Mensaje del 16 de Junio de 2004

Habla Artemio:

Hoy es como 16 de Junio.

En el año 1950, el 16 de Junio entronizaron el Sagrado Corazón de Jesús en esta casa, lo entronizó el Padre Jeremías Gutiérrez, 16 de Junio de 1950, cincuenta y cuatro años.

Dice Jesús:

Teniendo en cuenta lo que oí recién, a M. y A., en este día 16 de Junio me he propuesto regalarles todo esto que voy a enumerar.

A partir de este día, tendrán una protección especialísima, tanto ustedes dos como vuestras hijas, todo lo que pueda ocurrir de aquí en mas busquen en cada acontecimiento una lectura de qué beneficios puedo estar Yo obteniendo de cómo a veces los demás usan mal su libertad para entrometerse en el camino de ustedes.

Atendiendo a todos los ofrecimientos que hizo Artemio y por merecimiento por supuesto, partan siempre de la base, que Yo estoy delante y detrás, arriba y abajo, a derecha e izquierda, dentro del corazón y también guardados dentro de Mi puño cerrado. Observen las cosas y los acontecimientos siempre desde el punto de vista del Señor, porque tengo necesidad de hacer esto por ustedes, desde siempre por supuesto, pero especialmente desde hoy por toda una eternidad.

Todo esto involucra lo referente a ustedes como pareja, las relaciones con todos los que aman y por supuesto el pasado, presente y futuro de vuestra familia, siéntanse con una protección repito especialísima, que nunca nada altere la alegría cotidiana y si algo la alterara porque el maligno hace de las suyas, será por un momento y luego entenderán los beneficios que Yo saco de todo eso, pero muévanse con la tranquilidad, la seguridad y la alegría de sentirse especialmente en manos del Señor y de Mi Madre Santísima, he dicho para siempre, en todos los órdenes, por supuesto comienza por el nivel humano y continua en todos los demás órdenes, hasta en las más pequeñas cosas cotidianas de todo lo que es de ustedes y lo que está en vuestro proyecto.

Tomado así de repente, tal vez uno piense: bueno, es una protección del Señor, pero no lo tomen así, es mucho más que todo eso, es una forma de retribuir tantas cosas, es una forma de decir gracias por todo, por toda la vida, por todo el pasado, el presente y el futuro, todo lo que no haya o que no tenga total claridad piensen que todo está en Mis manos y Yo le iré dando la claridad oportunamente, siéntanse seguros y felices.

Ahora, le pido a Artemio que abra la Sagrada Escritura en Ezequiel, Yo te iré diciendo..., Yo iré leyendo Ezequiel 18, 1, repito las palabras:

“Me dijo Yavé: ¿por qué corre este proverbio en Israel?: Los padres comieron uva verde, y los hijos tienen los dientes destemplados.
Yo juro, dice Yavé, que esto no volverá a decirse más en Israel. Porque todas las almas son mías, la de los padres y la de los hijos: el que peque ese morirá. Por eso si un hombre es justo y vive de acuerdo con el derecho y la justicia; si no celebra banquetes a los santuarios de lomas, ni levanta sus ojos hacia los ídolos de Israel; si no adultera ni se acerca a una mujer durante su menstruación; si no abusa de nadie, devuelve lo que le entregaron en prenda, no roba; da de comer al hambriento y viste al desnudo; si no es usurero, si se aparta del vicio y practica una verdadera justicia con sus semejantes; si cumple mis mandamientos y mis leyes y obra rectamente. Dice Yavé: ese hombre es justo y vivirá” .

Por supuesto que esto que he leído tiene que ser adaptado a nuestro tiempo, es posible que algunas cosas ya no estén adecuadas pero lean entre líneas, sobre todo desde acá: “si no abusa de nadie, devuelve lo que le entregaron en prenda, no roba, da de comer al hambriento y viste al desnudo; si no es usurero, si se aparta del vicio y practica una verdadera justicia con sus semejantes, si cumple mis mandamientos y mis leyes y obra rectamente. Dice Yavé: ese hombre es justo y vivirá”.

