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Mensaje del 26 de Agosto de 2004

Trasmitan estas noticias a aquellos que los quieran oír y aquellos que no los quieren oír esperen otra oportunidad porque no se puede hablar a quien no quiere escuchar.

Mensaje del 26 de Agosto de 2004

Habla Artemio:

... que mire todo nuestro pasado, todas las generaciones posibles y nuestra descendencia, todas las generaciones posibles ¿mmm?, para que haya una limpieza general de todo, basta de heredar enfermedades, Jesús quiere que uno se limpie de todo ¿eh?, que uno se limpie de todo, absolutamente de todo.

Bien, Señor Jesús, te ofrezco también toda mi vida, la que pasé en la panza de mi mamá, desde la cero hora hasta el día de hoy y en adelante, todas las cosas que sufrí, todos los temores que tuve, todas las angustias que viví, todos los problemas que pasó mamá y papá mientras yo estaba en la panza y después, todo Señor, con esto hago un paquete muy grande y te lo ofrezco, pero no solamente mi paquete personal sino también de todos aquellos que yo amo y también de aquellos que me aman a mí. Tengo un deseo muy grande Señor de que mi vida, hoy y siempre esté guiada, esté dirigida por vos, vos me creaste Señor a tu imagen y semejanza, soy tu hijo Señor y vos sos mi Padre y yo soy heredero de tu Gloria.

Entonces tené en cuenta todo lo mío, sufro mucho Señor, siento mucho, no solamente mis dolores, mis angustias, mis preocupaciones sino también la de mis hermanos. Ya sé Señor, que hay muchas personas a las que quiero, a las que amo mucho que están sufriendo, pero también sé Señor que sobre la Tierra hay seis billones de personas y de esos seis billones cuatro billones se acuestan con hambre todas las noches, entonces Señor no puedo ser tan egoísta de acordarme de mi nada más Señor, tengo que acordarme de todos, sí, tengo la obligación moral de pedirte por los que tengo más cerca, de eso no hay ninguna duda, pero también quiero pedirte por todos.

Señor Jesús, ha caído la tarde, el sol se ha ocultado en apariencia y cuántos hombres piensan en ir a acostarse sin..., sin comer nada Señor, pero no te hablo solamente Jesús del hambre de pan sino también del hambre de amor; y me acuerdo Señor de todos los enfermos que están como tirados por ahí en los Hospitales y Sanatorios, algunos sí acompañados pero otros solos y solitarios en la vida Señor; me acuerdo también Señor, de todos los neuro psiquiátricos, me acuerdo de todos los lugares de donde se sanan enfermos; me estoy acordando Señor también de los hogares de chicos que no les ha ido bien en la vida y están ahí tratando de corregirse. Me acuerdo Señor de todos los presos que hay, no solamente en mi país sino en todo el mundo, yo sé que están allí porque han cometido algo que no era bueno, pero también sé Señor que son mis hermanos, que vos has muerto en la cruz por ellos también y que yo no puedo pensar en el error que cometieron sino tengo que pensar en la persona que es. También Señor de tu mano nos acercamos a los hogares de ancianos, se llaman hogares Señor pero son un depósito de viejos Señor, y aunque las santas enfermeras que los cuidan quieran darle todo el afecto, son demasiado Señor para atender.

Por eso Señor, mirá todo esto, hay mucho dolor sembrado por el mundo, hay un montón de dolor, me acerco también a los lugares adonde hay chicos diferentes, ellos pobrecitos no entienden pero necesitan tu auxilio Señor, así como te dije antes todos aquellos que también se acuestan con hambre de amor todos los días, que no son cuatro billones, deben ser muchos más; también tenemos que acordarnos Señor de todos los que están en el campo de batalla muriendo o sobreviviendo o internados en los Hospitales de campaña porque están heridos ¿mmm?; también me acuerdo de todos los refugiados de un país en otro, debe ser muy duro vive en la miseria y en un país extraño. Me acuerdo de todos los hombres que son extranjeros en los países donde están y añoran su patria y sufren por tener su patria lejana. Señor, me preocupa también todas las generaciones que esperaron la justicia, que como dice tu Mamá: “no les llegó nunca”, y en este momento Señor todos aquellos que protestan por problemas que tienen y otros protestan para originar problemas a los demás.

