Mensaje del 01 de Agosto de 2004
Habla Artemio:
Hoy es tanto como 01º de Agosto de 2004.
Dice Jesús:
Están un poco ansiosos de, por lo que voy a decir en este día, algunos, pero todo es como siempre, muy simple.
Esta mañana te adelanté algo, todos esos adelantos vos creías que tenía que venir, no, pero era un adelanto para esta tarde.
Lo que ya hoy di a entender es que el gran problema de todos los que hablan, los que dicen, los que trasmiten verdades o no tanto, no cosas comunes bueno pero también son verdades, tienen una característica, siempre están prohibiendo algo, prohíben esto, prohíben lo otro, tanto que la vida o en la vida la mayoría no espera porque todo está prohibido: esto no puede hacerse porque ofende no sé a quién, esto otro tampoco porque no está de acuerdo con estas reglamentaciones, esto otro tampoco debe hacerse porque puede caer mal a los demás, esto no porque no se adapta, esto otro no porque no es bien entendido, esto otro hay que sacarlo de raíz porque perjudica y Yo les digo simplemente: punto final a las prohibiciones, más aún, les digo: está prohibido prohibir y este es el planteo de la Misericordia: prohibido prohibir.
Sé que aquellos puntillosos dirán: ¡ah!, entonces llegamos a un momento en que el Señor lo permite todo, según en qué condiciones sí, todo, ¿pero no hay un límite?, no, para la Misericordia no, es lo mismo que cuando Yo dije: si hay en ese hombre dolor por lo que hizo hay que perdonarlo, aunque venga durante el día muchas veces, siempre que haya dolor de lo que hizo, es decir arrepentimiento hay que perdonarlo, ¿y si no hubiera arrepentimiento pero lo mismo pide perdón?, tal vez no sé si me entienden o no pero incluso así si el acto de perdón está ligado a la Divinidad perdonen incluso a aquellos que no tienen el propósito de enmendarse, porque el acto de perdonar en ustedes si es fecundado por la Divinidad ese ser cambia.
Voy a explicar nuevamente porque no es justamente lo que acabo de decir algo que le guste a la mayoría, todo el mundo quiere, en general ¿no?, cuando alguien hizo malo, algo malo, que pague con su sangre si es necesario, Mis queridos, con sangre ya pagué Yo, basta, de aquí en más si ese perdón está fecundado por la Divinidad, es decir apoyado con una fe adecuada tiene el efecto de perdonar y de corregir, por supuesto que estoy entendiendo muy bien lo que ustedes piensan: el que no es normal y ha cometido una serie de cosas, por más que le perdone qué fecundación puede haber allí, bueno, conviene que se lo saque de circulación, siempre tratándole como hombre y como persona ¿verdad?, porque si es un peligro para los demás pues bien, no se lo puede dejar junto pero en condiciones distintas a lo que ocurre normalmente. ¿Cuándo no existe un cambio en el otro?, cuando el que perdona o el que dice sí a pesar de todo no lo está haciendo auténticamente porque no tiene la fe necesaria, pero si tiene la fe total y completa ocurre lo mejor siempre.
Yo en un tiempo dije: procedan, si se equivocan y si se equivocan con amor, aunque sea algo malo nunca produce ningún daño, pero vuelvo a repetírselos ahora en algo mucho más difícil, en el perdón. Quién no entendió el alcance del perdón no me entendió a Mí, quién no entendió el alcance del perdón no entendió Mi Misericordia, es muy grave lo que les digo hoy Mis queridos, muy grave y muy serio y muy difícil para quien mira las cosas desde afuera, pero no para el que mira las cosas desde adentro, y cuando digo adentro ¿a qué me refiero?, me refiero a quién está conmigo, a quién está en Mi proyecto.
Yo les pregunto así humildemente a ustedes y les pido permiso para preguntarles, no lo tomen a mal, pero les pregunto: ¿ustedes se acuerdan cuando Yo dije?: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen” , bien; entonces, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, suceda lo que suceda, acontezca lo que acontezca, el germen del cambio de la otra parte está en ustedes, ¿creen o no creen?, si creen ocurre, pero el creer es sin ningún tipo de condiciones, sin ningún pero. Es posible que en ese momento se encuentren perdidos en un atolladero tremendo porque les parece que están metidos en un tembladeral total, ¿por qué?, porque no tiene lógica, es decir si hay el propósito de cambiar entonces tiene lógica, pero si al pedir perdón hay falsedad no tiene lógica, ¿cómo se va a perdonar a alguien que no está arrepentido y piensa seguir haciendo lo mismo?.
