Mensaje del 07 de Julio de 2004

Habla Artemio:

Hoy es 07, San Fermín ¿no?, sí.

Dice Jesús:

Toma la Sagrada Escritura, lee…:

Habla Artemio:

Dice aquí en la palabra de Mateo: “dichosos ustedes cuando por causa Mía los maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos porque será grande la recompensa que recibirán en el Cielo. Porque de esta misma forma tratarán a los Profetas”.

Dice Jesús:

Pero en el caso de los hombres que me siguen de cerca, ustedes, no hace falta decirles que la recompensa la recibirán en el Cielo sino que la tienen diariamente al obrar bien, porque el obrar bien da esa alegría interior, esa paz que no es cambiable por nada, es posible que la paz no sea algo, un estado tan eufórico, a veces la alegría sí, pero tampoco es un estado deprimente o desasosegado, no, de cualquier forma a pesar de todo hay que pedir diariamente al Señor que se muestre generoso dando paz y alegría, porque hablar de felicidad es mucho decir porque son tantas las cosas que se necesitan, pero la paz interior que se va a manifestar después en un estado de alegría entre otras cosas, entre otras formas de ser, es un estado preciosísimo al cual todos deben aspirar, por eso desde hoy recomienden: pídanle al Señor la alegría y la paz ; es decir, que nada perturbe vuestra serenidad, tal vez no sea una vida alocada ni nada por el estilo, pero mucho más fructífera en tantos aspectos, en todos.

Además dice directamente a ustedes: “son la sal de la Tierra, son Luz para el mundo”, en consecuencia el Evangelio de Mateo dice: “no se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro, y tampoco se enciende una lámpara para ocultarla sino para ponerla en un candelero al fin de que alumbre a todos los de la casa. Por eso que la Luz de ustedes brille ante los hombres para que se vean sus buenas obras y den Gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos”.

Quise recordar estas palabras de Mateo porque lo voy a decir de otra manera, a ver…, cuando ustedes empezaron a recibir las Revelaciones encendieron la Luz que es del Señor, que es Mi Luz, la Luz de la Divinidad, entonces eso trajo una marejada de cosas difíciles, nadie escucha tan fácilmente a alguien que le habla, que recibe la visita del Señor. Ahora, pero a medida que pasó el tiempo se fueron dando cuenta que tenían una ciudad edificada sobre un cerro y que por más que ustedes hablaran o no, se ve, sin necesidad de mostrarla, porque se ve de lejos, es lo mismo cuando hay una lámpara encendida.

Ahora, normalmente quien se opone a esto…, realmente hay que ser muy egoísta y falto de criterio para querer esconder una ciudad cuando está edificada sobre un cerro, porque se ve, podrán poner indicadores de todo tipo: no miren para arriba, no miren al más allá, no miren esto, no miren lo otro, pero la ciudad se ve, es lo mismo que querer decirle a alguien en la noche que no mire hacia donde esta la luz, es una torpeza, porque quien está en la oscuridad necesariamente mira la luz. Y esto es lo que ha pasado siempre acá, ¿que es lo que pasó?, aquí siempre hubo Luz, aquí siempre la ciudad estuvo edificada sobre el cerro o sobre la montaña o como quieran, entonces el hecho de que apareciera allí edificada en vez de decir: que bueno, lleguemos hasta la ciudad para ver que ocurre allí, ya que se muestra tan imponente desde lejos, aunque ellos no dijeron la palabra imponente, dijeron otras feas.

Entonces, es fácil concluir diciendo que por más que les irriten la ciudad edificada, por más que les irrite la luz en la noche, ¿a quién les irrita lo que dije antes?, a los pequeñitos, en el sentido total del término, a aquellos que tienen una visión tan corta que no ven más allá de su propia nariz, mientras que los de espíritu amplio y generoso, los humildes de corazón, los limpios de espíritu dicen: que bella la ciudad edificada sobre el cerro, cuánto que alumbra una luz en la noche, cuántos ejemplos tenemos para cambias vuestras vidas; pero no, se tomó desde otro ángulo, en otro sentido, con otra dimensión. Es decir, se tomó desde el ángulo de la miopía, del no solamente no ver sino no querer ver más allá que arriba la nariz, entonces a esta altura de los tiempos hay que vivir de tal forma en que todos los mundos pequeños ya no deben impresionar, ni hay que tenerlos en cuenta, salvo que sea para amarlos y rezar por ellos pero para otra cosa no, por reglas elementales del ser del hombre es importante saber que cuando se brilla con Luz propia ni se tiene en cuenta lo demás porque no hace falta, porque no preocupa, porque no molesta; por supuesto se podría vivir de otra forma donde se le de a cada uno lo que le corresponde en consideración y en todo pero mientras tanto todo está así, pero está muy bien, muy bien.

Dice la Madre:

Me gusta todo lo que están pensando respecto a Mi Casa y a la de Mi Hijo, todo está muy bien, hay que ser sensible y permeable para todas las inspiraciones del Señor, todo está muy bien, todo se manifiesta como posible y todo va a lograr un maravilloso mientras tanto hasta que se pueda hacer el resto.

Y por supuesto que ya ustedes han percibido con claridad hasta que punto, hasta que punto esto era sumamente necesario, indispensable, porque después de un tiempo viene otro; ustedes dirán: pero ¿por qué demoré tanto en dar esta idea?, ni tanto ni muy poco sino lo que corresponde, el Señor tiene sus tiempos es obvio, y en consecuencia acepten las cosas así como se dan.

Todo está muy bien, estoy muy contenta. Vendrán tiempos de gloria, ya están, pero vendrán muchos más. Y vuelvo a decir lo que dije tantas veces: si están en manos de Mi Hijo, si están conmigo que estoy siempre pidiéndole a Mi Hijo por todo no tengan ningún temor de nada, todo está en manos del Señor, no tengan temor de nada, de nada.

Amén.