• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 15 de Agosto de 2004

De qué otra manera podía haberles dicho a ustedes: “son la sal de la Tierra, la Luz del mundo” tal vez cuando vayan de aquí a cualquier lado y digan: el Señor me dijo esto, es posible que no les crean, ¿a ustedes les importa?.

Mensaje del 15 de Agosto de 2004

Habla Artemio:

Jesús habla en arameo y yo tengo que traducirlo ¿eh?, por eso el murmullo que sienten ¿eh?.

Dice Jesús:

Sigo exactamente como las Bienaventuranzas, “bienaventurados, felices cada uno de ustedes, porque son Mi pequeño resto; bienaventurados ustedes porque sobre vuestras espaldas descansa Mi Misericordia... (se dio vuelta la cinta) ..., pero Yo como les digo siempre necesito nada más que vuestra disponibilidad, el resto lo hace Mi Misericordia; y ¿cómo dirán ustedes?, y sí, Mi Misericordia los llevará adonde Yo considere que hacen falta y allí estarán dando el testimonio de Mi palabra, ustedes tal vez ni se enteren pero haré que vuestra presencia esté en tantos lugares del mundo, esa es una de las cosas que ustedes no conocen de Mi Misericordia, hasta que punto usa..., utiliza vuestra buena voluntad, vuestra disponibilidad para llevarlos adonde haga falta. Bienaventurados porque..., porque son puros, son limpios de corazón, porque me han permitido que quemara en ustedes todo aquello que no era tan bueno; bienaventurados por permitirme hacer que se conviertan como ángeles”.

De qué otra manera podía haberles dicho a ustedes: “son la sal de la Tierra, la Luz del mundo” tal vez cuando vayan de aquí a cualquier lado y digan: el Señor me dijo esto, es posible que no les crean, ¿a ustedes les importa?, ¿a ustedes les puede preocupar que alguien diga otra cosa?, quién les quita a ustedes toda la gracia que está entrando en ustedes en este momento, escuchando Mi voz, respirando el mismo aire que respiro, sintiendo el calor de estos rayos que salen de Mi Corazón y del Corazón Inmaculado de Mi Mamá.

Cuánto bien me hacen que ustedes quieran a Mi Mamá, cuántos hombres hay en la Tierra que dicen que me quieren a Mi y no la quieren a Mi Mamá entonces tampoco me quieren a Mí. “Bienaventurados Mis queridos, porque en estos momentos no sé dónde termino Yo y dónde comienzan ustedes”, ya sé que en este momento algunos están pensando: nunca nadie nos dijo esto, y Mis queridos, siempre a Mi me hicieron tan difícil, tan inaccesible, tan lejano, pero Yo siempre quiero estar a vuestro lado. Aquellos que los alejan de Mi no les crean, porque no dicen la verdad, aquellos que los acercan a Mi agradézcanle porque están en lo cierto. Cuando tomé cuerpo en Mi Mamá “y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”, en ese mismo instante elegí por ustedes, sin dejar de ser Dios pasé a tener un cuerpo mortal, mitad de lo Mío, mi otra mitad es del Señor, del Padre, pero esa mitad como ustedes me permite entenderlos, saber el sabor de las lágrimas, conocer el dolor de vuestras enfermedades, entrar en vuestra vida en estas noches de insomnio donde les parece que están solos pero están conmigo, con Mi compañía, miren bien, porque allí estoy.

Ese día cuando Mi Mamá dijo: “hágase en Mi según tu palabra”, ese día elegí por ustedes y para ustedes, para siempre. Como les dije, sé muy bien el sabor de vuestras lágrimas, conozco muy bien las muecas del dolor cuando vuestras enfermedades les atormentan, o vuestros problemas parece que los quieren superar. Yo quiero darles la seguridad, así como les dije las Bienaventuranzas y les dije que son “la sal de la Tierra y la Luz del mundo”, quiero decirles que adonde ustedes vayan todo lo que miren, toquen, huelan, hagan, todo será bendecido; es decir se llenará de la gracia del Señor porque aquél que es Luz de la Tierra, Luz del mundo, lo que hace es iluminar todos los lugares adonde va, todos los lugares.

Así es esto Mis queridos, ustedes vinieron aquí y Yo les puse sobre vuestras espaldas todo esto, pero no teman, no es pesada la carga, es hermosa, es maravillosa porque no es nada más ni nada menos que edificar para los demás y para ustedes. Con todo lo que les estoy diciendo sabrán muy bien el valor que tiene el decirles bienaventurados.

Cuánto les amo Mis queridos, sientan en el día y en la noche, en la tarde y en la madrugada, sientan que Yo los escondo en Mis heridas, les manifiesto Mi calor, les miro a vuestros ojos para darles toda la fuerza que necesitan para todo.

Mis queridos, sal de la Tierra y Luz del mundo les amo tiernamente, hoy y siempre y ahora escuchen a Mi Mamá, que quiere hacer lo que hace todas las noches cuando los torna pequeñitos, los pone en sus brazos y les dice...

Dice la Virgen María:

Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón. Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos