Mensaje del 12 de Agosto de 2004

Habla Artemio:

Hoy es tanto como 12 de Agosto de 2004.

Si oyen un murmullo abajo es que Jesús habla en arameo y yo tengo que traducirlo ¿eh?.

Dice Jesús:

“Bienaventurados todos los que están en este lugar, porque son buenos hijos Míos y han venido desde lejos a buscar esta palabra de comprensión y de afecto”.

Yo quiero que tengan la seguridad de que están dentro de Mi Corazón, que les amo profundamente y que estoy dispuesto a entrar en vuestra vida si ustedes me lo permiten para armonizar todo, quiero poner orden en vuestra vida, en muchos de ustedes lo que menos hay es orden, pero a Mi no me preocupa, mientras más problemas tengan más ganas tengo de ayudarlos ¿eh?. Tienen que convencerse Mis queridos que Yo puedo hacerlo, puedo hacerlo y quiero hacerlo, porque ustedes son Mis hijos, creados a Mi imagen y semejanza, herederos de Mi Gloria, pero antes quiero que tengan una vida feliz aquí en la Tierra, eso de prometerles un Cielo hermoso no está en Mí Mis queridos, claro que va a ser hermoso, lo que Yo quiero es que vivan felices ahora, a lo largo de toda vuestra vida.

No es posible que el hombre tenga que padecer tantas cosas y se le promete un Cielo feliz, no, eso es cruel y no es Mío, Yo quiero que sean felices aquí en la Tierra con vuestros hijos, vuestros padres, vuestros hermanos, todos y vivan bien y en paz y disfruten de la vida y de todo, que vivan alegres y felices, que se saquen de ustedes todas las ideas que le fueron poniendo a lo largo del tiempo, esas ideas que son prejuicios ahora: que esto es malo, que lo otro es malo, que lo otro es malo, ¿se dieron cuenta que les prohíben todo?. Yo les digo que me gustaría decirles: que está prohibido prohibir, en el sentido de que me gusta que, que estén en paz, que disfruten de las cosas de la vida, que cuando están comiendo sientan el sabor de la comida y den gracias porque pueden sentirlo y si toman una copa que se alegren pero no mas que una copa porque dos ya es mucho ¿no? o tres. Quiero que disfruten de vuestras relaciones íntimas, ¿por qué tuvieron que ver siempre todo sucio, pecaminoso y que se yo?, manden a pasear a aquellos que les dicen que las cosas son malas porque no son malas, ¿ustedes creen por ventura que Yo pude haber creado algo malo?, ya sé que a lo mejor uno puede hacer un mal uso de las cosas, sí, pero Mis queridos, si hacen mal uso de las cosas es porque no saben, porque ignoran, o porque están enfermos o porque están presionados, oprimidos o que se yo, nada hay malo Mis queridos.

Si oyen el Espíritu Creador hablando en vuestra conciencia no teman, nada hay malo, porque Yo no les voy a aconsejar mal, ustedes están acostumbrados en que les prohibieron todo, siempre, no, no, gocen de todas las cosas, en forma prudente y medida para cuidar vuestra salud, para hacer que las cosas estén en orden pero nada es malo en sí mismo, nada, bórrense todas esas ideas caducas que les han puesto en la cabeza porque no son ciertas, escuchen Mi Espíritu Creador que les dice todo.

Quiero que se vayan de aquí hoy como si estuvieran nuevos, hombres y mujeres nuevos, cuánto les amo Mis queridos, cuánto les amo. No sienten ustedes hasta que punto está descendiendo todo sobre ustedes, toda la gracia, toda la gracia, sienten un calor profundo, es por la compañía de los Santos y de Mi Mamá, además piensen: qué puedo tener yo que no se sane si estoy respirando el mismo aire que respira el Señor, su Madre y los Santos, todo así es fácil y además piensen que ustedes son Mi pequeño resto, y ¿qué significa eso?, significa que en ustedes tengo depositada Mi confianza para hacer un mundo nuevo, mejor.

No esperen de otro que lo haga, ustedes tienen que hacerlo y lo van a hacer si están conmigo, ustedes son Mi pequeño resto y Yo entiendo esto: que en Mi pequeño resto confío plenamente, tal vez es en los únicos que confío plenamente, en ustedes, porque son buenos, porque son limpios, porque son puros, cada uno en su lugar irá edificando el mundo nuevo.

Les amo Mis queridos, este día y todos los días a que alcance la vida, es decir la mismísima eternidad.

Amén.