Mensaje del 02 de Octubre de 2004

Habla Artemio:

A la derecha del Señor está San José y a su izquierda su Mamá, al lado está Santa Teresita del Niño Jesús, además hay otros Santos, el Padre San Pío de Pietralcina, Gabriel Guillén un Sacerdote, Emiliano Tardiff otro Sacerdote, que están muertos por supuesto pero están junto al Señor, San Martín de Porres, la Beata Teresa de Calcuta, dije el Padre Pío, San Benito Abad y por supuesto algunos familiares míos y también de ustedes porque no los conozco ¿mmm?, pero vamos a escuchar la palabra del Señor que está dirigida a todos los hombres de la Tierra y también a nosotros por supuesto.

Dice el Señor:

He seguido de cerca todo lo que han hecho en este día y me siento muy complacido porque he podido derramar sobre ustedes todas Mis gracias y bendiciones porque me lo han pedido de corazón, han abierto vuestros corazones y estoy muy contento por ello, por haber renovado las promesas del Bautismo, por entender que ustedes ya al irse de aquí ya no son como vinieron sino que vuestros labios se van a abrir para alabar al Señor por todas las obras que Él hace.

Ustedes una vez más han comprendido cuánto les amo y que como decían al comienzo: “he muerto en la cruz derramando Mi sangre por ustedes”, la sangre es el símbolo de la vida y en consecuencia he derramado Mi vida por ustedes.

Vayan a todos los lugares y díganle: el Señor los saluda fraternalmente, los saluda filialmente porque son sus hijos y además les dice: tengan confianza porque, díganle: el Señor nos asegura su Misericordia.

Confío plenamente en ustedes, así como ustedes están confiando en Mí que llegaré hasta vuestros cuerpos, vuestras almas, vuestras familias a llevar la salud que necesitan, la tranquilidad que esperan, la alegría que les hace falta, la paz que ansían y la felicidad que todo ser humano espera. Quiero llegar a ustedes para darles alivio en vuestras tareas, ayuda en vuestros esfuerzos, aliento en todos vuestros progresos, esperanza en días mejores, esperanza en que todo lo bueno es posible, esperanza en que los enfermos se sanan, los ciegos ven, los sordos oyen, los tullidos caminan, los doloridos ya no se quejan y la palabra del Señor es llevada hacia los cuatro vientos, ¿qué más podemos pedir Mis queridos?, ustedes me aman, Yo los amo y todo se da en una perfecta armonía, es hermoso vivir esto que vivimos, tan hermoso, que tal vez en muy pocos lugares de la Tierra lo estén viviendo así como lo están viviendo en este momento.

Por eso, Mi palabra que llega a todos los confines de la Tierra quiere decirles a todos que miren hacia este lugar porque este lugar es el elegido por el Señor para dar sus Mensajes para todos los hombres y también es el lugar donde todos están comprometidos, no más de lo que pueden vuestras fuerzas, pero todos están comprometidos a vivir bien, en paz, a extender la palabra del Señor, a decirles a todos: allá, en aquél lugar el Señor se aparece y dice tantas cosas, algunos lo ven, otros no lo ven pero todos saben que está.

Felices de ustedes que pueden vivir este momento, porque si bien estoy en toda la Tierra Mis queridos y en el alma de cada uno pero son muy pocos los que tienen el privilegio de tenerlo al Señor, al Hijo de Dios y Dios mismo sentado en este lugar, en este asiento que amo con toda Mi alma porque quien me lo trajo era alguien que no tenía más que esto y me lo trajo a Mí. Por eso, cada vez que me siento en este lugar parecería como si todo de Mí sale, la fuerza para todos aquellas personas que como este hombre posibilitaron que Yo me siente en este lugar, es posible que era lo único que tenía y me lo trajo a Mí.

(Lo digo entre paréntesis pero con toda la importancia que tiene: no te preocupes cuando los animalitos se acercan a Mí, ellos me ven continuamente y siempre se acercan a limpiarme Mis heridas y ellos me están continuamente viendo, por lo tanto no temas que me pueden molestar en algo, nada de lo que Yo he creado puede molestarme y todo lo que hay sobre la Tierra lo he creado, en consecuencia nada me molesta, ni incluso aquellas cosas que ustedes creen que son malas me molestan porque antes que ocurran Yo ya las he perdonado).

Mis queridos, les doy todo lo mejor, les doy la seguridad de la asistencia de Mi Misericordia, para hoy y para siempre, para ustedes y para todos los que ustedes aman.

¿Saben cuánto los amo?, déjense amar, no hoy solamente, todos los días, a cada instante, déjense amar.

Amén.

Habla Artemio:

Le decimos nuevamente a Jesús: enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Él, enamorado de Él, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth. Enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Jesús, enamorado, enamorado de Jesús. Enamorado de Él, enamorado de Él, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth, en mi corazón tengo escrito Jesucristo de Nazareth, Jesucristo de Nazareth, Jesucristo de Nazareth.

Ahora en nombre del Señor de la Misericordia les voy a dar la bendición a cada uno y en ustedes a todos los que ustedes aman ¿eh?...

Se corta la grabación...................