Por eso Señor, no puedo solo pensar en mí ni en los que amo, tengo que pensar en todos, los que amo los tengo cerca, los otros no, pero no puedo olvidarme de ellos.

Entonces, todos los que están al margen, los que no están contemplados dentro de la ley porque han hecho algo que no está bien, por todos ellos, los marginales de la Tierra, los que viven al margen, son mis hermanos Señor, no hay vuelta, vos has muerto en la cruz por ellos tanto como vos por mí y no puedo ignorarlos porque sino no estoy siguiendo tu palabra. Vos llamas Señor a todos los que están al margen los llamas: aquellos que están en la cuneta de la vida y a ellos Señor, que somos nosotros, y a ellos Señor das toda tu Misericordia porque sabés que los que estamos en la cuneta de la vida no podemos, no tenemos, no somos capaces, nos va mal, estamos enfermos, sufrimos, lloramos. Por ahí fingimos a veces no sufrir tanto y aparentamos estar alegres pero nuestra alma vive llorando siempre, porque nos falta tantas veces hasta lo esencial Señor y vos en el Padre Nuestro Jesús nos decís: “hágase tu voluntad”, decimos nosotros: “hágase tu voluntad”, y tu voluntad Señor es que estemos felices, que seamos felices llegará el tiempo Señor en que estaremos felices como vos pero mientras tanto, qué, mientras tanto ¿cómo sobrevivimos? este día, mañana, pasado, cómo, a lo mejor sin comida, sin amor, sin afecto de ninguna clase, ¿cómo sobrevivimos Señor?.

En la medida que no tenga en cuenta todas estas cosas Señor yo no te puedo llamar Padre, ni amigo, ni hermano, porque no estoy reconociendo todos los que están al margen y también los que no están al margen, peor en el fondo también están al margen del amor Señor.

Pasá sanando todo Jesús, pasá sanando Señor, pasá sanando Señor, pasá sanando, pasá sanando, pasá sanando Señor, pasá sanando Jesús, pasá sanando, lo decimos simplemente de esta forma: El Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya, el Maestro de Galilea va pasando ya. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. Déjalo que te toque, déjalo que te toque, déjalo que te toque y recibe su bendición. El Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está, el Maestro de Galilea liberando está. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición. Déjalo que libere, déjalo que libere, déjalo que libere y recibe su bendición.

Tóquense todas las partes de ustedes o de aquellos que saben que están enfermos y que quieren que se sanen, es muy útil tocarse, piensen que el Señor los está tocando.

Y seguimos haciendo: El Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya, el Maestro de Galilea va sanando ya. Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. Déjalo que te sane, déjalo que te sane, déjalo que te sane y recibe su bendición. El Maestro de Galilea fuego mandará, el Maestro de Galilea fuego mandará. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición. Déjalo que te queme, déjalo que te queme, déjalo que te queme y recibe su bendición.

Mientras esperamos la llegada del Señor decimos: Cristo es la peña de Oreb que está brotando, agua de vida saludable para ti, Cristo es la peña de Oreb que está brotando, agua de vida saludable para ti. Ven a beberla que es más dulce que la miel, refresca el alma, refresca todo tu ser. Ven a beberla que es más dulce que la miel, refresca el alma, refresca todo tu ser. Cristo es el lirio del valle de las flores, Él es la rosa blanca y pura de salón, Cristo es la vida y amor de los amores, Él es la fuente de la eterna salvación. Ven a beberla que es más dulce que la miel, refresca el alma, refresca toda tu ser. Ven a beberla que es más dulce que la miel, refresca el alma, refresca todo tu ser.

Esperamos al Señor que haga su presencia entre nosotros, estaba entre nosotros pero que se manifieste en forma corporal junto con los Santos y su Mamá, ven Señor, ven, ven a traer tu Mensaje para nosotros y todos los hombres de la Tierra Señor. Todos los hombres están ansiosos por conocer tus palabras siempre Señor, a veces son largas tus explicaciones y Mensajes, otras veces más cortos pero siempre es tu palabra Señor que es palabra de Vida, porque vos sos el camino Señor, la verdad y la vida, sos la Luz del mundo.

