• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 01 de Septiembre de 2004 (1º)

Nada que se haga sin amor Yo lo puedo aprobar, en consecuencia Yo tampoco lo hago.

Mensaje del 01 de Septiembre de 2004

Habla Artemio:

En tu nombre Señor, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida humildemente Señor en este momento en que el sol ya desaparece y las sombras empiezan a cubrir todo, humildemente te decimos Señor: queremos estar siempre cerca tuyo Señor, no podemos vivir de otra manera, la vida se torna una desgracia, porque es estar desconociendo la paternidad esencial que es la tuya Señor.

Como te decía Señor, aquí estamos para pedirte perdón por las cosas que no hacemos tan bien y al mismo tiempo pedirte los favores que necesitamos para nuestra vida, así como el hijo espera a su papá para decirle: papá necesito esto o lo otro, así nosotros humildemente te invocamos Señor para que nos des todo aquello que necesitamos para lograr ser felices Señor, vos nos has creado para eso Señor y en consecuencia te lo pedimos con toda la fuerza de nuestra alma. Dale alegría a nuestro corazón, queremos ser la sal de la Tierra Señor y queremos se la Luz del mundo pero para eso necesitamos que vos estés con nosotros Señor sino no pasa nada.

Para estar en paz Señor y cerca tuyo necesitamos también tener una buena salud, tanto sea de nuestra parte física como de nuestra parte espiritual, necesitamos Señor tener buena salud, necesitamos Señor que otra vez como en la cero hora que nos miraste a los ojos y nos llamaste por nuestro nombre, hoy en este día, en este día primero de Septiembre del año 2004, en este día Señor humildemente te decimos: míranos a los ojos, llámanos por nuestro nombre y no solo a nosotros Señor sino a todos aquellos que nosotros amamos, aquellos con los que nos relacionamos, con los que convivimos, con los que trabajamos juntos, aquellos que están dependiendo de mi o aquellos de los cuales yo estoy dependiendo o nosotros estamos dependiendo, porque en primera y última instancia todos dependemos de todos y todos necesitamos y nos debemos a todos, no hay otra forma de vivir.

Humildemente Señor míranos a los ojos y llámanos por nuestro nombre y al hacerlo Señor tené en cuenta todo nuestro cuerpo y todas las enfermedades que tiene nuestro cuerpo y el cuerpo de las personas que amamos; mirá Señor nuestras enfermedades, incluso mirá aquellos enfermedades que aún no están declaradas y que por esta sanación nunca se van a declarar, nunca se van a poner en evidencia. Pasá sanando todo nuestro cuerpo Señor, desde la punta de los pies hasta la cabeza Señor, sin olvidarte de ningún órgano, de ninguna partecita Señor y desde lo más superficial como la piel hasta lo más profundo como son los huesos, pasá sanando todo Señor, pasá sanando todo. Y además Señor si vos ves que hay en nuestro cuerpo y por supuesto que lo ves Señor, enfermedades o problemas heredados, de nuestros padres o de nuestros antepasados pasá sanando Señor, en forma interminable hacia atrás y en forma interminable en nuestra descendencia.

Pasá sanando Señor, me toco Señor aquellos lugares donde realmente necesito que vos también pongas tu mano Señor, necesito Señor poner mis manos como si fuera tu mano en todo lo que necesito. Yo sé Señor que he pasado mi mano pero vos sos el que está pasando tu mano Señor porque somos nada más ni nada menos que tus hijos que vos creaste a tu imagen y semejanza y en consecuencia nos amás Señor, nos amás mucho y querés que estemos bien.

No tengas en cuenta Señor todo lo que pasó en nuestra vida, lo que pudimos haber hecho de malo y además saná todas las heridas que hemos padecido a lo largo del tiempo, desde la cero hora hasta hoy, saná todas las heridas Señor y saná también por supuesto todas las heridas y todo el pasado y el presente de aquellos que amamos, con los que nos relacionamos, pasá sanando Señor, pasá sanando. Además nuestra parte psíquica, cuantas cosas verás vos Señor dentro de nuestra vida espiritual que necesita sanación, cuántos dramas personales en este momento, será como una consecuencia del pasado que vivimos o vivieron aquellos que amamos o aquellos con los que nos relacionamos.

Señor, grande es tu Misericordia, en consecuencia tenés que tener en cuenta este llamado angustioso para que nos sanes y sanes a aquellos que amamos. Vos has dicho Señor que “golpeemos y vos abrirás, que te llamemos y vos contestarás, que te digamos y vos nos oirás” y además sabemos Señor que sos el único que puede cosechar donde no siembra y puede recoger donde no puso.

Por eso Señor es angustioso nuestro llamado, es hecho con todo nuestro corazón, como alguien decía muy bien: “no pueden huirme tus ojos amoroso ni esquivar tu pie el riego caliente de mi llanto”. Señor mis lágrimas deben tener un sentido, así como las tenés también vos con un sentido las lágrimas en tu rostro, por eso mirá nuestras lágrimas Señor que obedecen a tantos problemas insolubles, a tantos dramas personales, a tantos deseos insatisfechos, a tantas promesas incumplidas, a tantos dolores que nunca pasaron, a tantas fuerzas que nunca tuvimos. Todos parecemos muy fuertes Señor, muy decididos, muy grandes pero en el fondo Señor somos simples creaturas humanas, somos como niños de pecho que necesitamos todo Señor, necesitamos todo de vos... (se dio vuelta la cinta) ..., solos no podemos nada Señor y estamos muy contentos Señor en poder decirte. Vení Señor, vení a mi alma, acercate al alma de aquellos que amo, o de los que tengo que tener en cuenta o que conviven conmigo o lo que sea, Señor pone fin a los problemas o empeza el proceso de que terminen los dramas y los problemas, de todo tipo Señor porque vos conocés todo de nosotros.

