les puede ofrecer tanto amor como Mi Hijo y tan gratuitamente, pueden nadar en la abundancia del amor, acuérdense siempre de esto: quiero que naden en la abundancia del amor. ¿Y qué hay que hacer para todo esto?, miren los yuyitos del campo, esos pájaros que ni color y casi ni nombre tienen y viven así espontáneamente y la lluvia o el rocío les da de beber y son felices porque son simples, son tan simples, tan humildes, tan sencillos, tan llenos de amor que hasta sacan sus flores, se ponen en plenitud y nadie las ve pero Yo sí las veo, justamente esa es una forma de alabanza a Mi Hijo, en sí a la Trinidad.
Entonces vivan tan simplemente como las hierbas del campo, vivan tan simplemente como las arenas que están esparcidas por todos lados y calientan la tierra y reflejan el sol, vivan así tan simplemente y ustedes dirán: pero ¿no nos pide tu Hijo Madre que estemos llenos de virtudes?, ¿no nos pide tu Hijo que seamos ejemplos para los demás?, claro, pero todo esto que les digo que ustedes ni lo sepan. Sean tan bien, tan simples, tan humildes, tan amorosos pero hagan como si no lo saben o directamente no lo sepan, acaso no se acuerdan que dijimos: que el encanto de las rosas es que siendo tan hermosas no conocen lo que son, ¿les gusta la expresión?: el encanto de las rosas es que siendo tan hermosas no conocen lo que son.
De esa forma Mis queridos tienen que vivir ¿mmm?, de esa forma, Yo hablé de las rosas que son las flores que amo, todas, las amo a todas pero especialmente a las rosas, tienen tanto esplendor y para tantos pasan inadvertidas y directamente ellas no saben toda la belleza que hay en sus pétalos o en el rocío que se posa por las mañanas cuando se abren candorosas a la luz del alba.
Vivan esta vida así, simple, maravillosa y llena de amor, entonces en vuestro corazón el Espíritu Santo les dirá todo y entonces allí sabrán qué tienen que hacer, por ustedes pero más por vuestros hermanos y por todos los hombres... (se escucha ladrar a los perros) ..., es como si el ruido de estas criaturas los hubiese distraído pero son Mis criaturas también, son Mis criaturas ¿mmm?, o acaso creen ustedes tanto en la inferioridad de estos seres, se olvidan que el Padre le dijo a Jonás: “cómo voy a castigar a Nínive con todas las personas que hay y todos los animales”; es decir, no castigaba a Nínive por los hombres y también por los animales.
Entonces piensen en toda la jerarquía de los seres que para... Nuestro Padre, para Mi Hijo y el Espíritu Santo todos tienen su lugar, todos tienen su ubicación porque todos son seres creados, el Padre lo hizo todo bien, encárguense ustedes de cuidarlo y sobre todo no se olviden que los que aquí están y los que pisan este lugar Sagrado son Mi pequeño resto, cuando digo así ¿a qué me refiero?, a que son aquellos en los cuales tengo depositada Mi confianza para edificar el Tercer Milenio, ¿cómo?, pregúntenselo al Espíritu Santo, Él les irá diciendo todos los días, a cada instante, sean dóciles en escucharlo, Él habla siempre en ustedes.
¿Hace falta decirles que les amo?, sí Mis queridos, claro que hace falta que se los diga, por una razón muy simple, nadie se cansa cuando alguien le dice que le ama, aunque sea algo repetido, a cada instante, por eso les amo Mis queridos y si ustedes quieren pueden sentir sobre ustedes Mi manto que los cubre, llenándolos de Gracias y de bendiciones.
Todo está bien, adelante, todo es una fiesta, adelante, tienen la seguridad del amor de la Trinidad y el Mío.
Amén.
Habla Artemio:
Que lindo es saber que: tenemos una Madre que nos ama, nos ama, nos ama, tenemos una Madre que...
Se corta la grabación...............................
Mensaje del 10 de Octubre de 2004
Por eso no olviden cuánto me gusta y cuánto pueden hacer solamente diciendo: Inmaculada Concepción.