Mensaje del 02 de Junio de 2004

Habla Artemio:

Tanto como 02 de Junio, miércoles.

Dice Jesús:

Y siempre digo lo mismo, pero siempre es renovado porque todos los días el hombre está diferente, por eso repito aquello de que: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue no anda en tinieblas”, “Yo soy la Luz del mundo”.

El hombre para comenzar a pensar en la solución de sus problemas tendrá que pensar en que el mundo lo forman todos los hombres que son sus hermanos, eso necesariamente llevará a pensar: si todos somos hermanos debemos tener un padre en común y tal vez eso le hace descubrir a los hombres la Divinidad, es decir la paternidad de Dios. Cualquiera diría: y qué puedo decirle al hombre en este día después de diez años de venir a este lugar siempre, pero siempre viendo que las cosas no avanzan como debieran avanzar, no, el hombre no reconoce a sus hermanos, el ser humano en general cree que todo el mundo debe girar a su alrededor como centro de todo lo demás, y qué le diría Yo en una tarde como esta, como tantas tarde: vivan en el amor, aprendan de Mí que hasta di la vida por ese motivo, sean humildes, sinceros, sean amables y cordiales, justos, honestos, no traicionen nunca, no digan mentiras y tampoco las piensen, no ofendan a nadie.

Vivir así con la sencillez de la lluvia que cae, el árbol que crece, el ave que canta al sol que le cobija, el hombre deberá descubrir todas esas pequeñas enormes cosas para reencontrarse consigo mismo y con los demás, pero les repito si no hay humildad, si no hay una apertura así constante hacia todo es imposible la vida, por lo menos la vida auténtica; alguno dirá: y cuando uno muere y va al Padre, al Cielo, pasa de este lado ¿qué hace todo el día?, si el Señor está diciendo que todo es tan así, tan sencillo, tan, ahora Yo les propongo pensar: ustedes saben cuánta es la felicidad del hombre que es humilde, sencillo, paciente, tranquilo, servicial, agradable, amable, ¿ustedes saben cuán grande es esa felicidad?, bueno cuando estén de este lado todas esas cosas que les parece pequeñas en la Tierra se van a ver tan agrandadas, tan enormes, pero sobre todo el amor, el amor será tanto que el hombre vivirá como harto, maravillosamente harto de todo lo que la Divinidad puede darle, que es como una coronación a toda una vida llena de sufrimientos y llena de... dolor, sí, dolor.

Por eso, acuérdense siempre que por mal que vayan las cosas, a veces siempre, Yo estoy a vuestro lado, siempre dispuesto a consolarlos, a darle lo que ustedes procuran que Yo les de y sobre todo el amor que necesitan para no perderse en el agujero de la nada. Mis tentaciones, es decir de las que fui objeto en el desierto ha sido el tema para pensar hoy y piénsenlo cuando estén a solas, piensen todo esto, también piensen que cada uno de ustedes tiene dentro de sí la posibilidad de hacer todas las cosas hermosas y que pueden realmente en cada uno de los que tienen cerca o no tan cerca florecer, florecer con todo el afecto que necesita el hermano para seguir viviendo.

No olviden nunca estas cosas porque estas cosas tienen la base de toda una vida para peregrinar dignamente hacia la Jerusalén Celestial, es decir el Cielo.

Les amo profundamente, todos aquellos problemas por los cuales vinieron a este lugar son especialmente considerados por Mí para ver lo que ustedes necesitan y así dárselos y no solamente ustedes sino todos aquellos a quienes ustedes aman, todos, todos, asi que piensen muy bien, piensen muy bien Mis queridos todo lo que ustedes quisieran para los demás, piénsenlo, porque este Padre amoroso siempre todo aquello que piden ustedes para los demás los primeros que reciben esto son ustedes.

Les amo profundamente, les doy Mi Corazón para que se refugien en él y les pido que abran el vuestro así Yo puedo entrar y quedarme allí a vivir para siempre.

Amén.