Mensaje del 30 de Septiembre de 2004

Habla Artemio:

Cerca está San José y la Virgen, al lado Santa Teresita, Santa Faustina, la Madre Teresa, Benito Abad, el Padre Pío, San Pío de Pietralcina, bueno y siguen otros Santos y algún familiar de ustedes y mío.

Dice Jesús:

Yo estoy hablando no solo para ustedes sino para todos los hombres del mundo que recibirán este Mensaje a través de los medios masivos de comunicación.

Me conmueve Mis queridos toda la fe que ustedes me tienen, me conmueven todos ustedes porque sé que me aman, también Mi Madre está conmovida porque lo mejor que puede pasar es que como siempre les digo: no sé dónde termino Yo y dónde comienzan ustedes y no sé dónde terminan ustedes y dónde comienzo Yo.

Tengan esperanza en todo, miren la vida, el mundo, las cosas con mucho optimismo. Cuando ustedes ven que algo no anda bien, piensen: ¿por qué el hombre está usando mal su libertad y busquen las causas de eso y tengan presente que nunca nada malo que pase en el mundo puede ser culpa Mía, porque lo último que haría sería castigar a alguien, nunca, nunca castigaría a nadie, ni Mi Padre ni Yo.

Quiero que se lleven de este lugar la seguridad de Mi amor, la seguridad de Mi asistencia, la seguridad de que estoy muy feliz con ustedes, Yo los amo, ustedes me aman, Yo estoy siempre aquí pero me voy con cada uno de ustedes, cada uno de ustedes piense que voy sentado a vuestro lado y cuando entran en vuestra casa Yo soy el que abre la puerta, Yo entro primero para protegerlos de todo mal.

Entréguense plenamente a Mi Misericordia que ella lo puede todo, es el amor obrando, es Mi mayor atributo, entréguense plenamente a Mi Misericordia y ya no tengan miedo de nada, absolutamente nada, ¿qué puede hacerles daño si están conmigo?, si ustedes están conmigo ¿quién contra de ustedes?. Y cuando estén con esa seguridad de que Yo esté con ustedes, confíen, no piensen en mañana ni en pasado, quédense tranquilos, vivan este momento, el mañana es Mío, me pertenece, Yo cuidaré de ustedes, cada momento, todos los días y a través del tiempo. Mi promesa que hice de los que vienen aquí y no se van como vinieron sigo sosteniéndola y cuando vayan a sus lugares díganle a todos: el Señor me dio la seguridad de que me ama y que ya está empezando a transformarse en mi vida tanto sea si está enferma físicamente o espiritualmente.

Los amo tiernamente, les abrazo con todas las fuerzas de Mis brazos y Mi Corazón.

Amén.

Habla Artemio:

La Madre no habló hoy, no dijo nada, lo que pasa es que estuvo esta mañana ya, aunque ella no habló pero nosotros tenemos la seguridad de que..., ¿qué seguridad tenemos?, que ella nos ama y se lo decimos: tenemos una Madre que nos ama, nos ama...

Se terminó la grabación........................