Y ahora Ezequiel 37: “Yavé se apoderó de mí y su espíritu me llevó dejándome en una llanura llena de huesos. Me hizo pasar en todas direcciones en medio de ellos, los huesos completamente secos, eran muy numerosos sobre la superficie de la llanura. Yavé me preguntó: ¿piensas que podrán revivir estos huesos?. Yo le contesté: Señor Yavé, tú solo lo sabes. Entonces me dijo: habla de parte mía sobre estos huesos y les dirás: ¡huesos secos, escuchen la palabra de Yavé!. Voy a hacer entrar un espíritu en ustedes y volverán a vivir. Pondré sobre ustedes nervios y haré crecer carne y los cubriré con piel y pondré en ustedes mi Espíritu, de manera que vivirán: y sabrán que yo soy Yavé. Yo hablé como Yavé me lo había dicho, mientras lo hacía se produjo un ruido y un alboroto: los huesos se juntaron, se cubrieron de nervios, se formó carne y la piel se extendía por encima. Pero no había espíritu en ellos. Yavé entonces me dijo: habla de parte mía al espíritu, llámalo hijo de hombre y dile de parte del Señor Yavé: ¡Espíritu, ven por los cuatro lados y sopla sobre estos muertos para que vivan!. Lo hice según la orden de Yavé y el Espíritu entró en ellos; se reanimaron y se pusieron de pie: eran un ejército grande, muy grande. Entonces Yavé me dijo: estos huesos son todo el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: se han secado nuestros huesos, se perdió nuestra esperanza, el fin ha llegado para nosotros. Por eso, anúnciales esta palabra: Yo, Yavé, voy a abrir sus tumbas, pueblo mío, los haré salir de sus tumbas y los llevaré de nuevo a la tierra de Israel. Ustedes sabrán que Yo soy Yavé cuando abra sus tumbas, pueblo mío y los haga salir, infundiré mi Espíritu en ustedes y volverán a vivir; y los estableceré sobre su tierra y ustedes entonces sabrán que Yo, Yavé, digo y pongo por obra” .

Todo esto que Yo he leído del Profeta Ezequiel, lo hice Mío y sobre todo usé algo tomado del Antiguo Testamento para recordarles a muchos que Yo, Jesús, el Hijo de Dios y Dios mismo tomo las palabras de Ezequiel que le dice Yavé y les anuncio todas estas cosas, ¿a quienes?, a todos aquellos que dentro del mundo cristiano dicen serlo pero no lo son, dicen estar sirviéndome pero no lo están, dicen trabajar para Mí, pero amontonan hacia otro lado.

La Divinidad está un poco cansada de tanta hipocresía, sobre todo la hipocresía de aquellos que ni por casualidad deberían tenerla, y ¿a quienes me refiero?, no, no lo diré entre líneas, lo digo directamente, por supuesto que abarca todo el Pueblo de Dios pero especialmente a todos los seres consagrados, para que por fin entiendan que hasta ahora han sido esos huesos o lo que hemos leído antes.

Hombres que habitan dentro de los muros de la Ciudad de Vaticano, no desoigan estas palabras, si justamente aproveché las palabras del Profeta, pues bien lean en profundidad y aplíquenlo en vuestra vida. Que los Santos varones enseñen a los que no son tan Santos, que los que no son Santos varones por fin se humillen y escuchen de los que son Santos y todos aquellos que navegan en cualquier agua, piénsenlo muy bien a partir de este día, porque están siempre bajo Mi mirada, no para amenazarlos, no para hacerles ningún daño, solamente que les adelanto que cuando la Misericordia con toda su fuerza y poder, cuando llegue de manos del Espíritu Santo muchos tendrán que cambiar el rumbo, algunos girarán hasta ciento ochenta grados, otros menos, otros poco, pero les puedo asegurar que todas las palabras que fui anunciando en este lugar antes de comenzar el Tercer Milenio y ya comenzado no pasarán, no está dentro de Mis expectativas que se vuelvan a repetir tantas barbaridades en este milenio como ocurrieron en los dos primeros.

No se completa con el Mensaje de hoy todo lo que necesito decirles, pero ya en estos diez años les he dicho muchas cosas, bien, ahora les hablo con las palabras también de un Profeta, antes lo hice también pero parece que ha caído en saco roto.

No tengan ningún temor, salvo el temor que puede producir cuando alguien vivió siempre a contramano del Señor y de repente tiene que organizar toda su vida de nuevo.

Todos saben muy bien a quienes me refiero, esa ciudad pequeña que parece tan amurallada, es un lugar donde todo se ventila de tal forma que muchas veces el olor nauseabundo se siente en todos los extremos de la Tierra.

No se llamen a engaño, el amor obrando que es justamente la Misericordia, les ayudará a cambiar el rumbo, por supuesto que quedarán algunos moviéndose dentro de la impunidad total, pero no sé por cuánto tiempo, porque el amor es muy poderoso y no hay nadie que pueda resistírsele.

Ténganlo bien en cuenta Mis queridos, lo menos que podrían esperar de Mí es que apruebe toda la impunidad en la cual se mueven montones y montones de hombres que dicen servirme, pero no lo han hecho ni lo hacen hasta hoy.

Seguiré hablándoles, seguiré por supuesto, pero con una ventaja, que ahora Mis palabras se trasmiten a todos los hombres sin ningún tipo de censura, porque así debe ser, no ocurrió lo mismo cuando a través de Mi Madre dije en Fátima muchas cosas para todos aquellos que están dentro de la Santa Madre Iglesia, que han ocultado muy bien y los han hecho aparecer muy desfigurados porque nadie quiso asumir compromisos o directamente asumir la realidad.

Ya han pasado esos tiempos, ahora los hombres tienen directamente Mi palabra y todo por supuesto siempre es para mayor Gloria del Señor y mayor felicidad de todos los hombres, dije de todos los hombres.

Amén.