Mensaje del 25 de Julio de 2004

Habla Artemio:

Hoy es tanto como 25 de Julio de 2004.

Dice Jesús:

Por supuesto que corroboro tus palabras, las acentúo, las señalo como esencial, pero al mismo tiempo vi que pasaba por tu mente un pensamiento que tengo que corregir, porque si alguno cree que vos tenés gancho conmigo está equivocado, vos pensabas: Señor pero, yo hace un tiempo que al estar así un poco débil hago muy poco, me parece que muchas cosas tampoco vos las entendiste.

Yo de todas las situaciones de la vida saco beneficios, Yo no las provoco pero Yo saco los beneficios, Yo puedo usar la enfermedad de las personas, la impotencia de poder hacer poco cuando uno está enfermo, el estado de opresión por el dolor y el cansancio que provoca el dolor, sobre todo el agotamiento que provoca, la impotencia como dije de no poder estar disponible como uno quisiera, la impotencia de no poder responder un llamado telefónico, bueno a esta altura Mi querido, tenés que saberlo, que es tan importante esto como cualquier cosa, depende con la actitud que se tenga y hasta que punto uno esté disponible para el Señor, entonces Yo aprovecho todo para hacer tanto o más que lo que a veces cree el hombre que es fundamental para hacer todo.

Entonces, volvemos otra vez al tema de antes, no quiero que te enojes por esto Mi querido, solamente que tengo que recalcarte todos los días algunas cosas porque..., y como todo hombre estás sujeto a las estructuras humanas y en consecuencia hizo que tuvieras ese pensamiento. Mi Misericordia hace que Yo aproveche todo lo que está sobre la Tierra y aquél ser que está disponible aunque crea que no tiene nada entre manos, la Misericordia aprovecha esa disponibilidad para llevar una acción muy grande a tantos hombres y mujeres y niños y ancianos y de todo, de todo el universo. Tantas veces hablé del Cuerpo Místico Mío, tantas veces hablé de la Comunión de los Santos, donde todo está como mezclado: la vida de uno con la vida de los que vivieron antes, con la vida de los que están en la oscuridad, con la vida de los que están ya en la Luz, todo se mezcla, todo tiende hacia el mismo objetivo, cuando el hombre quiere que tienda hacia el mismo objetivo. Un ser humano puede estar sentado tranquilamente en su casa y su actitud es de una disponibilidad perfecta con el Señor: Señor, usá en mí todo lo que quieras, que yo estoy disponible y aunque ese hombre esté todo el día sentado en su casa Mi Misericordia aprovecha eso para centuplicar su acción entre los hombres.

¿Cuál es el problema entonces?, el problema es la falta de disponibilidad, porque aquél que está disponible tiene asegurado que el Señor va a utilizar esa disponibilidad para llevar su acción a todos los lugares de la Tierra, es que son tantas las cosas que se necesitan y son tan pocos los que están disponibles, la disponibilidad es una actitud no solamente de dar como se decía recién sino de darse, ¿darse cómo?, y con todo lo que significa darse, la mayoría da y da lo que le sobra pero siempre lo que a uno le sobra no es lo que los demás necesitan. El darse implica poner todo en manos del Señor para que Yo use de eso de acuerdo a como veo la necesidad de usarlo, ¿cuándo, en qué momento?, es un problema Mío ese, porque el Hijo de Dios es el que ve cuáles son las necesidades de los seis billones de hombres que habitan el globo terráqueo.

Si no se entiende esto no se entiende lo que es la Misericordia.

Entonces, cualquiera diría que te he llamado la atención en este día, noo, nuestros diálogos siempre son así para que los demás sepan, donde siempre las cosas se ponen en claro, donde lo que importa es siempre el otro más que uno y como decías antes: el otro son todos; entonces nuestros diálogos son así siempre, las cosas muy claras y como los demás pueden ver muy bien aquí no hay ningún gancho entre uno y otro, más aún a quién más le doy es a quien más le pido.

Entonces, aquellas personas que a lo mejor ustedes ven que cumplen relativamente con sus cosas, en una de esas tienen la salvación más asegurada que vos, ¿por qué?, hay una relación recíproca entre lo que Yo doy y lo que Yo pido; entonces dirán ustedes: ¿cuál es la ventaja, de que el Señor le de cosas a uno para que le pida mucho más?, bueno ahí esta la gracia ¿no?, de que todo ser humano aunque se sienta exigido al máximo, siempre quiere que el Señor le da más, más, más. Es lo que se hablaba ayer y antes de ayer de lo que es..., y antes de ayer también y lo que se habló siempre, de que el cristianismo es cruz, ¿en qué sentido?, bueno ¿ustedes creen que Yo no tengo en cuenta que vuestra vida no fue fácil?, entonces todos pueden darme la mano en el sentido de que han llevado y llevan su cruz con toda la dignidad posible y bien a escondidas para que los demás no vean, pero llevan la cruz también y están dando y han dado tanto de su vida, de vuestra vida por los demás, cercanos o lejanos.

