Mensaje del 31 de Julio de 2004

Habla Artemio:

Hoy es 31 de Julio de 2004.

Jesús está vestido con un poncho blanco color crudo y flecos negros, el poncho parece una túnica que está abierta en el cuello y cerca de la apertura que tiene el cuello, tiene pasado los hilos como en un telar color negro también, hace una guarda, que le llega a mitad del pecho, atrás no sé, pero la parte negra llega a mitad del hombro, entre pasado hilos negros en ese poncho blanco.

Dice Jesús:

Por supuesto que casi siempre todas las cosas que manifiesto o manifiesta la Trinidad tienen un simbolismo, cuando empiezan a ponerse los cimientos para un lugar dedicado al Señor todo se transforma en ese lugar; es decir, el solo hecho de apilar piedras, ladrillos o lo que sea en un lugar determinado para honrar en él al Señor, por lo menos en esta parte de la historia de la humanidad todo se vuelve distinto, por más que Mi Mamá y Yo hayamos dicho el lugar, cuánto, cómo, de qué forma pero los que construyen son los hombres entonces está fuertemente ligado la construcción de un lugar para el Señor, no solo de infinitas bendiciones sino además es como si en medio de una tormenta, que es vivir en el mundo, surge un oasis de esperanza. El hombre no entiende aún qué es edificar un Templo, una Casa del Señor, es decirle al Señor: mirá, acampá entre nosotros, por supuesto Yo estoy siempre aquí, pero hablamos de símbolos y signos.

Un Templo o Casa del Señor es siempre un lugar que irradia Luz, paz, un lugar que..., por supuesto que está especialmente bendecido por el Señor pero no el sentido que normalmente se dice sino todo está especialmente bendecido ¿eh?, los hombres y las cosas que diariamente entran en el proyecto del Señor. Para decirlo con otras palabras es como si de repente quedara bien en claro y definido hacia dónde apunta todo, las personas, las cosas.

Ahora bien, tener en cuenta que estas cosas no deben ser tomadas tampoco de una forma donde todo estaría hecho y programado, no, es decir todos los días aquello en lo cual está el Señor tiene una dimensión igual y diferente, igual en lo que ratifica todo lo anterior y diferente en cuanto a que todos los días hay una nueva creatividad. El panorama de una construcción así es la siguiente, vos podes verlo, es decir es como si..., todo el mundo sobrenatural de repente tuviera un apoyo logístico para desde allí irradiar, ¿que eso estaba?, sí, estaba, pero que se agiganta es cierto, se agiganta.

Si no es tan comprensible esto, ustedes mismos y vos, observen todo lo que pasa últimamente, porque si siempre hubo gracias y milagros últimamente sobreabundan, ¿qué significa esto?, significa que vos y tus hermanos están predispuestos a ser receptores totales del Señor. Esto no se entiende muy bien humanamente hablando, pero dentro de la concepción y cosmovisión de la Divinidad es como cuando una tierra si no estéril por lo menos no cultivada, nerial, de repente comienzan a nacer pero sin que nadie lo haya sembrado, un montón de suculentas verduras y frutales y plantas de todo tipo, evidentemente como un milagro también y lo fundamental no es la aparatosidad de las cosas sino un lugar determinado donde pasarán muchas cosas.

Ocurre que normalmente los hombres no están muy predispuestos a ver lo sobrenatural de las cosas entonces todo se consuma dentro de una mediocridad o si no mediocridad por lo menos una simplicidad que se ve simplemente con los ojos y tenemos que ser claros, esto no se ve simplemente con los ojos. Y sea pequeño o sea grande un lugar destinado al Señor siempre es imaginado, siempre es sobre edificado por los Santos, los Ángeles y todos aquellos que participan de esto, en el sentido de que como es tal el halago entonces su imaginación, aunque saben que es imaginación, puebla de una manera superabundante y hasta descontrolada de cosas maravillosas, y ¿cuál es la posición que hay que tomar?, no sobredimensionar las cosas tal vez como podrían hacer los Ángeles y los Santos sino tomar conciencia de todo eso y sin lugar a dudas tomar conciencia de todo lo que representa.

Este esquema de pensamiento que les estoy presentando, en general, Yo diría que no es conocido porque se mira las cosas desde otro ángulo. Aquellos que están muy en la retaguardia quieren grandes Templos como queriendo llegar hasta el Señor en altura para decirle y sino miren todos los Templos edificados que quieren, en apariencia, llegar al Cielo, pero cuando se saben bien las cosas se sabe que el Cielo no está a esa altura, que está en todos lados porque es una dimensión diferente que está entre ustedes y los que están, por otra parte muy avanzados, que piensan ya en aquél tiempo de la parusía, en que no se dará tanta importancia a los Templos y se habla más del templo que en cada ser humano.

Ni una cosa ni la otra, el Señor no está ni lejos ni..., no sé en que lugar que hay que hacer Catedrales muy altas para alcanzarlo, no, ni tampoco pensar solamente en el Templo que es el hombre, Templo del Señor, no, sino pensar en que es necesario que al acampar el Señor tenga un lugar cómodo por donde estar, donde la gente puede estar para nutrirse más de aquello que quiere nutrirse y las cosas materiales influyen mucho, porque objetiva el pensamiento de las personas. Es decir, de alguna forma el hombre siempre quiere cosas concretas para mirar, de ahí dejará volar su imaginación, de ahí el Espíritu Santo llenará con otras cosas el lugar, pero el hombre necesita de algo concreto sobre lo cual posarse para después avanzar.

Ustedes piensen, un lugar donde se mueve el agua, un lugar donde... (se dio vuelta la cinta) ... triunfante, es muy distinto de aquella imagen dolorosa de la muerte sangrienta, no digo que eso también sea útil, sí, pero en un lugar donde predominan los niños, en el sentido de que muchos adultos son verdaderamente niños, entonces hay necesidad de todo lo que está pasando, hay una tremenda necesidad de todo lo que está pasando.

Esto que parece un poco difícil de entender no lo es tanto, al menos por ahora y sobre todo hay que pensar que la Providencia se adelanta cuando el espíritu de los hombres quiere llegar lejos; es decir, la Providencia como una bendición de la Divinidad da un montón de cosas indispensable para que la Divinidad se manifieste y esto es muy lindo, esto es muy lindo.

Traten de entender, traten de meterse dentro de este tipo de cosas, que no es justamente..., que no es justamente lo cotidiano sino algo que sobrepasa totalmente lo cotidiano.

Tengan presente todas estas cosas para que diariamente haya una alegría colectiva sobre todo lo que ocurre, el resto se dará por añadidura.

Amén.