El Señor está ya con nosotros, aquí cerca de mí está la beta Teresa de Calcuta, más allá está el Cardenal Eduardo Pironio, el padre Gabriel Guillén, un Santo Sacerdote que murió en un “accidente” entre comillas, de treinta años, al lado está Emiliano Tardiff, ese Santo varón que falleció en San Antonio de Arredondo, fue el primer Sacerdote que bendijo las Revelaciones de este lugar y el primero en bendecir esta obra, Emiliano Tardiff, al que amamos tremendamente y el primero en hacer conocer en toda América Central las Revelaciones de este lugar, tal vez las personas de este sito no conocían las Revelaciones y toda América Central..., estaba en la Catedral de Santo Domingo, en la República Dominicana, y todos los Domingos hacía conocer las Revelaciones del Señor, le estamos tan agradecidos al Padre, más ahí está Santa Faustina, a quien el Señor le entregó los Mensajes de la Misericordia en la década del 30’, después está Santa Teresita del Niño Jesús que siempre acompaña a la Madre, a la Virgen, más acá está San Francisco de Asís, San Francisco Javier, está San Pío de Pietralcina, San Benito Abad, el Patrono de los exorcistas, después sigue mi mamá, mi hermana, mi hermano, mi papá, hace tanto que no están ya aquí pero vienen todos los días acá, todos los días, pero mas viene mi mamá y mi hermana. Después está..., hay unas cuantas personas que no conozco que deben ser familiares de ustedes, después abrazado al candelabro está San Martín de Porres, él dice que está allí porque hace juego con el candelabro por su color, después está Santa Teresa de Ávila ¿mmm?, otros familiares, dos personas que están con la P. y que debe ser su papá y su mamá, porque están ahí, le tienen el brazo arriba y otros familiares de ustedes seguramente y sentado por supuesto está Nuestro Señor, como el Señor de la Misericordia, en consecuencia sale de su Corazón tanto fuego, ustedes lo pueden comprobar con el calor que tienen, tal vez no lo vean a Jesús pero comprueban el calor que tienen en este momento ¿eh?.

Dice Jesús:

“Bienaventurados, como dice la palabra de hoy: bienaventurados ustedes porque están viendo y oyendo lo que tantos hombres a lo largo de la historia quisieron y no pudieron”.

Por eso, comuniquen a todos aquellos a quienes los quieren escuchar, díganle: estuve con el Señor, su Mamá y los Santos y me di cuenta hasta que punto Jesús es un hombre como nosotros y Maria es una mujer como nosotros y me di cuenta hasta que punto Jesús sabe llorar, sabe ponerse triste o alegre en base a lo que ve en ustedes, díganle todo eso a aquellos que quieren oírlo, díganselo. Y díganle también: no son cuentos chinos, ni son historias, es todo un tiempo porque diez años es casi una vida, díganle: estuve con el Señor y su Mamá y hasta sentía su manto rozando mi cabeza y mi cuerpo y sentía el calor del Señor que me envolvía y los ojos me lagrimeaban porque la Luz y el calor eran demasiado fuertes.

Trasmitan estas noticias a aquellos que los quieran oír y aquellos que no los quieren oír esperen otra oportunidad porque no se puede hablar a quien no quiere escuchar.

Estoy contento de estar con ustedes, porque estoy participando de todo lo que es de ustedes, los estoy tocando a todos, ustedes respiran el aire que Yo respiro, como dijo antes Artemio.

En este momento se da nuevamente el milagro de la apertura de la otra dimensión para ver y oír a todos los que están en otra dimensión, porque eso es el Cielo, no está lejos, está entre ustedes, nada más que en una dimensión diferente, por eso no ven, bueno, pero si hacen un esfuerzo pueden ver, porque si se lo piden a Mi Mamá ella a nadie le niega el carisma de ver, de oír, a nadie.

Por eso, podría decirles tantas cosas pero ya se habló mucho aquí hoy y todo lo que se dice en este lugar lo inspiro Yo entonces tómenlo como Mío todo. Ustedes sabían que Yo los amaba pero hoy pueden corroborarlo una vez más y además Yo se los digo: Mi tarea, la razón de ser Mía es amarlos y Mi principal condición es la Misericordia, es decir el amor obrando, estas cosas ya las dije Yo pero tengo que repetir algunas porque las personas que me oyen son distintas, son diferentes a las que oyeron antes y por supuesto que aquellos que ya me oyeron, las palabras son..., las palabras son también importantes porque ya no están como en otro día.

Tengan esa seguridad, la seguridad de Mi amor, tengan la seguridad de que estoy siempre a vuestro lado, tengan la seguridad de que todo aquello que me pidan con fe Yo les escucharé, tengan la seguridad que nadie golpea a Mi puerta y se queda sin que Yo lo atienda, a través de Mi Mamá que es Mediadora de todas las Gracias les daré aquello que me pidan, pero no tengo un tiempo para hacerlo porque el tiempo de ustedes es distinto al tiempo Mío, es otra cosa, tengan paciencia a veces, hay cosas que se dan de un momento para otro y otras parecen que se demoran, pero no se olviden nunca, que Yo los tengo en el hueco de Mi mano y sobre todo en Mi Corazón y también está Mi Mamá conmigo.

Por eso, sientan la aspereza de Mi mano protegiéndolo, porque Mi mano sabe de tantas tareas y tantos trabajos, porque aunque ustedes no lo vean Yo..., Yo muchas veces hago los trabajos de ustedes o les facilito las tareas, por eso Mis manos y Mis pies están tan percudidos, están tan deteriorados... (se dio vuelta la cinta) ..., para que Artemio, ayudado por esos animalitos de Dios que son sus perritos, le auxiliarán en la limpieza de Mis heridas y él me pondrá aceite de oliva, porque es lo que mejor me hace para las heridas y duelen menos. Usen Mis queridos el aceite de oliva, toda una enormidad de personas a lo largo de la historia lo usaron; ustedes dirán: ¿pero el Señor viene por tan poco, para decirnos que usemos aceite de oliva?, Mis queridos, en el mundo no hay nada que sea pequeño para Mis ojos, sino es pequeño para Mis ojos aconsejarles que una herida duele menos con aceite, con más razón no es poco vivir dándoles la vida, haciendo que lata vuestro corazón y amándolos tiernamente siempre, aunque ustedes ni se acuerden de Mí porque tantos hombres pasan su vida sin acordarse de Mí, pero ese no es problema porque Yo estoy siempre esperando a su puerta para que me abran y como dijo, digo siempre: “llega la noche y Yo pienso que no tengo dónde reclinar Mi cabeza”, ¿me vas a negar vos tu corazón?, hijo Mío: ¿me vas a negar tu corazón para reclinar Mi cabeza?, ya sé que ustedes que están presentes no me lo niegan pero estas palabras están dirigidas a todos los hombres del mundo y hay tantos que cierran su corazón, saben que estoy mendigando su afecto pero no me tienen en cuenta y Yo sigo insistiendo y Yo sigo diciendo: “y las aves del campo tienen sus nidos, hasta las fieras sus madrigueras y el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza”, ¿me vas a negar abrir tu corazón para que pueda entrar en él y quedarme para siempre?.

No creas que te voy a pasar la factura y te voy a pedir nada, no, todo te lo doy Mi querido a cambio de nada y ahora cuando retomen vuestro camino de regreso Yo iré con ustedes ¿eh?, no es que me dejan aquí, para eso soy Dios, para repartirme entre miles, millones, billones y estar al lado de cada uno, así como lo está Mi Mamá.

Piensen que no me dejan acá, me llevan con ustedes, me llevan con ustedes, con cada uno de ustedes.

Mi Mamá quiere decirles lo que les dice todas las noches cuando ustedes se acuestan y ella los convierte en niños pequeños y les dice así:

Dice María:

Mi querido, escuchá Mi voz para dormir bien, para que tu sueño sea placentero, para que puedan los Ángeles visitarte, escuchame, escuchame: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Yo soy tu Madre, tu Madre del Cielo que siempre quiere tenerte en sus brazos para seguir diciéndote: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Les amo profundamente.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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