Ahí está lo esencial Mis queridos, si ustedes confían plenamente en que en ese momento del perdón entra Mi Misericordia entonces, aunque quien pide perdón no tenga ningún deseo de cambiar empieza a trabajar en él un proceso contrario a todo lo malo que tenía. Fíjense, creo que en el mundo nadie descubrió estas cosas todavía porque me parece que no se entendió por supuesto Mi Misericordia. Ustedes dicen, los hombres, que el cristianismo se mueve en el mundo de las paradojas: perder la vida para ganarla, si el grano de trigo no cae y muere no nace la planta, pero hay que tener la valentía de ser grano de trigo y morir para que nazca la planta, ¿y cómo es esto, para cada cosa hay que morirse, hay que dejar de vivir?, no, hay que morir a sí mismo para que gane Yo. Pero ¿cómo es esto, de que hay que morir para que gane Yo?, sí, porque en un acto de perdón a quien todavía no está arrepentido y ustedes saben que no está arrepentido y confían a pesar de todo, están perdiendo ustedes, en apariencia, y el que gana soy Yo.
Esta forma de decir las cosas y de explicarles esto del perdón es inédito, pero como la mayoría no está en condiciones de hacer esto, porque su fe es tan pequeña como una pielcita de ajo, entonces les resbalará esto que estoy diciendo, totalmente, pero ustedes Mis queridos, que son Mi pequeño resto , en ustedes debe hacerse carne, que ustedes no son como los demás, siguen siendo totalmente Mis siervos, pero “Mis siervos” entre comillas son aquellos ilusos y “tontos” entre comillas, que creen plenamente en las cosas que Yo les digo, ahora Yo diría: “bienaventurados los ilusos, los tontos, porque creen plenamente en la palabra del Señor”.
Todavía no se empezó a vivir en forma cristiana, salvo por ahí en contadas excepciones, pero a ustedes Mi pequeño resto, tengo que decirles las cosas como corresponde que se las diga. Si seguimos con los métodos que siempre se usaron no se avanza, todos se alejan como si vieran no sé qué cuando uno dice: tiene que morir el grano para que nazca la planta, porque toman literalmente la cuestión: ¡ah!, pero tengo que morirme, sí, morirse, claro, pero a ustedes; es decir, tiene que morirse aquél yo interior que te está diciendo: ¡noo!, pero esto no puede ser, esto es descabellado, esto no tiene lógica, esto, esto, esto, esto, justamente, Yo soy el Rey y el Señor de lo descabellado, de lo que no tiene lógica, de lo que nunca ocurre, de lo estúpido, de lo tonto y todo lo que quieran agregar, sí. Y esto no es una novedad, es lo mismo que decía San Pablo cuando decía que: “la cruz es la locura de los Cristianos”, la palabra locura es lo mismo que decir alienación y cualquiera sabe que estar alienado es estar lleno de algo sin razonarlo ni nada, para decirlo en pocas palabras. Entonces, quien está alienado, valga la expresión, con la cruz, esto que estoy diciendo le parece lo más natural del mundo.
Hoy podía haber hablado de otras cosas, pero no, no, hoy parecería que la oración fue corta, sin cantos, distinta, atípica pero no, desde que nos reunimos hace diez años, especialmente, esto de hoy es único, y ¿por qué, por qué es único lo que dije?, concretando aún más, alguien pide perdón no sintiendo en absoluto deseos de cambiar y ustedes cristianos que me escuchan, le dicen: bueno, te perdono, saben que los está engañando pero no dicen nada, te perdono, si ese acto de perdón lleva en sí el germen de la Divinidad ustedes han muerto para ustedes como el germen de trigo, pero la Divinidad triunfa en este ser.
Esto que les digo es inédito, así como se los digo y así como quiero que lo practiquen, inédito, porque revisen todos los tratados de teología y todas las Revelaciones de los Santos pero esto no lo van a encontrar en ningún lado, salvo que busquen Mis palabras, ¿cuántas veces tenemos que perdonar?, ustedes creían: mientras haya propósito de enmienda, no, Yo les digo que aunque no haya propósito de enmienda, no, perdonar incluso sintiéndose engañado pero con tanta fuerza de la Divinidad como para traspasarlo de parte a parte y fecundarlo para siempre, claro Mis queridos, esto implica aquí sí el morir como el grano de trigo, no hay vuelta. ¿Y qué es este morir?, recibir para los ojos de todos la humillación de que le tomen de tonto, perdona sin que se arrepientan.