Entonces no les quiero hablar demasiado a ustedes de lo que es dar porque han pasado la vida dando, pero Yo estoy hablando para todos los hombres, no para estos grupos que Yo considero, este grupo que Yo considero el pequeño resto , es decir aquellos hombres en los cuales confío plenamente para llevar Mi palabra y una vida distinta, con otra escala de valores, con otro sentido, con otra finalidad, ¿más religiosa?, y bueno sería, pero en todo caso más humana, ya eso me conforma.

Voy a citar un ejemplo que he leído en algunas de las cosas relacionado con esto, ustedes saben que justo cincuenta años antes de Mis apariciones en este lugar, en Egipto, un pastor sigue a una cabra que entra en una cueva y allí en la cueva encuentra cincuenta y tres Documentos de los cristianos de los primeros siglos, es decir para conservar todas esas ideas no necesité ni instituciones, ni jerarquías, ni cajas fuertes ni..., nada del mundo, simplemente una vasija y una cabra que me encontró, porque en esos Documentos también estoy Yo, ¿vieron?, no me hacen falta las instituciones si Yo quiero reinar, puedo tenerlas o no, pero ¿ven?, unas vasijas y una cabra, nada más.

Entonces, uno mira todas las organizaciones de todo tipo a lo largo y a lo ancho del planeta y dice: está muy bien pero ¿necesariamente hacen falta?, no cuestiono nada, propongo pensar sobre eso nomás, ¿y esos Documentos son esenciales?, son esenciales en el sentido de que Mis caminos en general no son los caminos de los hombres y más vale los hombres no quieran ocultar ciertas cosas porque Yo en la vuelta de cualquier esquina puedo descubrirlas, como en este caso de esos Documentos. Repito ¿son esenciales?, no, Yo no digo que sean esenciales, Yo digo que pueden dar mucha Luz sobre muchas cosas y sobre todo demostrar que me bastó unas vasijas y una cabra.

Aquellos que son tan terriblemente amantes de las instituciones, todo legalizado, todo institucionalizado, ¿es esencial?, ¿es indispensable?, habrá que pensar en todas estas cosas, Yo no he dicho nada, he propuesto que piensen, pero sobre todo no con la cabeza, sino con el corazón porque con la cabeza la mayoría piensa mucho pero es tan poquito lo que se saca. Esto no dice ni desdice nada, todo esto es un cúmulo de reflexiones para ayudar al hombre en su difícil tarea de organizarse diariamente, en la difícil tarea que tiene el hombre de dar, en la difícil tarea que tiene el hombre de amar de veras y no de la boca para afuera.

Les recuerdo que hablo para todos los hombres pero ustedes también tienen que saber estas cosas, no les voy a hablar a todos los hombres y dejar de lado a ustedes, ya sé que ustedes entendieron mucho, una enormidad, pero estoy hablando para todos los hombres.

Les amo profundamente, ha caído el sol ya y vuelvo a repetir lo que repito todos los días: “es una pena que las aves del campo tengan sus nidos y hasta las fieras sus cuevas, sus madrigueras y el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza”.

A ver..., en este día y en todos los días a que alcance vuestra vida déjenme entrar en vuestro corazón ¿eh?, quiero reclinar Mi cabeza, todos los días, a través del tiempo, Yo los he creado a Mi imagen y semejanza, en consecuencia son Mis hijos y tengo derecho a decirles ciertas cosas como cualquier padre entonces les digo: déjenme entrar en vuestro corazón, necesito tanto estar allí, pero en serio, déjenme entrar todos ¿eh?, en serio, no así nomás, y también la llevo a Mi Mamá, que es Mediadora de todas las Gracias.

Los dejo, les doy Mi paz, les doy Mi amor y quiero que tengan una alegría constante, Yo aunque desaparezca corporalmente de aquí pero me sigo quedando, por eso cuando Yo me vaya y ustedes terminen la oración, o mejor dicho la van a terminar de una forma hoy, abrazándose, si tienen algo que decirse al oído díganselo y sino no importa, que en este abrazo haya un simbolismo y la Misericordia, Mi Misericordia lo va a usar para que se multiplique con todas la fuerza en el abrazo de todos los hombres.

No son palabras Mis queridos, las está pronunciando el Hijo de Dios y Dios mismo, en presencia de todos los Santos y especialmente Mi Mamá y muchos familiares de ustedes que están en esta vida, de este lado, en la Luz, no son palabras Mis queridos, no, así como no son palabras que los amo profundamente y Mi última recomendación a ustedes y a todos: déjenme entrar en vuestro corazón, tengo tantas ganas de estar allí para poder reclinar Mi cabeza, déjenme entrar.

Amén.