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Mensaje del 13 de Agosto de 2004

Podría decir muchas cosas pero sobre todo quiero darles seguridades, ¿de qué?, de que los amo y si los amo todo es posible, desde las cosas más simples a las cosas más complejas.

Mensaje del 13 de Agosto de 2004

Habla Artemio:

El Señor, como el Señor de la Misericordia, por eso tenemos tanto calor porque los rayos que salen de su Corazón los está quemando, aprovechen este momento Mis queridos, porque estamos respirando el mismo aire que respira el Señor y los Santos y la Mamá ¿eh?. Tenemos una mamá en la Tierra, pero esta Madre es para siempre junto con la que tenemos ¿eh?, su rostro, el rostro de la Madre parecería que caben todos los rostros de la Tierra, porque en él se ven todas las alegrías y todas las tristezas, en sus ojos está todo y vemos que todo eso vino como una consecuencia cuando aquél día dijo: “he aquí la esclava del Señor, hágase en Mí según tu palabra”, hacé Madre que nosotros también podamos decirlo con la profundidad que vos lo dijiste Madre, quién puede estar triste teniendo tu maternidad Madre, quién, pero no algo que termina, es algo que dura para siempre. La palabra para siempre es difícil de decir, pero es tan fácil en la mente tuya Madre y en la de tu Hijo.

Dice Jesús:

La tarde se prolonga en estas sombras que todo lo envuelven, pero Mis queridos, Yo a cada uno de ustedes los veo como un sol, aunque la noche esté cerrada, Yo los creé para que fueran un sol, Yo los creé para que toda esa Luz que hay en ustedes y que a través de ustedes llega a vuestros hermanos es la Luz que viene del infinito y como en un prisma se descompone en cincuenta haces diferentes, según lo que cada uno haga sobre la Tierra.

Podría decir muchas cosas pero sobre todo quiero darles seguridades, ¿de qué?, de que los amo y si los amo todo es posible, desde las cosas más simples a las cosas más complejas, entonces no les parece en este momento Mis queridos que se está cumpliendo lo que antes decían: no sé dónde Yo termino ni dónde comienzan ustedes, porque Mi naturaleza humana, mitad de ella, corre la sangre como corre en vuestra naturaleza, tengo todos los órganos, tengo toda Mi humanidad completa como ustedes, por eso los entiendo, por eso a veces Artemio me ve con lágrimas en los ojos o llorando ahí sentado en el banco del jardín. Y ¿por qué lloro a veces?, y porque me duelen las cosas que le duelen a ustedes, pero soy tan respetuoso de vuestra libertad que me acerco cuando me llaman, les doy cuando me piden, abro cuando golpean.

Quiero que tengan la seguridad de Mi amor, que es decir la seguridad en todo y al tener esa seguridad los milagros surgirán tanto como surgen los hongos después de la lluvia, solamente hace falta que ustedes crean que es posible y todo será posible. Habría que pensar que esto también tendrían que decirlo todos los hombres, ustedes son Mi pequeño resto, ustedes son aquellos en los que confío totalmente, ustedes dirán: Señor, pero hay tantos hombres sobre la Tierra, ¿no hay tantos más también para confiar?, no me hagan que les responda Mis queridos, entiendan esto, ustedes son Mi pequeño resto, ustedes son los protagonistas de este Tercer Milenio; ustedes dirán: ¿somos pocos?, no, son innumerables, porque Yo los hago que se multipliquen en tantos, solamente necesito vuestra disponibilidad, entonces todo será posible, todo es posible para aquellos que integran Mi pequeño resto.

Si ustedes leen esto a la Luz de Mi Misericordia se darán cuenta…, se darán cuenta que Mi Misericordia utiliza vuestra disponibilidad y la multiplica en cientos de miles, porque ella como saben es el amor obrando y la Misericordia se funde en el amor de ustedes para reproducirse enormemente.

Cómo no los voy a amar tiernamente, este día y todos los días a que alcance vuestra vida, por toda una eternidad, cómo no los voy a amar Mis queridos, si vuestros nombres están escrito en los Cielos.

Solamente me voy a retirar de aquí físicamente, como los Santos y Mi Mamá, pero siempre estoy con ustedes ¿eh?, siempre, o estoy en vuestro corazón, o ustedes en el Mío, o los refugio en el hueco de Mi mano o los escondo dentro de Mis heridas, pero siempre conmigo y Yo con ustedes.

Les amo, les amo tiernamente.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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