Mensaje del 03 de Junio de 2004

Habla Artemio:

Te escuchamos Señor.

Dice Jesús:

“Yo..., Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue no anda en tinieblas”.

En este día quiero que me dejen entrar en vuestro corazón, estoy ansioso por vivir en vuestro corazón, ábranmelo, quiero estar en él para siempre y no solo en el corazón de ustedes sino también de todas las personas que ustedes aman. Tengan confianza Mis queridos en la Providencia del Señor porque esa confianza hace que todo sea posible, todo sea posible.

Quiero estar en vuestros corazones y quedarme en él para siempre para poner en vuestra vida todo el orden que es necesario y al decir orden estoy diciendo la salud que necesitan para estar en paz y vivir felices.

Sepan que les amo profundamente, han venido de lejos, algunos me ven y otros no, pero bienaventurados todos, tanto los que me ven como los que no me ven, es decir felices porque Mi amor por ustedes es muy grande, no tiene dimensiones, confíen plenamente en Mi Misericordia, nunca miren todo lo que es necesario que hagan ustedes porque si ustedes me lo piden con devoción Yo les concederé vuestras necesidades.

Quiero vivir todos los días en vuestros corazones, quiero permanecer siempre en él, en este momento Mis queridos están respirando el mismo aire que Yo estoy respirando y que están respirando Mi Mamá y los Santos, tomen conciencia de eso, no hay otro lugar en la Tierra en que Yo esté delante de las personas así como estoy delante de ustedes, entonces llénense vuestros pulmones de este aire Sagrado, porque este aire Sagrado les llevará la salud Mis queridos. Yo siempre llegaba a todos los lugares y lo primero que decía era: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, y a ustedes les digo lo mismo: dónde están, quiénes son, como se llaman, díganmelo al oído, díganmelo a Mi corazón para llegar hasta ustedes, díganmelo sinceramente con humildad.

Sepan que siempre los llevo en Mi Corazón y protegidos en el hueco de Mi mano siempre, protegidos en el hueco de Mi mano, si me tienen a Mí Mis queridos ¿qué les puede faltar?, si Yo estoy con ustedes ¿qué pueden temer?, si Yo les abrazo con todo Mi corazón y toda Mi alma ¿a quién pueden tenerle miedo?. Quiero que a partir de hoy vuestra vida sea otra Mis queridos, van a ver que diariamente crecerá en vuestro corazón todas las virtudes, todo el amor necesario por los hermanos y por todo, confíen Mis queridos, confíen, confíen Mis queridos, tengan la esperanza de dar un salto al vacío sabiendo de que Yo los espero abajo para protegerlos para siempre, ese salto al vacío es toda la confianza que pueden tener en Mi.

“Ámense los unos a los otros como Yo los he amado”, no se olviden nunca que estoy delante y detrás de ustedes, arriba y abajo, a derecha e izquierda pero sobre todo en vuestro corazón y ahora Artemio les hará la imposición de las manos en un gesto de amor y piensen que se lo estoy haciendo Yo.

Les amo profundamente, quiero para ustedes todo lo mejor, luchen, luchen y esfuércense que Yo estoy siempre a vuestro lado para darles todo.

Amén.

Habla Artemio:

Saludamos a la Virgen diciéndole: “Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te Salve, a ti llamamos los desterrados hijos de Eva… (se corta la grabación) ….