En tu nombre Señor, en tu nombre, todo en tu nombre Señor, mirá Señor todo aquello que amamos y no nos aman, mirá todo aquello que todos aquellos que nos aman y nosotros no amamos, o al menos no los amamos lo suficiente, que en este momento pasen delante de tus ojos Señor todos aquellos cientos y cientos que pasan por este lugar y están esperando Señor de tu gracia para sanarse o resolver todos sus problemas de todo tipo. Es mi deber Señor pedirte por cada uno y por todos, por aquellos que me acuerdo y por aquellos que no me acuerdo pero todos están muy anotados y muy concretos para que vos los mires al rostro y les des lo que necesitan Señor.

En tu nombre Señor, todo en tu nombre, nada hay que sea valioso que no sea en tu nombre, nada, queremos ser Señor buenos hijos tuyos para eso no hace falta tanto, solamente abrirnos, ofrecernos a vos Señor, ofrecerte como lo hacemos en este momento toda nuestra vida, nuestras cosas pero sobre todo te ofrecemos todos aquellos que amamos Señor y que de una forma u otra están necesitando de tu auxilio porque los problemas no se resuelven, la salud no llega y la tristeza continua.

Señor Jesús, atiende nuestras súplicas, escucha nuestros ruegos, no hagas que pasen los días sin que nuestras cosas tomen el camino correcto y a su vez Señor te pido dame indicios para ver por dónde van las cosas y dale a los demás también indicios, es decir hablale Señor otra vez de tu Espíritu Comunicador, el Espíritu Santo para que sepan cómo actuar en la vida, cómo proceder, qué actitudes tomar, cómo vivir, sí Señor. Estamos en tus manos Señor, porque nos ofrecemos con toda la fuerza de nuestro corazón y también te ofrecemos a todos aquellos que amamos, ¿por qué?, porque sabemos que nos amás Señor, ¿para qué?, y porque sabemos que estando con vos todo lo demás se da por añadidura.

Ya está el Señor aquí sentado en la mecedora. Habla Señor que tu siervo escucha, necesitamos Señor el Mensaje para todos los hombres que vos dirigís todos los días hacia todos los que habitan la Tierra.

Dice Jesús:

No necesitaría hablar porque todo lo que dijiste te lo fui dictando, pero de cualquier forma le digo a los hombres: la vida es larga, enormemente larga pero cuidado, no tanto, porque a veces se pasa como un sueño, entonces no esperemos mañana, hoy, así como a Mí ustedes me pidieron recién: Señor hoy sánanos, hoy que empiece un proceso nuevo en nuestra vida y en la vida de los que amamos, ustedes dijeron y eso es lo que Yo repito, hoy, hoy.

Por los Mensajes recibidos en este día de alguien que está muy lejos, Allén de los Mares, respondo simplemente: no tengan miedo, hombres de todas las latitudes, de todos los continentes: ¿por qué tienen miedo?, ¿por qué piensan que el Apocalipsis es la destrucción?, ¿por qué hay tantos Sacerdotes que dicen eso?, ¿por qué los hombres se empecinan en mirar las cosas en forma tremenda y terrible, creyendo que por las maldades que hacen Yo tendría que llegar con una espada para remediar las cosas?, sí, Yo voy a venir con una espada siempre que el amor de Mi Misericordia se considere una enorme espada tan grande como algo que no tiene tamaño, eso sí que es decir el amor.

No voy a usar nunca otro tipo de cosas, por más que muchos aquellos que dicen llevar Mi palabra están amenazando con grandes cosas horribles, sobre la Tierra siempre pasaron estas cosas, lo que pasa es que hay más personas ahora y en consecuencia pasan más cosas pero eso a atribuirlo a que Yo lo permito, que de alguna forma es decir: lo estoy aprobando, no Mis queridos, nunca puede aceptarse eso teniendo en cuenta Mi Misericordia, Yo aquí vengo como el Señor de la Misericordia, desde hace diez años y nunca van a oír de Mi otras palabras que estas, castigos nunca, pruebas nunca, cosas horribles nunca, que les quede bien claro, incluso aquellos que dicen trasmitir Mi palabra y usan argumentos terribles para asustar a los hombres y de esa forma volverlos al camino del bien no es la manera, no es el método y además no es lo que Yo quiero.

Nada que se haga sin amor Yo lo puedo aprobar, en consecuencia Yo tampoco lo hago, asi que a veces me da la impresión de que el ser humano con un sentido morboso de mirar las cosas quiere que pasen cosas terribles, pero en el fondo tienen que revisar que tal vez ellos harían eso, es decir ellos castigarían y justamente los que dicen eso y quieren hacer eso son los que no perdonan nunca, entonces lo único que surge de sus manos es la venganza, la venganza de todo tipo y esas cosas no son Mías, nunca la venganza puede ser del Señor, nunca.

Entonces no se llamen a engaño, por más que fomenten discordias, por más que halla problemas de todo tipo siempre va a ser una consecuencia de lo que los hombres quieran hacer y que Yo miraré con mucho dolor pero nunca Yo haré nada malo para el hombre. ¿Qué padre, como le dije tantas veces: puede mal quistar a su hijo?, ¿qué padre?, salvo que esté enfermo ¿no? puede pensar en hacer daño a quienes creó.

Por eso, manéjense con estos términos, usen estas palabras y además crean a este Mi hijo, que por algo he dicho que es el Celoso Custodio de Mi Mensaje entonces sus palabras tienen todo el peso que Yo le estoy dando.

Continuo después este Mensaje en la otra reunión.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos