Mensaje del 23 de Agosto de 2004

Habla Artemio:

Jesús está sentado aquí como siempre, pero la Madre, la Virgen habla.

Dice Nuestra Señora:

Me siento muy contenta porque Mi Casa ya tiene forma y todos aquellos que ponen hasta un granito de arena en Mi Casa pueden tener la seguridad que Yo no me olvidaré nunca de ellos, todos, por eso que todo aquello que se construye para el Señor siempre tiene sus consecuencias hermosas y no por un día o dos sino por toda una eternidad; ustedes dirán: cuánto tiempo, y sí, las cosas del Señor no se hacen por un año o dos, lo que se hace para el Señor es siempre para la eternidad, es para siempre.

Mis agradecimientos para todos, todo esfuerzo será compensado, toda actitud positiva será retribuida. Les amo.

Y ahora para continuar les digo que tengan en cuenta todo lo que les dijo Mi Hijo respecto a las otras cosas que continúan y a medida que pasen los días Yo les voy a ir indicando los diversos detalles para que ustedes tengan en cuenta.

También estoy muy satisfecha por la reunión que tuvieron ayer donde ya pensaron seriamente en las cuarenta hectáreas que serán edificadas con el nombre de Ciudad de Dios y esto va a empezar mucho antes de lo que ustedes creen, piensen: Mi Casa aquí, dos meses atrás ni sabían que existiría, de repente Yo dije y ya está todo en camino, así va a pasar con lo otro también, porque Yo tengo todo previsto, nada escapa a los planes del Señor, todos tienen ideas y Yo voy a ir purificando esas ideas respecto a la Ciudad de Dios, pero les puedo asegurar que ustedes no habían nacido todavía y ya el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tenían programado todo y hasta los planos hechos en el Ministerio Angélico, que después fue tomando forma en medio de los hombres, con vos y los demás, sí, pero desde siempre estuvo pensado ya en el comienzo de los tiempos esto estaba previsto porque la Trinidad no tiene presente ni pasado ni futuro; es decir tiene presente como el tiempo ideal, es decir ve todo desde un comienzo hasta el fin, en consecuencia todo esto ya lo veía.

Por eso, ahora terminamos con todo esto que va a ser hermoso cuando esté todo completo, realmente va a despertar la admiración de las personas y luego seguiremos con lo demás, daremos un tiempo de reposo para gozar de la obra y luego se seguirá con lo demás. Parece tan grande, tan enorme, tan terriblemente enorme pero para los ojos del Señor no, es todo muy simple. Quien ordenó todo el mundo, quien hizo a la creación tan perfecta ¿ustedes creen que puede haber algún problema para pensar esta pequeña Ciudad de Dios?, a ustedes les parece enorme, cuarenta hectáreas, tal vez más, tal vez menos pero al Señor es como un puntito en el universo y tal vez más pequeño pero puntito pequeño y todo, pensado con todo el amor del mundo, como todo lo que es del Señor.

Así que vuelvo a repetir, aquellos que tienen unos años dicen: ¿veremos tanto?, y Yo les digo: tanto y mucho más, y ¿por qué?, y bueno, ya lo conocen muy bien, se los dijo tantas veces Mi Hijo: si ustedes son el pequeño resto, son aquellas personas en las cuales Mi Hijo confía plenamente para todo entonces es obvio hacer comentarios.

Cuántas cosas pueden pasar en un día, más aún en un minuto, o en un segundo, en una hora, cuántas cosas pueden pasar en un mes o dos, cuántas cosas pueden pasar en un año o en tres años cuando el Señor está manejando todo. Los cálculos humanos siempre son precarios, son muy chiquitos, pero los cálculos del Señor son siempre enormes.

Así que por más que ustedes piensen en grande, siempre va a ser pequeñito al lado de lo que piensa el Señor; y cada día Mi Hijo y Yo les iremos mostrando todas las cosas, todas, todas, todas, y sobre lo que le vamos mostrando ustedes irán armando, porque a veces uno dice algo y puede ser interpretado de varias maneras, lo fundamental es que se haga algo más o menos como el Señor quiere.

Es por eso, hay que estar atento, hay que estar disponible y sobre todo que el amor sobreabunde entonces hasta las cosas más tremendas y difíciles serán algo tan simple como nada. En cuánto a las dificultades que puede presentar y no en cuanto a las consecuencias que va a traer, que será realmente hermoso, el mundo entero mirará para este lugar, los hombres de todas las naciones verán esa Ciudad de Dios como el lugar ideal donde por fin se podrá ser feliz porque se mirará a las cosas desde otro ángulo, en otro sentido, con otra dimensión y entonces cuando se inicia una obra grande enseguida se piensa: con qué medios, pero en el fondo los hombres son generosos y buenos porque cuando ven que algo realmente vale, vale la pena, se prestan generosos para hacerlo.

Por eso, esto empezó una vez hace tantos años pero cada día tiene la novedad de la primicia diaria, cada día tiene la novedad de cómo el Señor es como un mago que saca las cosas de la nada para hacer mucho, para hacerlo todo, entonces confianza, vivan este momento, mañana está en manos del Señor, vivan en paz y con alegría este momento, el mañana está en manos del Señor; ustedes dirán: pero hay que pensar en el mañana, cuando Mis hijos están dentro de lo que es el proyecto de Él tiene previsto para cada uno su futuro, sus cosas, todo, absolutamente todo, solamente hay que ponerse en una situación de disponible, el resto lo hace el Señor.

Piensen, cada día cuando abren los ojos: hoy es el gran día para mi vida y van a ver que si observan las cosas pensando en eso, cada detalle, cada cosita que ocurra es una gran cosa que ocurre.

Los dejo con esta perspectiva, la obra del Señor es enorme pero mas grande aún es todo su amor y todo el amor que le tiene a aquellos que están disponible para servirle.

Les amo mucho, confíen plenamente en Mí, que soy la Mediadora de todas las Gracias para con Mi Hijo, confíen ¿eh?.

Amén.