Mensaje del 20 de Mayo de 2004

Habla Artemio:

20 de Mayo.

Dice Jesús:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mi no anda en tinieblas”.

Ha caído la tarde Mis queridos y es cierto que montones de hombres en todo el mundo se acuestan con hambre, sin remedios, sin atención médica, sin que nadie los cuide, no piensen solo en ustedes, piensen en todos porque todos tienen sangre que les corre en las venas y todos quieren tener una vida feliz pero son tan pocos los que son felices, entonces es cierto lo que decía Artemio recién: “Jesús, hijo de David, ten compasión de mi”.

Cómo quieren Mis queridos que Yo no los escuche si me dicen eso con el corazón, pero cuando ustedes me piden algo Mis queridos tienen que hacer como si ya se los hubiera concedido, no duden, cuando me piden tengan una fe tan fuerte y tan grande y el milagro se va a producir. Diariamente aquí se hacen muchos milagros, muchos, pero Yo quiero que se hagan muchos más, ¿por qué?, porque el hombre está necesitado de vivir bien, el hombre tiene que ser feliz, no tiene por qué sufrir tanto, ¿quién les dijo a ustedes que Yo he creado a Mis hijos para ponerlos en el mundo para que sufran?, ¡noo!, Yo no pongo pruebas a nadie, Yo no castigo a nadie, Yo no le hago nada a nadie de malo, entonces no me echen ninguna culpa ¿eh?, al contrario, pídanme lo que necesitan para vivir en paz y bien.

Entonces, ustedes creen que cuando le piden algo a quién les ama ¿se los puede negar?, no ¿verdad?, pues bien pídanmelo con todo el corazón, pídanmelo con fuerza y no se olviden que Yo les dije que tienen que “amarse unos a otros como Yo los he amado”, entonces que este día sea como una conversión, es decir un ponerse en el camino del Señor, no solamente por ustedes sino también por los demás hombres, esa es la forma de vivir Mis queridos, esa es la forma de vivir.

Dice Don Orione:

En la medida de lo posible yo todos los días quiero decir mis palabras en este
lugar.

Hay muchos hogares aquí en esta Argentina que yo adopté como Patria, donde descansa mi corazón, en esta Argentina quiero derramar mucho amor, estoy siempre dispuesto para escucharlos.

Acuérdense de todos los niños y personas que hay en los cotolengos, sufren mucho, porque para ellos la vida no es vida, es cualquier cosa ¿mmm? y acuérdense también de rezar mucho por esas personas que los atienden, porque ustedes saben lo que es todo el día atender a esos chicos y a esas personas diferentes que se hacen todo arriba, que directamente tienen que darle de comer en la boca, que a veces tosen, que a veces gritan porque les duele algo u otros directamente no tienen ni voz para hablar y hacen señas.

Los cotolengos están llenos de niños y personas así y algunos hace montones de años que están allí ¿mmm?, bueno yo quiero mis queridos que se acuerden de los cotolengos ¿eh?, que se acuerden de todas las personas que hay en los cotolengos ¿eh?, de aquellos que están internados y de aquellos que los atienden, hay gente que ya ha pasado toda una vida dentro de los cotolengos ¿eh?.

Dicen que esos seres diferentes ni sufren ni gozan, sí mis queridos, sufren y gozan también ¿mmm? y quien hace un poco de bien a uno de esos seres diferentes es como si le hiciera bien a cien personas porque es tan deplorable el estado que tienen.

Se los encomiendo muy especialmente y yo me ocuparé de ustedes para que…, para que se sanen de vuestras enfermedades ¿eh?, confíen en mi intercesión delante de Dios.

Dice el Padre Pío, San Pío de Pietralcina:

Queridos hijos, mi amor es tan grande por ustedes, mis hermanos…, es mejor que hable en castellano para que todos entiendan ¿eh?.

Yo quiero recomendarles en este día que le pidan por vuestras necesidades a la Mama Nostra, es decir a la Virgen María porque ella es la Madre de todos, ella es la Patrona de todo, ella es la que está siempre delante de Jesús pidiéndole por ustedes, ella es la que concede las gracias a través de su Hijo y su Hijo a través de ella ¿eh?.

Confíen en la Mama ¿eh?, quien puede ser defraudado por su madre, nadie, y mucho más si esa Madre es la Madre de Dios.

Queridos hijos, cuánto es mi amor por todos, cuánto, por eso les recomiendo que no pase ni un rato de su vida sin decirle a la Mama que esté a vuestro lado y que les de todo lo que necesitan ¿eh?, nadie le pide algo a la Mama y se queda sin respuesta, todos tienen respuestas.

Y ahora me voy, ma acuérdense de la Mama ¿eh?.

Amén.