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Mensaje del 05 de Octubre de 2004

Es tanta la disponibilidad que podríamos decir lo que ya está escrito en la Sagrada Palabra: “a quién se le puede ocurrir detener a un hombre o a muchos hombres cuando Yo les di la fuerza para caminar”.

Mensaje del 05 de Octubre de 2004

Habla Artemio:

... fervor, con todo nuestro amor, le vamos a decir o le decimos, cuando yo uso la primera persona es para que ustedes también digan: yo, yo, yo ¿cierto?.

Señor, como empiezo todos los días en esta tarde y todas las tardes a que alcance mi vida, cerramos los ojitos, miramos para abajo para concentrarnos, oyendo el sonido del agua que es el Espíritu Santo que desciende sobre nosotros, así dice la Madre ¿mmm?, bien.

Señor, en esta tarde y todas las tardes a que alcance mi vida quiero ofrecerme a vos, yo ya tomé conciencia Señor que sos mi Padre, sos mi amigo, sos mi hermano, pero esa idea es una idea humana, poné en mi mente Señor qué es decirte Padre a vos, amigo, hermano, compañero, poné en mi mente Señor porque vos sabés Jesús yo te amo, te amé siempre, a mi manera, pero yo te amé siempre y tal vez fuiste el único que estuvo en los momentos más difíciles de mi vida, yo te amo Señor, pero hoy no tengo en cuenta ese amor sino el que vos me tenés a mi Señor.

Cuánto me amás Señor, diste tu vida por mí, tus heridas siguen sangrando Señor por mí, yo he visto Señor la herida tremenda que vos tenés sobre el hombro, que tanto te duele y vos no decís una palabra, todo eso es sufrimiento por mí y para mí, entonces quiero yo unir todos los sufrimientos que tengo a los sufrimientos tuyos, porque si vos sos mi Padre, yo soy tu hijo, tu hermano, tu amigo y si sos todo eso yo quiero participar en la redención de los hombres, vos sos Redentor Señor y yo quiero ser co redentor junto con la Virgen María, redentores junto a vos. El amor que vos me dispensas Señor es tanto que me rebalsa Señor y entonces yo quiero manifestarle todo ese afecto a mis hermanos Señor, no me importa cómo lo van a tomar, tendré que ser prudente también pero vos me vas a indicar en todo caso, pero yo quiero que todo el amor tuyo, que es tan precioso, que me tenés Señor, porque el mío es chiquito, todo el amor que vos me tenés Jesús no me lo puedo guardar solo para mí, tengo que compartirlo, tengo que compartirlo Señor, no puedo quedarme solamente yo con que mi vida es una fiesta, no Señor, no.

Sabés Señor, por las mañanas muy temprano cuando el sol aún no salió y yo voy a ver las plantas de tu Mamá y tuyas por supuesto, y veo que todas están hablando un lenguaje preciosísimo Señor y en el fondo todas las plantas y las flores y los pájaros tienen algo en común, todos te están alabando Señor y yo me pregunto Jesús: ¿cómo es posible, cómo es posible Señor que todas estas plantas y estas flores y estos animales y estos terrones de tierra estén levantando su alabanza a vos y la mayoría de los hombres no lo hace?, entonces Señor habrá que acercarse a los hombres a decirles: únanse a este coro maravilloso de seres que tiene conciencia de que fueron creados y entonan su alabanza continuamente Señor, incluso hasta una planta que se está secando está diciendo: gracias Señor que me permitiste vivir un tiempo, dar mis flores y mis frutos y ahora me estoy secando para que nazcan mis hijos. Incluso la muerte es un motivo de alabanza, en ese vegetal que uno no le da importancia pero es tan importante su vida como cualquiera porque Dios creó a todas las cosas y también es una creatura del Señor.

Señor, cuando tu Papá hablando con Jonás le dijo que no podía castigar a Nínive porque había tanta gente y muchos animales, quiere decir Jesús que tu Papá puso casi en igualdad de condiciones a las personas y los animales y es claro, porque son seres creados por vos Señor, claro que sí, entonces nada es porque sí, yo no puedo abusarme de las cosas, no las puedo abusar en forma indebida porque todo es creación tuya Señor y cuando yo entre en armonía en el uso de todas las cosas que hay sobre la Tierra también en eso estaré contribuyendo para mi salud Señor, es una lástima que no lo sepan todos pero lentamente lo van a ir aprendiendo.

Señor Jesús, te presento mi cuerpo, mi cuerpo físico para que vos veas todos los dolores que tengo, las enfermedades que tengo y no te presento solamente nuestros cuerpos físicos Señor sino también todos los cuerpos de aquellos que amamos, porque esta fiesta no quiero que sea solo para mí, tiene que ser para todos los que amo y los que no amo también Señor o mejor dicho los que no me aman a mí porque uno los ama a ellos.

Mirá todo mi cuerpo Señor, desde la cabeza hasta los pies, recorré cada uno de mis órganos, cada uno de mis músculos, de mis vasos sanguíneos, todo Señor, desde los huesos hasta mi piel, todo Señor y pasá sanando Jesús, pasá sanando Señor, pasá sanando, pasá sanando.

