Mensaje del 22 de Julio de 2004

Habla Artemio:

Bueno, hoy es tanto como 22 de Julio, el Señor hace un rato ya que está con nosotros escuchando atentamente lo que cada uno decía.

Dice Jesús:

Es cierto, les escuché atentamente todo lo que ustedes iban refiriendo y lo que ustedes dicen debería ser habitual entre los seres humanos, ustedes lo refirieron como gracias grandes o milagros, y sí, es así, pero esa vida de relación de la Divinidad con el hombre todos deberían tenerla en cuenta, todos deberían estar viviendo siempre en esa posición.

Vos dijiste antes que Yo tenía que ser eficaz, justamente Mi eficacia consiste en esa ayuda constante, esa forma de…, de enfrentar la vida y los problemas en este mundo tan difícil, esté siempre regulada por la Divinidad, es cierto que ustedes son libres y los demás también para hacer lo que se les ocurre, pero también es cierto hasta que punto el Espíritu sopla donde quiere y Mi Misericordia alcanza para todo, es una extraña forma de proceder en la cual Yo puedo ayudarles sin que ustedes vean vulnerada su libertad, siempre que me lo pidan, siempre que lo quieran, siempre que a ustedes les parezca que así es.

Ahora bien, ¿y aquellos que no se acuerdan nunca de Mí?, ¿aquellos que viven con una total prescindencia de la Divinidad?, y Yo espero, a veces toda una vida, Yo soy eterno, decir toda una vida es para Mi como para ustedes un abrir y cerrar de ojos, pero tienen que tener en cuenta esto, Yo quiero ser vuestro padre, vuestro hermano, vuestro amigo, todo y quiero que cada día haya más hombres que me sientan así, entonces ayúdenme ustedes para que las personas diariamente realicen ese maravilloso ejercicio espiritual de decir: Señor, quiero estar dentro de tu proyecto, a pesar de mi libertad, a pesar de todas las cosas yo quiero estar dentro de tu proyecto. ¿Esto los exime de todo?, ¿esto hace que todos los demás sean perfectos con ustedes?, no, pero el tener la protección del Señor hace que vuestra vida sea totalmente distinta.

No quiero Yo decirles que lo hagan por obligación, tiene que surgirles del corazón: Señor, quiero entrar en tu proyecto, quiero entrar dentro de tus perspectivas Señor, si soy creado a tu imagen y semejanza; tienen que decir: quiere decir que me amás y si me amás te pido que me protejas, que cuides mis pasos, que atiendas mis ojos, que guíes mis manos y mis pies, en una palabra, tienen que decirme: Señor, hacé de mi vida algo que valga la pena ser vivida, ¿y el resto?, quédense en paz, Yo lo pienso por ustedes. ¿Qué ganarían con desvivirse por lo que va a pasar mañana?, ¿qué ganarían?, si no pueden adelantar el futuro, pero es tan sencillo decir: Señor, en tus manos está todo, yo confío Señor en vos y basta con eso, pero para esto Mis queridos tienen que dejarme entrar en ustedes, Yo quiero entrar dentro de ustedes.

Muchos dicen que se abren, que abren su corazón para dejarme entrar pero, es de la boca para afuera y no son malos, son…, Yo diría, no sé si negligentes, no sé si demasiado confiados en sus propias fuerzas, no sé si un poco inconscientes tal vez, pero en general no hay hombres malos, ya lo saben tan bien eso ustedes, están enfermos o irritados o enojados o con bronca o lo que sea pero no malos, sobre todo enfermos.

Por eso Mis queridos, todo lo mejor, pienso en ustedes y pienso en todo lo mejor para ustedes, déjenme entrar en vuestro corazón, el día ya desapareció, la noche se apoderó de todo y vuelven a sonar aquellas palabras: “y el Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza”, déjenme entrar y además deseen que Yo pueda entrar en todos aquellos que ustedes aman, ¿qué mejor que desear para alguien que uno ama que el Señor esté con él para siempre?.

Antes de irme, es decir una forma, es decir antes que Artemio deje de verme y otros que están aquí también, al menos físicamente, quiero decirles que tengo complacencia en todos los que están aquí y también decirle a este buen chico que Mi Mamá lo eligió para que viniera a hacer eso, ella quiso que pusiera el techo a la Casa y por supuesto depende de su buena voluntad para aceptar, pero te digo Mi querido: todo aquello que se hace para el Señor nunca es olvidado por Él, nunca, nunca.

Por eso, como dije siempre Yo más que hacer las cosas las hago hacerse, pero también a veces tengo Mis pretensiones a quién dárselas, Yo los amo a todos, pero…, tengo Mis predilecciones ¿eh?.
Por eso, te hemos traído acá, a través de este hijo querido que me llena de tanta felicidad, pero todos son Mis queridos hijos, todos hacen Mis complacencias, todos se esfuerzan por Mi y por Mi Mamá, pero cada uno es único, en consecuencia Mi relación con cada uno también es única, dentro de todo el amor y dentro de toda la Misericordia, de todo el poder de la Misericordia.
Me siento complacido con ustedes y retomando lo que dijimos al comienzo: observen vuestra vida, vuestras cosas, vuestro trabajo y todo lo que les pasa y quedarán maravillados de ver como el Padre de todos se adelanta a ustedes para quitar las piedras del camino y a pesar de que los hombres puedan ponerlas pero…, pero siempre con el Señor la vida es más fácil.

Les amo mucho ¿eh?, lo mismo que Mi Mamá, les amo profundamente, no saben ustedes qué lugar ocupan en Mi Corazón, no tienen idea; ustedes dirán, y ya termino: ¿por qué todo esto para nosotros?, y Yo pregunto: ¿y por qué todo lo de ustedes para Mí?.

Amén.