Mensaje del 29 de Septiembre de 2004

Habla Artemio:

Y yo se los voy a presentar, está Jesús sentado en ese sillón, al lado está San José y de este lado está la Virgen María, que preciosa escena, el Padre, la Madre y el Hijo, que precioso, y más aquí está Santa Teresita del Niño Jesús, más acá están otros Santos, el Padre Pío, San Pío de Pietralcina, Santa Faustina, está también el Padre Emiliano Tardiff, el Padre Gabriel Guillén, está la Madre Teresa de Calcuta, Beata Madre Teresa de Calcuta, está San Benito Abad, también está San Martín de Porres y también hay familiares míos, está mi mamá, está mi hermana que vienen siempre, mis otros familiares también están sanos..., perdón están salvos pero a veces vienen y a veces no vienen ¿mmm?, bueno entonces Jesús vamos a escuchar tu palabra Señor..., lo hiciste levantar a Jesús Simón, bajate de ahí bebé..., bueno, Jesús se sentó otra vez, Él ama tanto los animales, te escuchamos Señor.

Dice Jesús:

“Bienaventurados aquellos que están en este lugar y me ven y ven a todos los Santos y a Mi Mamá y a Mi Papá Adoptivo, y bienaventurados más todavía aquellos que no me ven y creen y me sienten que estoy en este lugar”.

Yo les digo que hace diez años que vengo aquí porque me gusta venir a este lugar, porque aquí viene gente de todos lados que buscan sanación y Yo hago como..., como hacía cuando estaba vivo allá en Israel, por supuesto y ahora sigo vivo entre ustedes y lo mismo que en aquél entonces les digo: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, ¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, porque siempre lo que más me preocupó de los seres humanos es su enfermedad, siempre.

Por eso, díganme todo lo que les pasa, lo que sienten, lo que tienen, cuéntenme de vuestra familia, de vuestros hijos, de vuestro esposo o esposa, porque Yo quiero llegar a cada uno para sanarle los problemas que tiene. Díganme todo, Yo quiero vivir con ustedes, Yo estoy aquí pero me quiero ir con cada uno de ustedes a vuestra casa pero no pensemos solamente Mis queridos en ustedes y en los que aman, también piensen en todos los que están sufriendo en la Tierra, son tantos los hombres que sufren.
Esta noche cuando oscurezca, tantos billones de personas irán a su cama sin probar bocado porque no tienen qué poner en su boca ¿mmm? y también cuántos irán a acostarse y sentirán el dolor tremendo de no ser amados por nadie, pidan por todos, para que los hombres vivan de otra forma ¿mmm?. En el país, en el mundo, cuántas necesidades hay, cuántas necesidades de todo tipo.
Ustedes están enfermos algunos y piensen en los Hospitales y en las Clínicas de todo el mundo, piensen, piensen ustedes en todos los que están sufriendo, todos los que han muerto en este día o van a morir porque ya les llegó la hora y preocúpense de ellos para que puedan ir a la Luz del Padre. Es cierto que a ustedes les preocupan vuestros problemas, claro, pero también preocúpense por los problemas de todos los demás, hay mucho dolor en el mundo, hay mucho dolor y por lo que veo nadie se acerca a los que sufren, parecería como si la gente no quiere acercarse a los que sufren ¿mmm?, incluido los Sacerdotes que muchos de ellos cuando le van a decir: vengan a dar la extremaunción se demoran y a veces se les muere la gente, si no les doy la extremaunción Yo no se las da nadie, parecería que nunca tienen tiempo de visitar a los enfermos y los sanos no necesitan, los enfermos necesitan que los visiten.
Pues bien, si no van los Sacerdotes vayan ustedes, si los Sacerdotes no rezan con los enfermos recen ustedes pero no sean cargosos con tantas oraciones, digan algunas nada más, que es suficiente, porque los enfermos no tienen paciencia ni bienestar para largas oraciones, sepan visitar a los enfermos y a todos los que necesitan ¿mmm?.

Saben cuánto necesitan del amor las personas, no sean mezquinos, acérquense a las casas, acérquense adonde hay personas solas y con cualquier motivo, una planta, un animalito, el pedir alguna cosa ¿eh?, hagan cualquier cosa para poder llegar hasta aquellos que directamente están sin pan de amor, hoy justamente en este día en que hay que acordarse especialmente del pan de harina y el pan de amor, ustedes háganlo pero con vuestros hermanos, háganlo con vuestros hermanos que necesitan.

Además les pido que se acuerden de las almas de todas las personas que están en la oscuridad, aquellas que ustedes dicen que están en el Purgatorio, recen para sacarlas de allí porque su sufrimiento es grande por no ver al Señor, acuérdense de todos, acuérdense de los buenos y de los malos, de los lindos y de los feos, de los petisos y de los altos, de todos los Laicos y de todos los Sacerdotes, de todos los hijos y de todos los padres, de todas las madres y de todas las hijas, sepan pensar en todos. Es tan hermoso el mundo, es tan hermosa la vida, la vida es una fiesta cuando ustedes hacen lo que Yo les digo hoy en la palabra: “ámense unos a otros como Yo los he amado”, y Yo les puedo asegurar que todo esto va a triunfar porque cuando Yo vine a este lugar dije: “todo será hecho nuevo, en los Cielos y en la Tierra”, y Mi palabra la voy a cumplir pero nunca con medios violentos sino con toda la paz del mundo, pero sobre todo con Mi Misericordia que es el amor obrando.

No importa si estas palabras ya las dije una vez, parecidas o más o menos, hoy en este 29 de Septiembre, vuelvo a repetirlas porque si las digo de nuevo es porque muchos no les hacen caso y no está bien eso. Cuando se van de aquí Yo quiero ir con ustedes, tengan la seguridad que voy con ustedes y también me quedo ¿mmm?, y por la noche déjenme refugiar en vuestro corazón y si ustedes me piden Yo los voy a refugiar en algunas de Mis heridas, los voy a esconder allí para protegerlos de todo mal.

Artemio pasará en cada uno de ustedes, hará la imposición de manos en Mi nombre para que ustedes se sanen de vuestros problemas y también de todos aquellos que ustedes aman y Mi Mamá, como no les habla hoy pero quiere decirles lo que les dice todos las noches al acostarse, cuando los vuelve pequeñitos y los acuna suavemente en su regazo, diciéndoles...

Dice María:

Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón, arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Los amo Mis queridos con toda la fuerza de Mi Corazón, soy Vuestra Madre, vuestra hermana, vuestra amiga, vuestra Protectora y la Mediadora de todas las Gracias, pídanme todo lo que necesitan, pídanmelo Mis queridos porque los amo.

Amén.