Mensaje del 09 de Agosto de 2004

Habla Artemio:

09 de Agosto de 2004.

Ya está Jesús con nosotros, está sentado en esta mecedora, justamente hace unos días Él dijo: en diez años ya gasté tres cuerinas de esta mecedora, y es cierto, está todo media rota, bien.

Está la Madre, la Virgen María, al lado está Santa Teresita, ahí en la esquina está Santa Faustina, más acá está el Padre Emiliano Tardiff, al lado de él está el Padre Gabriel Guillén, acá está el Cardenal Eduardo Pironio y aquí cerca de mí está la Madre Teresa, ella es la secretaria que vigila el nombre de cada uno de ustedes ¿eh? y más allá está San Pío de Pietralcina, está con un bastón en la mano, no tendría necesidad de llevarlo del otro lado pero se ve que…, no sé por qué lo llevará, no se lo pregunté tampoco. Está San Francisco de Asís y San Francisco Javier y San Benito Abad, el Patrono de los exorcistas y el que nos protege de las tentaciones y de las cosas malas del demonio, bueno hay familiares míos ahí, allá está San Martín de Porres al lado del candelabro ¿mmm?, Santa Teresa de Jesús, esta que está aquí es Teresita, esa es Teresa, esta es del siglo pasado, aquella es del 1200.

Bueno, vamos a escuchar la palabra del Señor que le dirige a todos los hombres del mundo, habla Señor que tu siervo escucha.

Dice Jesús:

Aquellos que oyen esto por primera vez, Yo normalmente tengo la costumbre de hablar en arameo antiguo, el mismo idioma que hablaba con Mis Discípulos, a uno le gusta usar el idioma que usó cuando estaba aquí.

Me complace mucho tenerlos aquí sentados a ustedes, díganme todo lo que necesitan, “golpeen y les abriré, llamen y les escucharé”, quiero que este día en la vida de ustedes sea con un antes y un después y el principio de todas cosas buenas, en este día entran en Mi proyecto y tienen que saber que Mi proyecto es de amor y siempre termina bien.

Quiero que tomen conciencia de que el Hijo de Dios y Dios mismo está aquí delante de ustedes, junto a Mi Mamá y a los Santos y que cuando Mi Papá me hace encarnar en María Yo después nazco con mitad de Mi naturaleza humana, por eso Mis queridos entiendo vuestros problemas, sé el sabor que tienen vuestras lágrimas, sé del dolor que uno sufre en las enfermedades, exactamente como cualquier hombre lloro con ustedes y río con ustedes, me alegro con los niños, con vuestros hijos y estoy también presente cuando alguien parte y se va, siempre.

Entonces, si piensan en Mi Padre no es fácil porque Él no tiene una forma, lo mismo el Espíritu Santo, sí pueden oírlo, pero de Mí saben que tengo este cuerpo humano, saben qué ropa usa, saben el olor que tengo, el perfume, saben también que por la mañana Mi aliento no es tan bueno, saben que todos vuestros pesares son Mis pesares y vuestras alegrías también son Mías. Lo mejor que puede pasarles en la vida Mis queridos es estar junto a Mi, así como el niño tiene seguridad cuando se acerca a su papá, también ustedes tienen que sentirse seguros cuando me dan la mano.

Entonces, tengan en cuenta siempre esto, pídanle a Mi Madre todo lo que necesitan porque a través de ella llegan a Mi todas las cosas, sean devotos de vuestro Ángel de la Guarda, acuérdense de rezar los lunes y todos los días para las almas que todavía están en la oscuridad, es decir lo que ustedes llaman almas del Purgatorio. Nunca se olviden que a Mi Mamá le gusta mucho, lo que más le gusta es que le digan Inmaculada Concepción, solamente con decir Inmaculada Concepción todos los Cielos, sus Ángeles y sus Santos se alegran y cantan preciosas canciones a Mi Mamá.

Quiero que sean buenos hijos, para eso es todo muy simple Mis queridos, ámense, sean humildes, simples, sencillos, no dejen que anide el orgullo ni el egoísmo en vuestro corazón, acuérdense que la humildad es la madre de todas las virtudes y el orgullo el padre de todos los vicios.

Quiero darles la seguridad de que ese ofrecimiento que han hecho de vuestra vida lo he recibido, lo mismo Mi Mamá, estoy muy complacido de albergarlos dentro de Mi Corazón, confíen, confíen, tengan esperanza y acuérdense siempre: si están conmigo ¿quién contra ustedes?.

Amén.