Claro, si no estuviese el germen de la Divinidad esto es inútil, no sirve, pero con la posibilidad total y definitiva de la Divinidad ese ser humano perdonado es como si dijéramos: lo ha engendrado el Señor, ¿y esto quién lo dice todo esto?, la Misericordia, que es Mi mayor atributo.
¿Que esto echa por tierra muchas cosas dichas en dos mil años?, sí y no, sí en cuanto a mirar las cosas desde lejos y superficialmente, no en el sentido que quien me entendió y entendió Mi Misericordia desde siempre sabe que esto es lo adecuado y que aquello de morir a sí mismo está justamente en negarse a sí mismo, ser tomado de cualquier cosa pero si hay muerte de uno hay triunfo Mío, y el que me sigue plenamente dirá: qué me importa a mí no triunfar yo, pero si está triunfando el Señor.
Entonces así pueden decir que el cristiano se mueve en el mundo de las paradojas, antes no, antes se hace una tarea común y cotidiana como hace todo el mundo y Mi pequeño resto no debe ser como todo el mundo, son únicos. ¿Esto obliga?, nooo, cada uno puede despedirse en cualquier momento si le parece que esto es mucho, Yo no lo voy a tomar a mal, pero el que sigue siendo Mi pequeño resto tiene que aceptarlo como una variable en estos problemas, definitiva y para siempre. Qué son ustedes, Mi pequeño resto, sino aquellos que fecundan las almas, pero no con ustedes, que son precarios y simples, la fecundan con la Divinidad, la fecundan con Jesús, conmigo.
A esto cien lo miraron, pero llegan ustedes y lo miran de otra forma, tal vez no se den cuenta pero si está en esta posición que les digo ya se fecundó con la Divinidad, o de otra forma dicho se fecundó con Jesús y el resto se dará por añadidura, que Yo sepa alguien que fecundó la semilla del Señor... (se hace una pausa) ..., cada uno se proyectó cuando Yo guardé silencio, pero alguien que fecundó el Señor empieza a vivir de otra forma, y ¿acaso no es eso lo que buscan todos?, transformar el mundo, hacerlo más habitable.
¿Una nueva forma de perdonar?, no, la forma evangélica de perdonar, porque hasta a nivel racional se sobre entiende que quien cometió diez veces una cosa mala por hábito, por costumbre o por anormalidad va a seguir haciéndolo, hasta que esto es mirado a través de otra óptica, pues bien, si como miraron siempre no les dio resultado ¿por qué no ensayan esto?, pero no hay que ensayarlo como si fuera un experimento, hay que estar convencido. ¿Qué produce dolor?, ¡oh!, díganmelo a Mí Mis queridos, díganmelo a Mí, que diariamente vuelven a crucificarme todos los días, pero no una vez, millones de veces, pero en esto mírenlo a San Juan, se tiene un estado muy especial cuando el dolor se hace con una finalidad; alguno dirá: Jesús está diciendo que el fin justifica los medios, quien piensa así no entendió.
Creo que por hoy es suficiente, soy el Señor de la Misericordia, ¿alguno por ventura creyó que podría hablar de otra manera?, cuando le dije todas estas cosas, aunque en menor proporción a Santa Faustina, luego fue censurado todo y dejaron solamente aquello que era potable para la forma de mirar común, pero ahora ya eso ya no puede ocurrir más, ya no, porque directamente Mi voz pasa directamente a los hombres, podrán sí no escucharlo pero nadie podrá decir que no está dicho, que no está dicho ni mucho menos.
Vivan en el mundo de las paradojas pero no se extrañen de los resultados que obtengan, noo, por supuesto que hay un margen humano para al menos comentarlo pero que el mundo de las paradojas sea algo tan natural y común como pestañar o respirar, digo respirar porque el respirar no depende de ustedes sino de un centro nervioso que les hace respirar y en este caso todo lo hace con la disponibilidad de ustedes, todo lo hace la Divinidad, que entra plenamente a trabajar de una manera diferente, por lo menos diferente a siempre... (se dio vuelta la cinta y se termina la grabación) ... .
Mensaje del 01 de Agosto de 2004
Y Yo les digo simplemente: punto final a las prohibiciones, más aún, les digo: está prohibido prohibir y este es el planteo de la Misericordia: prohibido prohibir.