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Mensaje del 08 de Agosto de 2004

Ustedes nunca llegan a imaginarse lo que es levantar un Templo, es como decirles: sí al Señor, quiero hacer tu Casa en este lugar, por supuesto que el Templo que Yo quiero es el templo de vuestro corazón, ya lo sé, pero también hay necesidad de un lugar físico.

Mensaje del 08 de Agosto de 2004

Habla Artemio:

Hoy es tanto como 08 de Agosto.

Dice el Señor:

Te ha subido un poco la tensión porque eso que sentís en el ojo izquierdo es por tensión de sangre, pero no te preocupes, está bien.

Bueno, en cuanto al Jesús que han conseguido está muy bien, soy siempre Yo, el otro día les dije que originariamente el Jesús de la Misericordia es un cuadro asi que me parece bien que si ustedes han conseguido un Sagrado Corazón que lo pongan al lado de Mi Mamá y también pueden poner en algún lugar el cuadro Mío como Jesús de la Misericordia, ya les voy a decir Yo donde ¿mmm?, aunque no les parezca a ustedes porque tal vez no le den tanta importancia pero todos los Santos y Santas, Mi Mamá y por supuesto Yo, los Ángeles estamos continuamente mirando lo que están haciendo.

Ustedes nunca llegan a imaginarse lo que es levantar un Templo, es como decirles: sí al Señor, quiero hacer tu Casa en este lugar, por supuesto que el Templo que Yo quiero es el templo de vuestro corazón, ya lo sé, pero también hay necesidad de un lugar físico, de un espacio físico donde refugiarse por el frío, por el calor, por la lluvia, o lo que sea. Por supuesto que desde este lado, o mejor dicho desde esta dimensión, ya estamos como festejando todo lo que pasa y todo lo que pasará ahí dentro y fuera, por supuesto, nunca queda así porque sí edificar un Templo, puede ser pequeñito o enorme, pero siempre es hacer una Casa para el Señor. Ya en el Antiguo Testamento y más también en el Nuevo hay una expresión que ustedes han visto: “y el Señor acampó entre nosotros”, la palabra acampar se usa porque en el desierto se hace en cualquier lugar, un sitio donde guarecerse pero el construir algo así es como decir o mejor dicho es decir: Señor, ven, ven aquí, ven a vivir entre nosotros, acampa en este lugar, vos, tu Mamá y todos los que quieran.

Es obvio pensar que cuando alguien le dice al Señor: vení, acampá entre nosotros, el Señor se deshace en gracias, el Señor se deshace en milagros y trata de que toda su Misericordia llegue a la mayor cantidad de personas, así son las cosas dentro de la Economía Divina. Despréndanse de algo para el Señor y el Señor lo centuplicará, esfuércense por el Señor y el Señor les dará tanta vida, trabajen para el Señor y el Señor les retribuirá, no por un día o dos sino por toda una eternidad, así son las cosas Mis queridos en la Economía Divina.

Ayer y antes también hemos hablado de que, decir vida también es decir Dios, ¿por qué?, porque la vida es una prolongación del Señor, entonces todo aquello que fomente la vida, de una manera o de otra es bien visto por el Señor y como dije ya la vida en todos los órdenes, la vida de las cosas inanimadas, de las plantas y de los animales y por supuesto del hombre. Quien reverencia la vida me está reverenciando a Mí aunque no me nombre, cuando alguien está tomando verduras de un lugar y piensa: esto es creación del Señor y aunque no lo piense, si lo hace con respeto por la vida me está rezando, cuando sonríen a alguien me están rezando, cuando sonríen, cuando ponen la mano sobre el hombro, cuando desechan un mal pensamiento para dar lugar a un buen pensamiento, cuando perdonan además de la ofensa, cuando se ubican ante la realidad y saben comprender, saben comprender que todo aquél que obra mal no es consciente de lo que hace, es porque está enfermo, o no conoce, o no sabe o no puede o lo que sea, pero nadie es malo deportivamente, nadie es malo porque sí, el hombre procede mal en tantísimas oportunidades, o por herencia, o porque está influenciado o porque la vida lo está apretando, cincuenta cosas pero en sí malo no, Yo los he creado a todos a Mi imagen y semejanza y en consecuencia son herederos de Mi Gloria y en consecuencia son pequeños diositos en la Tierra y Yo me siento complacido con la presencia de los hombres porque son Mi creación.

¿Y cómo harás Señor, dirán ustedes, para estar con seis billones de personas?, y bueno, para eso soy el Hijo de Dios y Dios mismo, por eso estoy con todos, pero a todos les respeto la libertad hasta las últimas consecuencias y no me meto en la vida de nadie si no me llaman, si no me piden, si no me dicen: vení Señor, por supuesto que estoy siempre como al salto para ir, pero noo y si no me lo dicen, porque soy respetuoso de las personas y además no quiero forzar a nadie en las cosas que hagan.

Estoy complacido con tenerlos aquí en Mi presencia a todos, son Mis hijos, los amo, los comprendo, el estar aquí significa decirme: sí Señor, estamos en tus manos y en tus manos nos encomendamos, entonces demás está decirles como les tengo presente hasta en las mínimas cosas, porque el estar aquí significa: estoy con vos Señor.

Por eso, tengan la seguridad siempre, siempre de que estoy edificando en vuestro propio edificio, en vuestra propia vida y quien edifica conmigo realmente edifica y para siempre. Yo les prometo Mis queridos, les prometo Mi asistencia, Mi amor, Mi comprensión para siempre, por toda una eternidad, sépanlo, valórenlo y gústenlo, porque es hermoso fundirse con el Creador y que el Creador pueda fundirse con ustedes en un acto de comunión total y definitivo.

Les amo profundamente, les amo con todas Mis fuerzas, derramo sobre ustedes toda Mi Misericordia, estoy siempre con ustedes.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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