Ahora Señor yo te muestro todo lo psíquico o la parte espiritual que tengo y mirá Señor, no quiero tener vejez prematura ni demencia senil ni Alzeimer ni todas esas cosas que me quitan lucidez a la mente, no quiero tener nada de eso Señor y además todo lo que pueden ser depresiones, tristezas, cosas que tengo, que me molestan, fantasmas del pasado que no puedo liquidar Señor, lo pongo todo en tus manos para que vos lo sanes. Yo sé que las enfermedades mentales Señor, es..., son difíciles de sanar o casi imposibles para los que tienen el arte de curar, la medicina, pero para vos Señor nada es imposible entonces pienso en mis problemas psíquicos y en los problemas de todos mis hermanos, de todos aquellos a los cuales yo amo Señor, me duele Señor que otros estén enfermos pero vos podés hacer tanto por ellos, lo podés hacer todo Señor, absolutamente todo.

Por eso, pasá sanando todo Señor, pasá sanando todo y además dentro de mi vida espiritual aquellas cosas que hice en el pasado y que son un poco el fantasma que tengo adentro, que me asaltan a veces, sanalos Señor, sanalos y además no solamente mires las cosas que yo hice Señor sino todo lo que hicieron mis padres y mis antepasados y por supuesto, también mi descendencia, para que todos entren en tu proyecto Jesús, porque: Señor, Jesús, ten compasión de mí, Jesús ten compasión de mí. ¿De qué?, de todo, Jesús ten compasión de mí, haz que vea Señor, haz que vea con los ojos de mi mente qué es lo que debo hacer y también Señor decime qué querés que haga, porque si yo estoy descubriendo que mi vida es una fiesta no me la puedo guardar para mi solo, tengo que decirle a los demás cómo es mi fiesta de cada momento.

Sí, Señor, aquí estoy como alguien decía: “lamiendo lebrel tímido los bordes de tu manto, no pueden huirme tus ojos amorosos ni esquivar tu pie el riego caliente de mi llanto”. Quiero ser uno con vos Señor, yo quiero Señor que vos no sepas dónde terminás y dónde comienzo yo y yo quiero no saber dónde termino y dónde empezás vos Señor. Al decir vos digo la Trinidad, pero a vos Señor te puedo palpar porque tenés la forma de un hombre además de ser Dios, entonces me es más fácil Señor, me es más fácil Señor porque veo como sale sangre de tus heridas, veo los moretones que tenés en tu cuerpo que te duran todavía, veo como te despegás de tu hombro derecho, te despegás la túnica porque está pegada a la herida que tenés, que te produjo la cruz Señor.

Yo no puedo Señor quedarme solo con esta fiesta, tengo que participarla a los demás, tengo que participar de esta fiesta a los otros Señor, por eso te digo tené compasión de mí que soy chiquito, soy precario, soy ignorante, no sé, que se yo cuántas cosas Señor pero si vos tenés compasión de mí todo se transforma. Sabés Señor lo precioso que es que yo pueda decirle a los demás lo hermosa que es mi fiesta, todo se justifica por esa fiesta Señor porque lo único que en la vida puede preocuparnos tal vez es cerrar los ojos para siempre, pero Señor viviendo en esta fiesta, cerrar los ojos para siempre es seguir con una fiesta mucho más grande Señor entonces ¿de qué puedo tener miedo?, ¿a quién le voy a tener miedo?, ¿a quién Señor?, si vos estás conmigo, si yo siento Señor en mi cuerpo la aspereza de tu mano porque estoy refugiado en el hueco de tu mano Señor, ¿quién se atreverá a tocarme con un dedo Señor si vos me estás protegiendo?, pero no puedo Señor solamente para mí esto, tiene que ser para todos los hombres, bueno si no puedo llegar a todos en este momento, no puedo partir para el África, para la Indochina o para el Canadá Señor, pero sí puedo tener la disponibilidad total y completa Señor de decirte: aquí estoy Señor, usame para lo que vos quieras, Señor Jesús usame para lo que vos quieras, multiplicame en cientos de miles para llevar tu palabra adonde sea porque yo quiero llevar tu fiesta a todos lados Señor pero estoy anclado en este lugar, soy pobre, chico, pequeño, precario, pero vos Señor vas a usar mi disponibilidad, porque tu Misericordia puede eso y mucho más, vas a usar mi disponibilidad y me vas a llevar a todos los lugares, porque eso es lo que hace tu Misericordia Señor llevarme por todos lados.

Que precioso, que precioso Señor, que precioso se vuelve todo, ya ni me acuerdo de las enfermedades que tenía, ya no me acuerdo de los dolores que pesaban sobre mí, ya no me acuerdo de nada Señor porque no sé dónde termino yo y dónde comenzás vos Señor.

Yo sé que has mirado todo Señor, yo sé que has mirado todo, por dentro y por fuera, en lo pequeño y en lo grande, por eso Señor mirándote a la distancia y muy cerca de nosotros cuando llegabas a cualquier lado y decías: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, por eso te decimos todo con fuerza: el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. El Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya. Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. El Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición. El Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición.

