• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 22 de Agosto de 2004

Hijo Mío, te estoy mirando a los ojos, lo mismo que hago desde siempre, ¿y por qué?, porque te amo hijo Mío, tenés que pensar Mi querido que desde hoy tu vida debe ser diferente, tus dolores no tienen que ser tan dolorosos, pero sí tus alegrías tienen que ser más alegres.

Mensaje del 22 de Agosto de 2004

Habla Artemio:

Para aquellos que no están habituados a esto, Jesús está sentado en la mecedora como Jesús de la Misericordia, aunque no tiene el hábito que lleva siempre sino que tiene un poncho blanco, color crudo, con flecos negros, negros o marrones, no sé, pero lo fundamental es que desde su Corazón sale un fuego muy grande por eso ustedes tienen tanto calor desde hace un rato, se están quemando vivos por todo lo que sale del Corazón de Jesús.

Mis queridos, digan desde lo más profundo de vuestra alma, digan: ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!, ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!, ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mi Señor!, quiero que me sanes Señor de lo que tengo, quiero que mi vida sea otra, no quiero sufrir tanto Señor, si vos no me creaste para que yo sufriera, vos querés que yo sea feliz Señor entonces aquí estoy Señor, esta tarde y todas las tardes a que alcance mi vida para decirte lo mismo Señor: hacé mi vida lo más llevadera posible, hacé que no sufra tanto Señor, que tenga lo que necesite, ten compasión de mí Señor, hoy y siempre.

Dice el Señor:

Hijo Mío, te estoy mirando a los ojos, lo mismo que hago desde siempre, ¿y por qué?, porque te amo hijo Mío, tenés que pensar Mi querido que desde hoy tu vida debe ser diferente, tus dolores no tienen que ser tan dolorosos, pero sí tus alegrías tienen que ser más alegres. Yo Mi querido te pongo todo a tu alcance, tenés que servirte nada más y vos sabés que te estoy diciendo la verdad, porque vos estás convencido hijo Mío que Yo te amo.

Será posible que toda la vida tengo que seguir repitiendo lo mismo: te amo hijo, te amo, te amo, seas lo que seas, hagas lo que hagas, te portes como te portes, no me importa, Yo te amo, Yo te amo y aunque te parezca que no sos digno de presentarte delante de Mí, Yo te digo que Mi Misericordia te acepta tal cual como sos, sin pedirte nada a cambio, solamente quiero que me dejes entrar en tu ser para amarte mucho, para darte todo el alimento de Mi Sangre Preciosísima, para darte todo el amor de que es capaz el Señor.

Es tan poco lo que quiero, que abras tu corazón y me dejes entrar en él, quiero entrar en él, no pongas peros, no digas esto, lo otro, nada, nada, absolutamente nada, lo que tenés que hacer es decirme con humildad: vení Señor, no me importa que mi corazón tiene muchas heridas, está muy averiado mi corazón Señor, no, no quiero que me digas eso porque Yo lo remedio todo, solamente quiero un acto sincero de vos donde me abras tu corazón y me dejes entrar, no solo Yo sino Mi Mamá también.

Quiero que te vayas de este lugar con tu vida llena de sentido, quiero que en vos nazca la esperanza, no solo para vos sino también para todos los que amás, quiero serte útil, quiero ser eficaz en tu vida, quiero hacer el trabajo que vos hacés, vivir como vos vivís, estar siempre junto a vos en cada momento y en cada lugar. Dejame entrar y todo lo malo pasará, dejame entrar de veras, dejame entrar y todo lo malo habrá terminado, dejame entrar; vos dirás: si ya te dejé entrar muchas veces, y bueno, otra vez, quien sabe si me dejaste entrar o te pareció, hacelo de nuevo, porque Yo quiero transformar toda tu vida, hacer que por fin puedas sonreír feliz y no te lamentes de tus dolores pasados, porque Yo los quemo con el fuego de Mi amor y ya no existen más, es como ese hijo que volvió, todos los días tenés que volver a Mí, todos los días y Yo estaré feliz teniéndote.

Quiero que sepas que todo Yo soy un cántaro para recibir tu vida, todo Yo soy un montón de amor que se manifiesta en fuego porque quiero quemarte en él para siempre.

Habla Artemio:

La Madre no habla hoy porque dice que ya habló su Hijo pero quiere decirles a todos lo que a veces, muchas veces les dice, como un mensaje total y completo, les dice la Madre...

Dice la Madre:

Quiero que te hagas chiquitito, así puedo alzarte en Mis brazos y acunarte, es lo que hago todas las noches con vos, dejame hacerlo, todas las noches lo hago, tenés que oírme cuando te canto: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Escuchame hijo Mío, quiero tenerte siempre entre Mis brazos, hoy y todos los días a que alcance tu vida, escuchame hijo, escuchame: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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