Mensaje del 20 de Julio de 2004

Habla Artemio:

Disculpá Señor que te hicimos esperar un poco, hoy es tanto como 20 de Julio ¿mmm?, mañana ya un mes que tenemos el invierno, bien.

Dice el Señor:

“Bienaventurados todos aquellos que están convencidos que estando refugiados en Mi mano o en Mi Corazón nada malo les puede pasar; bienaventurados porque están convencidos”.

Para Mi es un gusto muy grande estar siempre con todos aquellos que amo y refiriéndome a lo que dijiste antes Yo también me alegro de vuestra existencia, si en Mi posición está el ser amigo, padre, hermano, todo ¿mmm? y amigo, también Yo me alegro de que ustedes existan y ustedes tienen que tomar conciencia que fueron creados a Mi imagen y semejanza y que en consecuencia son herederos de Mi Gloria y no son palabras, es una realidad concreta. Todo hombre que reconoce la paternidad de Dios se siente distinto, se siente bien, se siente mejor, porque todos necesitan siempre de alguien que los cuide, digo en forma humana, pero sobre todo se necesita la protección del Señor, porque sino la vida se torna muy difícil sobre la Tierra.

No crean que Yo ignoro lo difícil que es vivir y luchar, por eso: “bienaventurados todos aquellos que confían, pero confían en serio porque su vida es totalmente distinta a la de los que no confían; bienaventurados todos aquellos que entendieron lo esencial y lo esencial es la premisa mayor es el amor, en todos los actos de la vida y la vida misma; bienaventurados porque ya están viviendo una vida preciosa aquí en la Tierra, como un anticipo de toda la eternidad. Bienaventurados porque en la medida que, en la medida en que se sienten Mis hijos, también toman conciencia de Mi paternidad y al vivir de esta forma la vida tiene un sentido”.

Cuando ustedes usan la palabra huérfano, están queriendo indicar que está desprovisto de todo el afecto, por eso Yo les ofrezco todo Mi amor para que nunca se sientan huérfanos.

Pensar en lo hermoso que es Mi paternidad, pensar en lo felices que pueden ser cuando reconocen ese amor superabundante que está siempre rodeándoles a lo largo de todos los días de vuestra existencia, viviendo así todo es diferente, todo es distinto.

“Bienaventurados”, porque han descubierto lo más importante, saben como vivir y saben qué les está deparando cada día que pasa y se adormecen en el tiempo sabiendo que quién los creó, está siempre disponible para albergarlos en el hueco de su mano pero sobre todo en su corazón. Siéntanse así, en la noche sientan Mi calor llenándoles vuestra vida y duérmanse con la seguridad de Mi protección, de Mi amor y de Mi constante preocupación por cada uno de los latidos de vuestro corazón y cada uno de los actos de respirar que hacen. Piensen cuando duermen: ¿quién controla vuestro corazón?, y ¿el aire que entra en vuestros pulmones?, dichoso aquél que está seguro que el Señor le está protegiendo, le está mirando, le está vigilando y le da todo lo que necesita. “Bienaventurados”, porque sé que ustedes viven de esta forma porque han escuchado Mi palabra y soy útil en vuestras vidas.

Amén.