Sí Señor, cuánto te agradecemos Señor todo esto y decinos Señor cómo querés que hagamos para comunicar a los demás todo esta fiesta Señor. Jesús, está con nosotros ya, a la derecha del Señor está San José, la Virgen, Teresita de Jesús, bueno todos los Santos ¿eh?, también hay familiares de ustedes.

Dice el Señor:

Sí, es cierto, todo es una fiesta.

Salgan a los caminos, hablen con quien quiere escucharlos y díganle: ¿querés participar de mi fiesta?, no importa si muchos todavía no están preparados para la fiesta, no están preparados porque tienen tanto peso con su orgullo, con su soberbia, son tan pagados de sí mismos, tienen tanta..., tienen tanta resaca en su vida que no le es fácil participar de la fiesta, pero ustedes díganle, díganle: es tan poco lo que hace falta, hay que ser humilde, simple, sencillo, hay que ser amables con todos, querer a la mayoría, a todos, a los que están cerca, lejos, dije mayoría porque es fácil querer a aquellos que nos aman pero no tanto a aquellos que no nos aman pero ustedes tienen fuerza para eso y mucho más, porque ya han entendido.

Lo que Yo les puedo decir Mis queridos es que esta fiesta que empezó aquí hace un tiempo largo ya, no voy a precisar el tiempo que hace que empezó pero hay tanto vino para la fiesta, hay tantos alimentos y sobre todo hay tanta disponibilidad para que no se termine nunca los alimentos ni el vino que es lo que alegra la fiesta. Es tanta la disponibilidad que podríamos decir lo que ya está escrito en la Sagrada Palabra: “a quién se le puede ocurrir detener a un hombre o a muchos hombres cuando Yo les di la fuerza para caminar”.

Quiero tolerar eso, por eso no diré que es una inconsciencia pero es más que inconsciencia y ustedes deben ser tolerantes y amables porque es muy duro ya estar en la oscuridad de este lado, vivir plenamente en la oscuridad, es muy duro, porque Yo a nadie le niego un poquito de Luz para que vea, cómo es posible que no vean, Yo no le niego a nadie una chispita si quiera para que vean, una chispita de Luz pero, nadie detiene jamás cuando Yo doy las fuerzas para caminar, entiéndanlo muy bien eso, podrá haber demoras, podrá haber demoras, así como en la historia hubo tantas demoras; ustedes dirán: y en todo ese tiempo de la demora ¿qué?, y..., hay muchas formas de martirio ¿mmm?, Yo ya esto lo aclaré hace tanto tiempo, hay mártires que pierden su sangre y ocurre en un acto de arrojo grande y están los demás, los mártires... (se dio vuelta la cinta) ..., sangre sin que la mayoría lo note, salvo que se piense igual, se viva igual y se transite por la vida igual. Cualquiera diría: y pero eso no es justo, Mis queridos, como vive el hombre en estos tiempos no podemos pedirle que pueda distinguir lo que es justo de lo que no lo es.

Todos han mentido tanto que ya creen que mentir es una virtud pero no necesariamente han mentido sobre cosas simples, el problema es que han mentido sobre cosas fundamentales y nada hay tan terrible, no porque tenga castigo sino por una especial ley de la compensación: pobre de aquél que demora la palabra y en este caso: pobre de aquellos que demoran la fiesta que les ofrezco. Pero no es simple entender que el meridiano de la historia en este instante pasa por este lugar, ¿cómo se puede entender eso?, no, ¿cómo se puede entender que el Hijo de Dios y Dios mismo, decida aparecer ante hombres simples y comunes que tal vez se creen lo último?, ¿cómo van a creer que el Señor puede manifestarse así?, también en esto hay una incoherencia histórica porque siempre las grandes cosas tuvieron lugar pequeño, como ya les dije: todos esos Documentos que nutren ese libro no tuvo necesidad de instituciones, simplemente una cueva, recipientes para contener, una cabra indiscreta y un pastor que la sigue y encuentra cosas preciosas para dar Luz a tantas cosas oscuras, simplemente un pastor, una cabra y unas vasijas a prueba de tiempo alcanzan para Mí, simplemente.

Aquellos que deducen los pasos del Señor, tengan cuidado, porque de repente Yo estoy en medio de ellos y no lo notan, San Juan lo dice muy bien en el Evangelio: “Yo estoy en medio de ellos y no se dan cuenta”. Pero Mis queridos, no tengamos pensamientos difíciles ni duros, Yo quiero que conmigo tengan siempre una fiesta, siempre.

Mis queridos, Yo les puedo asegurar que aquí la fiesta continuará mucho tiempo, todo el tiempo que la Divinidad diga y a la Divinidad le gusta mucho usar la palabra siempre. Conviene que les diga de nuevo que a Mi Padre, al Espíritu Santo y a Mí nos encanta usar la palabra siempre, para siempre, por una eternidad, ustedes dirán: ¿y alcanzará el pan y el vino para tanto?, sí, las reservas también son eternas e infinitas, porque están sustentadas las reservas con Mi Misericordia, que es Mi principal atributo y en consecuencia es eterno, mal que les pese o bien que les pese, la fiesta continua.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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